El Mundo Orbyt.
MI SEMANA AZUL & ROSA
JAIME PEÑAFIEL
30/09/2017
CHSSS...
MÁS REY QUE NUNCA
VA DE CULO
Yo quiero recordar aquí y hoy, precisamente hoy, las palabras que el Rey Don Juan Carlos pronunció el 5 de febrero de 1981 en la casa de Juntas de Guernica cuando un grupo de vascos de Herri Batasuna con el puño en alto, gesto duro y bronco, abuchearon su entrada y, a sólo unos metros del soberano, comenzaron a cantar el Eusko Gudariak, impidiendo que pudiera leer su discurso mientras un escolta se llevaba la mano a la pistola.
“Esto es el comienzo de algo gordo. El recinto era pequeño, muy cerrado y estaba abarrotado de gente. Si ocurría algo, allí lo pagábamos todos. Hubiera sido una masacre, una tragedia tremenda”, recordaba la Reina Sofía, quien, con el miedo reflejado en su cara, permanecía sentada junto al entonces lehendakari, Carlos Garaikoetxea.
Pero Don Juan Carlos que, a diferencia de su hijo, siempre se crecía ante la adversidad, no es que mantuviera la serenidad sino que, haciendo de tripas corazón, se dirigió a ellos con sentido del humor y llevándose la mano a la oreja, se le oyó decir: “Más alto, más alto, que no os oigo bien”.
En ese momento, el equipo de seguridad del lehendakari, entro en la sala para desalojarles a la fuerza, incluso arrastrándolos. Fue entonces cuando el Rey, más rey que nunca, dio comienzo a la lectura de su discurso bis, que llevaba preparado en previsión de lo que pudiera suceder. Recordando la reciente e insólita presencia de Felipe VI en la plaza de Cataluña, no fue de recibo no haber sido informado de lo que podía suceder y... sucedió.
El discurso pronunciado por Don Juan Carlos aquel día, en el que yo estaba allí, vale para hoy, pero sobre todo para mañana: “Frente a quienes practican la intolerancia, desprecian la convivencia, no respetan las instituciones representativas ni las normas más elementales de una ordenada libertad de expresión, yo quiero proclamar, una vez más, mi fe en la democracia y en el pueblo vasco”. ¡Qué gran Rey en ese crítico momento!
Me gustaría que hoy, precisamente hoy, Felipe recordara estas palabras en un mensaje institucional desde su despacho de La Zarzuela como jefe del Estado que es. Todavía no le hemos oído salvo aquellas palabras en el acto cultural de Cuenca para la entrega de un premio a la gran Concha Velasco. Que no era ni el momento ni el lugar.
Este verano y sin necesidad de hablar de las hermanas Kardashian, se han visto más culos que nunca, en los reportajes de las revistas del corazón. Porque no ha habido famosa, famosilla, popular o simplemente socialite que no haya posado, en las playas de moda y hasta en los yates, mostrando sus espléndidos, voluptuosos y hasta exagerados culos, traseros, panderos, pompas o popós.
De un tiempo a esta parte parece ser lo más cotizado de las famosas. Todavía recuerdo el desnudo integral de Marta Sánchez en Interviú. Lo mostraba todo menos el culo. “ Esto vale mucho más dinero”, confesó. Tanto vale un buen trasero que hasta Don Juan Carlos se defendió cuando Lady Di le confesó a su escolta estar segura de gustarle al Rey, aclarando: “Si no tiene culo”. Esta mi semana, LOC ofrecía una entrevista del compañero Antonio Diéguez a la famosa Elsa Pataky, famosa aunque no sé por qué, en la que declaraba: “Lo que más le gusta a Chris de mi cuerpo es el culillo. Lo trabajo mucho para mantenerlo” (Chris Hemsworth es su marido).
No es la primera que confiesa, públicamente y hasta en rueda de prensa, sentirse orgullosa de su culo. Lo hizo la rubeniana Sarah Fergusson el día que anunció su boda con el príncipe Andrés, hijo de la reina Isabel II de Inglaterra. “Tengo mucho por delante y lo suficiente por detrás, para hacer feliz a mi marido”. Y no sólo a él... Dos culos y un destino, tituló El Periódico de Barcelona los de Letizia Ortiz y Carla Bruni cuando, los ofrecieron a los fotógrafos subiendo la escalinata del palacio de La Zarzuela para asistir a un almuerzo que daban los entonces Reyes Juan Carlos y Sofía al presidente Nicolás Sarkozy. Aquellas dos pompas gloriosas, llenas de movimiento, verticalidad, volumen y glamur fueron portadas en periódicos y revistas del mundo entero. También de ridícula polémica en periódicos de opinión como El País, que se vio obligado, por medio de la defensora del lector, a justificar pero, sobre todo, a disculpar ante los lectores, la decisión de informar de la visita de Estado con la fotografía, en portada, de los culos de Letizia y Carla, “opuesto a los principios ideológicos del Libro de Estilo que defiende la igualdad de la mujer. ¿Había sido un lapsus freudiano? “Les puedo asegurar que no hemos visto culos al mirar (?) sino una fotografía bonita y elegante que representaba otra generación de primeras damas de una nueva época”. Una periodista y una cantante están hoy en ese lugar. Ni es admirable ni reprobable. Simplemente es así y nuestro deber es sólo mostrar esa realidad. Cierto es que, con azúcar, quedaba peor. Porque aquella fotografía de fascinación visual, era lo que era: dos magníficos culos, en morado y azul, sobre pronunciados stilettos.
