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Eso ya lo hacían los patricios romanos huyendo a sus maravillosas villas...THE NEW YORK TIMES
Los europeos adinerados huyen a sus casas de descanso para escapar del virus, pero diseminan temor y furia
En Francia y por toda Europa, los citadinos ricos han abandonado los epicentros de la crisis para dirigirse a sus casas de descanso, donde la proximidad con el mar o las montañas hace más tolerable el encierro y una conexión a internet decente les permite trabajar a distancia. Por desgracia, también generan temor por la posibilidad de que traigan con ellos el virus a regiones donde hay pocos hospitales capaces de lidiar con un aumento repentino de enfermos y porque ponen en mayor riesgo a los residentes locales, entre quienes, por lo regular, hay más ancianos con recursos limitados.
Quizá más que cualquier otra cosa, la huida hacia las casas de descanso ha caldeado los ánimos por algo que la pandemia global hace cada vez más evidente: la creciente brecha entre ricos y pobres. Más que en cualquier otra parte, ese enojo está a flor de piel en Francia, que tiene 3,4 millones de casas de descanso, muchas más que cualquiera de sus vecinos, y cuya política interna ha experimentado gran agitación desde hace algunos años debido al tema de la desigualdad.
A diferencia de la clase que tiene casas de descanso, muchos europeos se enfrentan a la posibilidad de pasar semanas en cuarentena en espacios reducidos. Algunos han sido despedidos, mientras que otros deben seguir trabajando, en ciertos casos con poca protección, en empleos que les pagan poco, como cajeros de supermercados o repartidores, y que involucran contacto con otras personas.
De hecho, Francia tiene un largo historial de éxodos de la capital durante periodos de incertidumbre. La élite parisina huyó al campo en el pasado durante los brotes de la peste y el cólera, así como en épocas de conflictos políticos.
“Las élites sociales siempre han tenido un pie en la ciudad y otro en el campo”, explicó Jean Viard, sociólogo del Centro Nacional de Investigación Científica en París. “Salir de la ciudad en época de epidemia siempre ha sido la norma”.
Los europeos adinerados huyen a sus casas de descanso para escapar del virus, pero diseminan temor y furia
Por Norimitsu Onishi y Constant Méheutwww.infobae.com