La España de Franco

Estado
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ENTREVISTA | Nora Cortiñas (Madre de Plaza de Mayo)

"Es indignante que España tenga que soportar el homenaje permanente y público a un genocida"
Memoria histórica

La histórica militante de derechos humanos argentina habla de la situación de la memoria histórica en España y la polémica por la exhumación de Franco: "Que víctimas y victimario estén en el mismo lugar es una humillación para la humanidad"

"En democracia la Iglesia no debería poder intervenir, y menos para proteger la memoria de los genocidas"

"Me convertí en feminista cuando me di cuenta de que además de deberes en el hogar también tenía derechos"

Natalia Chientaroli
06/03/2019 - 22:26h
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Nora Cortiñas posa en el Círculo de Bellas Artes con la foto de su hijo desaparecido, Gustavo. FERNANDO SÁNCHEZ

Servini contra Martín Villa: una disputa trasatlántica de tres años a cuenta de los crímenes del franquismo
En 1977, días después de su hijo Gustavo fuera detenido y desaparecido, Nora Cortiñas dejó su casa de las afueras de Buenos Aires para plantarse justo frente al núcleo de poder del régimen militar en Argentina. Cuatro décadas después es fácil reconocer a Nora –Norita, como la llaman todos– en aquella mujer menuda y enérgica que aparece en las imágenes de las primeras rondas de las Madres de Plaza de Mayo. Cuando su pequeña figura de casi 90 años aparece en la quinta planta del Círculo de Bellas Artes, donde va a participar de una charla, se multiplican los saludos, los abrazos, las referencias a tal o cual momento de su imparable actividad. La que la ha llevado esta misma semana a Turquía para apoyar a mujeres en huelga de hambre por la libertad de presos políticos. Y este jueves a visitar el Valle de los Caídos con políticos y asociaciones de memoria.




“Causa indignación saber que el pueblo español tiene que soportar este homenaje permanente y público a un genocida. Que estén en el mismo lugar víctimas y victimarios es una humillación para la humanidad”, suelta sobre Cuelgamuros, para empezar. Y recuerda que ella participa de la querella argentina que busca investigar los crímenes del franquismo. “No ha avanzado mucho la causa, pese a que tenemos una jueza [María Servini] que ha puesto toda la voluntad que no puso cuando teníamos el terrorismo de Estado entre nosotros”, dice con una media sonrisa. Pero inmediatamente aclara: “Valoramos mucho su decisión ética y empujaremos todo lo que sea necesario. La justicia no se puede detener”.

El problema para la querella argentina es que en España firmó un pacto de olvido en la Transición que se materializó en una Ley de Amnistía que complica mucho la persecución de estos crímenes.

No hay nada imposible. No puede existir el silencio, el ocultamiento de crímenes de lesa humanidad. La querella tiene que seguir porque no debe haber impunidad. Hay que trabajar por la memoria, por la verdad y por la justicia con todas nuestras fuerzas.

Pero en este momento, en el que se está discutiendo la exhumación de Francisco Franco, hay quienes sostienen que volver a estos temas es reabrir heridas en lugar de cerrarlas.

Volver a este tema es brindar salud a un pueblo. Los países necesitan una salud moral, espiritual e histórica para recorrer un camino realmente democrático. El camino debe estar basado en la verdad.

¿Cuánto de lo que se ha conseguido en Argentina –el enjuiciamiento y la condena de genocidas– tiene que ver con la presión social?

¡Todo! Llevamos 42 años en la calle, las Madres y los organismos de derechos humanos, acompañados por mucha gente que no quiere vivir en la impunidad. Tenemos unos testigos excepcionales –las víctimas–, abogados y abogadas comprometidos, un grupo de fiscales y fiscalas extraordinario que quieren hacer justicia y algunos jueces que están dispuestos a llegar hasta el final en esto. Porque no es fácil.

¿Hay un retroceso en libertades y derechos humanos en América Latina?

Sí, hay persecución y detenciones arbitrarias. Y ahora mismo en Argentina vivimos en un estado de terrorismo económico: la gente no tiene acceso a la vivienda, crecen la desocupación y los precios; la salud y la educación públicas están abandonadas… Todo esto lleva a una enfermedad colectiva: la desazón y la desesperación de no saber cómo llevar a la mesa comida para los hijos o cómo pagar los servicios básicos.

¿Y cómo se vive eso tras más de 40 años de militancia?

Con la certeza de que no se pueden bajar los brazos. Hay que seguir en la calle, denunciando, y pensar que no va a durar toda la vida esto. Darse la mano y caminar juntos es un logro. Y descubrir que hay mucha solidaridad dentro del pueblo nos impulsa.

Y si hablamos de la desaparición de su hijo, ¿hay reparación para ese dolor?

La reparación es la lucha. Y también los pequeños logros que vamos teniendo contra la impunidad. La acción permanente te ayuda a seguir adelante, a pelear porque no haya más generaciones que vivan una represión aberrante como la de la desaparición forzada de personas. Porque es el crimen de crímenes: quitarle a una persona todos sus derechos, pasar del ser al no ser.

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Nora Cortiñas, una de las fundadoras de las Madres de Plaza de Mayo, durante la entrevista en Madrid.FERNANDO SÁNCHEZ

A veces se ha cuestionado a las Madres y a las Abuelas de Plaza de Mayo por hacer declaraciones políticas. ¿La lucha por los derechos humanos se puede desligar de la política?

El sistema es reaccionario, conservador, y hay que luchar contra él. Hay que hacer política. Las Madres asumimos las banderas de lucha de nuestros hijos e hijas porque son el motivo de su desaparición. Y las ideas detrás de esa dictadura cívico-militar-religiosa y económica que los desapareció siguen aquí. De lo que se sí debemos separarnos es del partidismo político, porque los organismos de derechos humanos tenemos que tener la libertad de opinar y actuar sin compromisos políticos.

Dar la vida y arriesgar la vida
Las madres que pusieron en evidencia a la dictadura argentina ante el mundo con sus pañuelos blancos se enfrentaban a la "ferocidad criminal" del gobierno militar. "Nos amenazaron. Mucho", recuerda. De hecho, tres de las mujeres que fundaron con Nora Cortiñas las Madres de Plaza de Mayo fueron secuestradas y asesinadas por el régimen arrojándolas sedadas al Río de la Plata. Pero ellas no cejaron. Siguieron yendo cada jueves. Siguen yendo cada jueves a la plaza.

