Bebes robados ¿?

Para el impuesto de sucesiones se tiene en cuenta el lugar donde se está empadronado

Tienes razón, el impuesto de sucesiones y donaciones lo determina tu lugar de residencia, pero la herencia no solo es eso, es la forma de partir y adjudicar entre los herederos los bienes del causante, desde hace tres años se rige por el lugar de residencia, antes era de tu nacionalidad. Pero quien hizo la ley hizo la trampa. Los descendientes de las personas normales tributan donde viven y ya está, pero existen otras realidades como las de los ricos. Ahí si puede ser importante el lugar de fallecimiento y dato subjetivo importante de cara a una investigación fiscal de cara a los periodos que ha pasado fuera de su lugar de residencia ante un posible fraude.

Te pongo un ejemplo, empresarios andaluces empadronados en Madrid, la Duquesa de Alba, ricos con residencia fiscal en Suiza, Mónaco ... Es muy típico entre los empresarios andaluces empadronarse en Madrid para evitar a sus descendientes pagar el impuesto de Sucesiones en Andalucía, por ello están obligados a pasar X parte del año en Madrid, tener un domicilio en activo ... Imagínate que cae enfermo y decide quedarse en su casa real que está en Sevilla y fallece. Pues toda su documentación dirá que falleció "accidentalmente en Sevilla teniendo su domicilio en Madrid", que no es falso en realidad, pero si Hacienda de la Junta te quiere buscar las cosquillas investigando tramos te las busca.

O en el caso del problema de la adjudicación, el caso típico del inglés que otorga testamento conforme a la ley inglesa pero pasa prácticamente todo el año en España, si muere en España su herencia se tiene que repartir conforme a la Ley Española, cosa que para evitarlo si no interesa hay que montar la muerte "accidental".

Es algo complicado y lleno de particularidades.
 
Última edición:
Por que piensas que los nombres de tus padres biológicos son inventados?.
Yo si investigaría, pero parece que no quieres que se enteren tus padres adoptivos. Si no es así, pregúntales abiertamente.
Respecto al Dr Vela, lo que te dicen en otro post. Por lo que yo sé, no es que robará bebes, eran adopciones fraudulentas, que no reunían los requisitos legales.
Yo conocí al Dr. Vela. Operó a mi madre de quistes en los ovarios. El Sanatorio San Ramón era un chalecito en el paseo de La Habana, pequeño, no tendría mas de diez habitaciones. Si estoy de acuerdo con que si pudieron facilitar adopciones fraudulentas, ellos y los demás hospitales hasta ahora involucrados en esos casos, pero sin duda lo hicieron pensando era lo mejor para el bebé, porque darlo en adopción siguiendo los trámites legales era chocar con la burocracia y podían pasar meses hasta que ese bebé pudiera ser adoptado, estando mientras tanto "estabulado", como si fuera una cosa en un orfanato.

Hoy en día sabemos que todo recién nacido necesita el calor humano tanto como el alimento, ahí tenemos a los prematuros con sus padres junto a la incubadora tocándolos, acariciándolos y hablándolos. Quizá de esta creencia era ya el Dr. Vela y por eso facilitó adopciones fraudulentas, a fin de que el bebé pudiera tener desde recién nacido el cariño y la atención exclusiva de unos padres.
 
Yo conocí al Dr. Vela. Operó a mi madre de quistes en los ovarios. El Sanatorio San Ramón era un chalecito en el paseo de La Habana, pequeño, no tendría mas de diez habitaciones. Si estoy de acuerdo con que si pudieron facilitar adopciones fraudulentas, ellos y los demás hospitales hasta ahora involucrados en esos casos, pero sin duda lo hicieron pensando era lo mejor para el bebé, porque darlo en adopción siguiendo los trámites legales era chocar con la burocracia y podían pasar meses hasta que ese bebé pudiera ser adoptado, estando mientras tanto "estabulado", como si fuera una cosa en un orfanato.

Hoy en día sabemos que todo recién nacido necesita el calor humano tanto como el alimento, ahí tenemos a los prematuros con sus padres junto a la incubadora tocándolos, acariciándolos y hablándolos. Quizá de esta creencia era ya el Dr. Vela y por eso facilitó adopciones fraudulentas, a fin de que el bebé pudiera tener desde recién nacido el cariño y la atención exclusiva de unos padres.
Cuando el caso estaba en plena ebullición, una conocida me contó que su hermana había dado a luz con el Dr Vela, y que le extrañaba mucho que este señor robara bebés
 
Yo conocí al Dr. Vela. Operó a mi madre de quistes en los ovarios. El Sanatorio San Ramón era un chalecito en el paseo de La Habana, pequeño, no tendría mas de diez habitaciones. Si estoy de acuerdo con que si pudieron facilitar adopciones fraudulentas, ellos y los demás hospitales hasta ahora involucrados en esos casos, pero sin duda lo hicieron pensando era lo mejor para el bebé, porque darlo en adopción siguiendo los trámites legales era chocar con la burocracia y podían pasar meses hasta que ese bebé pudiera ser adoptado, estando mientras tanto "estabulado", como si fuera una cosa en un orfanato.

Hoy en día sabemos que todo recién nacido necesita el calor humano tanto como el alimento, ahí tenemos a los prematuros con sus padres junto a la incubadora tocándolos, acariciándolos y hablándolos. Quizá de esta creencia era ya el Dr. Vela y por eso facilitó adopciones fraudulentas, a fin de que el bebé pudiera tener desde recién nacido el cariño y la atención exclusiva de unos padres.

