Y los que se levantan a las 6 un domingo para correr también votan, ojo, y van por ahí sin ser vigilados ni nada.
Pues yo iba a un fisio que curiosamente me quitó unas contracturas y sobrecarga por correr, porque a mi no me gusta, pero quise probar a ver y mira, pasando, yo sinceramente, corriendo lo paso mal. Pues me toca el fisio flipadito del running, y en vez de estar a lo que tenía que estar intentando captarme para su secta del correr durante toda la hora contando unas locuras brutales, como correr descalzo, que si correr es la hostia, correr es la salud, correr es la vida, corriendo te toca el Euromillón y corriendo conoces a Brad Pitt en bolas en un cruce de caminos. Ahí me di cuenta de que buen fisio no era si predicaba tanto con el tema del correr, en su centro el resto de compañeros son mucho mejores fisios, pero él, sin más, pues no, porque el buen fisio no te incita a que corras como una jodida liebre en celo.
Una vez vi a un grupo de cuarentones en un parque, todos uniformados para el menester del running, agotados, muertos en vida, y llega la motivada con cinta en la cabeza Sánchez Vicario style y salta "¡¡venga chicos ahora nos ponemos a tope y nos vamos a hacer unos kilómetros por esa ruta!!!". Y estaban que daban ganas de llamar al 112, pero ellos tan felices, con la pesada motivando y gritando cuando justo pasaba gente para que viéramos lo super sanos que son corriendo estos buenos chicos. Yo iba a darme paseos a ese parque y tuve que dejar de ir por lo petado que se ponía de corredores, por favor, una secta, el Waco del Running, la Orden del Templo del Running Solar, el Palmar de las Asics, la iglesia de la nueva venida de Usain Bolt, los testigos del Runninghová.
Correr siempre me ha parecido un ejercicio absurdo e innecesario. Una dosis de esfuerzo extra que el cuerpo bien puede suplir con otras actividades menos forzadas.
De los que corren sin ton ni son a las tres de la tarde en pleno agosto, qué decir, irrecuperables para la sociedad, casos perdidos.