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Skype se actualiza para iOS y Android en la versión Prewview: ahora es posible compartir la pantalla durante las llamadas

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Hoy toca volver a hablar de Skype, y lo hacemos en referencia a las versiones de la aplicación disponibles para iOS y Android. El motivo es por la última actualización liberada para ambas plataformas a la que podrán acceder todos aquellos que formen parte del grupo de usuarios en el Programa Insider de Skype.

Skype en el Programa Insider con el número 8.43.76.38 ya se puede descargar y de entre todas las mejoras que anuncia destaca sobre todo una que facilita el uso del programa de mensajería como es la posibilidad de compartir la pantalla del teléfono durante una llamada

De esta forma los usuarios de Android y iOS pueden compartir la pantalla del teléfono durante una llamada. Si estamos hablando con algún contacto de nuestra agenda, esta mejora facilita el compartir contenido, pues como comentan en el anuncio, bastará tocar en la pantalla y seleccionar "Compartir pantalla" para comenzar.

En ese momento se iniciará la grabación de la zona de la pantalla que queda encuadrada dentro del marco rojo que nosotros mismos estableceremos. A falta de la opción de grabar pantalla en Android de forma nativa, que no en iOS, se trata de una alternativa interesante.


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Se trata de una función a la que ya tenían acceso los usuarios en Skype en versiones de escritorio y su llegada a las plataformas móviles era esperada con ganas por las posibilidades que brinda.

Microsoft está trabajando con intensidad para llevar mejoras a Skype. Así hace poco vimos cómo activó el acceso desde la barra de tareas, la traducción y subtítulos en tiempo real, la integración con OneDrive o la vista dividida de nuestras conversaciones.

Si quieres probar la nueva función de Skype, basta con acceder a Google Play y hacernos con la app Skype Preview en el caso de Android o unirse al programa beta por medio de Test Flight en iOS.

Fuente | Skype

https://www.xatakawindows.com/aplic...a-posible-compartir-pantalla-durante-llamadas
 
Google Maps, la mina de oro que Alphabet pretende explotar
Son cerca de 1.000 millones de usuarios que utilizan los mapas inteligentes del gigante tecnológico, un terreno fértil para monetizar
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Google apostará por Maps como su nueva máquina de producir dinero (Foto: YouTube Googlemaps)
Cerca de 1.000 millones de personas utilizan Google Maps, algo que el gigante tecnológico Alphabet está aprovechando al máximo para explorar nuevas maneras de monetizar el popular servicio de mapas lanzado en 2005.

Estar en un sitio desconocido ya no implica tener que cargar una guía impresa de amplias dimensiones para orientarse o tener que preguntar a cada esquina por una ubicación desde que existe esta aplicación, que se perfecciona para hacer cada vez más práctico su uso.

Es así que Maps ha dado un servicio principalmente gratuito y sin anuncios desde su lanzamiento hace 14 años. Pero esto ha ido cambiando a medida que anunciantes logran llegar satisfactoriamente a sus usuarios a través de Maps.

Y es que la aplicación ahora destaca ubicaciones patrocinadas y muestra listas de pago adicional cuando las personas buscan estaciones de servicio, cafeterías u otros negocios cercanos. Incluso cuando mide la distancia de un punto a otro, sugiere apps de transporte ya con una tarifa estimada para tentar a los usuarios a ir con mayor comodidad y en menor tiempo en su traslado.


Para facilitar las búsquedas y poder monetizar sin saturar la navegación, los de Mountain View han aumentado el número de iconos de acceso rápido en la opción "cerca de ti". Hasta ahora, las tres opciones anteriores estaban presentes junto a una cuarta llamada "más" pero ahora se amplían hasta un total de ocho iconos.

Las grandes novedades también aplican en resaltar los puntos de recreación, tales como bares, eventos, parques cercanos y, por supuesto, hoteles cercanos para pasar una noche o un fin de semana en determinado sitio. Maps parece estar listo para que los sistemas de publicidad de Google comiencen a bombear dólares desde lo que era un gigante de datos sin explotar.

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De acuerdo con El País, con la información obtenida de otros servicios de almacenamiento de datos de Google, la compañía propone recomendaciones personalizadas con base en sus contactos, bares recurrentes, restaurantes que frecuentan e intereses. Con solo tocar la pestaña "Para ti" en la parte inferior de la página de inicio de la aplicación Maps, podría sugerir una panadería vegana, mientras dice "pareces interesado en lo vegetariano".

La compañía apuesta a que agregar más datos sobre lugares y negocios a Maps hará que las personas pasen más tiempo en el servicio, lo que sería sumamente atractivo para anunciantes. A medida que los usuarios esperen más de Maps, Google tendrá espacio adicional para introducir más propaganda.