Pues yo no creo que lo hicieran por el bien del bebé en absoluto, por lo menos no de su salud, pero si de su "salud espiritual", sacándoles de un entorno pecador o socialmente bajo y entregándolo a un matrimonio católico. Lo hacían movidos por las normas sociales y religiosas de la época y no se si por dinero. Es hasta posible que tanto este hombre como las monjas implicadas pensaran que estaban haciendo un bien por todos desde su moral y religiosidad.

Tenemos que pensar que estar hablando en su mayoría de la etapa franquista, muchos atrás, la ciencia no daba soluciones a las parejas que tenían problemas de fertilidad. Muchas parejas pudiendo optar por la vía legal preferirían este camino para guardar en secreto la adopción y simularían un embarazo. Respecto de las madres de los bebés serían consideradas "pecadoras" de las que incluson pensaran que les hacían un favor evitándoles ese escarnio social y dándoles un bueno futuro a sus hijos. En nombre de dios (de todos los dioses) se han cometido barbaridades a lo largo de la historia.
 
@Annaisabela, siento que te hayan robado una bebé y ojalá tengas la dicha de encontrarla o de que ella te busque. Yo tengo 70 años, así que se perfectamente como se nacía antiguamente, yo misma nací en la casa de mis padres. Pero precisamente por la edad que tengo, conozco bien la moral de aquellos tiempos y posteriores, donde ser madre soltera era la mayor afrenta que una mujer podía hacer a su familia y aunque ahora nos parezca un hecho inexplicable, muchos padres echaban a sus hijas de casa si no aceptaban dar al niño en adopción.

Hasta bien entrados los ochenta, no había necesidad de "robar" niños, porque los orfanatos estaban a rebosar de niños abandonados. Otra cosa es a la vista de la moral social de hoy en día se prefiera decir que se los robaron a reconocer que los dieron voluntariamente, aunque esa voluntariedad fuera forzada por los padres. En todo caso los ladrones fueron la sociedad y quienes las obligaron a darlos.

Hola @simurgis, tienes toda la razón en lo que cuentas, podrías ser mi hermana mayor por edad :), también he vivido esos tiempos aunque no tan bien como tú...
Mi bebé me lo quitaron ya bien entrados los 80 y era un hospital municipal, nada que ver con lo que cuentas y que muchas sabemos de como era la moral de antaño, y aún en los tiempos en que yo di a luz....
Yo si que creo a estas alturas que se montó un gran negocio en torno a ello y que había mucha demanda, la sigue habiendo, claro que con las técnicas de laboratorio y ya más últimamente los bebés subrogados no es tanta la falta de ellos y con tanta vigilancia...
Ahora contestándote me ha venido a la memoria alguien muy allegado que le propuso a una señora en aquellos momentos embarazada la posibilidad de "adoptar" al bebé, ésta señora estaba casada y la que se lo propuso también, sólo que ésta última no había podido tenerlos.
Bien, pues la embarazada le contestó que cómo qué o_O y la otra le contestó que ella tenía "contactos"...Esto ocurrió en el año 1972 y yo estaba delante. Que cómo pensaba hacerlo? no lo sé, nadie volvió a comentar el tema y allí se quedó la historia, lo que me lleva a pensar que era más común de lo que nos imaginamos...
 
Antes de nada, quiero aclarar que para mí es algo anecdótico, no es un trauma ni busco respuestas, pero me gustaría saber que haríais en mi posición (yo no pienso hacer nada, pero me da curiosidad la opinión de la gente ( no lo he dicho jamas)

Soy adoptada, desde que nací, lo sé desde pequeña, mi familia es mi familia para bien y para mal y no tengo ningún trauma por ello.

Hace un año, por temas laborales, me dio por sacarme mi certificado de nacimiento, que bueno era algo que me daba curiosidad, simplemente por ver como seria o que pondría en él.

Total que cuando lo tengo en mi poder y me encuentro los siguientes datos:

clínica donde nací: sanatorio San Ramón
médico: Eduardo Vela
administrativa: Consuelo Rodríguez Martínez

Es decir, clínica famosa por el robo de bebés, y tanto el doctor como la administrativa metidos en el ajo hasta el fondo. Y nací en esas fechas(81).

Dejo un artículo del tema: https://www.elsaltodiario.com/hemeroteca-diagonal/san-ramon-la-fabrica-de-bebes-expositos

Si os vierais en mi posición pensáis que intentaríais investigar algo?

Es un tema no vamos a engañarnos complicado... por un lado te puede la intriga y piensas que es de valientes tirar de la manta aunque sea complicado pero por otro el golpe a saber cosas puede ser muy duro.
Yo también soy adoptada, hace como cinco o seis años quise saber y aunque era consciente que no suelen ser historias bonitas creo que nunca te preparas parar leer ciertas cosas en un amplio historial que te entregan en el juzgado.
En fin, yo conociéndome seguiría adelante pero de que se pasa mal, se pasa. Y eso que yo no conozco toda mi historia, solo una cuarta parte...
Ánimo prima :kiss:
 
Hablan las víctimas de la trama de bebés robados: “No quiero dinero, quiero saber la verdad”

Se calcula que entre 1940 y 1996 se sustrajeron unos 300.000 recién nacidos en toda España. Con más de dos mil denuncias interpuestas, sólo ha habido dos imputados y ninguna condena.




— “¡Que abran los archivos! ¡Que abran los archivos!”
— “¡Justicia ya, que las madres se nos van!”