Aquel arrojo de Nora hace 42 años la llevó a meterse en lo que, sospechaba, era un centro ilegal de detención. Y la militancia trajo para ella también una transformación personal. De aquella ama de casa dedicada de lleno a cuidar de los suyos a una mujer sin miedo enfrentándose al poder genocida, de madre de familia a madre pública.

¿Cuándo te convertiste en feminista? ¿O cuándo te diste cuenta de que lo eras?

Es algo que va sucediendo. Me di cuenta de que además de deberes en el hogar tenía también derechos. Me crié en un hogar patriarcal, me casé con un hombre muy bueno pero que también era machista. Las mujeres fuimos de a poco saliendo de nuestra invisibilidad para mostrarnos como somos y con toda la fuerza que tenemos. No queremos ser más que los hombres. Queremos la igualdad y el respeto.

¿También fueron cambiando sus ideas sobre el aborto?

Sí. Fui entendiéndolo a medida que pasaron los años y las experiencias. Las mujeres pobres son las que se mueren cuando tienen que hacerse un aborto. Porque nadie lo hace alegre ni livianamente. Si se regulara ese derecho las mujeres podrían tener el cuidado que merecen. Pero los intereses económicos y la Iglesia han hecho que Argentina no pudiera aprobar esa ley.

¿La Iglesia sigue condicionando las decisiones políticas?

Sí, sobre todo en lo que tiene que ver con la 'moral'. España y Argentina están hermanadas por el dolor que provocaron sus dictaduras cívico-militares, económicas y eclesiásticas. Pero en democracia la Iglesia no debería poder intervenir, y menos para proteger la memoria de los genocidas. Por eso la movilización pública es la clave, y España tiene ahora una gran oportunidad.

"Ya vamos", dice Nora Cortiña con tono dulce y decidido. La charla va a empezar y la reclaman. ¿No se cansa nunca? "A veces, a veces", se ríe de buena gana. "Tengo alguna fibra humana", bromea. "Yo no quiero ser una heroína. Quiero ser de carne y hueso, y llorar cuando tengo que llorar", dice ahora seria. Se disculpa un momento y rebusca en su bolso. "Me voy a pintar un poco los labios". Luego se acomoda el pañuelo blanco y sale rumbo a la sala donde esperan para escucharla. Y mientras se va dando pasitos firmes, Nora –Norita– es todo menos pequeña.

https://www.eldiario.es/sociedad/Me...Cortina-madres_playa_de_mayo_0_874913466.html
 
Que pena!!! El punto más importante del programa político de Falconeti, con el que pretendía dar el golpe de gracia a esa "derecha infame" y se le queda en el tintero :cry::cry::cry::cry::cry:, va a tener que bajarse del Falcon antes de que la momia pueda reposar en su nuevo lugar de eterno descanso :ROFLMAO::ROFLMAO::ROFLMAO:

Los Franco recurren la exhumación al Supremo y el Gobierno no podrá hacer nada hasta que se pronuncie
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https://okdiario.com/espana/franco-...?utm_source=onesignal&utm_medium=notificacion
 
El Gobierno creará un censo nacional de víctimas del franquismo y la Guerra Civil

Memoria histórica

El Ministerio de Justicia inicia los trámites para centralizar la información de aquellos que "padecieron persecución o violencia durante aquella etapa histórica"

Existen algunas bases de datos elaboradas por comunidades autónomas. La ONU ha criticado la fragmentación y dispersión sobre la materia

El plazo de aportaciones públicas para la redacción de la normativa está abierto hasta el 27 de marzo

Raúl Rejón
06/03/2019 - 11:14h
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El Ministerio de Justicia ha iniciado los trámites para crear un censo nacional de víctimas del franquismo y la Guerra Civil. La base de datos debe recoger a aquellos que "padecieron persecución o violencia durante aquella etapa histórica", explica el ministerio en un comunicado.

El proyecto supone la elaboración de un archivo central que recoja la información disponible sobre "las desapariciones forzadas" y permita "establecer estadísticamente la tipología de las víctimas en función de la distinta naturaleza de la represión sufrida". Justicia añade que esta iniciativa responde a un mandato de la ley de memoria histórica "por la que se reconocen y amplían derechos y se establecen medidas a favor" de estas víctimas.

El Gobierno abre así un periodo de aportación pública hasta el 27 de marzo. Actualmente existen algunos censos elaborados por diferentes comunidades autónomas. La ONU ha reprochado a España la falta de una centralización sobre esta materia y criticado la "fragmentación y dispersión" de la información disponible. El Ministerio ha señalado que el censo tratará de incluir las circunstancias de las víctimas: "uerto en combate, detenido-desparecido, exilio, reclusión en centro de internamiento o campo de concentración"
https://www.eldiario.es/sociedad/Censo-nacional-victimas-franaquismo_0_874912653.html
que creen también un censo para las victimas de la republica, ya esta bien
 
Que pena!!! El punto más importante del programa político de Falconeti, con el que pretendía dar el golpe de gracia a esa "derecha infame" y se le queda en el tintero :cry::cry::cry::cry::cry:, va a tener que bajarse del Falcon antes de que la momia pueda reposar en su nuevo lugar de eterno descanso :ROFLMAO::ROFLMAO::ROFLMAO:

Los Franco recurren la exhumación al Supremo y el Gobierno no podrá hacer nada hasta que se pronuncie
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https://okdiario.com/espana/franco-...?utm_source=onesignal&utm_medium=notificacion
nunca van a poder hacer esta tropelia
 
ENTREVISTA | Nora Cortiñas (Madre de Plaza de Mayo)

"Es indignante que España tenga que soportar el homenaje permanente y público a un genocida"
Memoria histórica

La histórica militante de derechos humanos argentina habla de la situación de la memoria histórica en España y la polémica por la exhumación de Franco: "Que víctimas y victimario estén en el mismo lugar es una humillación para la humanidad"

"En democracia la Iglesia no debería poder intervenir, y menos para proteger la memoria de los genocidas"

"Me convertí en feminista cuando me di cuenta de que además de deberes en el hogar también tenía derechos"

Natalia Chientaroli
06/03/2019 - 22:26h
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Nora Cortiñas posa en el Círculo de Bellas Artes con la foto de su hijo desaparecido, Gustavo. FERNANDO SÁNCHEZ

Servini contra Martín Villa: una disputa trasatlántica de tres años a cuenta de los crímenes del franquismo
En 1977, días después de su hijo Gustavo fuera detenido y desaparecido, Nora Cortiñas dejó su casa de las afueras de Buenos Aires para plantarse justo frente al núcleo de poder del régimen militar en Argentina. Cuatro décadas después es fácil reconocer a Nora –Norita, como la llaman todos– en aquella mujer menuda y enérgica que aparece en las imágenes de las primeras rondas de las Madres de Plaza de Mayo. Cuando su pequeña figura de casi 90 años aparece en la quinta planta del Círculo de Bellas Artes, donde va a participar de una charla, se multiplican los saludos, los abrazos, las referencias a tal o cual momento de su imparable actividad. La que la ha llevado esta misma semana a Turquía para apoyar a mujeres en huelga de hambre por la libertad de presos políticos. Y este jueves a visitar el Valle de los Caídos con políticos y asociaciones de memoria.