En los últimos dos años, Google también ha probado pines promocionados, que no son otra cosa que puntos de paso adornados con la marca de un anunciante que aparece en el mapa, independientemente de si el usuario buscó ese negocio o no, se encuentran durante la navegación.

No obstante, existe la posibilidad de que esta iniciativa de Google Maps conduzca a Google hacia crecientes obstáculos regulatorios debido a la recopilación de datos, los estándares de privacidad y el negocio de anuncios. Recabar más dinero de Maps, donde millones de personas comparten información personal a diario, podría provocar un mayor escrutinio.

https://www.infobae.com/america/tec...a-mina-de-oro-que-alphabet-pretende-explotar/
 
Cómo saber si espían mi móvil Android

¿Y si alguien está espiando todo lo que haces con el móvil? Ya vimos que es posible hackear un móvil Android si se cumplen ciertas condiciones, y en la mayoría de los casos no hay un indicio clave que puedas usar para determinar si están espiando tu móvil o no.

Si sospechas que alguien puede haber manipulado tu smartphone para que te espíe, aquí encontrarás cómo descubrir si tu móvil te está espiando, así como qué medidas puedes tomar para evitarlo.


Activa Google Play Protect

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Uno de los primeros pasos que usan las aplicaciones que se usan para espiar es pedirte que desactives cualquier tipo de protección que tengas en el móvil. En Android, esto generalmente es sinónimo de Google Play Protect, la protección preinstalada en la mayoría de móviles Android.

Muchas apps espía requieren desactivar Play Protect

El motivo es sencillo: Google Play Protect detecta muchas de estas aplicaciones como maliciosas, de modo que evita que funcionen y en algunos casos las puede desinstalar por sí mismo. Si sospechas que tu móvil puede haber sido manipulado, nunca está de más comprobar que Google Play Protect está activado.

Para hacerlo, abre el menú lateral de Google Play y elige Play Protect. Si está desactivado aparece un icono de color rojo avisándote. Toca en él y marca Buscar amenazas de seguridad en dispositivo para activar Google Play Protect.


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Si Play Protect estaba desactivado, lo mejor es que vuelvas a la pantalla anterior y fuerces un análisis de las aplicaciones instaladas, para detectar una posible aplicación espía. Para ello, toca en el botón de reanudar el análisis.


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A continuación pueden pasar dos cosas: que Play Protect diga que está todo correcto, o que detecte la aplicación dañina y te pida que la desinstales. Si es tu caso, sigue leyendo para ver qué otras medidas puedes tomar.


Revisa las aplicaciones instaladas

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Estamos hablando aquí de espionaje "de andar por casa", y ese generalmente sucede mediante técnicas de phising para manipular al usuario y que instale una aplicación maliciosa, o cuando el espía tiene acceso físico al terminal para hacer la instalación. Por ejemplo, tu novio o novia en un descuido.

En la mayoría de los casos no estamos ante un hacker tecleando comandos a toda velocidad en un terminal hasta exclamar ¡Eureka! y tener acceso al terminal, sino algo bastante más mundano: una app. Una app que, como cualquier otra, puede ser localizada y desinstalada. Pero hace falta tener buen ojo.

No te dejes engañar por nombres genéricos como "System Service", "Play Tools" o "Sys Tools"
Los desarrolladores de este tipo de aplicaciones saben que si la aplicación se llamara Total Spy Monitor o Hacking Control Panel el usuario las podría descubrir en un descuido, de modo que camuflan sus nombre e iconos para que parezcan aburridos iconos de sistema, como "Sync Services" o "System Service". Tu trabajo es fijarte bien para encontrar apps que no son lo que parecen.

En los ajustes de Android, ve al apartado Aplicaciones y espera a que termine de cargar la lista. El funcionamiento de esta lista puede cambiar de una capa de Android a otra, pero lo más importante es que no se muestren las aplicaciones del sistema (que, por otro lado, es el comportamiento estándar).


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Ahora viene la parte complicada: revisar la lista. Te recomiendo que vayas una a una, revisando que conoces todas las aplicaciones en la lista y que las has instalado tú por iniciativa propia. Las aplicaciones espía generalmente se esconden en nombres aburridos y genéricos, y que normalmente se quedan en inglés.

Ahora bien, en la lista también aparecen aplicaciones del sistema que han sido actualizadas, así que la revisión puede tener su cosa. En caso de duda, toca en una app para ver su información. Las apps del sistema no se pueden desinstalar (solo sus actualizaciones), mientras que las apps que fingen ser del sistema, sí.

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App de Ajustes real (izquierda) y app de Ajustes que finge ser real (derecha)

Tan importante es encontrar a estos farsantes como desinstalar cualquier otra aplicación que parezca haber aparecido de la nada. Las aplicaciones cambian y a veces reciben rediseños o incluso un nuevo nombre, pero nunca está de más que hagas algunas comprobaciones.