Esta es una historia de mentiras, de robo y tráfico de personas; esta es una historia de negocios ilegales e inhumanos, de confesiones veladas en el lecho de muerte, de madres que mueren con la pena de no haber conocido a sus hijos; esta es la historia de una lucha por la justicia, la verdad y la identidad que tiene en pie a miles de personas desde hace décadas en España. “Somos como árboles sin raíces”, dicen las víctimas de la trama de bebés robados en España y protagonistas de esta búsqueda. Piden saber dónde están sus hijos, sus hermanos, sus padres, y por qué les fueron robados.

Las asociaciones calculan que 300.000 bebés fueron robados en toda España entre 1940 y 1996. Trescientos mil. Lo que empezó siendo “un instrumento de represión” del régimen franquista “se convirtió después en negocio”, extendiéndose hasta las dos primeras décadas de la democracia, tal y como explica en una entrevista con El HuffPost Neus Roig, autora de No llores que vas a ser feliz, la mayor investigación sobre esta trama.

Ainhoa Arrate (Gernika, Bizkaia, 1971) sospecha que es una de esas niñas robadas o, como mínimo, que la suya fue una “adopción irregular”. Paqui Pichardo busca a su hermana, nacida en 1958 en el hospital militar de Sevilla y arrebatada a su madre, que “pobrecita, murió con esa pena” y con un lamento en sus labios: “Me la robaron”. La historia de Mercedes Morillo es parecida: también busca a una hermana nacida en Sevilla en 1966, en el Hospital de las Cinco Llagas, tratando de hacer justicia a la memoria de su madre, que “tuvo la pena de esa niña toda su vida”.

María, que prefiere no dar su apellido ni su imagen, tuvo a su primer hijo en 1977, en el Hospital de la Paz de Madrid, donde se llevaron al niño al poco de nacer y le dijeron “que se iba a morir” y que no podía verlo. Mercedes Moya parió “un 7 de mayo de 1978, día de las Madres” en el hospital Francisco Franco de Madrid [actual Gregorio Marañón] ayudada por una monja que, a los dos días, le quitó a su niña. Cuarentaiún años después, esa niña buscó a su madre biológica desde México, y dio con Mercedes. “Es duro, y a veces me han entrado ganas de tirar la toalla. Pero encontré a mi hija, y soy muy feliz”, dice la madre, con lágrimas en los ojos, consciente de que la suya es una de las pocas historias con final ‘feliz’ y de que esa lucha ha convertido su vida en una carrera plagada de obstáculos.

El 27 de enero del 2011 se puso la primera demanda colectiva por robo de recién nacidos ante la Fiscalía General, en la que se incluyeron 261 denuncias. Nueve años y más de dos mil denuncias después, sólo ha habido dos imputados: el ginecólogo Eduardo Vela, que fue absuelto porque su delito había “prescrito”; y el doctor J.B.B, que el pasado mes de octubre alegó enfermedad para no presentarse al juicio. Tres meses más tarde, quien falleció fue Adelina Ibañez Mezcua, la denunciante, otra madre más que se fue sin conocer a su hijo Bruno, al que le quitaron al nacer.

Hasta la fecha, la inmensa mayoría de las denuncias han sido archivadas y la proposición de Ley de Bebés Robados impulsada por varios grupos parlamentarios, entre ellos Podemos y PSOE, se mantiene en punto muerto después de que PP y Ciudadanos prorrogaran una y otra vez el plazo de enmiendas.

Con la intención de que se retome esa Ley —con la que se facilitaría el acceso a los archivos públicos y eclesiásticos— y de exigir que no prescriban estos crímenes, las asociaciones de víctimas se concentraron este 27 de enero ante la Fiscalía General del Estado, en Madrid. Y con la intención de buscar la verdad —de encontrar a su familia — y de que esta historia no vuelva a repetirse, Ainhoa, Paqui, Mercedes, María y Mercedes cuentan a El HuffPost la suya, el drama en que esta trama convirtió su vida.

Ainhoa Arrate (Gernika, Bizkaia, 1971) busca a su madre: “No quiero dinero, lo que quiero es saber la verdad”
Ainhoa, frente a la sede de la Fiscalía General del

CARLOS PINAAinhoa, frente a la sede de la Fiscalía General del Estado.

“Mi historia tiene mucho que ver con los pisos nido de Mercedes Herrán, una señora que acogía en sus pisos a hijas de papá, a gente de caserío o a criadas que se habían quedado embarazadas de los jefes de la casa. Cuando las chicas daban a luz, en clínicas privadas con las que Mercedes tenía contacto, los bebés desaparecían. Se los llevaban y no se volvía a saber de ellos.

Mis padres [adoptivos] sabían toda la historia; lo que no saben es quién era la madre que me dio a luz. Pero ellos pensaban que eso era lo más normal del mundo. Ellos acudieron a los frailes para saber cómo se podía adoptar un niño o una niña; les dieron a escoger y ellos dijeron: ‘Lo que venga’. Y un día les llamaron: ‘Preséntate aquí a las tres de la tarde’.

