ETA

La guarida imposible del asesino en los Alpes
La obsesión por la seguridad llevó a Josu Ternera, o a quienes le aconsejaron, a buscar el lugar más apartado
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Saint Nicolas de Véroce (Francia)
Actualizado:19/05/2019 02:29h

La inteligencia o la fortuna de la Guardia Civil y los servicios de inteligencia franceses llevó a detener a Josu Ternera el pasado jueves en la localidad francesa de Sallanches. Un parking grande, abierto, del que sería imposible escapar a pie. Porque si la operación «Infancia Robada» se hubiera desarrollado en la cabaña en la que malvivía el etarra, el éxito hubiera sido mucho más complicado.

Y la primera dificultad hubiera sido localizar la casa, la cachorna en la que se escondía el terrorista, difícil de encontrar incluso para los propios habitantes de la zona. La persona o personas que le aconsejaron aquel lugar sabía qué se hacía y sabía de las obsesiones de seguridad que tenía Ternera desde hacía muchos años. Alguien que no conoce muy bien aquel terreno se puede perder en la multitud de rutas que parten de allí.

Sallanches es la ciudad que, pese a contar con tan solo 16.000 habitantes, concentra la mayor parte de los servicios de esta comarca situada entre Italia y Suiza. Desde el hospital más importante, donde fue detenido Josu Ternera, hasta los restaurantes de comida rápida que son anunciados en las localidades de alrededor. Dentro de esta comarca se encuentra la localidad de Saint Gervais-Les Bains, un pueblo de algo más de 5.000 habitantes que da nombre al valle, aunque esté recorrido por el río Arve, y que presume de ser el pueblo más alto de Francia. De hecho, esta tal la extensión de este municipio que en su término se encuentra el Mont Blanc.

Pero este municipio está formado por distintas pedanías. Una de ellas es la localidad de Saint Nicolas de Véroce, que apenas llega a los 250 habitantes. Y dentro de este pequeño enclave está la estación de esquí de Saint Gervais, situado en el Plateau de la Croix, que reúne unas ocho o diez casas. Y en los terrenos que rodean esta estación de esquí se localizan infinidad de casas y cabañas que a duras penas se asoman entre los interminables abetos que abrigan la montaña. Un lugar ideal para esconderse… para desconectar o para inspirarse. En una de esas cabañas, después de un maltrecho camino castigado por la nieve, la lluvia y la eterna humedad se encuentra la cabaña en la que se ocultaba Ternera.

«¿Un terrorista?, ¿Aquí?»
De hecho, ni muchos de los vecinos de esos caminos, cortados por continuos regachos, conocían la existencia de un personaje, escritor venezolano en la ficción, como Josu Ternera. «¿Un terrorista? ¿Aquí?» responde una joven vecina de una de las casas que rodean la estación de esquí. El periodista de ABC le advierte de que ya ha sido detenido. Pero, aún con todo, la joven contesta aliviada que este domingo regresará a su vivienda habitual.

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Manifestación, ayer, en Miraballes (Vizcaya) por la libertad de Josu Ternera - AFP
«Yo no sé nada, acabo de llegar», responde una señora que se afana en cortar leña para calentar otra de esas cabañas. Unos obreros que no pueden protegerse del frío que extiende la niebla de las alturas sí que han oído de la existencia de un terrorista en las inmediaciones. «Por allí» responden.

Y es que la detención de Josu Ternera el pasado jueves ha sacado del anonimato la desconocida localidad de Saint Nicolás de Véroce. Por eso, otro vecino, el único que queda por preguntar en ese puñado de casas que rodean la inhóspita estación de esquí, se limita a barruntar palabras posiblemente malsonantes de las que sólo se le distingue «periodistas».

Esa zona de los Alpes franceses se escondía en la notoriedad de Chamonix y del Mont Blanc. Por eso no ha sentado bien que la detención del terrorista más sanguinario que quedaba en libertad llenara aquello de periodistas. «Él dijo que era escritor, y que era venezolano. No teníamos por qué no creerle», responde un hombre de una cierta edad que camina por las calles de Saint Nicolás de Véroce.