Un buen modo de saber si una app es quien dice ser es mirar desde dónde se ha instalado
Una cosa sencilla que puedes comprobar es desde dónde se ha instalado una aplicación, si ha sido desde Google Play o desde su APK. Ya que las aplicaciones que espían no están permitidas en Google Play, generalmente estarán instaladas desde fuera de la tienda. Para verlo, toca en su nombre en la lista de aplicaciones y busca Detalles de la aplicación, en la información.

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Generalmente este método te servirá para destapar la mayoría de aplicaciones espía de las que hablábamos en nuestro artículo. Hace falta prestar atención para distinguir lo normal de lo que no lo es, pero no es especialmente complicado.


Comprueba las apps que más batería usan

Espiar todo el día al usuario es un trabajo duro que gasta la batería, especialmente aquellas apps que toman fotos o vídeos del usuario o registran su posición mediante el GPS. Aunque seguramente tengan sus propios mecanismos para minimizar su impacto y que no sea muy obvio, es un indicativo que te puede indicar que algo anda mal.

Para ello, ve a los ajustes y entra en Uso de batería. La ubicación de este menú cambia bastante de un móvil a otro, así que te recomiendo que uses el buscador. En Android puro, por ejemplo, es un menú contextual dentro del apartado Batería.


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Aquí una vez más debes usar el ojo crítico para encontrar qué escapa de lo normal. Ten en cuenta que las aplicaciones maliciosas con frecuencia disfrazan su nombre e icono, así que solo porque ponga "Sistema Android", no lo creas porque sí. Toca en la app para ver si es quien dice ser. Lo sabrás pues las apps del sistema no se pueden desinstalar.


Y no nos olvidemos de los datos

Además de gastar la batería, espiar lo que haces constantemente también requiere de un uso considerable de datos, especialmente si está haciendo fotos con la cámara del móvil sin tu permiso o recibiendo los archivos que tienes en la galería.

Para comprobarlo, ve a los ajustes de Android y entra en Uso de datos, generalmente escondido dentro del apartado de Conexiones y red. Revisa las apps que más datos usan en busca de algún sospechoso que no conozcas.


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Si la aplicación espía es suficientemente lista, probablemente espere a tener conexión Wi-Fi para sincronizar los datos y así no levantar sospechas. Mientras que algunos móviles te permiten ver el uso de datos incluyendo las conexiones Wi-Fi, en otros no existe la opción.
 
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Mensajes sospechosos

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Si recibes mensajes por SMS o mail sobre códigos de verificación o solicitudes de nueva contraseña, es un buen motivo para sospechar. Es posible que alguien tenga tus credenciales para acceder a algunos servicios, pero el sistema "se chive" enviandote un correo o pidiéndote que introduzcas un código de verificación.

La mayoría de servicios te avisan si alguien intenta iniciar sesión con tu cuenta

La mayoría de cuentas importantes como las de Google, Facebook o Twitter te avisan por correo cuando hay un intento de inicio de sesión sospechoso. Aunque podría ser que sea alguien despistado que ha escrito mal su número de teléfono, e-mail o cuenta, también es posible que sea alguien intentando suplantar tu identidad, especialmente si te pasa con frecuencia.


Qué hacer si están espiando tu móvil

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Vale, has descubierto que están espiando tu móvil, ¿ahora qué? Lo primero de todo, recuerda que espiar un móvil es ilegal, y por tanto puedes interponer una denuncia ante la policía. Si es lo que tienes pensado hacer, lo mejor es que apagues el móvil tal y cual y lo lleves a la comisaría como "prueba".

El modo seguro es tu mejor aliado

Si prefieres prescindir de papeleos o sospechas que el espía puede estar a miles de kilómetros de ti y la denuncia no va a servir de mucho, lo mejor es que asegures el terreno antes de seguir usando tu móvil.

Antes de nada, reinicia el móvil en modo seguro. Esto deshabilita todas las aplicaciones de terceros y casi con seguridad que evitará que el espionaje vaya a más. La excepción sería si la herramienta ha obtenido acceso root y modificado el sistema desde dentro, aunque esto no es lo común. Puedes comprobar si tu móvil está rooteado con apps como Root Checker.


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El modo seguro evita la carga de apps de teceros, incluyendo las que espían

La idea es usar el modo seguro para evitar que se te siga espiando y poder desinstalar las aplicaciones implicadas. Si no estás seguro, siempre puedes restaurar de fábrica el móvil para asegurarte de que no queda ningún rastro.

Después es el momento de cambiar las contraseñas de todas las cuentas que tienes configuradas en el móvil. La más importante es la cuenta de Google, pero podría haber también de Facebook, Skype, LinkedIn, Twitter y más. Especialmente importante son las credenciales de aplicaciones bancarias y apps como Paypal.

