Efectivamente, seguro que en Valencia, Salamanca o Vigo hay aljofifas pero sus dueños no lo saben. Los sevillanos, sí, lo mismo que cuando les dan fatigas no es que estén cansados. ¡Una maravilla la riqueza léxica de nuestro idioma!
Bingo total, prima, que no sabía yo de la existencia de las aljofifas, hasta que tú lo has señalado y San Google me lo ha aclarado.