De hecho, asegura que fue el propio Josu Ternera quien se adelantó a las preguntas de los vecinos. Si anunciaba por sí mismo su falsa identidad, evitaba chismorreos incómodos que podrían menguar su seguridad. Tampoco debía de ser mucho más explícito, pero su acento y algunos rasgos físicos propio de muchos vascos, le podían delatar. Según este mismo vecino, aunque hablaba un francés fluido, se le notaba cierto deje extranjero. «Aunque no tanto como el tuyo», señala al periodista. Ternera ha vivido más años en Francia que en España, por lo que domina el idioma vecino.

Otra señora asegura que no bajaba demasiado por el pueblo. Tampoco hay mucho que hacer en esas casas. «Supongo que iría a comprar en Saint Gervais. O a Sallanches», apunta. Porque tampoco hay demasiado que comprar allí. Incluso para tomar un simple café, la señora apunta, «tendrás que ir a Saint Gervais».

Aunque nadie lo apunta, también es posible que sus contactos le proporcionaran o le ayudaran a realizar la compra. Al menos uno de ellos le llevó el jueves al hospital de Sanchelles. Porque Josu Terneraextremaba las medidas de seguridad. Madrugaba para dar largos paseos por las montañas. Incluso para que fueran a buscarle, tenían que dar un paseo hasta la estación de esquí, porque llegar a su cabaña en coche es imposible. De hecho, esos madrugones le salvaron de ser detenido en el año 2013 en los Pirineos cuando la policía francesa acudió a otra cabaña en la que se escondía y solo encontró a la que entonces era su pareja.

También tal vez por eso mismo, el pasado jueves fue detenido con una gran mochila. Ternera estaba siempre dispuesto a escapar, pero en esta ocasión, su disposición y el escondrijo que encontró, o le encontraron, en los Alpes, no fueron suficiente.

https://www.abc.es/noticias/abci-guarida-imposible-asesino-alpes-201905190229_noticia.html
 
Las cuatro ocasiones en que la Guardia Civil pudo detener a ‘Josu Ternera’ y no le dejaron

Fue localizado en el norte de Italia, en una clínica en Düsseldorf, en Gales... “Nos quedamos con las ganas de atraparlo”
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FECHA
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El dirigente de ETA ‘Josu Ternera’ tiene cuatro causas pendientes en la Audiencia Nacional

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La Audiencia Nacional prepara varias euro órdenes contra Josu Ternera

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La biografía de José Antonio Urrutikoetxea Bengoetxea, alias ‘Josu Ternera’, está marcada por su carrera criminal dentro de ETA, a la que se incorporó en la adolescencia y en la que alcanzó la cúpula en los años 80, participando en negociaciones con distintos gobiernos de España y dirigiendo su aparato político.

Los últimos 16 años, hasta su detención en Sallanches (Alpes franceses), los pasó huido de la justicia española. De diputado en el Parlamento Vasco pasó a ser uno de los dirigentes clave de ETA en la clandestinidad.

Pese a las sucesivas ‘caídas’ de los máximos responsables de los aparatos de la banda -Mikel Albisu ‘Mikel Antza’, Franciso Javier López Peña ‘Thierry’, Mikel Garikoitz Aspiazu ‘Txeroki’, Mikel Karrera ‘Ata’, David Pla, Iratxe Sorzábal...-, Urrutikoetxea consiguió escapar a los servicios de información de España y de Francia, que durante las dos primeras décadas de este siglo XXI desarticularon una y otra vez las cúpulas y los comandos de ETA, hasta ponerla contra las cuerdas.

Al anunciar la detención, en el marco de la ‘Operación Infancia robada’, el Ministerio del Interior definió a Urrutikoetxea como “el militante de la organización terrorista ETA más buscado por los servicios policiales tanto españoles como franceses”.