Para evitar situaciones similares en el futuro, lo mejor es que actives la verificación en dos pasos en todos los servicios que puedas, y a ser posible no mediante código SMS, sino con aplicaciones específicas o mediante avisos. De este modo, aunque alguien consiga tu contraseña, no podrá iniciar sesión en tus cuentas sin tu conocimiento.

Cuando lo tengas todo bajo control, es un buen momento para pensar cómo llegó el software espía a tu móvil, para evitar que vuelva a pasar. Básicamente se barajan dos posibilidades: que lo haya hecho alguien que tuvo acceso físico al móvil durante unos minutos, o que lo hayas hecho tú mismo sin querer creyendo que instalabas otra cosa. Esto segundo es algo más improbable, pues deberías haber otorgado varios permisos manualmente para que funcionar

https://www.xatakandroid.com/seguri...xataka&utm_medium=network&utm_campaign=repost
 
Google Maps sumó los recorridos en bicicletas
Dentro de la app se puede ver las ciclovías y bicisendas para ir de un punto a otro de la Ciudad de Buenos Aires.

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La nueva actualización de Google Maps permite ver los recorridos en bicicleta.
Google Maps sumó una nueva función que permite al usuario saber cómo hacer un recorrido para llegar de un punto a otro en bicicleta, dentro de la Ciudad de Buenos Aires.

Al buscar una dirección y luego presionar en la opción "Indicaciones", el usuario verá las distintas opciones de traslado que tiene. A los recorridos en auto, medio de transporte público y caminando, ahora se suma la opción de la bicicleta.

Así, el mapa mostrará el recorrido más conveniente utilizando ciclovías y bicisendas. A su vez, se detalla el tiempo estimado que le tomará el viaje, así como un detalle de las indicaciones paso a paso, que se pueden ver en el mapa o recibir por medio de comandos de voz.

En la Ciudad hay 230 kilómetros de ciclovías y bicisendas. Con esta herramienta ahora se puede conocer por dónde pasan exactamente para poder así planificar un viaje de un punto a otro de la mejor manera posible.


Esta herramienta se integró a la última actualización de Google Maps y está disponible tanto para Android, iOS, así como en la versión de escritorio.

"Como con la mayoría de las funcionalidades, el usuario puede tomar el control de la aplicación y personalizarla de acuerdo a sus costumbres. Por ejemplo, ahora podrá seleccionar a la bicicleta como su medio de transporte preferido para que Google Maps muestre esa opción primero cuando esté disponible", se destaca en el comunicado difundido por la compañía.

Cabe recordar que el usuario puede gestionar el historial de ubicaciones en Maps. Es decir que puede activar, desactivar, modificar o borrar según desee.

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Está disponible para iOS y Android.
Para hacerlo desde el móvil con Android hay que ir hasta Ajustes/Google/ Cuenta de Google y allí elegir donde dice Datos y personalización. Y dentro de Controles de actividad de la cuenta, seleccionar la opción Historial de ubicaciones.

En el caso de iPhone, se puede abrir la app de Google Maps, ir hasta Menú (las tres rayas horizontales en el margen superior izquierdo), presionar en el ícono de la tuerca que despliega el menú de Configuración y luego ir hasta Historial de Google Maps.

https://www.infobae.com/america/tecno/2019/04/16/google-maps-sumo-los-recorridos-en-bicicletas/
 
No se reconoce el dispositivo USB: por qué te dice esto Windows y cómo solucionarlo


Conectas el USB al ordenador, pero en vez de poder acceder a él te aparece un mensaje de error que dice "No se reconoce el dispositivo USB". Se trata de un error que suele aparecer de vez en cuando en Windows desde hace bastantes versiones, y que pese a que con Windows 10 no es tan común, todavía puedes encontrártelo de vez en cuando.

Por eso, hoy te vamos a explicar qué significa este error del USB y cómo puedes solucionarlo. Empezaremos con la explicación sobre cuáles pueden ser las razones por las que recibes este error, y luego seguiremos con varias soluciones con las que puedes probar. Algunas son muy sencillas y básicas, pero con otras tendrás que toquetear los controladores del USB.

Qué significa este mensaje de error
El motivo más común por el que suele darse este error, según han aclarado en los foros de soporte de la propia Microsoft, es por un fallo en el controlador del chipset. Este es el encargado en realizar la conexión entre tu ordenador y el dispositivo USB que introduzcas en él, y si los controladores tienen algún error puede que deje de funcionar y establecer esa conexión.

Esto puede deberse a algún fallo del controlador o driver del chipset, o a que simplemente se haya quedado desactualizado. Por lo general Windows 10 mantiene actualizados de forma automática sus drivers, pero son varias las ocasiones en las que pueden presentarse estos errores puntuales tanto en los del USB como los de otros componentes. Por eso mismo, las soluciones que te daremos después pueden utilizarse también en otros fallos similares.