“Causa indignación saber que el pueblo español tiene que soportar este homenaje permanente y público a un genocida. Que estén en el mismo lugar víctimas y victimarios es una humillación para la humanidad”, suelta sobre Cuelgamuros, para empezar. Y recuerda que ella participa de la querella argentina que busca investigar los crímenes del franquismo. “No ha avanzado mucho la causa, pese a que tenemos una jueza [María Servini] que ha puesto toda la voluntad que no puso cuando teníamos el terrorismo de Estado entre nosotros”, dice con una media sonrisa. Pero inmediatamente aclara: “Valoramos mucho su decisión ética y empujaremos todo lo que sea necesario. La justicia no se puede detener”.

El problema para la querella argentina es que en España firmó un pacto de olvido en la Transición que se materializó en una Ley de Amnistía que complica mucho la persecución de estos crímenes.

No hay nada imposible. No puede existir el silencio, el ocultamiento de crímenes de lesa humanidad. La querella tiene que seguir porque no debe haber impunidad. Hay que trabajar por la memoria, por la verdad y por la justicia con todas nuestras fuerzas.

Pero en este momento, en el que se está discutiendo la exhumación de Francisco Franco, hay quienes sostienen que volver a estos temas es reabrir heridas en lugar de cerrarlas.

Volver a este tema es brindar salud a un pueblo. Los países necesitan una salud moral, espiritual e histórica para recorrer un camino realmente democrático. El camino debe estar basado en la verdad.

¿Cuánto de lo que se ha conseguido en Argentina –el enjuiciamiento y la condena de genocidas– tiene que ver con la presión social?

¡Todo! Llevamos 42 años en la calle, las Madres y los organismos de derechos humanos, acompañados por mucha gente que no quiere vivir en la impunidad. Tenemos unos testigos excepcionales –las víctimas–, abogados y abogadas comprometidos, un grupo de fiscales y fiscalas extraordinario que quieren hacer justicia y algunos jueces que están dispuestos a llegar hasta el final en esto. Porque no es fácil.

¿Hay un retroceso en libertades y derechos humanos en América Latina?

Sí, hay persecución y detenciones arbitrarias. Y ahora mismo en Argentina vivimos en un estado de terrorismo económico: la gente no tiene acceso a la vivienda, crecen la desocupación y los precios; la salud y la educación públicas están abandonadas… Todo esto lleva a una enfermedad colectiva: la desazón y la desesperación de no saber cómo llevar a la mesa comida para los hijos o cómo pagar los servicios básicos.

¿Y cómo se vive eso tras más de 40 años de militancia?

Con la certeza de que no se pueden bajar los brazos. Hay que seguir en la calle, denunciando, y pensar que no va a durar toda la vida esto. Darse la mano y caminar juntos es un logro. Y descubrir que hay mucha solidaridad dentro del pueblo nos impulsa.

Y si hablamos de la desaparición de su hijo, ¿hay reparación para ese dolor?

La reparación es la lucha. Y también los pequeños logros que vamos teniendo contra la impunidad. La acción permanente te ayuda a seguir adelante, a pelear porque no haya más generaciones que vivan una represión aberrante como la de la desaparición forzada de personas. Porque es el crimen de crímenes: quitarle a una persona todos sus derechos, pasar del ser al no ser.

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Nora Cortiñas, una de las fundadoras de las Madres de Plaza de Mayo, durante la entrevista en Madrid.FERNANDO SÁNCHEZ

A veces se ha cuestionado a las Madres y a las Abuelas de Plaza de Mayo por hacer declaraciones políticas. ¿La lucha por los derechos humanos se puede desligar de la política?

El sistema es reaccionario, conservador, y hay que luchar contra él. Hay que hacer política. Las Madres asumimos las banderas de lucha de nuestros hijos e hijas porque son el motivo de su desaparición. Y las ideas detrás de esa dictadura cívico-militar-religiosa y económica que los desapareció siguen aquí. De lo que se sí debemos separarnos es del partidismo político, porque los organismos de derechos humanos tenemos que tener la libertad de opinar y actuar sin compromisos políticos.

Dar la vida y arriesgar la vida
Las madres que pusieron en evidencia a la dictadura argentina ante el mundo con sus pañuelos blancos se enfrentaban a la "ferocidad criminal" del gobierno militar. "Nos amenazaron. Mucho", recuerda. De hecho, tres de las mujeres que fundaron con Nora Cortiñas las Madres de Plaza de Mayo fueron secuestradas y asesinadas por el régimen arrojándolas sedadas al Río de la Plata. Pero ellas no cejaron. Siguieron yendo cada jueves. Siguen yendo cada jueves a la plaza.

Aquel arrojo de Nora hace 42 años la llevó a meterse en lo que, sospechaba, era un centro ilegal de detención. Y la militancia trajo para ella también una transformación personal. De aquella ama de casa dedicada de lleno a cuidar de los suyos a una mujer sin miedo enfrentándose al poder genocida, de madre de familia a madre pública.

¿Cuándo te convertiste en feminista? ¿O cuándo te diste cuenta de que lo eras?

Es algo que va sucediendo. Me di cuenta de que además de deberes en el hogar tenía también derechos. Me crié en un hogar patriarcal, me casé con un hombre muy bueno pero que también era machista. Las mujeres fuimos de a poco saliendo de nuestra invisibilidad para mostrarnos como somos y con toda la fuerza que tenemos. No queremos ser más que los hombres. Queremos la igualdad y el respeto.

¿También fueron cambiando sus ideas sobre el aborto?

Sí. Fui entendiéndolo a medida que pasaron los años y las experiencias. Las mujeres pobres son las que se mueren cuando tienen que hacerse un aborto. Porque nadie lo hace alegre ni livianamente. Si se regulara ese derecho las mujeres podrían tener el cuidado que merecen. Pero los intereses económicos y la Iglesia han hecho que Argentina no pudiera aprobar esa ley.

