Maje y Salva, asesinos de Antonio Navarro, condenados a 22 y 17 años de cárcel

Hoy día, a la mayoría de los hombres jóvenes les da alergia o pereza casarse.

Lo hacen a regañadientes, cuando buscan el embarazo. Y ni con una razón como lo es un hijo.

Cuantos hombres se estarán reafirmando en sus convicciones y habrán renegado de arreglar los papeles legales. Gracias, Maje.


Este caso puede abrirle los ojos a más de un calzonazos, porque para que haya una zorra bicho se necesita un calzonazos premium.
 
No han aportado nada nuevo el programa de marlasca que no hallamos dicho aqui. Hay un poco de lio con sus amantes. Van a tener que hacer un croquis para el juicio porque se solapan las fechas. A ver si alguien aqui se anima y hace un dibujito porque yo me he liado un poco; y eso que marlasca ha puesto como un dibujo , pero no ha quedado nada claro.
Me ha decepcionado que no ha habido análisis a la personalidad de Maje, solo De vicente ha dicho que es una viuda negra de manual.
 
Este caso puede abrirle los ojos a más de un calzonazos, porque para que haya una zorra bicho se necesita un calzonazos premium.
Yo no creo que Antonio fuera un calzonazos porque antes de casarse ya la mando a la mierda cuando le pidio 80000 euros para el arreglo del piso del abuelo o estando ya casados la puso las maletas en la puerta.
Estoy convencido de que si no le hubieran matado se habría divorciado de este mal bicho.
 
http://www.abc.es/espana/abci-maje-...en-carcel-picassent-201802252105_noticia.html


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Maje, el día de su boda con Antonio Navarro. A la derecha, Salva R. presunto autor del crimen - ABC
Maje, la «viuda negra» de Patraix reina también en la cárcel de Picassent
La Policía de Valencia ya ha interrogado a tres de los cuatro amantes que mantuvo a la vez
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Cruz Morcillo
@cruzmorcilloSeguir
Madrid25/02/2018 21:05hActualizado:26/02/2018 02:56hLa doble vida de «la viuda» que convirtió en asesino a su amante

«Maje va a diario al gimnasio y allí pasa mucho tiempo, poniéndose fuerte y aprovechando para coquetear con todo el que puede». María Jesús Moreno, Maje, de 27 años, lleva desde el 12 de enero en prisión por el crimen de su marido el ingeniero Antonio Navarro al que apuñaló en el garaje de su casa de Patraix (Valencia) uno de los amantes de ella: el celador Salvador Rodrigo, de 47 años, el pasado 16 de agosto. Ambos están entre rejas, pero Maje aprovecha el tiempo en el centro penitenciario de Picassent, según las fuentes consultadas por ABC, y reina en la cárcel persuadida de su capacidad para manipular voluntades.

Los investigadores del Grupo de Homicidios de Valencia van de sorpresa en sorpresa con las declaraciones que han prestado ya numerosos testigos y que sirven para componer el retrato de esta enfermera que engañó a todos aquellos que tenía a su alrededor. La semana pasada compareció el cuarto de los amantes que Maje simultaneó en los meses previos y posteriores al crimen de su marido.Tomás, un fisioterapetua con el que mantenía relaciones antes de casarse y después, aportó unas conversaciones de Telegram con la mujer del pasado mes de junio en las que ella le dijo que su esposo la maltrataba y que estaba enfermo de cáncer.Con todo lo más relevantes es que la enfermera admitía que había pensado «en acabar con su vida» (la de su marido).

La vida sentimental/sexual de Maje es tan prolífica en los meses que rodean al crimen que se precisa un mapa para no perderse entre nombres y fechas. Tomás, Salva, José y Sergio son los cuatro hombres que se disputaron su cama. Solo los dos primeros sabían que estaba casada. Salva, el celador y compañero de trabajo, llevó a tal grado su obsesión que acabó apuñalando al marido de Maje en su garaje «tan solo porque pensó que sería bueno para ella», según declaró al juez cuando lo detuvieron. «La quiero mucho y quiero que sea feliz». Tanto que se inculpó en solitario del asesinato, si bien en un careo posteriro ninguno abrió la boca.

