Traigo éste comentario de @AlquezarViendo ésta foto y después de haber leido un artículo que pondré debajo me pregunto: ¿ Y si todo le da igual? ¿ Y si le da igual su imagen, sus actos de representación de los ciudadanos y solo le importa ella misma y su familia Ortiz Rocasolano y sus hijas? ¿ Y si, después de todas las broncas, riñas y humillaciones por parte de la cr es como si fuera una venganza? ¿Venganza y "todo me importa una m...el caso es que mi familia y yo vivamos de p.m.? ¿Y si el contrato incluyese exactamente eso: Tu haces tu vida y yo la mia. Aparecemos varias veces a la semana juntos y el resto cada uno por su lado? ¿Y si con su vanidad y mala educación, y vulgaridad se estuviese vengando? ¿ Y si ya desde un principio a los dos les daba todo igual (" ésto no es un rollo de amor, estamos a lo que estamos")? O como de repente dijo el abuelo de la ZZZZZZ que rápidamente pasó a ser monárquico: "El primo de Letizia cuenta en su libro cómo Paco el Rojo dejó de insultar al rey Juan Carlos cada vez que lo veía en la tele y se volvió tan monárquico como republicano era antes porque, como decía: Ahora tenemos que salvaguardar nuestros intereses, David. Nuestros intereses."
Mariángel Alcázar, Barcelona
30/04/2007 03:31 Actualizado a 01/05/2007 12:58
El segundo embarazo de la princesa de Asturias no ha sido fácil. Apenas superados los seis meses de gestación, doña Letizia recibió la peor noticia de su vida: su hermana pequeña, Érika Ortiz, había aparecido muerta en su casa y todo parecía indicar que se había quitado la vida. La tragedia tuvo lugar el pasado 7 de febrero, un día difícil de olvidar que no sólo conmocionó a la familia Ortiz y a la familia real, sino a buena parte de la sociedad que, además de solidarizarse con su pena, admiró la entereza con la que la princesa afrontó la desgracia.
Doña Letizia confiaba mucho en su hermana menor. Durante su primer embarazo le consultaba cada síntoma y comparaba su gestación con la de Érika, que tenía una niña, Carla, de cuatro años. El embarazo de la princesa de Asturias fue difícil y doña Letizia aceptaba las molestias como algo de familia, porque también su hermana había tenido una gestación complicada. Pero no sólo en el proceso de ser madre doña Letizia se veía en Érika, también en la delgadez que compartían y que ambas, al igual que su otra hermana Thelma, habían heredado de su madre, Paloma Rocasolano.
Pero Érika se fue y doña Letizia ha vivido estos tres últimos meses de gestación decidida a superar su ausencia con la ilusión de preparar la llegada de la segunda hija que ayer llegó al mundo. No han sido unas semanas fáciles porque, a pesar de que las molestias del embarazo no han disminuido, la princesa, siempre exigente consigo misma, se ha autoimpuesto no estar pendiente de sí mima. Curiosamente, ha sido a raíz de la muerte de su hermana cuando la princesa ha querido cumplir con su agenda y acompañar al Príncipe cuantas veces le ha sido posible y, sobre todo, ha aprovechado la convivencia con su hija Leonor como terapia contra la tristeza. En estos meses, como en aquellos primeros días, doña Letizia se ha sentido protegida y arropada por el resto de la familia real. Desde el primer momento, tanto don Felipe como los Reyes y las infantas han estado a su lado.