¿La Iglesia sigue condicionando las decisiones políticas?

Sí, sobre todo en lo que tiene que ver con la 'moral'. España y Argentina están hermanadas por el dolor que provocaron sus dictaduras cívico-militares, económicas y eclesiásticas. Pero en democracia la Iglesia no debería poder intervenir, y menos para proteger la memoria de los genocidas. Por eso la movilización pública es la clave, y España tiene ahora una gran oportunidad.

"Ya vamos", dice Nora Cortiña con tono dulce y decidido. La charla va a empezar y la reclaman. ¿No se cansa nunca? "A veces, a veces", se ríe de buena gana. "Tengo alguna fibra humana", bromea. "Yo no quiero ser una heroína. Quiero ser de carne y hueso, y llorar cuando tengo que llorar", dice ahora seria. Se disculpa un momento y rebusca en su bolso. "Me voy a pintar un poco los labios". Luego se acomoda el pañuelo blanco y sale rumbo a la sala donde esperan para escucharla. Y mientras se va dando pasitos firmes, Nora –Norita– es todo menos pequeña.

https://www.eldiario.es/sociedad/Me...Cortina-madres_playa_de_mayo_0_874913466.html
esta mujer es indignante, para genocida carrillo, que estudie un poco de historia de España y desde luego matar a un niño en el vientre de su madre no es ningún derecho, es un crimen atroz, me hierve la sangre
 
La carta de un republicano que humilló públicamente al ministro franquista Manuel Fraga

El ilustre periodista mexicano, Juan Miguel de Mora (1921-2017), fue un fiel defensor de la causa republicana. En 1936 se alistó a las Brigadas Internacionales que llegaron a España a combatir el fascismo, participando en la Batalla del Ebro. Años después, en 1964 viajó a España en la clandestinidad para realizar un reportaje sobre la dictadura fanquista lo que provocó la cólera del entonces Ministro Manuel Fraga Iribarne, quien utilizó los medios de comunicación franquistas para difamar su persona. La respuesta del intrépido periodista mexicano fue apoteósica en una carta dirigida a Manuel Fraga, que tendría su contestación posterior.



Por todos estos méritos. En 1965, Juan Miguel de Mora fue nombrado Caballero de la Orden de Liberación de España, galardón que le impuso el presidente de la II República Española en el Exilio, Don Luis Jiménez de Asúa, en un acto celebrado en la embajada de la República Española en M
éxico.
A continuación reproducimos la carta de Juan Miguel Mora al ministro Manuel Fraga:
Sr. D. Manuel Fraga Iribarne

Ministro de Información y Turismo

Madrid, España.
Le escribo para darle las gracias. Yo se agradecer, aun cuando la intención de quien merece mi agradecimiento no haya sido favorecerme. Le agradezco, pues, sus ataques virulentos en la prensa que usted inspira y sostiene, ataques que prueban cuánta razón tuve al entrar en España clandestinamente para ver la trágica realidad del pueblo, tan diferente del rosado panorama que usted presenta en su propaganda. Le agradezco expresiones como "sapo", "alimaña" y otras que el buen gusto nos impide en México reproducir en letras de molde ("La Gaceta del Norte", Bilbao 4-XII-1964), exabruptos que son clara muestra de mi razón y de la impotencia de usted ante alquien a quien no pudo comprar para que mintiese en favor de la oligarquía que mantiene al régimen totalitario y tiránico en la patria de Lope de Vega, esa España a la que los mexicanos tanto queremos y que no puede ser la del erupto cuartelero ni la de la mano alzada al modo nazi. (Pero ahora, aunque Franco ya no lo haga, si alza usted su mano comprobará que sí llueve, porque hoy, como hace 25 años, llueve el desprecio y la censura. de los hombres honrados y conscientes sobre la farsa sangrienta del franquismo).

Que sepa usted quien muestra de tal manera el cobre, resulta particularmente interesante por tratarse de un hombres sagaz y astuto, muy capaz en política, cuya tarea ha sido convertir al franquismo en un nuevo Jano, poniéndole una segunda cara, sonriente y amable, un rostro apto para turistas que haga olvidar el otro, verdadero espejo de su alma, el de los sótanos de la Dirección de Seguridad, el de las prisiones de toda España, el del garrote vil, los asesinatos, la sangre y la sevicia. Por eso no es poco que haya sido usted, maestro en maquillaje, quien me hace el favor de justipreciar mi labor periodística en España.

Por una parte sus boletines sin firma, de esos que envía usted a los diarios mediante la oficina de censura que funciona en los bajos de su ministerio -cuya existencia acostumbra usted negar con buena dosis de cinismo- y después nada menos que en el órgano oficial de su ministerio, "El Español", que en su número del 19 de diciembre de 1964 me dedica entera la página 8 y anuncia que posiblemente seguirá ocupándose de mí. Tenga la seguridad de que considero esos ataques como galardones y, por ello, las páginas de esos periódicos que usted paga, lucirán, en marco, en el lugar más visible de mi casa.

Entre otras cosas, habla usted, por boca de ganso, de que quiero "presumir de riesgos" y "certificarme de héroe". En cuanto a los certificados de héroe es la policía de usted la que los extiende, apaleando y torturando a cualquiera que critique al régimen: son sus leyes absurdas, como la de asociación, que declara ilícita toda la que no sea franquista y falangista y establece que aún estas pueden ser suspendidas por cualquier autoridad gubernativa; son sus sindicatos, en los que los obreros no pueden ni siquiera hablar. Todo eso y mucho más es lo que extiende certificado de héroe en España, puesto que convierte en verdadero heroísmo, sin comillas, la ejecución de cualquier acto que sería normal e inofensivo en un país democrático y civilizado. En cuanto a mí, he tenido una vida lo bastante agitada, dentro de la profesión periodística, como para carecer ya de esas vanidades. Golpes de Estado, motines, revoluciones y guerras han sido la sazón de mi labor durante años, como corresponsal extranjero. Cuando, por ejemplo, se ha estado en el Delta del Mekong volando con los pilotos estadounidenses en esos helicópteros que con tanta frecuencia derriban las fuerzas del viet-cong, esas cosas ya no impresionan. ¡Lástima para usted, señor ministro, que ese tiro haya errado el blanco!.