Maje en el crimen y la forma en que manipuló al autor material como había intentando hacer antes con Tomás. Salva solo recogió las migajas de la mujer: «He mantenido alguna relación sexual con él, pero de manera muy esporádica y solo s*x* oral, porque no me atrae físicamente», contó ella a los investigadores tras su detención. La explosiva «viuda negra» seleccionaba jóvenes atractivos y atléticos.

La Policía sospecha que, además del deseo de verse libre, el auténtico móvil para Maje era económico. En el sumario figura un mensaje de su marido en el que le advertía a ella que no le iba a permitir que le pusiera la mano encima. «La relación estaba muy deteriorada, posiblemente a punto de romperse y ella quería asegurarse el dinero», explican a ABC fuentes de la investigación. El piso en el que vivía la pareja era propiedad de ambos pero el 80 por ciento pertenecía a Antonio y a ella solo el 20 por ciento. Maje aseguró que además había puesto 30.000 euros en «B», que le habrían prestado sus padres, aunque no se ha encontrado nada que lo justifique. Tras el crimen, tanto ella como su madre estuvieron llamando con insistencia a la familia de Antonio para que le firmaran un reconocimiento de deuda en el despacho de una abogada. Además, están los dos seguros contratados por el ingeniero, la pensión de viudedad y la póliza de accidentes y defunción que tiene la empresa para la que trabajaba la víctima. Todo un capital.
 
http://www.abc.es/espana/abci-polic...viuda-negra-patraix-201802260256_noticia.html

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Maje y su marido Antonio Navarro - ABC
La Policía apuntala el móvil económico de la «viuda negra» de Patraix
La relación estaba muy deteriorada y Maje tenía miedo de perder los 30.000 euros que había puesto en «B» para el piso
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Cruz Morcillo
@cruzmorcilloSeguir
Madrid26/02/2018 02:56hActualizado:26/02/2018 02:56hEl «sueldo» de Maje por la muerte de su marido: 1.600 euros al mes

La Policía sospecha que, además del deseo de verse libre de su marido, el auténtico móvil para Maje (María Jesús Moreno), la viuda de Patraix, era económico. En el sumario figura un mensaje de su marido en el que le advertía a ella que no le iba a permitir que le pusiera la mano encima. «No quiero a alguien para cenar entre semana y sentarnos en el sofá a mirar el móvil hasta la hora de dormir y cuando tenemos un día libre, cada uno por su lado. Y no quiero a nadie que me ponga la mano encima. Por ahí no paso. Y gracias por ni abrir mi chat». El mensaje, recuperado del móvil de la víctima, es del 4 de junio de 2017, dos meses antes de que lo mataran. Supuestamente lo envió tras descubrir otra mentira de su mujer que desde mayo tenía un nuevo amante: un publicista llamado José, ajeno a la doble vida que mantenía la enfermera.

«La relación estaba muy deteriorada, posiblemente a punto de romperse y ella quería asegurarse el dinero», explican a ABC fuentes de la investigación. El piso en el que vivía la pareja era propiedad de ambos pero el 80 por ciento pertenecía a Antonio y a ella solo el 20 por ciento. Maje aseguró que además había puesto 30.000 euros en «B», que le habrían prestado sus padres, aunque no se ha encontrado nada que lo justifique. Tras el crimen, tanto ella como su madre estuvieron llamando con insistencia a la familia de Antonio para que le firmaran un reconocimiento de deuda en el despacho de una abogada de Valencia. Además, están los dos seguros contratados por el ingeniero, la pensión de viudedad y la pólizas de accidentes y defunción que tiene Ferrovial, la empresa para la que trabajaba la víctima. Este es el desglose que se investiga.

