- Registrado
- 20 Nov 2004
- Mensajes
- 7.820
- Calificaciones
- 21.939
- Ubicación
- España
"El Rey no debe estar en la primera página de los periódicos todos los días". Lo dice el catedrático emérito de Derecho Constitucional Antonio Torres del Moral cuando se le pregunta por el papel del Monarca en la formación del Gobierno. La investidura fallida de Pedro Sánchez y la parálisis política que podría conducirnos a una repetición de comicios en noviembre han vuelto a poner el foco sobre el jefe del Estado por sus funciones en este proceso.
Los constitucionalistas, historiadores y analistas políticos consultados por EL MUNDO coinciden en su mayoría en dos cuestiones. La primera, que Don Felipe está actuando con corrección en su prudencia desde el 28-A, porque lo más importante es que la neutralidad de la alta magistratura que encarna no se vea afectada. Y la segunda, que el artículo 99 de la Constitución, del que emanan las funciones regias en el proceso político de formación del Gobierno, está mal redactado. En situaciones de tanta fragmentación, puede ser un avispero para la Monarquía.
El disenso gira sobre cómo debe ser la actuación del Rey en este momento. Frente quienes consideran un acierto el perfil bajo adoptado por Don Felipe desde la investidura fallida de julio, apartándose a un discreto segundo plano en agosto para dar tiempo a los partidos a que negocien, otros expertos consideran que el Monarca no debiera apurar demasiado los plazos para impulsar nuevas consultas con los líderes políticos, en cumplimiento con el mencionado artículo 99. Es el dilema al que se enfrenta el Rey, por más que a él no le corresponda ser el muñidor de acuerdos entre partidos ni pueda realizar movimientos que pongan en cuestión su papel de moderador y árbitro de las instituciones exquisitamente neutral.
https://www.msn.com/es-es/noticias/...mación-de-gobierno/ar-AAGbXau?ocid=spartanntp
Los constitucionalistas, historiadores y analistas políticos consultados por EL MUNDO coinciden en su mayoría en dos cuestiones. La primera, que Don Felipe está actuando con corrección en su prudencia desde el 28-A, porque lo más importante es que la neutralidad de la alta magistratura que encarna no se vea afectada. Y la segunda, que el artículo 99 de la Constitución, del que emanan las funciones regias en el proceso político de formación del Gobierno, está mal redactado. En situaciones de tanta fragmentación, puede ser un avispero para la Monarquía.
El disenso gira sobre cómo debe ser la actuación del Rey en este momento. Frente quienes consideran un acierto el perfil bajo adoptado por Don Felipe desde la investidura fallida de julio, apartándose a un discreto segundo plano en agosto para dar tiempo a los partidos a que negocien, otros expertos consideran que el Monarca no debiera apurar demasiado los plazos para impulsar nuevas consultas con los líderes políticos, en cumplimiento con el mencionado artículo 99. Es el dilema al que se enfrenta el Rey, por más que a él no le corresponda ser el muñidor de acuerdos entre partidos ni pueda realizar movimientos que pongan en cuestión su papel de moderador y árbitro de las instituciones exquisitamente neutral.
https://www.msn.com/es-es/noticias/...mación-de-gobierno/ar-AAGbXau?ocid=spartanntp