Cuando fueron a la puerta de la clínica, mi madre entró y vio a una señora en en la cama, dormida. ¿Seré hija de esa señora? Puede ser. ¿Qué le dijeron cuando despertó? ¿Que había muerto su bebé? ¿O ella estaba de acuerdo en darlo en adopción?
Sólo quiero saber si fui robada o fui cedida
Si esa mujer era mi madre, lo único que quiero es dar con ella y saber qué pasó; si ella renunció a mí, quiero saber por qué lo hizo. Porque pudo ser una prost*t*ta, y no me importa, pudo ser la criada de una casa de bien, y tampoco me importa. Sólo quiero saber si fui robada o fui cedida. Si fui cedida, esa adopción es completamente irregular, porque no hay un documento que lo acredite; no hay una partida de nacimiento que acredite dónde y cuándo nací. Tengo dos partidas de nacimiento distintas, que dicen que nací en la misma calle pero en distinto número, de padres totalmente desconocidos; y luego hay un certificado de adopción legal, ¿pero dónde está la renuncia de esa madre?

Mis padres adoptivos me contaron esto a cachos, me contaron parte. Poco antes de morir mi padre, me dijo que Mercedes siempre decía la verdad, que nunca mentía, pero que las verdades eran a medias. Posiblemente sea la hija de un abogado de Bilbao y una buena mujer.

Mercedes, en su tiempo, hacía una gran labor, que era hacer desaparecer a todos esos bebés que no eran queridos. Se supone que su marido era alguien bastante importante en ese momento, que tenía contactos con la iglesia, más concretamente con el Opus. Pero también hubo robos de bebés, y hay que investigar tanto una cosa como la otra. Que no es que busque herencias; la herencia la tengo de mis padres adoptivos. Yo no busco dinero, lo que quiero es saber la verdad.

En la ikurriña que llevo pone: ‘Saber es nuestro derecho’. Queremos saber; queremos saber la verdad. A mí me jode que mi caso no se resuelva, pero al fin y al cabo me da igual, porque he tenido padres. Han sido otros, pero los tengo: unos me han dado la vida y otros me han criado. Pero hay gente que busca a sus hijos; con eso no se juega. Algunos dicen que somos hijos del franquismo. Para mí esto no tiene que ver con el franquismo. Después del franquismo siguió existiendo. Era un negocio.

Lo gordo es que yo conocí a Mercedes. Era muy mayor, estaba en una residencia y tenía una enfermedad vascular y degenerativa, le faltaba una pierna, estaba en silla de ruedas. Una de las trabajadoras de allí me dijo que nunca hablaba con nadie, que ni levantaba la mirada. Y en cuanto entré en la sala, se intentó incorporar, me señaló con la mano y dijo: ‘Tú eres una de mis niñas’. Me quedé helada, lo primero que pensé es que debo parecerme mucho a mi madre. La trabajadora se asustó, me dijo: ‘¿Pero quién eres? Esto no lo ha hecho nunca’. Yo le dije que era la hija de una amiga. Estuve algo más de media hora hablando con ella, hasta que me cogió del brazo y me dijo: ‘Entonces, ¿qué quieres? ¿Niño o niña? Yo te consigo lo que quieras’. Estaba viviendo épocas pasadas”.

Paqui Serrano Pichardo busca a su hermana (Sevilla, 1958): “Mi madre murió con esa pena”
Paqui Serrano

CARLOS PINAPaqui Serrano Pichardo

“Mi madre tuvo una niña en el 58 en el hospital militar de Sevilla, y se la robaron. Mi madre, pobrecita, murió con esa pena. Porque ella no dejaba de decirlo: ‘Me la robaron’.

Mi madre estaba sola. Éramos nuevos en Sevilla, sin familia, veníamos desde Cádiz. En el hospital, cuando dio a luz, llegó una monja y le dijo a mi madre: ‘Señora, Ana, ha tenido usted una niña, pero le vamos a echar agua del socorro porque la niña viene muy mala, se va a morir’. Mi madre dijo que quería ver a la niña antes de que se la llevaran. ‘No, se va a poner usted mala’, le dijeron.

‘Por favor, traédmela, que yo quiero conocer a mi niña’, dijo. Y le llevaron a una niña de color malita, muriéndose.
Mi madre decía: ‘Que esta no es mi niña’. ¿Cómo iba a ser su hija? Si ella era rubia con los ojos celestes. Que no podía ser… Fue una monja la que se encargó de todo, dijo que la niña se moría y que le iba a poner Milagros de Dios. Y mi padre, que era militar, como era nuevo en Sevilla, no dijo nada.
Fue una monja la que se encargó de todo
Cuando ya fui yo más mayor, le decía a mi madre: ‘A ver si viste morada a la niña y creías que era negra’. ‘No, Paqui’, me decía mi madre. ‘La niña tenía las manos blancas, los labios gordos, el pelito rizado, era negra’.

Pero antes no había tantas denuncias. Antes no había justicia ninguna.

Un día viendo la televisión oí de esta asociación [de bebés robados en Sevilla], y llamé. Mi madre ya había muerto, pero yo le había dicho que quería buscar, porque ella murió con esa pena. Contra más mayor, más lamentaba. ‘Paqui, mira, si tú encontraras a tu hermana, mi niña... Mi niña me la robaron’, decía.

Ahora tenemos el apoyo de la asociación y estamos en ello. Porque mi hermana no aparece: ni en el cementerio, ni en el hospital. No hay papel ninguno.

Queremos que aparezcan. Que se enteren las personas. ¿Tú te crees que si yo diera con mi hermana?”.

María busca a su hijo (Madrid, 1977): “Mi niño era rubio con los ojos verdes. Me acuerdo perfectamente. Eso no se te va”

“Yo tuve a mi hijo en el Hospital de la Paz de Madrid hace 42 años. Lo tuve conmigo, pero luego vinieron a por él y me dijeron que no le habían hecho bien la revisión, y que se lo llevaban a ver a los doctores. A las cuatro horas vinieron y me dijeron que no me lo podían traer, que se iba a morir. Que tenía que permitirles hacer la necropsia. Yo les dije: ¿Y eso qué es? Me quedé sin él.

