Cristina Cifuentes obtuvo su título de master en una universidad pública con notas falsificadas

Master CCC (Cristina Cifuentes Cuencas)
Por nemeton, 5 abr 2018, 22:00
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Cristina Cifuentes pide que le devuelvan el dinero del máster porque es irregular
"Y LO QUIERO EN BILLETES DE VERDAD, SIN FALSIFICAR", HA AGREGADO



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Por
Xavi Puig
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La presidenta Cristina Cifuentes, en declaraciones hechas este viernes en la Convención Nacional del PP en Sevilla, ha insistido en que las irregularidades detectadas en el máster universitario que supuestamente cursó son responsabilidad de la universidad, no de los alumnos, y de hecho ha anunciado que pedirá que le reembolsen el importe que abonó por la matrícula, “incluidos esos seis euros y pico que no sé en concepto de qué eran”.

Cifuentes se ha presentado como la “primera sorprendida” y la “primera perjudicada” por este escándalo y cree que “lo mínimo que pueden hacer” es devolverle el dinero “ya que los daños a mi prestigio profesional no los pueden reparar a estas alturas”. “Me siento estafada”, ha dicho al saber que el máster se había falsificado.

“Y lo quiero todo en billetes de curso legal, sin falsificar”, ha agregado.

Fuentes de la Universidad Rey Juan Carlos han respondido que sus demandas serán estudiadas en cuanto quede probado que Cifuentes fue alguna vez alumna de la institución.
 
Audiencias: Crímenes imperfectos estudia el caso de los másteres falsos
AUDIENCIAS 06/04/2018

Por
Tomàs Fuentes
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1Antena 3 – Espejo público


Buena semana para Susanna Griso y su equipo gracias a la polémica por el vídeo de la familia real discutiendo. Griso anunció nuevas imágenes pero justo en el momento de emitirlas apareció doña Letizia y se interpuso entre el espectador y el vídeo, impidiendo así su visibilidad.



2Telecinco – El programa de Ana Rosa


Tras emitir los Whatsapps de Puigdemont y dar por acabado el procés, Ana Rosa vio con fuego en la mirada la liberación del catalán. Tras pronunciar las palabras “soltad al Kraken” seguidas de una carcajada maléfica, un monstruo con una cámara y un micrófono de la cadena apareció y salió en dirección a Alemania.



3La 1 – Los desayunos de TVE


En su edición del jueves, justo cuando debían abordar el tema del máster de Cifuentes, todos los tertulianos se atragantaron con el cruasán y solo recuperaron el aliento cuando cambiaron de tema para criticar a Podemos.



4La 2 – Los Desayunos de La 2


En la segunda cadena de Televisión Española consiguieron esta semana un derecho que venían reclamando desde hace años: desayunar, igual que su cadena hermana. En su estreno, el debate fue de alto voltaje: ¿Es el ornitorrinco un mamífero o debería ser un ave porque tiene pico?



5La Sexta – Crímenes imperfectos


Buena audiencia para el monográfico sobre políticos que han falsificado su título de máster. Sin embargo, el espacio tomó un giro sorprendente al descubrirse, a los 20 minutos de su inicio, que el narrador no tenía título de narrador. La semana que viene conoceremos la versión del tribunal de la Universidad de Narradores.



6Cuatro – Deportes Cuatro


Semana extraña para este espacio deportivo en el que, desde la chilena de Cristiano, sus presentadores presentaban un sospechoso bulto en el pantalón y solo acertaban a emitir gemidos.
 
Pedro Sánchez, César Zafra... El PP defiende a Cifuentes sembrando dudas sobre el CV de otros políticos
El portavoz del PP en la Asamblea de Madrid, Enrique Ossorio, pasa al 'y tú más' y hace un repaso de casos de supuestos currículos inflados.

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El portavoz del PP en la Asamblea de Madrid, Enrique Ossorio

Para defender a Cristina Cifuentes en la polémica de su máster, el PP ha recurrido a lanzar una sombra de sospecha sobre el currículum de otros políticos. Durante su intervención, el portavoz del PP en la Asamblea de Madrid, Enrique Ossorio, ha asegurado que PSOE, Podemos y Ciudadanos son el "tripartito que quiere pasar por las armas” a la presidenta madrileña.