También puede ser que el puerto USB del ordenador, el cable que conectes o la unidad de almacenamiento estén dañados. En cualquiera de los casos, lo ideal para comprobarlo es probar los USB en otro puerto del mismo ordenador o en otros ordenadores, si en ellos sí funciona sabrás que las unidades que conectaste no están dañadas.


Cómo solucionar el error

Hay diferentes maneras en las que puedes solucionar este error. La primera es la más básica y esencial de la informática, sacando el USB del puerto y volviéndolo a conectar. Si esto no funciona, también puedes meter el USB en otra de los puertos del ordenador para ver si en ese caso la conexión se establece correctamente.


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Si con esto no se soluciona, vamos al segundo nivel de soluciones, que todavía es sencillo. Entra en Windows Update de tu Windows 10 y busca actualizaciones. Al hacerlo, es posible que Windows detecte por sí solo el problema y consiga implementar la solución que necesitas sin hacer nada más.


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Si así no se soluciona, toca entrar un poco más a fondo. Abre la aplicación Administrador de dispositivos escribiendo su nombre en el menú de inicio. Verás que se abre una ventana con todos los controladores de los componentes de tu PC. En ella, en la sección Controladores de bus serie universal elige el USB que te esté dando problemas y haz click derecho sobre él. En el menú emergente pulsa sobre Actualizar controlador para forzar que Windows actualice el driver.


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SI eso falla, podemos intentar una aproximación más agresiva. En el mismo administrador de dispositivos, haz click derecho sobre el USB que te está dando fallos. Cuando se muestre el menú de opciones pulsa en Desinstalar el dispositivo y reinicia el ordenador tras hacerlo. Cuando Windows 10 revise el ordenador al iniciar el sistema y vea que falta un driver, volverá a actualizarlo automáticamente, lo que también podría solucionar el problema.

Hay ocasiones en las que el ordenador falla a la hora siquiera de detectar el tipo de driver que es. En esos casos, busca alguno que aparezca como Dispositivo desconocido en la sección Otros dispositivos del administrador y haz los mismos pasos que arriba.

https://www.xataka.com/basics/no-se...sb-que-te-dice-esto-windows-como-solucionarlo
 
Cómo proteger un USB o memoria SD contra la escritura

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Vamos a explicarte cómo proteger un USB o tarjeta SD contra la escritura en Windows 10. Se trata de un método con el que vas a conseguir que cuando alguien utilice un USB que tú hayas creado en su ordenador, sólo pueda leer su contenido pero no pueda escribir nada ni hacer cambios en él. Es, por lo tanto, un buen método para compartir documentos con un mínimo de protección.

Por lo general, lo que suele querer hacer la gente siempre es quitar este tipo de protecciones. Sin embargo, en el caso de que quieras hacerlo hoy te diremos paso a paso y de forma sencilla cómo. Realmente es un proceso muy sencillo una vez sabes a qué opciones tienes que ir.


USB protegidos contra escritura

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Lo primero que tienes que hacer es abrir el explorador de archivos de Windows. Una vez lo hagas, haz click derecho sobre el USB o la unidad extraíble que quieras proteger para que se muestre el menú contextual.


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Se abrirá un menú contextual en el que vas a ver una gran cantidad de opciones que puedes realizar con la unidad que hayas metido, incluyendo las de expulsar del ordenador o formatear. Aquí, tienes que pulsar sobre la opción de Propiedades que te aparecerá abajo del todo dentro de este menú que se te ha abierto.


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Se abrirá una ventana de propiedades del USB o la unidad extraíble que hayas introducido. En ella, en la parte de arriba del todo verás varias pestañas. Pulsa sobre la pestaña de Seguridad que está situada en la parte superior izquierda.


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Una vez dentro de las propiedades de seguridad, verás que en la parte inferior hay un cuadro donde están listados todos los permisos de la unidad. En esta ventana, pulsa sobre el botón Editar que hay justo encima del cuadro para cambiar los permisos.


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Se abrirá una nueva ventana de Permisos de Unidad. En ella, en la parte de abajo tienes que buscar el campo Escritura y seleccionar la opción Denegar a su derecha (1). Una vez lo hayas hecho, pulsa en el botón Aplicar (2) que hay abajo del todo para aplicar los cambios y confirmar que quieres proteger el USB.


No se puede proteger contra escritura en macOS

Desafortunadamente, en macOS no existe una opción para proteger contra escritura las unidades externas. Por lo menos no puedes hacerlo de ninguna manera similar a la que hemos hecho en Windows, ni utilizar ninguna función nativa para ello.

