Irene Montero. Ex ministra de Igualdad, candidata de Podemos a las elecciones Europeas

Tres mujeres juristas desmotan el ‘sólo sí es sí’ de Montero: «Obliga al hombre a una defensa diabólica de su inocencia»
Una fiscal, una magistrada y una abogada penalista analizan en exclusiva para OKDIARIO las deficiencias de la polémica Ley de Libertades Sexuales


y QUIENES son esas juristas que no se atreven a dar la cara , quizas sean los que participan con mombre de mujer en foro coches y luego traen a este foro con el copy y pega lo que alli publican
 
Tres mujeres juristas desmotan el ‘sólo sí es sí’ de Montero: «Obliga al hombre a una defensa diabólica de su inocencia»
Una fiscal, una magistrada y una abogada penalista analizan en exclusiva para OKDIARIO las deficiencias de la polémica Ley de Libertades Sexuales


Buen artículo y buen análisis de las tres especialistas aunque a la analfabestia la desmonto hasta yo que no se nada de leyes.
 
Más vale que te sientes para intentar defender a la retarded esta y al jeta de su partner. Difícil lo tienes. Es incluso peor que la Pajín y la otra estúpida en tiempos de ZP (Aído)

Espero sentada porque no existen esas manifestaciones en boca de IM.
 
y QUIENES son esas juristas que no se atreven a dar la cara , quizas sean los que participan con mombre de mujer en foro coches y luego traen a este foro con el copy y pega lo que alli publican


Eso quiere decir que se lo inventan, lo mismo cuando dicen "fuentes fiables", pero no dicen las fuentes... ;)
 
Tres mujeres juristas desmotan el ‘sólo sí es sí’ de Montero: «Obliga al hombre a una defensa diabólica de su inocencia»
Una fiscal, una magistrada y una abogada penalista analizan en exclusiva para OKDIARIO las deficiencias de la polémica Ley de Libertades Sexuales




Sus nombres por favor....
 
Lee el artículo. Yo me lo he leido y ahi estan.


Jopé: No compares a una mujer que no ha cometido ningún delito y quiere ir tranquila a su casa, andando, dando tumbos, saltando o cantando, con una que borracha se ha puesto al volante de un vehículo.

¡Un poquito de pesquis por favor!
 
Policía y Guardia Civil exigen a Irene Montero que rectifique ...www.huffingtonpost.es › entry › policia-y-guardia-civil-exigen-a-iren...


Irene Montero cabrea a los policías con una soberana ...www.esdiario.com › Irene-Montero-cabrea-a-los-policias-con-una-sob...

VISTA PREVIAVISTA PREVIA19:11Irene Montero en El Programa de Ana Rosa

IDOLO, no se subir el vídeo, solo tienes que escribir en google la entrevista en tele 5 de ana rosa e Irene Montero y ya esta, no era difícil que te hubieras molestado en verlo si querías saber la verdad no dudar de cuando escribo algo es porque lo he visto o leído antes por Internet, por si no tienes tiempo te lo resumo para ti y para las foreras que no tengan interés en aburrirse viendo la verborrea de esta mujer.
No fue Ana Rosa ni yo, ni los policías los que han escuchado esa denuncia a la policía, otra cosa es que reculara porque es consciente de todas las meteduras de pata que esta teniendo, pero si no la corrigen deja el mensaje de que mala es la policía acusando a las mujeres, no en vano es la pareja de Pablo Iglesias el que disfruta al máximo viendo a un policía apaleado en el suelo.
"Cuando una mujer denuncia una agresión sexual, se le pregunta si iba con una minifalda y provocando, al decirle Ana Rosa que eso no ocurre en la Policía, ella recula y dice con muchas ínfulas de su gran conocimiento que claro que ocurre en el sistema judicial.


Claro que ocurre, claro que ocurre en nuestro sistema judicial. Lo de la poli lo dice la Quintana.
 