Mi padre quiso verlo y tampoco le dejaron. Ese mismo día había muerto Waldo de los Ríos, el compositor de El himno de la alegría, y lo llevaron al hospital de la Paz. Así que en el hospital había mucha Policía, y detuvieron a mi padre y lo retuvieron durante cuatro horas.

A los 40 días, tuve que ir a recoger un informe, y la enfermera que me lo iba a dar, me dijo: ‘Mire, el doctor dice que no le da el informe porque usted se negó a hacer la necropsia al bebé’. Era tan raro que hasta ella me dijo: ‘Yo que usted lo miraría, porque esto no es legal’. ‘¿Cómo que no es legal?’, le pregunté. ‘No, no’, me dijo: ‘Es lo que le puedo decir. Investigue usted’.

Y ahí empezaron mis sospechas… pero no podía imaginarme que me hubieran hecho eso. Los implicados no son solamente una monja o un doctor; ha habido médicos, enfermeras… de todo, y en todo el país. Era un negocio.
La enfermera me dijo: ‘Yo que usted lo miraría, porque esto no es legal. Es lo que le puedo decir. Investigue usted’
Mi niño era rubio, como el padre, y tenía los ojos verdes, verdes. Más rico... Además, me pesó cuatro kilos doscientos. Me acuerdo perfectamente. Eso no se te va.

Cuando a los dos años tuve otro hijo, no permití que lo separaran de mí. Lo tuve pegadito a mí. Me dijeron: ‘Uy, ha pasado algo’. Y les dije: ‘¿Qué ha pasado? Que no se lo lleven’. Me dijeron que era sólo un momento, pero me empeñé y de mi lado no lo movieron. Tenía una malformación porque había nacido con la pierna pegada al cuerpo y tuvieron que escayolarlo, pero lo hicieron a mi lado.

Llevo siete u ocho años con esta búsqueda. El doctor [Alfonso] Cabeza era director de hospital. Me dijo que no podía hacer nada, que los papeles se habían quemado porque había habido un incendio en los archivos y que no me podía ayudar. No lo he denunciado porque me cuesta mucho dinero; porque con la pensión no me da para pagar a un abogado.

Mis hermanos me dicen que lo deje. Esto es muy triste y muy desagradable, por lo menos para mí. De mi entorno lo sabe muy poquita gente. Mi familia y media docena más. Siempre he sido muy reservada; lo veo como algo muy personal”.

Mercedes Morillo busca a su hermana (Sevilla, 1966): “Mi madre tuvo la pena de esa niña toda su vida”

Mercedes

CARLOS PINAMercedes Morillo

“Vengo de Sevilla. Soy de la Asociación de bebés robados de Sevilla. Busco una hermana que le robaron a mi madre al nacer en 1966, en el Hospital de las Cinco Llagas.

Cuando mi madre tuvo a la niña, le dijeron que había muerto. En el hospital dijeron que ellos se hacían cargo del enterramiento, pero nadie vio al bebé.

Su niña pesó 3,750 kilos, era grandecita. A mi madre le pusieron el goteo, una especie de anestesia que ponían antes para dormirla, y una de las veces que miró a un lado, vio a su bebé y escuchó que decían: ‘Este lo vamos a mandar para San Fernando’. El cementerio de Sevilla se llama de San Fernando, así que cuando al día siguiente le dicen que el bebé ha muerto, mi madre ata cabos.

Mi madre murió hace 23 años y tuvo la pena de esa niña toda su vida. Cuando hace unos diez años salió el tema de los bebés robados en televisión, en un programa de Paco Lobatón en la primera, empecé a moverme.

Fui al cementerio y me encontré que el nombre de mi madre no estaba por ningún sitio, que no había ningún bebé enterrado a su nombre. Así que seguí buscando documentación, con muchas, muchas trabas.

Entonces descubro que no hay certificado de nacimiento de la niña, ni certificado de defunción, ni nombre del médico que la atendió en aquel parto. Tampoco coinciden las fechas, porque mi madre tuvo a la niña el 20 de septiembre del 66 y en los papeles consta que mi madre ingresa al hospital el 21. Cuando me encuentro con todo esto, fui del tirón a poner denuncia.
Estoy moviendo cielo y tierra para encontrarla
Afortunadamente, me encontré con la asociación de Sevilla Bebés robados, que me ayudaron mucho. Y sigo en la lucha. Muchos nos hemos hecho las pruebas de ADN en un laboratorio en Estados Unidos, porque tenemos nuestras dudas con algunos laboratorios de aquí, y mi lucha es ir tirando y poder encontrarla. Es mi hermana, es mi sangre y es mi familia, y quizás también ella es uno de los casos de personas desesperadas por encontrar a su familia. Si piensa que mi madre la regaló, le tengo que decir a esa niña (ya de 53 años) que fue una niña muy querida, que vino al mundo con todo el amor y que podía haber tenido una infancia superfeliz con unos padres extraordinarios.

En aquel tiempo daban una especie de cartulina con el nombre de mi madre, la niña y una crucecita como que había muerto. Pues esa cartulina está escrita una parte con boli y otra con pluma, con dos letras diferentes. Esa es la única prueba de que la niña nació, pero que no aparece por ningún sitio. Es una cosa tristísima.