También se habla estos días del trasero de Tom Cruise. Para muchos, un trasero de quita y pon ya que no tiene nada que ver el actual con el lucido, hace nueve años, en la película Walkiria, aunque el acaba de reconocer que aquel y el de ahora es el mismo.
Me ha producido tristeza la exclusiva de la fiesta de su boda tanto por la ausencia de su familia, tan importante en su vida, como por la presencia de otros. (...) No me puedo creer, que él, tan serio y señor, haya negociado la exclusiva de esta fiesta. (...) Aunque no hubo ceremonia porque ya se habían casado civilmente el pasado julio, causó sorpresa los dos vestidos lucidos por la novia: uno para la cena y otro para la fiesta. Los dos de Rosa Clará. (...) El ex marido italiano ya tiene preparadas hasta 20 querellas contra otros tantos medios españoles. ¿No les recuerda al lector la ‘hermanísima’? Le deseo mejor suerte que tuvo aquella. (...) Sorprende ver al famosísimo padre junto a su no menos famoso hijo cuando, no hace mucho, dijo que éste “tenía serios problemas mentales”. Que los tiene. (...) Mientras que ella ha duplicado la fortuna que heredó de su madre, a la hermanastra sólo le preocupan los caballos y vivir frívolamente . Y lo peor es que el rico papá siente debilidad por ésta. (...) Nadie se explica que después de 32 años de matrimonio y dos hijos, se hayan separado. ¡Parecían tan guapos y tan felices! (...) Gran sorpresa ha causado, sobre todo a sus seis hijos, comprobar, al abrirse el testamento, que su padre no es que les hubiese desheredado sino que había hecho un vitalicio a terceras personas
MI SEMANA AZUL & ROSA
JAIME PEÑAFIEL
30/09/2017
CHSSS...
MÁS REY QUE NUNCA
VA DE CULO
Yo quiero recordar aquí y hoy, precisamente hoy, las palabras que el Rey Don Juan Carlos pronunció el 5 de febrero de 1981 en la casa de Juntas de Guernica cuando un grupo de vascos de Herri Batasuna con el puño en alto, gesto duro y bronco, abuchearon su entrada y, a sólo unos metros del soberano, comenzaron a cantar el Eusko Gudariak, impidiendo que pudiera leer su discurso mientras un escolta se llevaba la mano a la pistola.
“Esto es el comienzo de algo gordo. El recinto era pequeño, muy cerrado y estaba abarrotado de gente. Si ocurría algo, allí lo pagábamos todos. Hubiera sido una masacre, una tragedia tremenda”, recordaba la Reina Sofía, quien, con el miedo reflejado en su cara, permanecía sentada junto al entonces lehendakari, Carlos Garaikoetxea.
Pero Don Juan Carlos que, a diferencia de su hijo, siempre se crecía ante la adversidad, no es que mantuviera la serenidad sino que, haciendo de tripas corazón, se dirigió a ellos con sentido del humor y llevándose la mano a la oreja, se le oyó decir: “Más alto, más alto, que no os oigo bien”.
En ese momento, el equipo de seguridad del lehendakari, entro en la sala para desalojarles a la fuerza, incluso arrastrándolos. Fue entonces cuando el Rey, más rey que nunca, dio comienzo a la lectura de su discurso bis, que llevaba preparado en previsión de lo que pudiera suceder. Recordando la reciente e insólita presencia de Felipe VI en la plaza de Cataluña, no fue de recibo no haber sido informado de lo que podía suceder y... sucedió.
El discurso pronunciado por Don Juan Carlos aquel día, en el que yo estaba allí, vale para hoy, pero sobre todo para mañana: “Frente a quienes practican la intolerancia, desprecian la convivencia, no respetan las instituciones representativas ni las normas más elementales de una ordenada libertad de expresión, yo quiero proclamar, una vez más, mi fe en la democracia y en el pueblo vasco”. ¡Qué gran Rey en ese crítico momento!
