El Principe Henrik ha fallecido. Febrero 13, 2018. Funerales.


El de la Reina es mucho más bonito.....y tiene su historia sentimental detrás pues Ingrid lo heredó de su madre, Margareta, cuando ésta murió prematuramente dejando a todos sus hijos pequeños y estando embarazada de ocho meses de su sexto hijo. Era conocida como Daisy, el mismo apodo familiar que su nieta Margrethe II.

Toy intrigado por saber a quién dará la Reina su broche. Si a Frederik para que Mary lo luzca al convertirse en Reina consorte o a su nieto Christian para que lo luzca su futura mujer. Dárselo a cualquier nieta es perder de vista el broche en un par de generaciones.
 
Sólo queda… Felipe
JAIME PEÑAFIEL 19/02/2018


Tres eran tres, no las hijas de Elena, sino los hombres que se acuestan con la reina, bautizados con el nombre de consortes.

Nada que ver con la mujer que se acuesta con el rey, sin más obligaciones que seguir casada con él, con el mismo estatus hasta que la muerte o el divorcio los separe.

Estos días y a propósito de la muerte del príncipe Henrik de Dinamarca, que tuve la oportunidad de conocerle y entrevistarle en varias ocasiones, se ha escrito mucho sobre estos hombres a quienes las monarquías discriminan cruelmente, impidiéndoles, incluso, llevar el nombre de la esposa.

Sólo se les acepta como el hombre que, por matrimonio, tienen el deber de acostarse con la reina y depositar el s*men en su vagina para darle, con o sin amor, el heredero que perpetúe la Institución. Si además nace varón, su misión, como consorte, está cumplida.

Hasta hace poco en Europa existían tres consortes: Felipe de Edimburgo, que lo sigue siendo de la reina Isabel de Inglaterra; Claus von Amsberg, que lo fue de la reina Beatriz de los Países Bajos y el fallecido Henrik de Monpezat de la reina Margarita de Dinamarca. Cada uno con su drama.

Si triste ha sido el final del príncipe danés, no menos lo fue el del príncipe holandés. No era tan brillante, locuaz y arrogante como Felipe. Ni tan elegante y mundano como Enrique. Pero, a diferencia de estos dos, Claus fue, hasta su desgraciada muerte, un hombre honrado, fiel, leal, honesto que siempre supo estar en su sitio aunque, al final, no supiese cual era este. El proceso para su aceptación fue muy duro, pero nadie advirtió el daño causado en su alma.

El cambio de príncipe a consorte real fue traumático. Mientras su esposa, la reina, aparecía llena de entusiasmo y energías sin límites, Claus se sentía inútil y aburrido. Después de haber dado un heredero, su vida ya no tenía sentido.

Al igual que los otros dos, había cometido el error más grande que puede cometer un hombre: enamorarse, casarse y convivir con la mujer equivocada. Cuando falleció, el 6 de octubre de 2004, a los 76 años, no sabía ya quien era ni quien había sido por culpa del protocolo, tan cruel e inhumano con los príncipes consortes.

Felipe, el superviviente de estos tres, utilizó, desde el primer día, su cáustico sentido del humor para protegerse y sobrevivir a la sombra de su esposa, la reina, sin perder su personalidad pero, sobre todo, su dignidad.
La reina Isabel lo entendió muy bien cuando reconoció a quien, de forma velada y sutil, le hizo ver que su esposo tenía aventuras extraconyugales. “Yo, a mi esposo, no le pido fidelidad sino lealtad necesaria para llevar adelante esta empresa que es la de reinar”.

En España no hay consortes reales aunque si reina “consuerte”. ¡Menuda tuvo la periodista, nieta de taxista e hija de enfermera sindicalista! No así los consortes de segunda, Iñaki Urdangarin y Jaime Marichalar. El primero más frío, ambicioso y calculador. El segundo: más artista, más fashion, más frívolo. Aunque, al principio parecía que Urdangarin había ganado y Marichalar, perdido, en el fondo, perdieron los dos. Jaime divorciándose de su esposa, la infanta Elena; Iñaki de la familia.

Lo que siempre he pensado: ser consorte es una maldición
 
28161629_625048301167088_7960940081907858244_o.jpg
28238682_625048317833753_8489190577561716548_o.jpg
28164373_625049224500329_6829970792860971867_o.jpg
 
Personalmente encuentro innecesario el gasto hecho en flores. Veo esa cantidad de flores en el piso, en la iglesia y fuera del palacio, y me las imagino mañana ya marchitas dentro de tachos de basura... cuánto dinero desperdiciado.
Me gusta la costumbre de donar el dinero equivalente a las flores a alguna institución benéfica, en nombre del fallecido. Mucho más útil y menos perecedero.
Pero es mi opinión. No soy muy fanática de las flores cortadas.
no lo vería tan mal, la realeza genera turísmo y con ello ingresos al país, muchas tiendas de flores se ven beneficiados al vender y con ello de retribuye el trabajo de quien se dedica a esto
 
Imagino que la música que toca la banda cuando parte la carroza fúnebre trae un recuerdo de Henrik, porque se ve que en particular Mary y Joachim, que en ese momento tienen los rostros tensos, apenas comienza la música esbozan una sonrisa y en seguida se conmueven y parecen ambos a punto de llorar.
Frederik suspira, comparte una mirada con Mary y sonríe.

Era el Himno del Principe Henrik, regalo de bodas para el Príncipe. Tenía compases que incluían o asemejaban los de las marchas militares francesas.
Edito para agregar mi post al respecto con mas información
Cuando el coche fúnebre se alejó,la banda tocó la Marcha en homenaje del Príncipe Henrik. Fue el nieto de Kai Nielsen, Preben Beyer, quien compuso la Marcha del Homenaje del Príncipe Henrik en 1967. Fue como un regalo de bodas que el Príncipe recibió, en el que hay claras referencias a la tradición de marchas en la tierra natal del Príncipe, Francia. Fuente: página de la Casa Real Danesa
 
Última edición:
Back