Así que voy a seguir. La niña no está enterrada, y yo ahora estoy moviendo cielo y tierra para encontrarla.
Nos tienen que ayudar. Nos tienen que echar una mano, que esto es una lucha titánica. Había un proyecto de ley y tendremos que seguir en la lucha para que realmente se haga. Queremos un fiscal que se ocupe única y exclusivamente de nuestros casos. Lo necesitamos. Y necesitamos Policía que investigue. Mi caso no está archivado, porque tenemos todas las pruebas de que la niña no está enterrada ni hay certificado de defunción, pero está apalancado”.

Mercedes Moya Martín encontró a su hija (robada en Madrid, 1978): “Sor Pura se llamaba la monja que me la quitó”

Mercedes Moya

CARLOS PINAMercedes Moya Martín

“En el 78, ingresé en la [casa tutelada] Asociación Tu Casa, de Carabanchel, y dije desde el principio que quería quedarme con mi hija [Mercedes era madre soltera]. La monja no me puso ningún problema.

Me ingresaron un mes antes en el hospital Francisco Franco [actual Gregorio Marañón] para un estudio fetal y me provocaron el parto un 7 de mayo, día de las Madres. Cuando la tuve, me llevaron a la habitación, me trajeron a mi hija, le di el pecho y estuvo dos días conmigo. La inscribí en el registro como María José Moya Martín y, al segundo día, llegó la monja y nos dijo que nos íbamos.

Le dije que no, que me habían dicho que tenía que quedarme un día más. Y ella: ‘Arréglate, que nos vamos’. Al salir, había un taxi y nos fuimos. El coche se paró frente a un fotomatón, en un edificio grande de cristales. Ella abrió mi puerta, la de detrás, y yo agarré a mi hija, porque tenía miedo. Me dijo: ‘Dame a la niña, que le vamos a hacer una foto’. Yo no quería, pero mi hija empezó a llorar y creí que le estaba haciendo daño, así que la solté. Quise salir detrás de ella, pero el taxista me dio un empujón, me metió en el coche y me llevó a Asociación Tu Casa. Todavía creía que la monja iba a ir con mi hija. Cuando llegó, empecé a asustarme, le pregunté por mi hija y me dijo que estaría mejor con otra familia.

Luego me dio un sobre; creía que eran los papeles con mi hija, pero tenía dinero. Se lo tiré a la cara y le dije que yo no había vendido a mi hija. Le dije que no firmaría nada. Estuvo nueve días sin darme de comer y a base de insultos.
Sor Pura se llamaba la monja que me la quitó. Algunas mujeres sí se los daban en adopción, pero yo le dije que no quería dar a mi hija.
Es duro, y a veces me han entrado ganas de tirar la toalla. Pero encontré a mi hija. Y soy muy feliz
Yo estaba sola en aquel momento, mi familia no sabía nada. Conocí a mi marido, que es lo mejor que me ha pasado, y él me dijo: ‘Buscaremos’.

Hemos tenido cinco hijos y he seguido buscando. María José, mi hija, me buscaba, pero como vivía su padre [adoptivo], no quería ofenderle. Cuando murió su padre, se puso en contacto conmigo y le dije que se hiciera las pruebas de ADN. Se lo hizo y primero nos dijeron que no daba.

Nos las hicimos luego a través de un detective y dio con el 99% de probabilidad que éramos madre e hija. Pero nadie quiso creernos, porque era con un particular, no en un laboratorio. Cuando insistí con el laboratorio, me llamaron al minuto. ‘Es tu hija, Merche’, me dijeron.

Es duro, y a veces me han entrado ganas de tirar la toalla. Pero encontré a mi hija. Y soy muy feliz. No la he visto todavía, porque a ella se la llevaron a México. Pero hablamos, claro”.

 
Yo conocí al Dr. Vela. Operó a mi madre de quistes en los ovarios. El Sanatorio San Ramón era un chalecito en el paseo de La Habana, pequeño, no tendría mas de diez habitaciones. Si estoy de acuerdo con que si pudieron facilitar adopciones fraudulentas, ellos y los demás hospitales hasta ahora involucrados en esos casos, pero sin duda lo hicieron pensando era lo mejor para el bebé, porque darlo en adopción siguiendo los trámites legales era chocar con la burocracia y podían pasar meses hasta que ese bebé pudiera ser adoptado, estando mientras tanto "estabulado", como si fuera una cosa en un orfanato.

Hoy en día sabemos que todo recién nacido necesita el calor humano tanto como el alimento, ahí tenemos a los prematuros con sus padres junto a la incubadora tocándolos, acariciándolos y hablándolos. Quizá de esta creencia era ya el Dr. Vela y por eso facilitó adopciones fraudulentas, a fin de que el bebé pudiera tener desde recién nacido el cariño y la atención exclusiva de unos padres.
A muchas mujeres les dijeron que sus hijos habían nacido muertos y los vendieron a gente pudiente, no entiendo que eso sea lo mejor para el bebé. Incluso en casos de mujeres casadas, cuyo hijo no había "nacido en pecado" según el dogma de esa gente.
 
En verdad, ignoro cómo se resuelve (o se resolvía, más bien) el tema de los bebés fallecidos; porque decirle a una mujer, incluso casada, como dice el post anterior, que la criatura nació muerta o que no tiene posibilidades de vivir, y no se la enseñan? Si no a ella, al padre, a la abuela, a la tía. Y luego, qué hacían con el cuerpito? No lo entregaban a la familia para su velatorio y sepultura? Ninguna familia habrá reclamado el cadáver, nadie se habrá preocupado por el destino que le darían? Me cuesta creerlo. Puede haberse dado algún caso, embarazos no deseados, madres solteras, que no tuvieran interés en dar a conocer el nacimiento e hicieran la vista gorda, pero no creo que fuera la mayoría.
 
