Que anécdota tan agradable! Las únicas perlas buenas que tengo son unos aretes (pendientes) que me regaló mi marido y bueno algunas otras de bisutería que las amo! Es que me parecen tan elegante y chic!Sí que las quiero!
No hay problema: entráis al reparto junto lo con la Gallinita.
Yo tampoco creo en eso de lágrimas ni novias tristes por usar perlas.
Para una cena formal le pedí prestado a mi suegri su collar de perlas de una vuelta porque lo encuentro sencillo y chic.
Una señora al parecer muy conocedora me dijo "cómo se nota que son legítimas! Te lo regaló tu marido?"
Le contesté la verdad; es un collar de mi suegra.
Marido se hizo el distraído.
Que nunca me va a regalar uno, dijo.
Que espere unos 30 años que seguro las heredo, dijo.
Así que te sumamos al imaginario plan de tomar por asalto el joyerío de Máxima.
Un divertimento foril.