Sí que tenían buena relación, dentro de las circunstancias de la situación que vivía Nerea por su adicción.
Nerea no tenía teléfono propio y se comunicaba con su madre llamando desde los teléfonos de conocidos del ambiente en el que se movía. De hecho, la madre al no tener noticias de ella, se puso en contacto con la persona dueña del teléfono desde el que llamó la última vez. Como esa persona le dijo que no había vuelto a verla, Belén, la madre de Nerea, se fue a interponer la denuncia por desaparición.
«Si mi hija estuviera bien me habría llamado; siempre lo hacía»
La madre de una ourensana que lleva cuatro meses desaparecida pide ayuda
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La madre de Nerea Añel: “Perder a una hija así es lo peor; ojalá no salga nunca de la cárcel”
La progenitora, quien está personada como acusación particular, agracede a la Policía Nacional el que siguiera trabajando en el caso
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