Me gustaría que hoy, precisamente hoy, Felipe recordara estas palabras en un mensaje institucional desde su despacho de La Zarzuela como jefe del Estado que es. Todavía no le hemos oído salvo aquellas palabras en el acto cultural de Cuenca para la entrega de un premio a la gran Concha Velasco. Que no era ni el momento ni el lugar.
Este verano y sin necesidad de hablar de las hermanas Kardashian, se han visto más culos que nunca, en los reportajes de las revistas del corazón. Porque no ha habido famosa, famosilla, popular o simplemente socialite que no haya posado, en las playas de moda y hasta en los yates, mostrando sus espléndidos, voluptuosos y hasta exagerados culos, traseros, panderos, pompas o popós.
De un tiempo a esta parte parece ser lo más cotizado de las famosas. Todavía recuerdo el desnudo integral de Marta Sánchez en Interviú. Lo mostraba todo menos el culo. “ Esto vale mucho más dinero”, confesó. Tanto vale un buen trasero que hasta Don Juan Carlos se defendió cuando Lady Di le confesó a su escolta estar segura de gustarle al Rey, aclarando: “Si no tiene culo”. Esta mi semana, LOC ofrecía una entrevista del compañero Antonio Diéguez a la famosa Elsa Pataky, famosa aunque no sé por qué, en la que declaraba: “Lo que más le gusta a Chris de mi cuerpo es el culillo. Lo trabajo mucho para mantenerlo” (Chris Hemsworth es su marido).
No es la primera que confiesa, públicamente y hasta en rueda de prensa, sentirse orgullosa de su culo. Lo hizo la rubeniana Sarah Fergusson el día que anunció su boda con el príncipe Andrés, hijo de la reina Isabel II de Inglaterra. “Tengo mucho por delante y lo suficiente por detrás, para hacer feliz a mi marido”. Y no sólo a él... Dos culos y un destino, tituló El Periódico de Barcelona los de Letizia Ortiz y Carla Bruni cuando, los ofrecieron a los fotógrafos subiendo la escalinata del palacio de La Zarzuela para asistir a un almuerzo que daban los entonces Reyes Juan Carlos y Sofía al presidente Nicolás Sarkozy. Aquellas dos pompas gloriosas, llenas de movimiento, verticalidad, volumen y glamur fueron portadas en periódicos y revistas del mundo entero. También de ridícula polémica en periódicos de opinión como El País, que se vio obligado, por medio de la defensora del lector, a justificar pero, sobre todo, a disculpar ante los lectores, la decisión de informar de la visita de Estado con la fotografía, en portada, de los culos de Letizia y Carla, “opuesto a los principios ideológicos del Libro de Estilo que defiende la igualdad de la mujer. ¿Había sido un lapsus freudiano? “Les puedo asegurar que no hemos visto culos al mirar (?) sino una fotografía bonita y elegante que representaba otra generación de primeras damas de una nueva época”. Una periodista y una cantante están hoy en ese lugar. Ni es admirable ni reprobable. Simplemente es así y nuestro deber es sólo mostrar esa realidad. Cierto es que, con azúcar, quedaba peor. Porque aquella fotografía de fascinación visual, era lo que era: dos magníficos culos, en morado y azul, sobre pronunciados stilettos.
También se habla estos días del trasero de Tom Cruise. Para muchos, un trasero de quita y pon ya que no tiene nada que ver el actual con el lucido, hace nueve años, en la película Walkiria, aunque el acaba de reconocer que aquel y el de ahora es el mismo.
Me ha producido tristeza la exclusiva de la fiesta de su boda tanto por la ausencia de su familia, tan importante en su vida, como por la presencia de otros. (...) No me puedo creer, que él, tan serio y señor, haya negociado la exclusiva de esta fiesta. (...) Aunque no hubo ceremonia porque ya se habían casado civilmente el pasado julio, causó sorpresa los dos vestidos lucidos por la novia: uno para la cena y otro para la fiesta. Los dos de Rosa Clará. (...) El ex marido italiano ya tiene preparadas hasta 20 querellas contra otros tantos medios españoles. ¿No les recuerda al lector la ‘hermanísima’? Le deseo mejor suerte que tuvo aquella. (...) Sorprende ver al famosísimo padre junto a su no menos famoso hijo cuando, no hace mucho, dijo que éste “tenía serios problemas mentales”. Que los tiene. (...) Mientras que ella ha duplicado la fortuna que heredó de su madre, a la hermanastra sólo le preocupan los caballos y vivir frívolamente . Y lo peor es que el rico papá siente debilidad por ésta. (...) Nadie se explica que después de 32 años de matrimonio y dos hijos, se hayan separado. ¡Parecían tan guapos y tan felices! (...) Gran sorpresa ha causado, sobre todo a sus seis hijos, comprobar, al abrirse el testamento, que su padre no es que les hubiese desheredado sino que había hecho un vitalicio a terceras personas
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