Al salir a la tribuna, Ossorio ha hecho un repaso de casos de supuestas irregularidades y de currículos hinchados. Estos son todos los nombres que ha mencionado el portavoz del Grupo Popular en la Asamblea de Madrid en su estrategia del 'y tú más':

Lorena Ruiz-Huerta (Podemos)
El político popular ha sacado a colación un máster de la portavoz de Podemos en la Asamblea de Madrid, Lorena Ruiz-Huerta. En su currículum, la política de la formación morada dice haber cursado un máster en la Universidad de Navarra, título que Ossorio pone en duda. “Hemos hablado con alumnos de ese curso y nos han dicho que no la han visto por ahí”, ha dicho.

Íñigo Errejón (Podemos)
Ossorio ha recordado el caso de la beca universitaria de Íñigo Errejón. "Errejón había cobrado 1.825 euros mensuales de la Universidad de Málaga gracias a un enchufe de un compañero de Podemos y sin acudir por allí...". En aquella ocasión "no hubo documentos", ha dicho.

"Era culpable. Podemos ha dicho que era una campaña de difamación, pero es falso. Errejón fue expedientado y sancionado por no haber ido a Málaga y por compatibilizar sus retribuciones de Podemos con las de la universidad".

Miguel Gutiérrez (Cs)
Ossorio también ha atacado al grupo que sustenta a su partido en el gobierno de la región, Ciudadanos. El portavoz ha nombrado a Miguel Gutiérrez, diputado de Cs en el Congreso, quien en su currículum decía ser “doctor ingeniero”, titulación que equivale a la de ingeniero superior, cuando en realidad era ingeniero técnico.

César Zafra (Cs)
El portavoz del PP en la cámara autonómica también ha asegurado que el número dos de Cs en la Asamblea, César Zafra, infló su currículum porque “mintió sobre su experiencia laboral”. Ossorio ha puesto en tela de juicio varios trabajos de Zafra relacionados con el ámbito del “ocio digital”.

"No pedimos una comisión de investigación cuando el diputado César Zafra dijo en su currículum que era abogado y no lo era".

Patxi López (PSOE)
Ossorio también ha señalado a distintos cargos del PSOE, entre ellos al exlehendakari Patxi López. “Decía en su currículum que había cursado estudios de Ingeniería Industrial, cuando no pasó de primero de carrera”, ha declarado refiriéndose al político socialista vasco.

Pedro Sánchez (PSOE)
Ossorio ha sembrado dudas sobre la "misteriosa" tesis doctoral del secretario general del PSOE, Pedro Sánchez. Su trabajo provoca “muchas dudas”, ha dicho, porque lo hizo “en tiempo récord”.

"Es un caso que huele mal", ha añadido. "Pero en aquella ocasión no hubo una cacería".

Elena Valenciano (PSOE)
La eurodiputada del PSOE falseó su currículum, como ella misma reconoció, debido a un fallo en la traducción. El PP ha rescatado hoy este caso, que estalló en 2012, cuando la política socialista presentó en el Parlamento Europeo su CV, en el que señalaba que era “licenciada en Derecho y Ciencias Políticas”, cuando en realidad jamás se había graduado en ninguna de las dos titulaciones.

https://www.elespanol.com/espana/po...-cesar-zafra-pp-cifuentes-cv/297221126_0.html
Si es que la mayoría infla los currículos..cuando no miente directamente...lo digo porque veo mucha tibieza en las respuestas de los políticos de otros partidos...Que asco dan ...de verdad que gentuza
 
El Mentidero
El perro que se comió los deberes de Cifuentes
En este tocomocho institucional poco importa ya el enroque numantino en el cargo de la presidenta, la perpetua huida hacia adelante ‘made in’ Génova o la desvergonzada sucesión de caras de cemento
@jonathanmartinz
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Pedripol
7 de Abril de 2018


CTXT necesita un arreglo de chapa y pintura. Mejorar el diseño, la usabilidad… convertir nuestra revista en un medio más accesible. Con tu donación lo haremos posible este año. A cambio, tendrás acceso gratuito a El Saloncito durante un mes. Aporta aquí

De todos los animales mitológicos de la infancia, mi preferido nunca fue el gamusino, azote de cazadores novicios, ni tan siquiera el coco, que acechaba las cunas de los niños insomnes. Mi animal mitológico favorito, con permiso del hombre del saco y la bruja piruja, siempre fue el perro que se comía los deberes de los alumnos poco aplicados, aquellos que no solamente profesaban la pereza escolar sino que además renunciaban a la molestia de fabricar una coartada verosímil. Uno intenta imaginar las dimensiones bíblicas del perro que se comió el trabajo de fin de máster de Cristina Cifuentes y no puede menos que echarse a temblar solo de pensar en que semejante fiera silvestre pueda vagar en libertad sembrando el pánico por las calles y engullendo al buen tuntún nuestros tochos académicos con el apetito insaciable de un gargantúa.


