El Mundo Orbyt.
MI SEMANA AZUL & ROSA
JAIME PEÑAFIEL
13/05/2017
CHSSS...
LOS BORBONES EN PELOTA
VIDAS PARALELAS
MEJOR NO PONERSE
Descubra Orbyt
A semejanza de El diablo Cojuelo, los hermanos Bécquer espían la vida de la tatarabuela de Juan Carlos, para descubrirla fornicando con su amante Marfori, sobrino de Narváez, encima del rey, que se ha puesto a cuatro patas mientras le sodomiza el padre Claret. En la obra, el s*x* y el sentimiento se confunden tan cáusticamente como la vida misma pese a quien pese. El mal no está en lo que se ve en los dibujos de Valeriano sino en la despiadada frustración que expresan los poemas de Gustavo Adolfo. Posiblemente, esta obra es fruto de la gran desilusión de los hermanos Bécquer y de muchos españoles por la vida licenciosa de la soberana y la corrupción imperante en aquella época. Tal parece que hablamos y escribimos de la de nuestros días. Y juntos, los hermanos Bécquer hasta la muerte, con tres meses de diferencia en 1870.
El pasado miércoles, Antena 3 proyectaba la película La historia de Mary Kay, basada en la vida real de la profesora americana de enseñanza básica en una escuela de Seattle que fue condenada por violación a un menor a siete años de cárcel. Los protagonistas del filme: Penelope Ann Miller y Omar Anguiano. Ignoro si la programación de esta película estaba prevista desde hacía tiempo o ha venido a colación por la historia, parecida ella, con la del nuevo presidente de la República francesa, Emmanuel Macron y su esposa Brigitte, 24 años mayor que él. Casi la misma diferencia de edad que existe entre Mary Kay y Vili. Cierto es que la misma separa al presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, de su esposa Melania.
Mary Kay, de 34 años, hija de un congresista y candidato a la presidencia americana, estaba casada con Steve Letourneau, padre de sus cuatro hijos. La hoy esposa de Emmanuel Macron, tuvo tres con su anterior marido, André-Louis Auzière. El muchacho, Vili Fualaau, de origen hawaiano, de trece años, comienza una relación con su profesora. Macron cuando tenía quince. Es tan fuerte la unión entre ellos que la juez la condena por violación a un menor. A Brigitte no la condenaron pero el escándalo en Amiens fue muy grande porque violaba las sagradas leyes al enamorarse de un menor, como Emmanuel.
A Mary le levantaron la condena y salió de la cárcel. Pero, ¡oh la, la, el amor! La policía les sorprende una madrugada en el coche de ella y vuelta a la cárcel para cumplir la condena completa, siete años. En 2004, recobra la libertad. El 29 de mayo de 2005 se casan y Crónica recuerda la historia, firmada por Fernando Viladevall desde Los Ángeles. Para Vili, el protagonista de la historia americana, lo único que le resulta un tanto embarazoso es ver que casi tiene la misma edad del hijo primogénito de su esposa. Le lleva un año a su hijastro. Emmanuel Macron a Sebastián, el hijo mayor de Brigitte o “hijo del corazón” como le gusta llamar, de su misma edad.
Kate Middleton, la esposa del príncipe Guillermo, futuro rey de Inglaterra cuando su abuela la reina Isabel se muera y también su padre, ha ganado un juicio a la revista francesa Closer, que ha sido condenada a pagarle un millón de euros (la muchacha pedía 10) por haber publicado unas fotos suyas en topless durante unas vacaciones en la Costa Azul en 2012. Esto me ha recordado a Don Juan Carlos cuando fue fotografiado en 1995 por un reportero tomando el sol en pelotas sobre la cubierta del yate Fortuna, fondeado en aguas de la isla Cabrera. Nadie se atrevió en España a publicarlas pero sí lo hizo la revista italiana Novella 2000. Al rey emérito le sentó muy mal y hasta el Gobierno de Felipe González,los muy pelotas, quisieron demandar a la publicación por haber violado la intimidad del soberano español. Pero el sentido común de aquel gran ministro que se llamó Francisco Fernández Ordóñez (nada que ver con su impresentable hermano Mafo) puso sentido común en el tema diciéndole al Rey: “Para evitar esto, mejor no ponerse en pelotas, Majestad”. Pues eso, muchacha, no haberte puesto.
Me ha dicho el ilustre periodista, ¿pasará a la historia como el calzonazos? (...) Cuando el capitán dijo que “la humildad se demuestra”, no estaría pensando, precisamente, en su compañero. (...) Pienso que por cómo iba vestida parecía se preparaba para desfilar por la alfombra roja de los Oscar que a una recepción de cumpleaños en palacio. (...) Siempre pensé que el muchacho era tonto pero no hasta el extremo de que se haya afeitado la barba delante de todos los asistentes a la cena de gala con motivo del cumpleaños de su padre. (...) Ha vuelto a la tele y cuando le veo no puedo evitar recordar aquello que dijo: “Pasarán más de 15 años para que surja una periodista como ella”. ¿No se avergüenza de aquellas palabras? (...) La consorte demostró en el funeral que su actitud con la Iglesia sigue siendo la misma. Ni besó la cruz ni se santiguó, como sí lo hizo Felipe.(...) Al ‘compi yogui’ le han destituido a pesar de la amistad real. Qué vacías de contenido quedan aquellas palabras: Ya sabes lo que pienso, sabemos quién eres, sabes quiénes somos, nos conocemos, nos queremos y nos respetamos. Lo demás, mierda. (¿a repartir?) (...) Los partidos políticos que piden la desaparición de azafatas en acontecimientos deportivos, olvidan que en Estados Unidos las ‘cheerleaders’ son toda una institución.