Sin embargo, nuestros compañeros de Applesfera nos han chivado un pequeño truco que te puede servir, y es el de formatear esta unidad con el sistema de archivos NTFS de Windows. Como ya te explicamos en su día, macOS no puede escribir en unidades con este sistema de archivos, por lo que todos los USB y unidades estarán en modo contra escritura por defecto.

https://www.xataka.com/basics/como-proteger-usb-memoria-sd-escritura
 
Cómo instalar Linux junto a Windows 10 en un mismo ordenador

Vamos a explicarte cómo instalar GNU/Linux junto a Windows 10 en un ordenador, de manera que puedas elegir utilizar cualquiera de los dos sistemas operativos. El proceso de instalar cualquier distro borrando el otro sistema que haya en el ordenador es el mismo que ya te dijimos cuando te explicamos cómo instalar Linux en tu viejo ordenador, y ahora toca hacer lo mismo pero sin sacrificar a Windows para que también puedas utilizarlo ocasionalmente cuando lo necesites.

En este artículo hablaremos de las distribuciones entre las que puedes elegir, y te explicaremos el proceso de creación de un USB de arranque para instalarla y el de instalación junto a Windows 10. Lo vamos a explicar para hacerlo de manera que ambos sistemas compartan el mismo disco duro, o sea que también tendrás que hacer algunas modificaciones para liberar espacio en el disco duro donde tienes Windows.

Si eres un experto en GNU/Linux, posiblemente todos estos procesos te los conozcas de memoria. Pero como estamos en Xataka Basics, mi intención es que esas personas que nunca se han aventurado a hacer algo similar ni hayan tocado Linux puedan hacerlo sin problemas. Mencionaremos los dos métodos disponibles, tanto la opción directa de Instalar junto a Windows como el particionado del disco duro para optimizar la nueva distribución.


Primero tienes que elegir una distribución

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El primer paso que tienes que dar antes de empezar, es elegir qué distro vas a utilizar. Las distros son las distribuciones que se crean a partir de GNU/Linux, que viene a ser el corazón de todas ellas. Salvando las enormes diferencias, y para que quede claro, es como si fueran diferentes sistemas operativos, pero todas ellas compartiendo prácticamente una misma base sobre la que añaden otros elementos como el entorno de escritorio o los sistemas de ficheros.

A diferencia del artículo en el que te explicamos cómo instalar Linux en un ordenador viejo, en este caso no le vamos a poner ninguna restricción a la edad o la potencia del PC. Esto quiere decir que, partiendo de un ordenador moderno, vas a poder utilizar la distribución que quieras. En Xataka Basics ya te hemos listado las principales distribuciones de Linux para que tengas por dónde empezar.

Cuando la potencia no es un factor para decidir, hay otros aspectos que puedes tener en cuenta. Uno es el tipo de escritorio, que le dará a la distro una apariencia u otra. Sin embargo, teniendo en cuenta que algunas distribuciones tienen diferentes versiones con varios entornos de escritorio, no es un factor tan decisivo como para que te haga decantarte por una u otra.

Teniendo en cuenta que estamos en Xataka Basics, el factor más evidente es el soporte y la facilidad de uso. Tienes distribuciones como Arch Linux que son muy modulares y versátiles, pero que requieren de unos conocimientos bastante avanzados. Distros como Manjaro cogen esa misma base e intentan acercarla a un usuario con menos conocimiento, pero todavía puede resultar un poco complicada, y a la hora de buscar ayuda puedes encontrarte con muchos tecnicismos que te costará entender.

En el otro extremo de la balanza tenemos distribuciones como Linux Mint o Ubuntu, que están basadas en otra llamada Debian. Estas dos distribuciones están enfocadas hacia un público primerizo, por lo que son idóneas para dar los primeros pasos. Además, al compartir una misma base tienen un catálogo común de aplicaciones, y las soluciones de los problemas para una pueden servir muchas veces para la otra.

A esto hay que añadirle que son dos de las distros más populares que existen, lo que quiere decir que hay cientos de blogs, foros y comunidades creadas en torno a ellas donde puedes encontrar ayuda cuando te encuentres algunos problemas. Por esta razón, va a ser una de ellas por la que optemos en este artículo.

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Otro aspecto que tienes que tener en cuenta son los bits del sistema operativo, que tienen que ser los mismos que los de la CPU de tu ordenador. En la configuración de Windows 10 puedes ver los bits de tu CPU. Si tienes 64 no hay problema, es una CPU moderna y todas las distros tienen versiones para ella, pero si tienes 32 bits tendrás que buscar una distro que todavía tenga una versión para ordenadores tan viejos.

Al final he optado por utilizar Ubuntu por ser quizá la más conocida y una de las que más empuje están dando fuera del sector más puramente linuxero. Sin embargo, su interfaz no es tan parecida a la de Windows, por lo que si quieres una experiencia más familiar quizá te convenza más Linux Mint o variantes como Kubuntu. En cambio, si quieres una distro más parecida a la interfaz de macOS, elementaryOS sería una de las opciones más claras.

¿Necesitas desactivar Secure Boot?