En este tocomocho institucional y universitario poco importa ya el bochorno acalorado de la presidenta, el enroque numantino en el cargo, la perpetua huida hacia adelante made in Génova o la desvergonzada sucesión de caras de cemento que han defendido lo indefendible ante el peso abrumador de las evidencias. Tampoco importan mucho los aspavientos impostados de la bancada naranja, que aguarda agazapada el momento más oportuno para asaltar el trono y reemplazar a la reina. Al fin y al cabo, el silencio es una forma cobarde pero también eficaz de abordar las crisis políticas. Al fin y al cabo, nos instruyeron en la tradición literaria de la novela picaresca y ni la trampa ni el cartón nos parecen vicios abominables merecedores de castigo sino más bien los atributos necesarios para la astucia de la gobernanza.


El Cifuentesgate viene a confirmar la caricatura de una clase dirigente que predica la cultura del esfuerzo pero milita en la incultura del enchufe

Existen, sin embargo, otras implicaciones mucho más escandalosas. El Cifuentesgate viene a confirmar la caricatura de una clase dirigente que predica la cultura del esfuerzo pero milita en la incultura del enchufe, la carta de recomendación, el pedigrí familiar y el compadreo de misa de doce. Entre seminarios de emprendizaje y desfiles legionarios, la lumpenaristocracia española lo mismo se abanica la peineta con sus títulos de marquesado que se da a la fuga en un Toyota que nos vende el timo de la estampita de un palmarés académico que jamás ha existido. Pero es que el Cifuentesgate no solo forma parte de un nuevo episodio de podredumbre en la casta gobernante, sino que además desvela una trama de encubrimientos y complicidades que infaman el buen nombre de la universidad pública.


El perro que se zampó los deberes de Cifuentes no es un raquítico chihuahua ni un caniche ni un perro faldero ni un perro patada. La bestia parda que trituró el TFM de la presidenta es un monstruo cancerbero de tres cabezas que extiende sus zarpazos mucho más allá del chanchullo administrativo y el chascarrillo parlamentario. Porque el affaire Cifuentes viene a explicar, entre otras cosas, la estrategia política de la capillita liberal española, que nunca renunció a su conciencia de clase, y un modelo educativo diseñado para restringir a la mayoría trabajadora el acceso a los estudios superiores y a sus espacios de poder. Los ámbitos de gestión pública son sangrientos campos de batalla y esto, damas y caballeros, esto es la guerra.


En abril de 2012, cuando Cristina Cifuentes cumplía dos trimestres de absentismo escolar en la Universidad Rey Juan Carlos, el gobierno de Rajoy anunció un incremento de hasta el 66% para las tasas universitarias. Aún no sabíamos que el ministerio de Educación terminaría firmando un recorte de 258 millones en becas en apenas un par de cursos. Aún no sospechábamos que decenas de miles de alumnos terminarían abandonando una universidad que no podían permitirse el lujo de pagar. Así era 2012: la Troika imponía la asfixia por decreto, el ministro Wert mutilaba el sector educativo, la delegada del Gobierno hacía novillos en el máster de Derecho Autonómico y los estudiantes y los profesores degustaban en las calles los porrazos policiales de la austeridad.


Con el tiempo, España pudo presumir de ofrecer algunas de las matrículas universitarias más caras de Europa mientras abonaba salarios por debajo de la media comunitaria y los trabajadores batían todos los récords de temporalidad y pérdida de poder adquisitivo. El objetivo no era otro que desvalijar el sistema público y apuntalar una Unión Europea de usureros y esclavos. Cuando las estadísticas delataban que el precio medio de un máster en España rondaba los dos mil euros mientras que en Alemania costaba apenas cincuenta, resultaba tentador deducir que los jóvenes españoles no solamente parecían condenados a abandonar los estudios para fregar los platos de los turistas alemanes, sino que además estaban condenados a pagarles la carrera.