En verdad, ignoro cómo se resuelve (o se resolvía, más bien) el tema de los bebés fallecidos; porque decirle a una mujer, incluso casada, como dice el post anterior, que la criatura nació muerta o que no tiene posibilidades de vivir, y no se la enseñan? Si no a ella, al padre, a la abuela, a la tía. Y luego, qué hacían con el cuerpito? No lo entregaban a la familia para su velatorio y sepultura? Ninguna familia habrá reclamado el cadáver, nadie se habrá preocupado por el destino que le darían? Me cuesta creerlo. Puede haberse dado algún caso, embarazos no deseados, madres solteras, que no tuvieran interés en dar a conocer el nacimiento e hicieran la vista gorda, pero no creo que fuera la mayoría.
supongo sin saberlo que se aprovechaban de gente con pocos recursos. la burocracia entonces no es la de ahora. no quitaban un hijo a mujeres de clase alta con familias bien situadas, se lo hacían a gente que por mucho que protestara se les podía silenciar fácilmente.
 
Yo tengo dudas, a mis padres se les murió el primer hijo nada más nacer (años 80), algo que puede pasar pero mi abuela asegura que vio el niño al nacer y cuando supuestamente estaba enfermo y se lo tenían que llevar a otro hospital, y dice que no era el mismo. Siempre había pensado que eran exageraciones hasta que leí que había denuncias en el mismo año y en el mismo hospital por desapariciones de bebés. Mis padres eran jóvenes, poco después tuvieron a mi hermana y después a mí y pasaron página. Existen muchas probabilidades que de verdad naciese enfermo, antes no había los recursos médicos que hay ahora, pero también queda esa pequeña duda de "y si...?"
 
Consuelo García Cid: "El robo de bebés del franquismo continúa hoy en los centros de menores tutelados"
En la imagen, Consuelo García Cid.
En la imagen, Consuelo García Cid.
  • Nunca pensó que un libro y una conferencia lo iba a pagar tan caro. Tanto como tener que sentarse en un banquillo. Pero la escritora e investigadora Consuelo García Cid tendrá que declarar como imputada el próximo lunes 22 de junio a las 9.30 de la mañana en el juzgado de lo Penal nº 1 por destapar en "El desmadre de los servicios sociales" y en una comparecencia el 30 de mayo de 2017 en el Senado, "las actuales irregularidades en casos de menores tutelados por la Administración" y cómo los servicios sociales "destrozan familias y causan un daño irreparable a las niñas y niños como puro negocio en el que están involucradas diferentes organizaciones religiosas".

    Lo que los ojos de Consuelo García Cid han visto en la vida la hacen ser más que precavida. Y es que esta luchadora por los derechos humanos ha venido denunciando en varias investigaciones que el robo de los bebés de la época franquista continúa a día de hoy reinventado en los centros de menores tutelados por las Administraciones. "Los casos de menores de edad que son declarados en desamparo, arrebatados a sus padres legítimos y entregados en acogida o en adopción a cambio de dinero para mantenerlos pervive a día de hoy", cuenta a Público.

  • "Un dinero que muchas veces se ha negado a los padres biológicos cuando lo han solicitado para poder mantener a sus hijos". Su precaución no es para menos. Ella misma fue encerrada, sin haber cometido delito alguno, en un reformatorio de las Adoratrices. Se trataba de una cárcel que pertenecía al Patronato de Protección a la Mujer, la institución franquista que se creó en 1941, para velar por las mujeres consideradas como descarriadas y que privó de libertad a miles de jóvenes españolas hasta bien entrada la democracia. Allí sufrió el dolor de la soledad, el que las monjas la llamaban "la niña del rincón", o ver cómo quienes llevaban hábitos presionaban a las menores que llegaban embarazadas para entregar a sus hijos en adopción.

  • Con ese bagaje de injusticias a la espalda ahora se pone en lo peor. Está acusada por la Fiscalía de calumniar a un magistrado de la Audiencia de Tarragona en su conferencia en el Senado, porque durante su intervención dijo que "magistrados octogenarios aplican el derecho de una manera autárquica y parcial, como por ejemplo el señor Carril Pan de la Sección 1 de la Audiencia Provincial de Tarragona". También se le pide 8.000 euros de multa por un delito de calumnias con publicidad. Ante ello, la escritora responde: "Estoy preparada para todo. Puede suceder cualquier cosa. Nunca pensé encontrarme en esta situación por una conferencia y un libro. Pase lo que pase, seguiré luchando. Voy a llegar al final de todo este sistema deshumanizado que vulnera los derechos humanos más elementales", reconoce.
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  • Un sistema en el que la escritora denuncia la facilidad con la que "se puede perder la custodia de un menor por la vía administrativa; los largos periodos de tiempo que pueden transcurrir antes de que la justicia dicte una resolución al respecto; el gran negocio que suponen los centros de menores y los vínculos entre algunas organizaciones que dirigen estos centros y las que lo hacían en tiempos de la dictadura".

  • Sentarse en un banquillo a declarar como imputada cuando lo que hace es denunciar la desprotección a menores ¿de qué es sinónimo?