30.000 euros en «B» para el piso

Maje solo era propietaria del 20 por ciento del piso en el que vivía con su marido.Según ella había aportado otros 30.000 euros en «B». Los investigadores creen que tenía miedo de perder ese dinero, si Antonio ponía fin al matrimonio por sus infidelidades. Tras el crimen, quería que su suegra y su cuñado le firmaran un reconocimiento de deuda e incluso hizo que su propia madre llamara en varias ocasiones a la familia de su yerno.

Pólizas de accidente de la empresa

La viuda acudió con insistencia al Juzgado para obtener una copia de la autopsia. Su objetivo era que la empresa para la que trabajaba su marido reconociera la muerte como un accidente «in itinere» por lo que percibiría unos 60.000 euros. Beatriz, la administrativa que se encargaba de la nómina de Antonio Navarro, confirmó la semana pasada en su declaración ante la Policía que Maje había recabado su ayuda para realizar esas gestiones. La mutua se negó porque Antonio ni siquiera había subido al coche (de empresa) cuando lo apuñalaron en su garaje. Ante ese fracaso ha tratado de beneficiarse de otra póliza privada de esa misma empresa que le supondría cobrar de por vida casi el sueldo que tenía su marido (unos 1.600 euros mensuales). La Policía está a la espera de que Ferrovial le envíe esas pólizas y determinar el contenido exacto y los tejemanejes de Maje.

Pensión de viudedad

Maje cobra 1.100 euros de pensión de viudedad. Pese a estar en prisión por estos hechos sigue percibiendo esa cantidad mensual.

Dos seguros de vida

Uno es el de la Visa de la víctima y tenía contratado otro. Se cree que la cantidad no alcanza a los 10.000 euros, pero aún no han llegado las pólizas al Juzgado.
 
Este caso puede abrirle los ojos a más de un calzonazos, porque para que haya una zorra bicho se necesita un calzonazos premium.
Sí que es cierto que a ciertos hombres tímidos o cobardes les molan las mujeres bicho. Se complementan.

En este caso en concreto, no creo que Antonio fuera un calzonazos. No escrituró a medias el piso conyugal, p.ej.. En vida, no pudo tocar un euro suyo.

En caso de divorcio, él le habría comprado su 20% y cada uno por su lado. Una mujer trabajadora y joven, sin hijos, no recibe la compensatoria.

Le aguantó y le perdonó, quizás la disculpaba por la juventud de ella, 27, porque estaba enamorado hasta las trancas y fue la primera. A sus 3x.

Estuvo centrado en su profesión y sus estudios, supongo. El tiempo libre lo dedicaba a su familia y sus amigos.

Maje era su primera novia y la hermana de un amigo del pueblo natal, al que seguía vinculado activamente.

Maje le echó la caña, años atrás, le visitaba en sus destinos de trabajo como amigos. A vigilar.

Pobrecito Antonio. Tenía toda la vida por delante.
 
Le mató porque era suyo.

El machismo va más allá de tener p* o vagina. El machismo es una construcción sociocultural.

No quiero desviarme del tema. Fin.

Pues es q yo pienso q le mató porq le estorbaba en su vida d mujer liberada, algo d lo q no estoy en contra, pero si una quiere tener 20 amantes, no se casa. Y llegado el caso, se divorcia uno. No es una cuestion d fidelidad, sino d lealtad y respeto.
 
Pues es q yo pienso q le mató porq le estorbaba en su vida d mujer liberada, algo d lo q no estoy en contra, pero si una quiere tener 20 amantes, no se casa. Y llegado el caso, se divorcia uno. No es una cuestion d fidelidad, sino d lealtad y respeto.
Pues si te estorba tu marido para hacer tu vida te divorcias, pero no le asesinas. La única explicación es que es una asesina, y el móvil es económico además del odio (violencia en familia, llámalo como quieras).
 
http://www.abc.es/espana/abci-maje-...en-carcel-picassent-201802252105_noticia.html