Ciertamente, llevaba década y media en los carteles de terroristas más buscados. Las Fuerzas de Seguridad, especialmente la Guardia Civil, siguió su pista durante años por distintos puntos de Europa. Sin embargo, pese a tenerlo localizado, o bien consiguió escapar, o nunca llegó la orden (política) de detenerlo.

Italia, Alemania, Reino Unido...
Fuentes consultadas por Confidencial Digital desgranan las ocasiones, en estos años, en los que el Servicio de Información de la Guardia Civil tuvo localizado a ‘Josu Ternera’ y, pese a ello, no llegó a ser detenido. ¿El motivo? Unas veces, porque el dirigente etarra consiguió escapar en el último momento (lo que provocó sospechas de que recibía soplos); otras, porque no llegó la orden del Ministerio del Interior de detenerlo, o más bien, de solicitar al país en cuestión su detención.

“Supimos que se trató de un cáncer en un pueblo al norte de Italia, próximo a Milán. También le tuvimos localizado en Gales, en Escocia y en una clínica de Düsseldorf donde se recuperó de su enfermedad”, explican fuentes de la lucha antiterrorista.

En 2009 y 2010, tanto el semanario Época como el diario El Mundo publicaron que los servicios de información españoles tenían constancia de la presencia de ‘Josu Ternera’ en el norte de Italia, cerca de Milán. Entonces incluso se constató (y Época publicó fotografías) de que junto a él estabs su hijo, Egoitz Urrutikoetxea, a quien también se situaba como un dirigente relevante de ETA. Se informó de que llevaba tiempo allí residiendo, al parecer con pasaporte portugués.

En esos mismos años, después de la negociación fallida con el Gobierno de Zapatero (en la que tuvo un papel muy destacado), se difundió la noticia de que José Antonio Urrutikoetxea Bengoetxea sufría cáncer; incluso algunas noticias apuntaban que era un cáncer “terminal”. De esa enfermedad, según detectaron los servicios de información, el dirigente de ETA se trató en una clínica alemana, concretamente en Düsseldorf, como antes se ha apuntado.

Incluso en 2017 La Razón informó que este terrorista se encontraba ingresado en una clínica (sin indicar en qué país) por ese “cáncer terminal”, con documentación falsa.

A esas localizaciones se añaden las de Gales y Escocia, según las fuentes de la lucha antiterrorista consultadas. E incluso el espía (y en su día infiltrado en ETA) Mikel Lejarza, ‘El Lobo’, asegura que en un momento dado detectó al etarra en Alemania y avisó de ello a los servicios de inteligencia.

No hubo orden de detenerlo
En todas estas ocasiones en que los servicios de información (de la Guardia Civil, pero también en algún caso el CNI y la Comisaría General de Información de la Policía Nacional) consiguieron dar con el rastro de ‘Josu Ternera’, remitieron informes a la Dirección General y al Ministerio del Interior.

Sin embargo, los avisos no provocaron la orden de actuar y detener a este etarra, clave en esos momentos en la estructura de ETA y con varias causas pendientes con la justicia española, incluidos los once asesinatos terroristas en la casa cuartel de Zaragoza.

“Nos quedamos con las ganas de detenerlo”, lamentan las fuentes citadas sobre la pasividad de diferentes gobiernos de España en capturar a quien, en teoría, era prácticamente el hombre más buscado por las Fuerzas de Seguridad.

En los años anteriores y posteriores a la negociación de ETA con el Gobierno de Zapatero, ‘Josu Ternera’ fue presentado como el líder histórico que estaría tratando de “bajar la persiana” y de conseguir un acuerdo con el que conseguir que la banda terrorista dejara de matar.

Fue uno de los interlocutores de Jesús Eguiguren, cuando éste como enviado de Zapatero contactó con Batasuna, y después con ETA, en reuniones en Oslo (Noruega) y Ginebra (Suiza) en las que estuvo cara a cara con ‘Josu Ternera’. Después de unieron más enviados del Gobierno de España, y también otros etarras, como Francisco Javier López Peña, ‘Thierry’. Las conversaciones se rompieron, pero Eguiguren hasta el día de hoy sostiene que ‘Ternera’ trabajó realmente a favor del fin del terrorismo.

