El Pazo de Meirás

de verdad, a la porra y Zeltia, nadie obligaba a nadie a ir a misa, digáis lo que digáis, en mi entorno lo he vivido, amigos de mis padres, de mis abuelos ateos declarados y que no pisaban la iglesia, una prima de mi madre se caso con un señor hijo de un comunista de carnet que no estaba bautizado y nunca he dicho que no ir a misa sea odiar la religión, odiar la religión es atacarla como hicieron los republicanos,. quemando iglesias, asesinando a católicos, curas y monjas, expulsar a ordenes religiosas de España, es muy distinto, también conozco a católicos que creen que Dios pero no son practicantes, hay de todo pero estos católicos no practicantes, no atacan a la iglesia
Zeltia, yo no trato de tapar nada, atrocidades hay en todos sitios pero no es justo culpar a todos de lo que hacen algunos, que haya curas pederastas como profesores, padres de familia etc pederastas, no significa que todos lo sean, hay que coger a esos criminarles y meterles en la cárcel, incluso la castración química si me apuras pero no es justo condenar a todos por lo que hacen estos
 
Feijoo cuando dices que un Estado de Derecho defiende por Ley los intereses de la familia Franco y sus bienes me da la impresion de que os estais riendo de nosotros y de todos los cientos de miles de muertos que lucharon por la libertad en la Guerra Civil y eso si que me enfada por que nos estais vendiendo una democracia que sigue siendo una Dictadura.
@helene igual te gusta mas esta entrevista a un soldado del bando franquista y puedas ver el papel real de la iglesia en la dictadura.
La iglesia como Organizacion tiene las manos manchadas de sangre.




‘Me obligaron a fusilar a republicanos’, conoce la increíble historia de Román Mourín


Teníamos que tirar tres tiros a la espalda y dos a la cabeza. Empezaba la corneta: ti ti ti para que preparáramos. Cuando volvía a hacer ti, tirábamos del gatillo. Todos caían hacia atrás. Se quedaban allí un poco, sangrando. Luego los cargaban en un camión basculante, no sé dónde los enterraban".
Es la desgarradora declaración a VICE News de Román Mourín, soldado del bando franquista durante la guerra de 1936 quien con 22 años fue obligado a participar en medio centenar de fusilamientos.

Román nació en una aldea cercana a Sarria (Lugo), donde todavía vive, a sus 97 años. Era hijo de una ama de cría de los hijos de un ministro del rey Alfonso XIII. El médico del pueblo la seleccionó entre las mejores madres lactantes de la localidad para viajar a Madrid y Román fue criado por su padre gracias a la leche de una burra.

Tras el alzamiento militar, Román se libró por no dar la talla, pero al endurecerse la guerra fue reclutado. En Asturias trabajó picando piedra que después era utilizada como explosivo de aviación y también ejerció de escolta en un campo de aviación donde un millar presos trabajaban forzosamente para reconstruirlo. "Pasábamos hambre todos", explica Román, "pero nosotros podíamos ir a robar maíz al campo", recuerda.

"En la guerra trataba de no matar a nadie pero muchas veces tenía que hacerlo ". Semanas después, Román, que entonces tenía 20 años, fue movilizado a primera línea de frente donde avanzó con las tropas golpistas y participó en las batallas más duras.

"Los republicanos eran muy buenos combatientes. Creo que si no hubiese sido por los alemanes y los italianos no hubiésemos ganado la guerra. Un día salimos 110 soldados por la mañana y a la hora de la cena quedábamos 23". Román salvó su vida refugiándose entre dos muertos que lo protegieron de las balas.

"Nuestro capitán era un demonio. En Teruel nos mandó enterrar a cuatro soldados, dos de los cuales estaban graves, pero no muertos", prosigue. "Le dio igual. Decía que le estorbaban y los camilleros no llegaban para llevárselos. Así que les echamos algo de tierra por encima. Uno de ellos quedó gritando y pidiendo por favor que no lo dejáramos allí".
Durante todo su relato, Mourín acusa a la Iglesia católica de ser una de las aliadas de Franco que, junto a la gran burguesía, compró a los militares a golpe de talonario. "Cuando nos encontrábamos alejados del frente, el cura celebraba misa. Predicaba que debíamos matar a todos los republicanos porque eran personas que querían acabar con la religión y con la Iglesia. Y entre nosotros había de todo, muchos no estábamos de acuerdo pero nos resignábamos y muchos estaban de acuerdo con lo que el cura predicaba".

Según Alejandro Rodríguez, historiador de la Universidad de de Santiago de Compostela e investigador de la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica (ARMH), la IGLESIA ejerció un papel fundamental en la ejecución de miles de asesinatos. "Son numerosos los casos de CURAS que ordenaron qué personas debían ser asesinadas en sus pueblos, emitiendo informes a los tribunales militares", detalla a VICE News
En verano de 1938, el capitán de Román quiso destinarlo al cruce del Ebro. Entonces, Román desertó. Pero no volvió a casa, sino que permaneció oculto entre las diferentes quintas movilizadas en León y Oviedo. Antes de la ofensiva final, en la primavera de 1939, Román decidió entregarse a su compañía. Su capitán no pudo acusarle de nada, pero lo castigó destinándolo a la primera línea de frente en la toma de Ciudad Real.