Pero a pesar de su exasperación contra mí, yo le comprendo a usted. Comprendo su ira, su indignación, su furia. Hay muchas cosas que se comprenden, aunque no se compartan. Usted es el tipo sinuoso y hábil, acostumbrado a las sutilezas, a las conversaciones "elegantes", en las que se bebe alcohol caro mientras se tratan con mucha distinción asuntos en los que puede juzgarse el destino de millones de seres humanos; usted es el experto en sobornos, seguro que "todo hombre tiene su precio", el funcionario, en fin, que coloca el artístico y precioso biombo por delante del ensangrentado cadáver que dejó la Guardia Civil. Ellos son los "rudos" y usted el "fino", ellos los "toscos" y usted el "delicado", pero todos integrando el mismo espectáculo, como esas compañías de luchadores que recorren las provincias haciendo creer a los espectadores ingenuos que "el malo" es malo y el "bueno" es bueno. Y claro, un hombre "fino y delicado" considera tosco que alguien pase los Pirineos a campo traviesa. ¡Qué horror, caminar tanto! ¡Qué horror, correr el riesgo de que le den el alto y le disparen! Tengo la plena seguridad de que usted no haría tal cosa en ninguna causa.

Claro que si yo hubiese ido directamente a verle a usted como enviado especial de ¡SIEMPRE! ¡cuántos paseos, homenajes, banquetes y atenciones habría recibido de su Ministerio! ¿Y cuanto dinero por mi silencio cómplice?

Mas, aunque nadie ha pretendido sobornarme ni me han pagado nada por callar determinadas cosas, pidiéndome, por el contrario, que escribiese la verdad en conciencia, el pueblo ibérico me ha hecho objeto de invitaciones, atenciones de todas clases y paseos -a Guernica y a El Pardo, por ejemplo- pero eso lo han hecho los hombres que luchan tenaz y valientemente contra el gobierno de asesinos del que usted forma la parte más inteligente y delicada.

Dice "El Español" -órgano de usted, señor Ministro-, que "en España no hay Resistencia". Fíjese usted que yo no hable, ni antes ni durante mi viaje, de grupos armados, guerrillas ni nada semejante. Yo dije -y digo- Resistencia. Usted afirma que no hay. Muy bien, ¿quienes imprimen y hacen circular todos los periódicos clandestinos que el pueblo busca, por cierto, con mucho más interés que "El Español"?
He afirmado en mis conclusiones que existe una verdadera Resistencia muy bien organizada en las provincias vascas y que en el resto de la Península hay oposición general al régimen franquista. Usted asegura que no. ¿Quién distribuye Gudari por todas partes en el País Vasco? ¿Quién imprime y hace circular Lan-Deya, organo ilegal de los trabajadores católicos vascos? ¿Quién hace lo mismo con Alderdi, Euzkadi Socialista, y otras publicaciones de diversas fuerzas antifranquistas que demuestran la impotencia de la policía?

¿Y cómo llamaría usted a la indomable actitud de la clase obrera negándose a aceptar las condiciones de oprobio y esclavitud en que la ha sumido el "Movimiento" del que usted forma parte? ¿No recuerda usted la huelga de 1947, primera en el mundo contra un estado policíaco y totalitario, huelga que paralizó Vizcaya, Guipuzcoa y parte de Alava? ¿No supo usted de la huelga de 1956 en toda la ría de Bilbao, que paralizó la casi totalidad de las industrias de la zona? ¿Y qué me dice de 1962, cuando entre la cuenca minera asturiana y las industrias vascas pararon casi cien mil trabajadores? ¿No sabe usted que durante 1964 no ha dejado de haber huelgas en Euzkadi? La Wilcox y otras industrias menores, por ejemplo, estuvieron en huelga durante mi estancia en Vizcaya. ¿Tal mal informado está el Ministro de información como para no saberlo?.

¿No llama usted Resistencia a todo eso? ¿O cree usted que una huelga de decenas de miles de trabajadores contra un gobierno es un acto súbito e individual en el cual todos coinciden por milagro en dejar trabajar el mismo día para mostrar su repudio a la tiranía? No subestime usted a los obreros porque ellos serán los que un día, a la vanguardia de la nación y usando su arma esencial, la huelga, darán al traste con las esperanzas de usted de que el franquismo sobreviva a Franco.

Y sí, como usted dice, no hay Resistencia, ¿de qué se ocupa la policíaca "Brigada de Investigación Social" o "Político-Social" de la que es jefe Vicente Reguengo González? ¿Y de qué el Tribunal de Orden Público y los Juzgados Especiales? ¿Y por qué hay en España tantos detenidos políticos en cárceles y comisarías?.
Uno de sus secuaces -porque usted no es tonto-, ha creído un rasgo de ingenio preguntar si "en el propio México el caso de una fábrica de asesinatos montada por unas celestinas, ¿no vale la pena echarle una ojeadita?. Pues bien, tal fábrica, comparada con la enorme, inmersa fábrica de palizas, torturas y asesinatos que es todo el Estado español franquista se queda, como dicen en España, en "tortas y pan pintado".

¿De qué murió, en octubre pasado, Benito Embid, empleado del Banco de Vizcaya, S.A., en Barcelona? ¿No sabe usted que fue la paliza policíaca lo que lo llevó al sepulcro, a los cinco días de su detención, sin haber recobrado el conocimiento? Nuestras criminales celestinas -y dígame usted un país en el que no haya delincuencia del orden común-, fueron inmediatamente a la cárcel con el repudio y la náusea del gobierno y de toda la nación, pero, ¿cuántos de los asesinos de Benito Embid -cuya única culpa fue un comentario contra el gobierno del que usted forma parte-, están sometidos a proceso?.

El coronel Enrique Eimar, del cuerpo de inválidos, ha asesinado en España a más gente de la que podrían matar nuestras celestinas si viviesen tres vidas, ¿acaso está sometido a juicio? Un individuo que ni siquiera es abogado, el titulado "Comandante del Cuerpo Jurídico Militar", Manuel Fernández Martín, actuó durante veinticinco años ilegalmente en los Consejos de guerra, siendo causa directa de más de mil penas de muerte -el noventa por ciento de ellas ya ejecutadas- que hasta en el régimen usurpador de Franco adolecen vicio de nulidad, y, ¿a caso está en la cárcel?.