De huida en huida, con sospechas incluidas
Si en las ocasiones citadas anteriormente los agentes de Información de la Guardia Civil tuvieron localizado a ‘Josu Ternera’ pero no llegaron a actuar, más llamativos son los distintos operativos policiales que sí se han realizado en estos años en los que ha estado huido: fueron varios, todos (obviamente) frustrados hasta la detención en ‘Operación Infancia robada’.

En mayo de 2011, agentes de la Direction Générale de la Sécurité intérieure (la misma que lo capturó este 16 de mayo de 2019), en colaboración con el CNI español, irrumpieron en una vivienda en Saint Gervais, un pueblo a los pies del Mont Blanc. Pese a la intensa vigilancia, cuando entraron en la casa, José Antonio Urrutikoetxea y su hijo Egoitz habían huido.

En esa ocasión se sospechó de una llamada teléfonica recibida en esa casa, procedente de un país africano, ya que podría haber sido un soplo (sin saber en principio de quién) el que le hubiera avisado de la inminente operación policial para detenerlo.

Según El Mundo, en octubre de ese mismo año 2011 este dirigente histórica de ETA volvió a escabullirse.

La siguiente operación frustrada fue en 2013. El 16 de julio de aquel año, las fuerzas de seguridad francesas entraron a las seis de la mañana en una casa rural de Durban-sur-Arize, un pueblo francés a sólo cien kilómetros del leridano Valle de Arán. El día anterior habían conseguido fotografiar a José Antonio Urrutikoetxea junto a su mujer, Agnes Cerlo, y una niña de meses, hija de la pareja. Sin embargo, al entrar en la casa, el etarra de nuevo había huido.

En esa ocasión, los servicios antiterroristas de Francia llegaron a la conclusión de que Durban-sur-Arize había sido la base más estable de ‘Josu Ternera’ en los últimos años. Eso sí, su presencia había sido discontinua, con ausencias frecuentes y una muy relevante: entre finales de 2011 y principios de 2013 estuvo en Noruega, concretamente en Oslo, donde se desplazó un “triunvirato” dirigente de ETA, con ‘Josu Ternera’, David Pla e Iratxe Sorzábal que esperaba negociar allí con emisarios del Gobierno de España tras el “cese definitivo de la actividad armada” anunciado por ETA en octubre de 2011.

De esos años se sabe que ‘Josu Ternera’ recibió visitas de sus familiares, incluida su pareja Agnes Cerlo. Sin embargo, Noruega terminó expulsando de su país a los tres etarras. Pla y Sorzábal terminaron siendo detenidos en Francia tiempo después, pero ‘Josu Ternera’ consiguió seguir libre.

Cabe destacar que las informaciones que miembros de la lucha antiterrorista han hecho llegar a distintos medios de comunicación a lo largo de los años variaban en la importancia de Urrutikoetxea en el organigrama de ETA. Pasaba de ser una pieza clave en el aparato político a estar, supuestamente, “marginado” y apartado. Después volvía a ser uno de los miembros del “Zuba”, apócope de “Zuzendaritza Batzordea”, es decir, el Comité Ejecutivo (en vasco) o cúpula de ETA, formado por un número menguante de miembros en estos años de declive de la banda, y que tomaba las decisiones estratégicas de la organización terrorista de forma colegiada.

Francia no dejó de vigilar a su entorno
Que la persecución a este dirigente de ETA ha sido constante, y que ha tenido suerte o chivatazos para escapar, los demuestran más episodios como estos. El Correo informó que en la primavera de 2016 los pinchazos telefónicos de la policía francesa detectaron una llamada de un tal Carlos Alberto, que en español avisó al francés Philippe Lassalle, colaborador de ETA, de que las fuerzas de seguridad le seguían la pista a ‘Josu Ternera’. No llegó a haber detención.