El perro que devoró los deberes de Cifuentes es el abuso del capital, la omertá de la mafia gobernante, el salvoconducto de los apellidos ilustres y la licencia del poderoso para la carcajada impune en horario de máxima audiencia. El perro que masticó los deberes de Cifuentes es el hampa financiera y sus correveidiles parlamentarios, la cartera ministerial que arruinó Wert, los gerifaltes universitarios que participan del fraude. El perro que se tragó los deberes de Cifuentes es el Partido Popular que nos gobierna y Ciudadanos que lo sostiene. Algo sé de animales mitológicos y todos ellos son, por mucho que no ladren, el mismo perro con distinto collar.
 
El Mentidero
El perro que se comió los deberes de Cifuentes
En este tocomocho institucional poco importa ya el enroque numantino en el cargo de la presidenta, la perpetua huida hacia adelante ‘made in’ Génova o la desvergonzada sucesión de caras de cemento
@jonathanmartinz
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Pedripol
7 de Abril de 2018


CTXT necesita un arreglo de chapa y pintura. Mejorar el diseño, la usabilidad… convertir nuestra revista en un medio más accesible. Con tu donación lo haremos posible este año. A cambio, tendrás acceso gratuito a El Saloncito durante un mes. Aporta aquí

De todos los animales mitológicos de la infancia, mi preferido nunca fue el gamusino, azote de cazadores novicios, ni tan siquiera el coco, que acechaba las cunas de los niños insomnes. Mi animal mitológico favorito, con permiso del hombre del saco y la bruja piruja, siempre fue el perro que se comía los deberes de los alumnos poco aplicados, aquellos que no solamente profesaban la pereza escolar sino que además renunciaban a la molestia de fabricar una coartada verosímil. Uno intenta imaginar las dimensiones bíblicas del perro que se comió el trabajo de fin de máster de Cristina Cifuentes y no puede menos que echarse a temblar solo de pensar en que semejante fiera silvestre pueda vagar en libertad sembrando el pánico por las calles y engullendo al buen tuntún nuestros tochos académicos con el apetito insaciable de un gargantúa.


En este tocomocho institucional y universitario poco importa ya el bochorno acalorado de la presidenta, el enroque numantino en el cargo, la perpetua huida hacia adelante made in Génova o la desvergonzada sucesión de caras de cemento que han defendido lo indefendible ante el peso abrumador de las evidencias. Tampoco importan mucho los aspavientos impostados de la bancada naranja, que aguarda agazapada el momento más oportuno para asaltar el trono y reemplazar a la reina. Al fin y al cabo, el silencio es una forma cobarde pero también eficaz de abordar las crisis políticas. Al fin y al cabo, nos instruyeron en la tradición literaria de la novela picaresca y ni la trampa ni el cartón nos parecen vicios abominables merecedores de castigo sino más bien los atributos necesarios para la astucia de la gobernanza.


El Cifuentesgate viene a confirmar la caricatura de una clase dirigente que predica la cultura del esfuerzo pero milita en la incultura del enchufe

Existen, sin embargo, otras implicaciones mucho más escandalosas. El Cifuentesgate viene a confirmar la caricatura de una clase dirigente que predica la cultura del esfuerzo pero milita en la incultura del enchufe, la carta de recomendación, el pedigrí familiar y el compadreo de misa de doce. Entre seminarios de emprendizaje y desfiles legionarios, la lumpenaristocracia española lo mismo se abanica la peineta con sus títulos de marquesado que se da a la fuga en un Toyota que nos vende el timo de la estampita de un palmarés académico que jamás ha existido. Pero es que el Cifuentesgate no solo forma parte de un nuevo episodio de podredumbre en la casta gobernante, sino que además desvela una trama de encubrimientos y complicidades que infaman el buen nombre de la universidad pública.


El perro que se zampó los deberes de Cifuentes no es un raquítico chihuahua ni un caniche ni un perro faldero ni un perro patada. La bestia parda que trituró el TFM de la presidenta es un monstruo cancerbero de tres cabezas que extiende sus zarpazos mucho más allá del chanchullo administrativo y el chascarrillo parlamentario. Porque el affaire Cifuentes viene a explicar, entre otras cosas, la estrategia política de la capillita liberal española, que nunca renunció a su conciencia de clase, y un modelo educativo diseñado para restringir a la mayoría trabajadora el acceso a los estudios superiores y a sus espacios de poder. Los ámbitos de gestión pública son sangrientos campos de batalla y esto, damas y caballeros, esto es la guerra.