Mujeres y hombres
2
Manuel Castells
MANUEL CASTELLS
MANUEL CASTELLS

07/03/2020 00:15Actualizado a07/03/2020 10:08
El 8 de Marzo marca anualmente la cadencia de la revolución feminista en marcha. Es una revolución porque pone en cuestión la más arraigada forma de dominación de la humanidad. El patriarcado, o sea, el poder institucionalizado del hombre, por ser hombre, sobre las mujeres y los niños. Dominación que se extiende a la imposición de la heterosexualidad como norma. De ahí se deriva todo un entramado milenario de discriminación, implementado, cuando hace falta, mediante represión legal y violencia tolerada.
Lenta, pero inexorablemente, el feminismo, como cultura, política y transformación personal, se abre paso en las leyes, en las empresas y en los códigos de conducta. Fundamentalmente porque ha cambiado la conciencia de las mujeres sobre sí mismas. Aún queda mucho por hacer. La inmensa mayoría de las mujeres sigue viviendo en sociedades en que sus derechos no son reconocidos y en las que su libertad no es respetada en el ámbito privado. Por eso el 8 de Marzo, día internacional de la Mujer, marca la solidaridad planetaria entre las condenadas de la tierra, buscando su camino de liberación en las condiciones específicas de cada sociedad, pero con la mirada puesta en esa hermandad femenina en que todas se entienden con una mirada porque todas conocen el peligro y el miedo de enfrentarse a la violencia sin freno de quienes no se resignan a perder el poder en la sociedad, en la pareja y en la familia. Cuanto más se generaliza la afirmación de la libertad sexual y de la igualdad institucional, más violenta es la resistencia machista, más asesina se torna, más atrincherada en la ideología, la política, la religión, la cultura y el Estado.
El 8 de Marzo, día de la Mujer, marca la solidaridad planetaria entre las condenadas de la tierra

En sociedades democráticas como la nuestra, empieza a ser difícil la defensa abierta del machismo, la naturalización de la opresión de mujeres y personas LGTBI, a pesar de su persistencia abierta en algunos partidos políticos, instituciones del Estado y ámbitos de la sociedad civil. Pero se trata en muchos casos de un barniz oportunista para que todo siga igual. Son milenios de cultura y prácticas sociales cuyo peso sólo podrá superarse con un esfuerzo cotidiano en el que las mujeres, individualmente y en movimiento, tienen que jugársela por sus hijas para romper la reproducción histórica de la opresión.
Y tienen que enfrentarse a la trampa más peligrosa: ellas mismas. Sus dudas con respecto a sus sentimientos de amor, de familia, de respeto a lo que es, incluso cuando saben cómo ese patriarcado sin nombre las asfixia y las sitúa en el dilema de pagar el precio de la libertad con el sacrificio de su paz y su búsqueda implícita del amor paterno, filial y de pareja. En su fuero interno albergan la esperanza de que aún podría ser, que estar con un hombre no necesariamente conduce a la sumisión, que “el mío es distinto”, hasta que van descubriendo que no es sólo una cuestión de buena voluntad, sino del acomodo que los hombres tenemos en simplemente dejarnos ir a lo que siempre fue.
Vivimos una extraordinaria transformación, pero que progresa en un campo atroz de existencias rotas. De ahí la necesidad de leyes como la de Libertad Sexual, en vías de aprobación en España, la exigencia de una presión constante sobre cada administración, cada empresa, cada comunidad para que ese aparente consenso social mayoritario sobre la igualdad de género se traduzca en la práctica y pase a ser la regla, no la excepción. Sin embargo, no podrá haber transformación real de la relación entre los humanos, y de las familias que generan, mientras no se forme una nueva cultura masculina, mientras los hombres no transitemos hacia una forma de ser por nuestro propio deseo y no como concesión obligada resultado de una derrota histórica.
Hace tiempo escribí lo improbable de dicha transformación. ¿Por qué tendríamos que renunciar de buen grado al extraordinario privilegio de ser el rey de la casa y el príncipe azul del amor sólo porque tenemos un pexx? Y sin embargo, Marina Subirats y algunas otras pensadoras feministas me han ido convenciendo de la posibilidad de un nuevo tipo de relaciones, en las que la igualdad permite la complementariedad y la confianza, y en las que nos pudiéramos ir quitando la pesada carga de ser fuertes, dominantes, en cualquier situación, demostrándoles a las mujeres y compitiendo con los otros hombres para ver quién es más macho.
El viejo tema feminista de querer “hombres que lloren”, hombres sin armadura porque de verdad se acabó la guerra, hombres multidimensionales que hayamos ido aprendiendo cuánta vida hay más allá del poder social, el dinero y la capacidad de violencia. Hombres que encuentren en el cuidado de sus hijos, como ya hace buena parte de las nuevas generaciones, una fuente de alegría y descubrimiento constante que sea un fin en sí, no la reafirmación del patriarca. Tal vez entonces, el feminismo podrá desarmarse también y podremos, al fin, vivir en igualdad, paz y amor.

Falta mucho. Pero esa podría ser la nueva frontera del feminismo. La liberación de la carga de masculinidad que llevamos todavía los hombres. Pero tendremos que hacerlo nosotros mismos. Porque la última pirueta del patriarcado sería pedir a las mujeres que hicieran también el trabajo de liberarnos a nosotros.
 
Back