También se especuló con que pudiera haber sido detenido cuando fue arrestado en París su hijo Egoitz, al difundirse el apellido.

Esta presión sobre los familiares del dirigente etarra llevó también a que en octubre de 2016 la Policía Judicial francesa entrara en la casa de Agnès Cerlo en Anglet, para realizar un registro de documentación y material informático, incluido su teléfono móvil.

Por último, en 2017 Cerlo denunció ante los juzgados de Bayona que había encontrado en los bajos de su coche una “chicharra”, es decir, un dispositivo de geolocalización. De nuevo, se entendió que las fuerzas policiales francesas no cejaban en su empeño de encontrar y detener a José Antonio Urrutikoetxea Bengoetxea, alias ‘Josu Ternera’, al que los tribunales galos ya habían condenado en rebeldía por asociación de malhechores.

Por todos estos casos en los que el trabajo de las fuerzas de seguridad de España y Francia resultó frustrado, miembros del Servicio de Información de la Guardia Civil confesaban, antes de la detención en Sallanches este 16 de mayo: “Es un caso inexplicable. Le hemos podido detener varias veces y no lo hemos hecho. Esto sólo lo puede explicar el Gobierno”.

https://www.elconfidencialdigital.c...jSbpWepWT9YN3pm6xsExkypBHLLPhR5UgN9rfswhs7ZiE
 
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Ésta es la última foto tomada antes de su detención. Se le ve muy demacrado y si son ciertas las noticias sobre su cáncer no pinta bien su salud.

Aparte de todo ello yo me hago una reflexión y una pregunta: Es verdad que ha estado en diferentes países, que no ha trabajado con un salario reconocido, que ETA se disolvió hace años, que por lo tanto no ha tenido ingresos de esa organización.

¿De que dinero ha vivido todos éstos años? Los gastos para el tratamiento de su enfermedad en varios países ha tenido que ser muy costosos. ¿Quien le ha dado dinero? ¿Quien lo ha mantenido?
 
Zapatero propuso a ETA expulsar a los militares del País Vasco
Según las actas a las que ha tenido acceso esRadio y LD, un emisario de Zapatero aseguró a ETA que "la desmilitarización es un tema de la fase 3".
Miguel Ángel Pérez Seguir a miguelpr83
2019-06-03
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El expresidente del Gobierno, José Luís Rodríguez Zapatero | EFE
José Luís Rodríguez Zapatero propuso a la banda terrorista ETA a través de sus emisarios expulsar a los militares del País Vasco, según consta en las actas de negociación a las que ha tenido acceso esRadio y Libertad Digital. Así lo aseguró uno de los enviados del Gobierno socialista en una reunión con los etarras: "La desmilitarización es un tema de la fase 3".

Este encuentro tuvo lugar el 27 de septiembre de 2006. El ambiente era muy tenso, ya que unos meses antes el juez de la Audiencia Nacional, Fernando Grande-Marlaska, había efectuado una operación policial en el bar Faisán de Irún contra el aparato de extorsión de ETA. Sin embargo, un chivatazo policial impidió que todos los responsables de la banda fueran detenidos durante el operativo.

En pleno cruce de reproches, según recoge el acta, los etarras entregaron un papel a los enviados de Zapatero con unas maniobras militares en el País Vasco que califican de "provocación": "Información sobre las maniobras militares que en este momento están desarrollando en Euskal Herria y las protestas desarrolladas al respecto". "Se hace una lectura política de las mismas subrayando su carácter provocador", señala el acta.



En ese momento, el representante del Gobierno GO-2 toma la palabra: "La armada española tiene todo el derecho, por lo menos hasta el presente, para hacer eso en su territorio. No hagáis de un dato un dato un atentado. Esto no afecta para nada".

"De todos modos", añadía el emisario de Zapatero, ese punto, el de la desmilitarización es un tema de la 3F (tercera fase de negociación). No os carguéis de un sufrimiento pues solo existen en vuestros planteamientos ideológicos. Eso comparado con lo de Aritxulegi (acto etarra donde reivindicaron la lucha terrrista) es poco. Vamos a hablar en términos reales".