MI SEMANA AZUL & ROSA
JAIME PEÑAFIEL
13/05/2017
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LOS BORBONES EN PELOTA
VIDAS PARALELAS
MEJOR NO PONERSE
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A semejanza de El diablo Cojuelo, los hermanos Bécquer espían la vida de la tatarabuela de Juan Carlos, para descubrirla fornicando con su amante Marfori, sobrino de Narváez, encima del rey, que se ha puesto a cuatro patas mientras le sodomiza el padre Claret. En la obra, el s*x* y el sentimiento se confunden tan cáusticamente como la vida misma pese a quien pese. El mal no está en lo que se ve en los dibujos de Valeriano sino en la despiadada frustración que expresan los poemas de Gustavo Adolfo. Posiblemente, esta obra es fruto de la gran desilusión de los hermanos Bécquer y de muchos españoles por la vida licenciosa de la soberana y la corrupción imperante en aquella época. Tal parece que hablamos y escribimos de la de nuestros días. Y juntos, los hermanos Bécquer hasta la muerte, con tres meses de diferencia en 1870.
El pasado miércoles, Antena 3 proyectaba la película La historia de Mary Kay, basada en la vida real de la profesora americana de enseñanza básica en una escuela de Seattle que fue condenada por violación a un menor a siete años de cárcel. Los protagonistas del filme: Penelope Ann Miller y Omar Anguiano. Ignoro si la programación de esta película estaba prevista desde hacía tiempo o ha venido a colación por la historia, parecida ella, con la del nuevo presidente de la República francesa, Emmanuel Macron y su esposa Brigitte, 24 años mayor que él. Casi la misma diferencia de edad que existe entre Mary Kay y Vili. Cierto es que la misma separa al presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, de su esposa Melania.
Mary Kay, de 34 años, hija de un congresista y candidato a la presidencia americana, estaba casada con Steve Letourneau, padre de sus cuatro hijos. La hoy esposa de Emmanuel Macron, tuvo tres con su anterior marido, André-Louis Auzière. El muchacho, Vili Fualaau, de origen hawaiano, de trece años, comienza una relación con su profesora. Macron cuando tenía quince. Es tan fuerte la unión entre ellos que la juez la condena por violación a un menor. A Brigitte no la condenaron pero el escándalo en Amiens fue muy grande porque violaba las sagradas leyes al enamorarse de un menor, como Emmanuel.
A Mary le levantaron la condena y salió de la cárcel. Pero, ¡oh la, la, el amor! La policía les sorprende una madrugada en el coche de ella y vuelta a la cárcel para cumplir la condena completa, siete años. En 2004, recobra la libertad. El 29 de mayo de 2005 se casan y Crónica recuerda la historia, firmada por Fernando Viladevall desde Los Ángeles. Para Vili, el protagonista de la historia americana, lo único que le resulta un tanto embarazoso es ver que casi tiene la misma edad del hijo primogénito de su esposa. Le lleva un año a su hijastro. Emmanuel Macron a Sebastián, el hijo mayor de Brigitte o “hijo del corazón” como le gusta llamar, de su misma edad.
Kate Middleton, la esposa del príncipe Guillermo, futuro rey de Inglaterra cuando su abuela la reina Isabel se muera y también su padre, ha ganado un juicio a la revista francesa Closer, que ha sido condenada a pagarle un millón de euros (la muchacha pedía 10) por haber publicado unas fotos suyas en topless durante unas vacaciones en la Costa Azul en 2012. Esto me ha recordado a Don Juan Carlos cuando fue fotografiado en 1995 por un reportero tomando el sol en pelotas sobre la cubierta del yate Fortuna, fondeado en aguas de la isla Cabrera. Nadie se atrevió en España a publicarlas pero sí lo hizo la revista italiana Novella 2000. Al rey emérito le sentó muy mal y hasta el Gobierno de Felipe González,los muy pelotas, quisieron demandar a la publicación por haber violado la intimidad del soberano español. Pero el sentido común de aquel gran ministro que se llamó Francisco Fernández Ordóñez (nada que ver con su impresentable hermano Mafo) puso sentido común en el tema diciéndole al Rey: “Para evitar esto, mejor no ponerse en pelotas, Majestad”. Pues eso, muchacha, no haberte puesto.
Me ha dicho el ilustre periodista, ¿pasará a la historia como el calzonazos? (...) Cuando el capitán dijo que “la humildad se demuestra”, no estaría pensando, precisamente, en su compañero. (...) Pienso que por cómo iba vestida parecía se preparaba para desfilar por la alfombra roja de los Oscar que a una recepción de cumpleaños en palacio. (...) Siempre pensé que el muchacho era tonto pero no hasta el extremo de que se haya afeitado la barba delante de todos los asistentes a la cena de gala con motivo del cumpleaños de su padre. (...) Ha vuelto a la tele y cuando le veo no puedo evitar recordar aquello que dijo: “Pasarán más de 15 años para que surja una periodista como ella”. ¿No se avergüenza de aquellas palabras? (...) La consorte demostró en el funeral que su actitud con la Iglesia sigue siendo la misma. Ni besó la cruz ni se santiguó, como sí lo hizo Felipe.(...) Al ‘compi yogui’ le han destituido a pesar de la amistad real. Qué vacías de contenido quedan aquellas palabras: Ya sabes lo que pienso, sabemos quién eres, sabes quiénes somos, nos conocemos, nos queremos y nos respetamos. Lo demás, mierda. (¿a repartir?) (...) Los partidos políticos que piden la desaparición de azafatas en acontecimientos deportivos, olvidan que en Estados Unidos las ‘cheerleaders’ son toda una institución.