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Un factor que debes tener en cuenta al elegir distribución es si puede funcionar con la protección de arranque Secure Boot de Windows. Es una protección que se asegura de que no se ejecuten aplicaciones extrañas antes de arrancar Windows, y que puede bloquear el inicio de algunas distros linux. Distros como Ubuntu ya están adaptadas para funcionar con esta protección, pero si vas a utilizar otra conviene que busques en su documentación si está preparada para ello.

En el caso de que quieras utilizar una distribución que no viene preparada para Secure Boot, en este artículo te explicamos cómo desactivarlo desde el UEFI. Eso sí, ten en cuenta que la decisión de permitir desactivar el modo depende de los fabricantes, por lo que es posible que haya casos y ordenadores en los que directamente no puedas hacerlo.

Antes de empezar, hazle hueco a Linux

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Para este tutorial estoy utilizando un ordenador con el modo de arranque LEGACY en el que he hecho una instalación limpia de Windows 10. Por lo tanto, el primer paso será hacerle un hueco al nuevo inquilino dentro del disco duro modificando la partición en la que está instalado el sistema operativo de Microsoft. Para realizar este proceso, entra en la aplicación Crear y formatear particiones del disco duro que verás al escribir "particiones" en el menú de inicio.


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Una vez abras el administrador de discos, haz click derecho en la unidad C: o el disco duro secundario donde vayas a instalar la distro Linux (1). Se abrirá un menú con varias opciones sobre cosas que puedes hacer con la unidad, y en él debes pulsar sobre la opción Reducir volumen (2). Con esta opción, podrás reducir la partición de ese disco duro y dejar espacio libre para crear otras en las que alojar tu distro Linux.

El proceso es así de sencillo porque por lo general en el disco tendrás una única partición. En el caso de que quieras instalar la distro GNU/Linux en un disco duro ya particionado, tendrás que elegir en la parte de abajo la partición que quieras reducir para liberar espacio y elegir en ella la opción de reducir volumen.

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Se abrirá una pantalla en la que tienes que elegir cuándo espacio quieres liberar de la partición del disco duro. Lo único que tienes (y puedes) que escribir es el tamaño del espacio en MB en el que quieres reducir la partición, que será el mismo espacio que dejes liberado. Encima de la cifra verás el espacio disponible, y debajo el espacio que quedará para Windows una vez hayas hecho la reducción. Una vez decidida la cantidad, pulsa el botón Reducir.

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Tras hacer los cambios, la aplicación de Administración de discos te mostrará en el disco duro donde lo hayas hecho un espacio negro al que llama No asignado. Este espacio tiene el tamaño que hayas establecido antes, y es memoria del disco duro que no está particionada. Esta es la memoria que utilizaremos más adelante para instalar la distro Linux.

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Prepara tu USB de arranque

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Pasamos ahora a preparar el USB de arranque con el que instalar la distro que hayas elegido. El primer paso será el de bajarte el archivo ISO que montarás después en el USB. En el caso de Ubuntu, que es el que vamos a utilizar, ve a su página de descargas y bájate la versión que necesites. Verás dos versiones, ambas de 64 bits, la LTS y el último lanzamiento. Las versiones LTS son de largo mantenimiento, con menos novedades pero más estables, por lo que considero que es la mejor para instalar si eres primerizo.

En cuanto a los archivos ISO, como ya te explicamos en profundidad, son el formato se utiliza para almacenar una copia exacta de un sistema de ficheros de una unidad óptica. Es como tener lo que hay dentro de un CD o un DVD, de manera que puedes hacer copias del sistema operativo o lo que haya dentro tanto en otros DVDs como en un USB.

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Una vez ya tienes la imagen ISO, te queda descargar la aplicación con la que crear el USB de arranque. Tienes muchas entre las que puedes elegir, aunque nosotros hemos optado por Rufus por llevar tiempo siendo la gran referencia en este campo. Por ello, ve a la web oficial de Rufus, y en la sección Descargas pulsa sobre la última versión que haya para descargarla.

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Una vez se haya descargado, haz doble click sobre la aplicación de Rufus. No necesitarás instalar nada, ya que se iniciará automáticamente. Ahora, conecta al ordenador el USB que quieras utilizar, y comprueba que el USB aparece en el campo Dispositivo (1) que tienes arriba del todo. Ahora pulsa sobre la opción Seleccionar (2) para elegir la imagen ISO con la que quieres crear el USB de arranque.

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Cuando pulses en Seleccionar, se abrirá un explorador de archivos. En él tienes que buscar y seleccionar el archivo .ISO de la distro que hayas descargado, y pulsar el botón Abrir para que quede seleccionado en Rufus.