El segundo embarazo de la princesa de Asturias llegó por sorpresa. Habida cuenta de que la infanta Leonor llegó al mundo el 31 de octubre del 2005, tras serle practicada una cesárea a su madre, todo parecía indicar que la princesa esperaría un año para quedarse embarazada de nuevo. Pero la primera hija solo tenía 10 meses cuando los príncipes anunciaron que serían padres de nuevo. Fue el 25 de septiembre del año pasado y el parto se anunció para mayo, algo más de siete meses después que han acabado por ser siete meses justos. La segunda sorpresa llegó dos meses después del anuncio del embarazo, cuando los Príncipes hicieron saber que esperaban una niña que, de acuerdo con el actual redactado de la Constitución, permite a la infanta Leonor conservar su segunda posición en el orden sucesorio. La información sobre el s*x* del bebé llego poco después del primer cumpleaños de la infanta Leonor, motivo por el que se distribuyeron una serie de fotografías que permitieron observar la evolución de la niña. Los Príncipes no son muy amigos de exponer a su primera hija a los objetivos fotográficos, lo que les ha granjeado algunas críticas. Atentos a ellas, en los últimos meses don Felipe y doña Letizia han permitido que se captaran algunas escenas familiares con la infanta Leonor como la que tuvo lugar la pasada Semana Santa en un parque zoológico de Madrid.
Quizá esas imágenes también tenían por objetivo poner en evidencia la serenidad con la que la princesa Letizia ha decidido seguir adelante tras la trágica muerte de su hermana. No han sido unos meses fáciles, pero si algo de positivo se puede extraer de una desgracia es que sin duda la Princesa ha demostrado que tiene fuste y fuerza interior.
https://www.lavanguardia.com/gente/20070430/51338234274/historia-triste-de-un-embarazo.html
Francisco Campos Maya, uno de los miembros del gabinete psicológico "Analistas de la mentira" (expertos en comunicación no verbal y detección de mentiras), fue preguntado en una entrevista por Letizia Ortiz.
Al hablar de las imágenes de la catedral de Palma, Campos dice que la escena muestra que, lejos de ser un desencuentro ocasional, L.O. tiene una historia seria y larga de conflicto con la reina Sofía. "La pista nos la dan los dos reyes, que al mínimo acercamiento entre ellas, se pusieron a vigilarlas porque sabían que la cosa podía ir mal". El psicólogo es muy diplomático, pero da a entender que cercanía física y bronca entre ambas son todo uno.
La actitud de Leonor hacia su abuela, con su "cara de asco y disgusto" cuando la toca, muestra que Letizia "no debe de ser muy cautelosa a la hora de hablar" (mal) de la reina Sofía a sus hijas y que la percepción de las niñas está mediatizada por las aversiones de la madre.
También dice que L.O. es una persona impulsiva e impredecible en su comportamiento a tenor del lenguaje no verbal que se ve en los actos de representación y que Felipe está siempre en guardia y en tensión cuando aparecen juntos, "constantemente supervisando si hay alguna ruptura de protocolo". Analiza un evento en el que, de repente, ella se separó de Felipe, dejó a los invitados con quienes estaba y se fue con otro grupo. Felipe estaba atendiendo a unos políticos y no podía girarse para ver dónde iba L.O y controlar qué decía o hacía. Pero su estado de guardia y de tensión se vio en que Felipe instintivamente giró el pie derecho hacia la dirección donde estaba ella. Según el psicólogo, la colocación de este pie indica el punto hacia el que realmente se enfoca la atención de la persona.
Al analizar la gestualidad de Felipe, Campos dice que se trata de la de una persona que ha sido entrenada desde niño para controlarse en público y para manejar la gestualidad y la voz de una manera concreta. "Felipe es protocolo, mesura, sobriedad y previsibilidad". Utiliza a menudo gestos de carácter circular cuya intención es transmitir tranquilidad y hacer que sus interlocutores se sientan atendidos e incluidos. La contrapartida de esta gestualidad adiestrada (bien adiestrada, según el psicólogo) es que quita espontaneidad y personalidad y hace que la persona parezca plana y que "no se moja con nada".
Entrevista: https://www.ivoox.com/analistas-men...s-audios-mp3_rf_25743858_1.html?autoplay=true
Blog de "Analistas de la mentira": http://analistasdelamentira.blogspot.com.es/