Al final de su artículo -¡otro error, señor ministro!- dice usted que omiten cierta palabra -supongo que será palabrota- para que mi hijo "no se avergüence de su padre antes de tener uso de razón", porque "ya tendrá ocasión de avergonzarse después". Lo que haga mi hijo cuando sea hombre esta por verse, señor Fraga, pero lo que si está ya visto es que los hijos de los ministros del gobierno de ignominia al que usted pertenece si se avergüenzan de sus padres. Y si lo duda pregunte a su colega el general Lacalle, Ministro de Aviación, qué le contestó su hijo -actualmente en prisión por pertenecer a un sector de esa Resistencia que usted dice que no existe- cuando, en una demostración elocuente de lo que es el amor de un padre franquista, fue a la cárcel a darle una pistola para que se suicidara.

https://www.ecorepublicano.es/2019/...kDdHIlL42iVn4Og02I0RqRvPoJI0gVkoWvQEuY67Htg7g
 
Waldo Medina Méndez el juez de los pobres al servicio de la II República Española




Waldo Medina Méndez fue destacado jurista y escritor cubano, nacido el 10 de diciembre de 1900 en Cidra, Matanzas y fallecido en 1986 en la Habana a la edad de 86 años.

Fue uno de los jueces más sobresalientes y distinguidos de Cuba, su conducta intransigente, evidencia su entereza con un sentido de la justicia y de la generosidad para el pueblo llano. Su devoción a José Martí, a la historia y su ancha cultura cívica lo colocaron al lado de las causas populares y patrióticas durante toda su vida profesional.





Carrera profesional y estudios

A los 17 años estudia telegrafía y obtiene una plaza de telegrafista con 19 años en el Centro de Comunicaciones de Matanzas. En Junio de 1921, se gradúa de bachiller en Ciencias y Letras; matricula la carrera de Derecho Civil y Público en la Universidad de La Habana, allí conoció y se relacionó con Julio Antonio Mella; alternando sus estudios con su trabajo en la Central de Correos y Telégrafos en la capital del país.

Waldo Medina era Licenciado en Derecho Diplomático y Consular, de Administración Pública y de Notario, cuya carrera exigía variados conocimientos legislativos. Títulos que sumados a los de Abogados y Doctor en Derecho Público, sumaron cinco carreras, además a los títulos de telegrafistas y locutor de radio y televisión.

Orden de Liberación de España

El 24 de diciembre de 1951 el Presidente de la II República Española en el exilio, don Diego Martínez Barrio, firmó en París un decreto por el cual confiere a Waldo Medina el título de Caballero de la Orden de Liberación de España, con el derecho al uso de la condecoración y el disfrute de las prerrogativas que las leyes reconocen a sus beneficiarios.

Esta distinción que otorgaba el Gobierno de la II República en el exilio, se confería a todas aquellas personas que con su esfuerzo excepcional contribuían en la lucha por la causa republicana contra la dictadura de Francisco Franco.

Un juez incorruptible al servicio de los pobres

En 1922 participó en la huelga de empleados de correos y telégrafos por lo que fue detenido y procesado, siendo suspendido de empleo y sueldo. Se gradúa en 1925 y ese mismo año se inscribe como abogado para sustituirá jueces en la audiencia de Matanzas. Fue juez en Alacranes, Unión de Reyes, Juan Gualberto Gómez y Güines.

En 1932 se presenta a un concurso municipal de oposición para jueces municipales, que le permite ser designado juez en el Juzgado Municipal Correccional de Corralillo, donde los jueces tenían a su cargo la Presidencia de la Junta Electoral; en una época en que la tiranía del General Machado atrasaba por cuatro meses el pago de los salarios a los jueces, los maestros seis meses y dos años a los jubilados.

Debido a los numerosos vicios en los Registros Electorales y en las papeletas oficiales, solicitó y declaró la nulidad de las elecciones de noviembre de 1933 por la Audiencia de las Villas, por lo que fue agredido y herido de bala por el hijo de quien ostentó el cacicazgo de Corralillo durante 33 años; que decidió matarlo, porque no se plegaba a sus órdenes y caprichos. El alcalde de Corralillo, hermano del agresor, y el Gobernador Provincial pidieron al Tribunal Supremo trasladar o echar el juez a la calle.

En mayo de 1934 solicitó ser trasladado para el Juzgado Municipal de Cabezas y en julio de 1935 permuta su cargo para Santa Cruz del Norte, donde terminó con los abusos de deshalojos ilegales que realizaba un sargento del ejército por orden del administrador del Central Hershey (hoy Camilo Cienfuegos). Se trataba de un ciudadano norteamericano, a quién en una ocasión sancionó a multa de 10.000 pesos por la tala de 2.000 palmas reales sin la autorización del Ministerio de la Agricultura.

El 1 de diciembre de 1942 es trasladado a Isla de Pinos, donde desempeña los cargos de Juez Municipal y Correccional y Presidente de la Junta Electoral de la Isla de Pinos, hoy Isla de la Juventud.

En 1947 editó su obra “El Presidio que estorba” sobre temas penitenciarios, donde denuncia y acusa públicamente la existencia en la Isla de Pinos del Reclusorio Nacional, de lo que sucedía de sus imponentes y humillantes galeras circulares y en los campos de trabajos forzados. De este libro se hizo eco toda la prensa y como consecuencia el Presidente de la República Carlos Prío Socarrás, sustituyó al Ministro de Gobernación.

A finales de 1949 ocupó la plaza de juez Municipal Suplente del Tribunal del Centro en La Habana, actuando también en otros municipios de la capital. Waldo desde este jugado, que era el de mayor demarcación en La Habana y acudían numerosas personas a implorar para no ser desahuciados de sus viviendas, cuestión que era una constante en aquellos tiempos. Dictó providencias interlocutorias para que no se practicaran desahucios durante los fines de semana y quincenas, festivos y otros días significativos del año.

En 1951, lo lleva a ocupar la Presidencia de la Orden Martiana de “La Rosa Blanca”, siendo subdirector de la revista de impresión mensual, llevando con su prédica ejemplar la vida y obra del Maestro. Fomentó los rincones martianos en las escuelas para estimular entre los niños escolares el conocimiento de la obra y el pensamiento del Apóstol. También fue tribuna para combatir todo lo malo que sucedía, redactando una declaración o protesta contra las tiranías y dictaduras en defensa de la democracia amenazada.

En Junio de 1953 fue ascendido a Juez Municipal del Norte, ocupando ese cargo fue designado Juez Decano para el Juzgado de Instrucción de la Sección Primera, que estaba instruyendo una causa por un robo de 200.000,00 pesos donde estaba implicado el Secretario del Ministerio de Comunicaciones. El Juez practicó una diligencia en la casa del supuesto malversador, encontrando nóminas de personas desconocidas, por la que se evidenciaba la participación del mismo Ministro de Comunicaciones. Waldo fue sustituido por el Presidente de la Audiencia, la prensa divulgó el escándalo y las amenazas de muerte que recibió.

