Marta, tengo armas en casa; no me gusta pero lo considero una precaución, como echar el pestillo a la puerta de entrada cada noche. Voy al campo de tiro sin ningún entusiasmo, pero tener armas sin saber usarlas es estúpido e imprudente; tengo un gran respeto, miedo incluso, a las armas, pero peor sería encontrarme sin defensa para mí y los míos si intrusos 'me visitaran'; antes mato a que me maten.Al final acabaremos como en Estados Unidos, todos con un arma por si acaso. Locura de mundo.
La locura de mundo, en mi opinión, es haber llegado a un extremo de supeditación tal que se te restringe el derecho a defender lo tuyo; que más protege la ley al delincuente que al ciudadano puesto en una situación de peligro que nunca buscó; pero tranquila, el gobierno controlador usano pisa los talones al europeo en cuanto a la restricción de derechos civiles y no tardaremos en ser patitos alineados para el tiro al blanco, como los europeos.