Al día siguiente, el 28 de septiembre de 2006 se celebraba otra reunión entre los emisarios del Gobierno socialista y los terroristas. En esta ocasión, el encuentro es sólo de "dos horas porque la delegación GO (Gobierno) tiene que partir". En este segundo encuentro, interviene el etarra Josu Ternera (EO-1) para referirse al asunto militar de nuevo.

Según plasma el acta, el etarra "pone encima de la mesa las consecuencias de las maniobras militares: causa/efecto. Protesta de un grupo antimilitarista en un pueblo afectado, declaraciones del alcalde de Getxo del PNV y declaraciones de Ezker Batua (Izquierda Unida en el País Vasco)".

Recordamos que dichas actas fueron incautadas al etarra Francisco Javier López Peña Thierry, tras su detención el 20 de mayo de 2008 en Burdeos. Las actas relatan desde el primer encuentro mantenido por Josu Ternera y el socialista Jesús Eguiguren en junio de 2005 en Ginebra, hasta las negociaciones políticas y técnicas que llevaron a cabo el Gobierno y la banda, el PSE y Batasuna tras el atentado de la Terminal 4 de Barajas. Las actas incluyen también las reuniones de Oslo y las nueve previas de Ginebra.

Menos controles policiales en San Fermín
Tal y como desvelaba LD, los enviados de José Luis Rodríguez Zapatero se comprometieron también a "disminuir" los controles policiales en los Sanfermines de Pamplona (Navarra) para contentar a la banda terrorista ETA durante la negociación.

Durante el encuentro celebrado el 26 de septiembre de 2006, uno de los emisarios del Gobieron (Go-3) se refiere a los controles policiales en el País Vasco y Navarra: "Se hacen como en otros lugares de España. En el norte de España y en fiestas (Ternera había hecho una mención a los controles que se instalaron en Sanfermines) siempre se ponen más. En todo caso tendríamos que disminuirlos", concluía.
 
Las actas de la traición
  • FEDERICO JIMÉNEZ LOSANTOS
Viernes, 31 mayo 2019 - 01:20


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os ex presidentes del Gobierno Mariano Rajoy y José Luis Rodríguez Zapatero.
No hay un caso documentado de traición a España en los últimos dos siglos como el de las actas de la rendición del Gobierno de Zapatero a la ETA. Fernando VII y Carlos IV compitieron en vileza ante Napoleón y le entregaron la Corona de España para que el genocida corso la pasara a su hermano José. Pero cabía en 1808 la justificación de que el territorio peninsular estaba ocupado por el primer ejército del mundo. En 2004, cuando Zapatero acomete la destrucción del régimen del 78 y la forja de un Frente Popular Separatista para el que resucita a la ETA y proscribe al PP, representante entonces de la media España de derechas, mediante el Pacto del Tinell, ni España estaba ocupada militarmente ni la ETA era más fuerte que la policía, la Guardia Civil y el Estado de Derecho. Estaba hecha trizas y, en todo caso, el Gobierno del PSOE no tenía derecho a traicionar a las víctimas del terror y engañar a la nación para convertir a la banda en socio político. Lo hizo. Bildu votó a Sánchez.

Rajoy siguió al pie de la letra el pacto con la ETA, que conocía y en el que no participó directamente, pero nunca denunció, porque, sencillamente, la clase política compró su seguridad física a cambio de entregar a unos asesinos la soberanía nacional y la libertad de los españoles. También su seguridad. Hemos visto en estas elecciones cómo sobrevive el poder etarra: con el dinero de las instituciones y la violencia en la calle.