En Julio de 1953 toma posesión del Juzgado y dispone de medidas organizativas en los asuntos de desahucios y demandas de prestamistas, conocidos por “garroteros”. En los 7 Juzgados de La Habana las querellas por desahucios era de 72.000 asuntos, de los cuales 7.500 pertenecía a su Juzgado. En este año publica su libro “Ley de Alquileres”, comentándola y criticándola. En cuanto a los prestamistas, muchos de los procesos fueron archivados.

Apartado del poder judicial por la dictadura de Fulgencio Batista

Su actitud despertó un repudio de la clase rica y explotadora, que con el visto bueno de Palacio Presidencial y el Decano del Colegio de Abogados de La Habana propusieron separarlo del cargo y del Poder Judicial cuando denunció el amañado proceso electoral de 1954 (el llamado “Festival de Forros”, pidiendo la nulidad de las elecciones por los traslados de falsos electores, votos de fallecidos, etc.
En 1956 Waldo Medina fue apartado arbitrariamente del poder judicial no por plegarse a la dictadura de Fulgencio Batista. Recibió el apoyo de toda la clase progresista del país, de la FEU en nombre de José Antonio Echevarría, del Partido Socialista Popular y de la prensa radial y escrita. La revista Bohemia a través del artículo “El Juez condenado por bueno” resalta la despreciable decisión. Pobre, humillado y ofendido, sin dinero ni para pagar el alquiler de su casa, ni los alimentos que consumía; tratan de quitarle la vida en un reto a duelo de espada o florete del aspirante a Decano, el Sr. Miró Cardona.

Waldo Medina siguió trabajando en la prensa y la radio, pues su vena periodística de más de cuarenta años que lo ejerció paralelamente a su labor de los tribunales, le impulsaba adenunciar el sistema cruel, corrupto e injusto de esos años, solamente en las décadas de 1940 y parte de 1950 escribió más de seiscientos trabajos.

Restitución tras la Revolución Cubana.

El 1 de enero de 1959 a través de la emisora COCO le comunicó al pueblo de Cuba la fuga de Fulgencio Batista. Al triunfo de la Revolución ocupó el cargo de Jefe del Departamento Legal del Instituto Nacional de Reforma Agraria. En octubre de 1959 publicó el libro titulado “Recado al Campesino Cubano”.
Trabajó muchos años como Fiscal, cargo que desempeñó con la dedicación profesional que caracterizó su vida. Veneró a Martí, siguió su pensamiento y su obra y las divulgó donde quiera que estuvo.
Waldo Medina Méndez fue un juez que con su humildad y sencillez atesoró muchos méritos y virtudes. No llegó a ocupar grandes plazas, pues su actitud honrada y su incorruptibilidad moral, lo impidió. Nunca claudicó, defendió y aplicó la Ley, pero siempre para ayudar a la sociedad de las arbitrariedades que se cometían. Le llamaban el Juez de los pobres.


Obras:
- El presidio que estorba
- Martí en la Isla de Pinos
- Historia de una biblioteca
- Recado al campesino cubano
- Ley de alquiler
- Cosa de ayer que sirven para hoy
- Memoria de un Juez y presidente cubano
- Artículos periodísticos

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Franco creó 300 campos de concentración en España, un 50% más de lo calculado hasta ahora

MEMORIA HISTÓRICA

Una investigación del periodista Carlos Hernández, plasmada en su libro Los campos de concentración de Franco, documenta la existencia de 296 centros

Funcionaron desde el sublevamiento militar hasta finales de los años 60 y encerraron entre 700.000 y un millón de españoles, pasando una media de 5 años

Se sometía a los prisioneros a torturas físicas y psicológicas además de a trabajos forzosos

Belén Remacha
11/03/2019 - 21:46h
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Los prisioneros abarrotan el campo de concentración habilitado en la plaza de toros de Santander BIBLIOTECA NACIONAL DE ESPAÑA

Franco creó en España un centenar más de campos de concentración de los que se creía hasta ahora. Una investigación del periodista Carlos Hernández plasmada en su libro Los campos de concentración de Franco documenta 296 en total, a partir sobre todo de la apertura de nuevos archivos municipales y militares. Por los campos pasaron entre 700.000 y un millón de españoles que sufrieron "el hambre, las torturas, las enfermedades y la muerte", la mayoría de ellos además fueron trabajadores forzosos en batallones de esclavos. Estuvieron abiertos desde horas después de la sublevación militar hasta bien entrada la dictadura.

El estudio anterior más completo, de Javier Rodrigo, había documentado hasta 188 campos de concentración en todo el país. También en torno a 10.000 víctimas mortales entre los asesinados y los fallecidos a consecuencia de las condiciones vividas ahí, pero Hernández cree que "esa cifra se queda corta con estos nuevos datos. Es imposible documentar todos los asesinatos y muertes porque no dejaban registro, pero en solo 15 campos que han podido ser investigados ya calculamos entre 6.000 y 7.000. No es una proporción exacta porque entre esos 15 estaban algunos de los más letales, pero nos hacemos una idea de que hay muchas más víctimas".



Mapa elaborado por Ana Ordaz

La comunidad autónoma que más campos albergó fue Andalucía, pero hubo por todo el territorio: el primero fue el de la ciudad de Zeluán, en el antiguo Protectorado de Marruecos, abierto el 19 de julio de 1936, y el último fue cerrado en Fuerteventura a finales de los años 60. El 30% eran "lo que imaginamos estéticamente como campos de concentración, es decir, terrenos al aire libre con barracones rodeados de alambradas. El 70% se habilitaron en plazas de toros, conventos, fábricas o campos deportivos, hoy muchos reutilizados", explica Hernández. Ninguno de los presos había sido juzgado ni acusado formalmente ni siquiera por tribunales franquistas, y pasaron ahí una media de 5 años. Sobre todo eran combatientes republicanos, aunque también había "alcaldes o militantes de izquierdas" capturados tras el golpe de estado en localidades que cayeron en manos del ejército franquista.

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Prisioneros de las Brigadas Internacionales en el campo de concentración de San Pedro de Cardeña (Burgos). BIBLIOTECA NACIONAL DE ESPAÑA

Trabajos forzosos, hambre y torturas
En los campos de concentración de Franco se hacía una labor de "selección". Se investigaba a cada uno de los prisioneros, principalmente mediante informes de alcaldes, curas, y de los jefes de la Guardia Civil y la Falange de las localidades natales. A partir de ahí, clasificaban a los prisioneros en tres grupos, en términos franquistas: los "forajidos", considerados "irrecuperables", iban directamente a juicio, en el que se les decretaba cárcel o paredón. Los "hermanos forzados", es decir, los que creían en las ideas fascistas pero obligados a combatir en el bando republicano; y los "desafectos" o "bellacos engañados", los que estaban del lado republicano pero los represores valoraban que no tenían una ideología firme y que eran "recuperables".

