Yo recuerdo perfectamente haber tenido las mismas impresiones ante su comportamiento que tú relatas, las mismas.Tal cual!!!!
Me hace acordar al día de la pedida cuando manifestó que una de las cosas que la atrajeron del principito fue que era un gran lector.
Y luego para reafirmarlo, cuenta que su regalo de compromiso había sido una joya literaria, que su segundo marido debe haber usado alguna vez pero habrá sido para compensar la pata rota de una mesa.
Esas dos frases más su entrada de marimacho a las zancadas y señalándole el lugar a quién sería su segundo esposo, como si fuera ella la dueña del palacio, fue lo que me dio la pauta desde un principio del carácter grosero y lleno de ínfulas de LetriniCia y no tanto su " Déjame terminar" que impactó a la mayoría.
Muchísimas veces me equivoco con mi primera impresión sobre las personas.
Ésa no fue una de esas veces.
Aun así, lo que me sacó de mis casillas y me hizo imaginar que no se haría carrera de ella fue que, en el concierto posterior al que asistieron, en el palco y mientras sonaba el himno nacional, no dejara de colocarse el pelo detrás de la oreja una y otra vez. No hace falta ser princesa de cuna ni patriota irredenta para saber que los himnos se escuchan en silencio y quieta. Con haber visto el telediario o cualquier competición deportiva internacional, lo sabe cualquiera.
Pero ella ya era ella y la han dejado seguir siéndolo hasta hoy.
Con su pan se la coman.