  • De violencia institucional, persecución judicial y de ley mordaza en toda mi boca. Una conferencia en el Senado y un libro. ¿Por eso? Desde 2017 mi vida ya no es la misma, He tenido que padecer episodios completamente inimaginables, como la presencia policial en un hotel a las cuatro de la madrugada para "decirme" que tenía una denuncia, cuando estaba notificada por abogado y procurador. Acabé en un servicio de urgencias con una crisis de ansiedad. Yo había conferenciado en Zaragoza el día anterior. Tengo fobia a los hoteles desde entonces.

  • ¿Qué nivel de injusticia tienen casos como el suyo como denunciante de corrupción?

  • La libertad de expresión no existe. Yo expuse la realidad actual del sistema de menores tal y como es. También hablé del pasado, puesto que este sistema parte de un contexto de memoria reciente en el que llevo trabajando sin descanso desde el año 2012. De aquellos barros, estos lodos. Han cambiado las formas, pero no el fondo.




  • ¿Cree que tiene más derecho un rey como Juan Carlos I que usted?

  • A mí se me han negado todos los derechos y han ido a mi yugular. El emérito no se toca, las niñas tuteladas prostituidas en los centros de menores mallorquines tampoco, pero luego hay que tragar con eso de que la justicia es igual para todos. ¡Mentira! Yo no soy más que una escritora y activista social, la literatura es la rama más pobre del arte, me la he jugado diciendo verdades como puños, pero verdades actuales, que suceden a diario. En todo este proceso me han humillado mucho.

  • ¿Qué parte de la presunta corrupción de las órdenes religiosas en el tejemaneje de las tutelas a menores cree que tiene que ver con que esté usted imputada?

  • Todo tiene que ver. Las congregaciones del pasado auspiciadas por el patronato de protección a la mujer gestionan ahora los centros de menores, se reconvirtieron en ONG y cobran subvenciones. En los centros de acogida deciden quién puede ser madre y quién no.

  • Ahora no es necesario mentir a las madres con aquello de que "tu hijo ha muerto", simplemente se lo quitan a pie de hospital delante de sus narices.

  • ¿Menores convertidos en mero negocio?

  • Así es. Se paga por cada menor tutelado de 3.000 a 9.000 euros mensuales dependiendo de la comunidad autónoma. Inicialmente se pagan 3.000 euros, pero la cantidad aumenta con la problematización del niño o la niña tutelada. En un centro de reforma la cantidad sube, y en un terapéutico llega a 9.000 al mes. Nadie atiende el llanto de los niños, que quieren volver a casa. Nadie ayuda a las madres, destrozadas, inmersas en un sistema que inicialmente desconocen y no saben cómo defenderse.




  • ¿A nadie le importan ellos y ellas?

  • Eso parece. Importan a las familias, a las activistas, a las asociaciones que como yo luchamos contra estas atrocidades en pleno siglo XXI. Existe un gran manto de silencio al respecto, es todo un sistema creado que casi siempre gana. Las madres se quedan sin hijos y el proceso es atroz, y la gente de a pie niega la realidad porque no la conoce.

  • Además de casos conocidos como el de las niñas prostituidas de Mallorca, cuenta que hay maltratos a menores en los centros

  • Maltratos, medidas salvajes de contención, suicidios en los centros. El más reciente es el de un niño de 9 años. También sufren medicación forzosa para que no molesten y tenerlos como zombis. Horroroso en toda su medida sin que nadie haga nada.

  • Y no solo destapa esto de los menores, sino también de la desprotección de unas familias que por pura pobreza o vulnerabilidad ven como son robados sus hijos

  • Se criminaliza la pobreza, se cuestiona a las familias en un "striteas* psíquico" digno de estudio, y cuando los niños van a familias de acogida, estas cobran una cantidad mensual. ¿Por qué esa cantidad no se da a los padres para que salgan adelante? Todo es un disparate mayúsculo.

  • ¿A qué se parece el robo de bebés del franquismo a este que denuncia?

  • La única diferencia es la ausencia de aquella manida mentira en la que les decían "tu hijo ha muerto", mientras por la puerta de atrás se llevaban al bebé los adoptivos pactados previo pago. Ahora dicen "tu hijo está tutelado" y desaparece, ya sea en el mismo hospital, en el colegio o en la propia casa donde aparece la policía echando la puerta abajo para llevarse a los niños camino de un centro de menores.

  • ¿Denuncia que esto sucede por la connivencia de trabajadores sociales que son cómplices y perpetuadores de este sistema?

  • Tienen todo el poder. Ellos manejan los informes, cuyos apartados son más que cuestionables. Ni siquiera se identifican personalmente, lo hacen con un número, como si de policías se tratara. ¿Por qué? Y el trato a los afectados es gélido, funcionan con un tono de voz monocorde y carente de empatía cuando lo que se hace es iniciar un proceso contra natura. Las madres enferman porque las enferma el sistema. Y el punto final es que están "locas". No. El sistema las destruye.

  • Antes de lo que puede pasar en el juicio, ¿cuál es su mensaje?

  • Que se escuche a las víctimas y se de voz a los afectados. Nadie con una mínima sensibilidad puede mirar hacia otro lado. Las madres están destrozadas, su llanto es desgarrador. Hace pocos meses se suicidó Helena, una mamá a la que retiraron sus tres hijos y sabía que los perdía. Se tiró por la ventana. No es la única. Pido que ese telón negro de acero que existe con respecto a la retirada injustificada de tutelas se abra y sepamos la verdad actual. Todos lo niegan. cómo no, exactamente igual que en el franquismo. El sistema se defiende ¡cómo no! ¿Alguien cree que van a decir lo que realmente hacen?

 
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