Navarra y los presos fueron siempre las bases de la ETA para negociar. Primero, con el Ejército; luego, con el Estado, o sea, con el Gobierno. ZP, tras el atentado de la T4, ofreció más: Navarra, suelta de presos, empezando por De Juana, legalización de Batasuna y anulación europea de la Doctrina Parot, sucia tarea que cumplió López Guerra. Yo comenté aquí que eso solo obligaba a revisar el caso de Inés del Río, no las condenas de los asesinos, de ETA y del común, incluidos los violadores que, apenas libres, volvieron a violar. Tenía ya Rajoy mayoría absoluta y Gallardón dijo lo mismo: la sentencia solo afectaba al caso de Inés del Río. Rajoy le aclaró -y él lo asumió- que la rendición de ZP ante la ETA era también la suya. Ambos compraron su seguridad traicionando, según denunció Rajoy, "a los vivos y a los muertos". Ambos deberían ir a la cárcel por colaboración con banda armada
 
¿Y lo que hizo Aznar con el "movimiento de liberación nacional vasco" qué fue? ¿Irse de birras?
Zapatero: desmemoria, indignidad e injusticia
Las victimas del terrorismo molestan porque recuerdan lo falsa y sucia que es una 'paz' edificada sobre la indignidad, la injusticia y la desmemoria.
2019-06-05
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Cordon Press
Si se tiene presente que José Luis Rodríguez Zapatero continuó negociando y cediendo ante ETA después de que la banda terrorista perpetrara el atentado de la T-4, en el que fueron asesinados Carlos Alonso Palate y Diego Armando Estacio, a nadie debería extrañar la noticia de que el entonces presidente del Gobierno sabía que ETA estaba fabricando explosivos tres meses antes de ese crimen. De hecho, el inicio de los contactos entre los representantes socialistas y los terroristas se produce antes incluso de que ETA hubiera anunciado su primer comunicado de tregua y dejado de asesinar.

Lo cierto es que la mayor parte del contenido de las actas que recientemente se han difundido ya era conocido en 2010, gracias al diario El Mundo. Ya entonces esa documentación intervenida a ETA venía no a desvelar sino a confirmar nauseabundos compromisos del Gobierno socialista que ya habían sido denunciados por muy pocos medios de comunicación. Compromisos como el de dar una salida a los presos, el de derogar la Doctrina Parot o el de abrir las puertas de la legalidad a las nuevas siglas de los proetarras fueron denunciados mucho antes de que los corroborasen las actas intervenidas. Compromisos tales como el de no practicar detenciones o el de seguir con las negociaciones pese a la constancia de que ETA seguía extorsionando con el mal llamado impuesto revolucionario no necesitaban confirmación en unas actas ni deberían sorprender a nadie con la más mínima noción de lo que supuso el chivatazo del bar Faisán.

En parecidos términos cabe hablar del sanguinario terrorista Josu Ternera, recientemente detenido, a quien Zapatero hacía llegar mensajes a través de Jesús Eguiguren, según confesión propia del entonces líder de los socialistas vascos. ¿Nos vamos a creer que el presidente del Gobierno no sabía que el responsable de la matanza en la casa cuartel de Zaragoza estaba desde 2002 en busca y captura por orden del Tribunal Supremo? ¿Cuántos medios de comunicación denunciaron a Zapatero y a Eguiguren por incurrir en algo tipificado como delito en el artículo 408 del Codigo Penal, "la omisión del deber de perseguir delitos y a sus responsables"?



Como ha recordado el presidente de Libertad Digital, Federico Jiménez Losantos, al recibir la Medalla de Oro de la asociación Dignidad y Justicia, "las víctimas del terrorismo han sido las más abandonadas porque molestan". Y molestan porque recuerdan lo falsa que es una paz sucia edificada sobre la indignidad, la injusticia y la desmemoria
 
Zapatero sabía que ETA "fabricaba explosivos" tres meses antes del atentado de la T-4 y siguió negociando
Según las actas a las que ha tenido acceso esRadio y LD, un emisario del Gobierno dijo a ETA: "Se tiene que acabar la fabricación de explosivos".
Miguel Ángel Pérez Seguir a miguelpr83
2019-06-05
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Imagen del atentado de la Terminal 4 de Barajas (Madrid).
El expresidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, sabía que ETA estaba "fabricando explosivos" 3 meses antes del atentado de la Terminal-4 de Barajas y siguió negociando con la banda terrorista. Así se desprende de las actas de la negociación a las que ha tenido acceso esRadio y Libertad Digital.

