Precisamente en Los Arrifes, la finca de Talavante en Olivenza, hubo el pasado mes de agosto una reunión muy comentada en el mundillo taurino. Talavante recibió la visita de Roca-Rey, con el acompañamiento del mozo de espadas del limeño como único testigo. ¿Objeto de las conversaciones? Negociar la planificación de una posible temporada conjunta 2020, compartiendo carteles. Una asociación que llenara plazas significaría que ambos estarían en una posición de fuerza para pedirles a los empresarios más dinero. La condición para la entente sería que Talavante aceptara que el mejor pagado fuese Roca-Rey.
Desconozco si llegaron a algún acuerdo, pero se puede deducir de lo anterior que Talavante no pensó en retirarse de manera definitiva de los ruedos y que su intención es volver. Parece más bien que se tomó un año fuera de la actividad para arreglar sus dos divorcios: el conyugal y el taurino, porque rompió también con su apoderado, Matilla.
Por cierto, reconocimiento a Las Navas, que anticipó aquí la estrategia de Roca Rey y Talavante de acartelarse juntos durante la temporada que está a punto de comenzar cuando ni se sabía si Talante al final volvía o no.