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Maje, el día de su boda con Antonio Navarro. A la derecha, Salva R. presunto autor del crimen - ABC
Maje, la «viuda negra» de Patraix reina también en la cárcel de Picassent
La Policía de Valencia ya ha interrogado a tres de los cuatro amantes que mantuvo a la vez
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Cruz Morcillo
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Madrid25/02/2018 21:05hActualizado:26/02/2018 02:56hLa doble vida de «la viuda» que convirtió en asesino a su amante

«Maje va a diario al gimnasio y allí pasa mucho tiempo, poniéndose fuerte y aprovechando para coquetear con todo el que puede». María Jesús Moreno, Maje, de 27 años, lleva desde el 12 de enero en prisión por el crimen de su marido el ingeniero Antonio Navarro al que apuñaló en el garaje de su casa de Patraix (Valencia) uno de los amantes de ella: el celador Salvador Rodrigo, de 47 años, el pasado 16 de agosto. Ambos están entre rejas, pero Maje aprovecha el tiempo en el centro penitenciario de Picassent, según las fuentes consultadas por ABC, y reina en la cárcel persuadida de su capacidad para manipular voluntades.

Los investigadores del Grupo de Homicidios de Valencia van de sorpresa en sorpresa con las declaraciones que han prestado ya numerosos testigos y que sirven para componer el retrato de esta enfermera que engañó a todos aquellos que tenía a su alrededor. La semana pasada compareció el cuarto de los amantes que Maje simultaneó en los meses previos y posteriores al crimen de su marido.Tomás, un fisioterapetua con el que mantenía relaciones antes de casarse y después, aportó unas conversaciones de Telegram con la mujer del pasado mes de junio en las que ella le dijo que su esposo la maltrataba y que estaba enfermo de cáncer.Con todo lo más relevantes es que la enfermera admitía que había pensado «en acabar con su vida» (la de su marido).

La vida sentimental/sexual de Maje es tan prolífica en los meses que rodean al crimen que se precisa un mapa para no perderse entre nombres y fechas. Tomás, Salva, José y Sergio son los cuatro hombres que se disputaron su cama. Solo los dos primeros sabían que estaba casada. Salva, el celador y compañero de trabajo, llevó a tal grado su obsesión que acabó apuñalando al marido de Maje en su garaje «tan solo porque pensó que sería bueno para ella», según declaró al juez cuando lo detuvieron. «La quiero mucho y quiero que sea feliz». Tanto que se inculpó en solitario del asesinato, si bien en un careo posteriro ninguno abrió la boca.

Maje en el crimen y la forma en que manipuló al autor material como había intentando hacer antes con Tomás. Salva solo recogió las migajas de la mujer: «He mantenido alguna relación sexual con él, pero de manera muy esporádica y solo s*x* oral, porque no me atrae físicamente», contó ella a los investigadores tras su detención. La explosiva «viuda negra» seleccionaba jóvenes atractivos y atléticos.

La Policía sospecha que, además del deseo de verse libre, el auténtico móvil para Maje era económico. En el sumario figura un mensaje de su marido en el que le advertía a ella que no le iba a permitir que le pusiera la mano encima. «La relación estaba muy deteriorada, posiblemente a punto de romperse y ella quería asegurarse el dinero», explican a ABC fuentes de la investigación. El piso en el que vivía la pareja era propiedad de ambos pero el 80 por ciento pertenecía a Antonio y a ella solo el 20 por ciento. Maje aseguró que además había puesto 30.000 euros en «B», que le habrían prestado sus padres, aunque no se ha encontrado nada que lo justifique. Tras el crimen, tanto ella como su madre estuvieron llamando con insistencia a la familia de Antonio para que le firmaran un reconocimiento de deuda en el despacho de una abogada. Además, están los dos seguros contratados por el ingeniero, la pensión de viudedad y la póliza de accidentes y defunción que tiene la empresa para la que trabajaba la víctima. Todo un capital.

¿La madre estaba al tanto de sus andanzas? Si eran tan religiosos es algo que me choca...
 
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