En abril de 2012, cuando Cristina Cifuentes cumplía dos trimestres de absentismo escolar en la Universidad Rey Juan Carlos, el gobierno de Rajoy anunció un incremento de hasta el 66% para las tasas universitarias. Aún no sabíamos que el ministerio de Educación terminaría firmando un recorte de 258 millones en becas en apenas un par de cursos. Aún no sospechábamos que decenas de miles de alumnos terminarían abandonando una universidad que no podían permitirse el lujo de pagar. Así era 2012: la Troika imponía la asfixia por decreto, el ministro Wert mutilaba el sector educativo, la delegada del Gobierno hacía novillos en el máster de Derecho Autonómico y los estudiantes y los profesores degustaban en las calles los porrazos policiales de la austeridad.


Con el tiempo, España pudo presumir de ofrecer algunas de las matrículas universitarias más caras de Europa mientras abonaba salarios por debajo de la media comunitaria y los trabajadores batían todos los récords de temporalidad y pérdida de poder adquisitivo. El objetivo no era otro que desvalijar el sistema público y apuntalar una Unión Europea de usureros y esclavos. Cuando las estadísticas delataban que el precio medio de un máster en España rondaba los dos mil euros mientras que en Alemania costaba apenas cincuenta, resultaba tentador deducir que los jóvenes españoles no solamente parecían condenados a abandonar los estudios para fregar los platos de los turistas alemanes, sino que además estaban condenados a pagarles la carrera.

El perro que devoró los deberes de Cifuentes es el abuso del capital, la omertá de la mafia gobernante, el salvoconducto de los apellidos ilustres y la licencia del poderoso para la carcajada impune en horario de máxima audiencia. El perro que masticó los deberes de Cifuentes es el hampa financiera y sus correveidiles parlamentarios, la cartera ministerial que arruinó Wert, los gerifaltes universitarios que participan del fraude. El perro que se tragó los deberes de Cifuentes es el Partido Popular que nos gobierna y Ciudadanos que lo sostiene. Algo sé de animales mitológicos y todos ellos son, por mucho que no ladren, el mismo perro con distinto collar.


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Tras el ultimátum del partido naranja
El PP apoyará la comisión de investigación sobre el máster de Cifuentes propuesta por Cs
  • El partido pretende así dilucidar las supuestas irregularidades cometidas en el máster de la presidenta de la Comunidad de Madrid
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La presidenta de la Comunidad de Madrid, Cristina Cifuentes, durante su intervención en la convención nacional del Partido Popular en Sevilla (Rafa Alcaide / EFE)
Agencias, Madrid
07/04/2018 14:53 | Actualizado a 07/04/2018 17:27


El grupo parlamentario del PP en la Asamblea de Madrid ha anunciado este sábado que apoyará la comisión de investigación propuesta por Ciudadanos para dilucidar las supuestas irregularidades en el máster de Cristina Cifuentes.

Así lo ha anunciado el PP a través de Twitter después de que Ciudadanos haya dado hoy un plazo de 48 horas para que este partido apoyase la creación de este órgano y evitase así que la formación naranja pida la dimisión de la presidenta autonómica, cuyo Gobierno sostiene.

Responden así a la exigencia de la formación naranja

“Una vez presentada la iniciativa de creación de una comisión de investigación ante la Mesa de la Asamblea de Madrid, y si es conforme al Reglamento en su objeto y normas, apoyaremos su creación. Como siempre”, ha asegurado el PP Comunidad de Madrid en su cuenta de Twitter bajo el hashtag “#sinmiedoalaverdad”.

Los ‘populares’ madrileños han contestado así al plazo dado hoy por el portavoz de Ciudadanos en la Asamblea de Madrid, Ignacio Aguado, que ha dicho que pediría la dimisión de Cifuentes de no obtener ese apoyo en declaraciones a los periodistas tras la reunión del Comité Territorial del partido en Madrid.




Hablando de comisiones

Por Javier, 5 abr 2018, 19:00
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