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Una vez hayas seleccionado el archivo ISO, el resto de opciones por defecto son las correctas para prácticamente cualquier caso u ordenador. Por lo tanto, a no ser que tengas unos conocimientos avanzados y quieras cambiar algo por las especificaciones concretas de tu ordenador, con dejarlo todo como está y pulsar el botón Empezar ya es suficiente para crear tu USB.

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Cuando pulses en Empezar, Rufus te lanzará un aviso diciéndote que la versión del gestor de arranque syslinux que utiliza es más antigua que la que solicita la ISO. Por lo que debes pulsar el botón para que Rufus se conecte a Internet y descargue automáticamente la versión que necesita.

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Tras ese trámite, te aparecerá otra ventana en la que se informa de que la ISO que has descargado puede ser escrita de dos maneras en tu USB. Aquí, lo recomendable es que dejes seleccionada la opción Escribir en modo Imagen ISO y pulsas el botón OK.

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Y por último, Rufus te advertirá de que al realizar este proceso perderás todos los datos que tengas en el USB que vayas a utilizar. Si estás conforme, pulsa en el botón Aceptar y se empezará a preparar el USB de arranque. Espera a que termine, y una vez se complete el proceso ya podrás sacar el USB y arrancar con él el nuevo ordenador.




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Instala Linux junto a Windows 10

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Una vez lo tienes preparado, tienes que arrancar el ordenador desde el USB. Para ello, mete el USB en una ranura y luego enciende el ordenador pulsando inmediatamente la tecla que ejecute el selector de unidad para el arranque. Por lo general esta debería ser F12, pero dependiendo de la BIOS y el PC pueden ser otras como F1, F8, F9, F10, TAB o ESC. Cuando veas el menú, selecciona la unidad del USB de arranque y pulsa Enter para arrancar el ordenador a través de él.

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Cuando arranques el USB, la primera pantalla que te va a aparecer es la de elegir idioma. En ella, simplemente selecciona el idioma que quieras utilizar haciendo click sobre él con el ratón o, si no tienes, seleccionándolo y pulsando Enter.

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Una vez elegido el idioma, entrarás en la pantalla principal del USB de Ubuntu. En ella vas a poder empezar con la instalación iniciar la distro desde el propio USB. Yo te recomiendo que elijas la opción Probar Ubuntu sin instalarlo. Una vez estés dentro podrás iniciar la instalación, con la ventaja de que ya habrás podido probar la distro para decidir si es la que definitivamente quieres instalar o prefieres probar con otra primero.

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Se iniciará el sistema operativo a través del USB, por lo que sin necesitar instalarlo podrás explorarlo un poco para ver si te gusta o prefieres probar con otro. Si te convence y quieres seguir adelante, ejecuta la aplicación de instalación que debes tener en el escritorio. Independientemente de la distro que hayas elegido, en la mayoría de ellas encontrarás una de estas aplicaciones.

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El proceso de instalación puede variar dependiendo de la distribución, aunque muchas de ellas comparten las mismas líneas generales. En cualquier caso, nosotros nos vamos a ceñir al proceso de Ubuntu, que es el mismo que verás en muchas distribuciones basadas en Debian y en ella misma. En él, la primera pantalla es de introducción, y sólo tendrás que elegir el idioma y pulsar en Siguiente para continuar.

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Ahora le llega el turno a la distribución del teclado. En este apartado, debes elegir cuál es la distribución de las teclas que tiene el teclado físico de tu ordenador o portátil para que se configuren de manera que la v esté donde la v y la ñ donde la ñ. Por ejemplo, si tienes un teclado sin la letra ñ tendrás que buscar la distribución concreta que utilice en vez de la española... o poner la española para utilizar la ñ aunque no la tenga el teclado. Al terminar pulsa Siguiente.

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Ahora, llegarás a una pantalla en la que vas a poder conectarte a Internet configurando tu WiFi, algo que abrirá la posibilidad a que Ubuntu actualice su sistema además de instalarlo. Pero por defecto estará seleccionada la opción de que prefieres no conectarte a una WiFi en este momento, por lo que tampoco pasa nada si estás en un sitio sin conexión. Todas las actualizaciones las podrás hacer después.

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En el siguiente paso vas a tener que cómo quieres que sea la instalación. Lo recomendable es elegir la instalación normal, pero también puedes escoger una mínima sin bloatware en la que sólo se instalan las utilidades básicas, y todas las aplicaciones las tendrás que elegir tú seleccionando las que quieras. También puedes optar por instalar varios programas de terceros seleccionando la última opción, que suelen ser los drivers privativos de componentes como tu gráfica o la WiFi.

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Y ahora llegamos a la parte importante, ya que tienes que decidir cómo quieres hacer la instalación. Ubuntu detectará que tienes Windows, o sea que es suficiente con elegir la opción de Instalar Ubuntu junto a Windows 10, y el sistema de instalación se encargará de hacerlo sin problemas. De hecho, al confirmar esta selección la instalación comenzará automáticamente.




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