Dichas actas fueron incautadas al etarra Francisco Javier López Peña Thierry tras su detención. En ellas, se recoge la reunión entre los emisarios socialistas y los etarras que tuvo lugar el 26 de septiembre de 2006. Al encuentro, asistieron tres enviados de Zapatero camuflados bajo las siglas GO-2, GO-3 y GO-4. Por parte de la banda terrorista, acudieron Josu Ternera(EO-1), EO-2 y E-4.

En mitad del cruce de reproches entre ambas partes por incumplimientos de lo acordado en anteriores encuentros, interviene el emisario de Zapatero (GO-4): "La policía francesadice que ha detectado una serie de traslados, que ha encontrado algunos bidones utilizados con polvo de aluminio y el análisis sobre ello indica que estáis trasladando/moviendo sustancias explosivas para hacer artefactos. Si eso es así, la policía francesa dice que no va a permitirlo durante mucho tiempo y que por lo tanto debéis paralizar toda es actividad".

A continuación, el mismo emisario (GO-4) señala que pueden "poner plazos" para cumplir algunas de las pretensiones planteadas por los terroristas, pero que antes ETA debe "acabar con movimientos de sustancias explosivas".



Al día siguiente, el 27 septiembre nueva reunión. Los emisarios del Gobierno vuelven a sentarse con los etarras con la disposición de "cumplir los acuerdos" que plantea ETA, a cambio de otras contrapartidas por parte de los terroristas.

El enviado de Zapatero (GO-4) interviene: "Se tiene que acabar la fabricación de explosivos. Esto puede llevar la policía francesa a practicar detenciones, 'a actuar' puesto que los bidones vacíos que han encontrado (polvo de aluminio) han sido utilizados. Os pedimos vuestro compromiso en este sentido puesto que es un incumplimiento (contravención)".

El 28 de septiembre, nueva reunión de 2 horas de duración "porque la delegación GO tiene que partir". Vuelve a tomar la palabra GO-4 para referirse a los explosivos: "Si se confirma que estáis trasladando el polvo de aluminio para hacer artefactos lo consideraremos un incumplimiento grave".

Sólo 3 meses después de la última reunión recogida en las actas, el 30 de diciembre de 2006, la banda terrorista ETA colocaba una furgoneta bomba con más de 200 kilos de explosivos, empleando el citado polvo de aluminio, en el aparcamiento D de la Terminal 4 del madrileño aeropuerto de Barajas. Dos ecuatorianos, Carlos Alonso Palate y Diego Armando Estacio, fueron asesinados con este atentado.

El polvo de aluminio para explosivos
El polvo de aluminio es una sustancia que se utiliza en la producción de muchos tipos de explosivos. Puede conservarse durante muchos años, aunque debe almacenarse y tomar precauciones para evitar posibles deflagraciones.

Cuando el Gobierno de Zapatero ya había iniciado las negociaciones extraoficiales con los etarras, y que protagonizaban el socialista Jesús Eguiguren y Josu Ternera, los terroristas robaban 1.290 kilos de polvo de aluminio a la empresa Radium Bronze en Heudebouville (departamento de Eure), en el norte de Francia, el 22 de diciembre de 2005.

La policía española calculó que unos 320 kilos de polvo de aluminio fueron empleados por ETA para confeccionar artefactos para atentados, como en el de la Terminal-4 del aeropuerto de Barajas del 30 de diciembre de 2006.

La Subdirección Antiterrorista francesa (SDAT) estimó en 2014 que los 1.290 kilos de polvo de aluminio robados por los etarras hubieran podido servir para fabricar "casi ocho toneladas de sustancias explosivas" como el amonal o el amosal habitualmente empleados por ETA.
 
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