Los "desafectos" poblaron de manera estable los campos de concentración y fueron condenados a trabajos forzosos. Durante la guerra estuvieron obligados a cavar trincheras, y al término del conflicto, principalmente a labores de reconstrucción de pueblos o vías. Sufrieron torturas físicas, psicológicas y lavados de cerebro: tenían que comulgar, ir a misa, o cantar diariamente el Cara al Sol, como ha documentado Hernández. También hay testimonios explícitos de hambrunas extremas, "la peor pesadilla de los prisioneros", enfermedades como el tifus o tuberculosis y plagas de piojos. Muchos de ellos fueron asesinados en el propio campo o por tropas falangistas que iban a buscarles, y otros muchos no sobrevivieron a la falta de alimento, higiene y atención sanitaria.

En noviembre de 1939, meses después del fin de la guerra, se cerraron muchos campos, "pero lo que sucede realmente es una transformación", relata el periodista. "La represión franquista era tan bestia y tenía tantas patas que evolucionó en función de las circunstancias. Franco, aunque aliado con Italia y Alemania, quería dar una buena imagen ante Europa, quería emitir una propaganda de respeto de los derechos humanos. Por eso oficialmente los campos terminan, pero algunos perduran durante mucho tiempo". El último oficial, también el más longevo, fue el de Miranda de Ebro (Burgos), que duró de 1937 a 1947.

Después hubo lo que Hernández denomina "campos de concentración tardíos", creados durante los años 40 y 50 y con denominaciones ya distintas. Fueron el de Nanclares de Oca (Álava), La Algaba (Sevilla), Gran Canaria y Fuerteventura, estos dos últimos para prisioneros marroquíes de la guerra del Ifni y cerrados en el 59. Durante el resto de la dictadura siguieron quedando vestigios: por ejemplo, en 1966 se clausuró la Colonia Agrícola Penitenciaria de Tefía (Fuerteventura), en la que se encarcelaba y "reeducaba" a homosexuales.

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Prisioneros haciendo el saludo fascista en el campo de concentración de Irún en Guipúzcoa BIBLIOTECA NACIONAL DE ESPAÑA

"Ha habido miedo a hablar"
Según Hernández, hay que "rehuir" la comparación que parece inevitable con los campos nazis. En primer lugar porque "al lado de Auschwitz, de millones de víctimas en la cámara de gas, cualquier crimen brutal parece menos crimen". Y en segundo porque el sistema franquista era muy diferente: así como en la Alemania nazi todo estaba más o menos estructurado y los dividían entre los de exterminio directo y los de exterminio por trabajo, los españoles eran mucho más heterogéneos y todo más "caótico". Los campos de Franco variaban mucho en tamaño, y la suerte y destino de los prisioneros dependía en muchos casos de las decisiones del propio oficial, que los había más y menos sanguinarios.

Sobre el papel, estos centros estaban destinados solo a hombres: "En la mentalidad machista y falsamente paternalista de los dirigentes franquistas, las mujeres no encajaban en los campos de concentración". Aunque sí hay constancia de grupos de cautivas en algunos como en el de Cabra (Córdoba), ellas fueron sometidas a idénticas torturas sobre todo en las cárceles. Las prisiones, al igual que las unidades del Patronato de Redención de Penas que construyeron el Valle de los Caídos, no están incluidas en esta investigación. Hernández la ha limitado a lo que la propia documentación del régimen categoriza como 'campos de concentración' –además de los cuatro tardíos– porque "la represión fue de tal magnitud y tuvo tantas estructuras que para poder explicarla tienes que parcelarla".

La segunda parte del libro de Hernández, que se publica el próximo 14 de marzo, consta de testimonios de víctimas. Quedaban pocos supervivientes que pudieran contarlo pero el autor conversó directamente con media docena de los que fueran presos en uno o varios de los casi 300 campos de concentración. Todos ellos han fallecido en los últimos tres años, el último el pasado jueves, Luis Ortiz, quien pasó por el de Irún, por el de Miranda de Ebro y por el de Deusto.

Durante muchas décadas "ha habido vergüenza y miedo" a hablar. Además de esas conversaciones con los antiguos presos, mucho de lo recuperado por Hernández parte de publicaciones elaboradas durante la Transición y de documentos familiares: "Hubo mucha gente que dejó escritos a sus hijos y nietos de lo que ocurrió". Él anima a eso, "a preguntar a la abuela, al abuelo, por lo que pasó: en todas las familias españolas hay alguien cercano con historias sobre esto. No quiero que esto sea un punto y final a la investigación sobre los campos de concentración, sino un estímulo para reabrir el tema".

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Prisioneros del campo de concentración de San Pedro de Cardeña (Burgos) trabajando en la construcción de una carretera cercana. BIBLIOTECA NACIONAL DE ESPAÑA

https://www.eldiario.es/sociedad/Franco-campos-concentracion-Espana-calculado_0_876663097.html
 
increíble lo del cura que escribe esta carta, el valle es un monumento a la reconciliación, y el prior solo proteger a los muertos, como es su deber sagrado, es increible


El prior A REZAR, ( Al Cesar lo que es del Cesar y a Dios lo que es de Dios )
El valle es un lugar mandado construir por Franco , para mayor gloria de Franco.
El valle desde el momento que entierran a muertos y sin identificar y a personas sin permiso de sus familias, DEJA DE SER UN MONUMENTO A LA RECONCILIACION.
Los muertos NO PRECISAN PROTECCION DE UN PRIOR QUE FUE FALANGISTA antes de hacerse religioso.
Los muertos en los cementerios.
Los religiosos sean priores o simples monjes, que se dediquen a sus cosas y dejen de entrometerse en asuntos civiles-politicos-legales-economicos-publicos.
Las devotas franquistas que se dediquen a rezar a su amado idolo y no se entrometan en lo que no les incumbe, dejen que los muertos sean enterrados en los cementerios que es donde les corresponde.
 
Qué vergüenza más grande, qué indignidad de país, han tenido que pasar 80 años para esto !

Familiares de enterrados en el Valle de los Caídos visitan los trabajos de exhumación
 
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