Los sublevados franquistas entraron a la ciudad sin apenas resistencia. "Nos pusieron a detener a todo el mundo, a la gente que huía por las carreteras", sostiene Román. "Las cárceles se desbordaron de prisioneros, así que nos mandaron rodear el campo de fútbol con una alambrada, que también llenamos de republicanos".

"Esa gente no tenía nada. Por un trozo de pan nos daban el anillo, la pulsera, todo cuanto tuviesen. Las mujeres empezaron a prostituirse con los soldados. Se levantaban la falda y te decían: 'Mira que buena la tengo… A ver si puede darme algo, tengo marido e hijos y se mueren de hambre…'Aquello era horrible. Yo muchas veces lloré."

"Román Mourín formó parte durante más de año y medio del cuerpo de guardia de la cárcel de Ciudad Real y participó en varias ocasiones como piquete de ejecución", explica a VICE News José Antonio Millán, abogado y presidente de la Asociación Memoria de Ciudad Real
Según Román, los fusilamientos comenzaron por la necesidad de reducir la cantidad de prisioneros y de eliminar inmediatamente a todo aquel implicado en la defensa de la Segunda República. Eran ordenados "por personas del clero y el ayuntam
iento" y se ejecutaban al amanecer
. "Nos despertaban a las seis de la mañana. Debíamos ir cinco soldados por cada preso".

Setenta y seis años después, el anciano todavía recuerda lo que le gritaban los que estaban a punto de morir:"'Tirad bien, soldaditos, tirad bien, no nos dejéis sufriendo…', 'Soy padre de familia y me matan sin tener porqué', 'Matáis a los pobres para que los ricos vivan bien'".

El historiador Alejandro Rodríguez sostiene que, aún hoy, es muy difícil cuantificar el alcance de la represión franquista. Asegura que los datos más fiables provienen de especialistas y colectivos que han realizado investigaciones por iniciativa propia, pero que todavía hay miles de ciudadanos enterrados en lugares sin identificar
"El dato más contrastado es la recopilación de investigaciones llevada a cabo por el juez Garzón en la que cuantificó, en base a denuncias de colectivos y familiares, una cifra de 114.226 personas desaparecidas en todo el Estado".

"En la provincia de Ciudad Real el alcance de la represión es inexacto, pero calculamos que puede llegar a 10.000 desaparecidos", precisa José Antonio Millán.

El macabro relato de Román prosigue: "Una vez disparamos a catorce, pero uno quedó vivo, de pie. Empezó a gritarnos: '¡Matadme! ¡Todavía no me matasteis! ¡Si Dios existiera, mataría a quien manda matar!' Tras disparar de nuevo, fueron advertidos: 'El que se haya negado a disparar será fusilado con el que quedó'".
Como guardia de la cárcel, el joven soldado grabó en su mente la escena del último adiós de la familia del alcalde de Ciudad Real, Calixto Pintor, poco antes de su fusilamiento: el llanto de toda la familia, el desmayo de su mujer y el grito con promesas de venganza de uno de sus hijos al despedirse.

"Ese hijo murió joven, la mayoría murieron jóvenes", explica José Antonio Millán. "Calixto Pintor, que fue alcalde socialista de la ciudad entre 1937 y 1939, tuvo dos consejos de guerra. Del primero se libró gracias a los avales de personas influyentes, pero fue nuevamente denunciado y fusilado, el 24 de julio de 1940. Actualmente sólo vive una hija del alcalde, en una residencia de ancianos. Todas fueron educadas en familias franquistas".

Román recuerda las torturas que cada día se cometían allí: "En el patio central había una soga donde ahorcaban a un prisionero hasta la asfixia. Luego lo soltaban y le dejaban respirar un poco. Así todo el día hasta que terminaban matándolo".

Esta es la primera vez que Román cuenta su historia a un medio de comunicación, y no porque no haya querido hacerlo antes. "A veces he contado mi historia, pero a la gente no le interesa", recuerda. "Yo creo que hay quien no se cree que estas cosas sucedieron. "Con la República empezábamos a despertar, pero tras la guerra aquella gente que nos abría los ojos desapareció. Lo peor de todo sería que esto volviera a pasar".

"Su historia es la misma de la de muchos otros, muchos más de los que pensamos", sostiene Millán, "hombres de izquierdas atrapados por el franquismo y obligados a asesinar a otras personas".

"La Transición fue primordial en el olvido de las víctimas", explica Alejandro Rodríguez. "Un olvido cimentado en la Ley de Amnistía y administraciones que nunca han amparado los esfuerzos de una gran parte de la sociedad con una clara voluntad de conocer el pasado, de hacer justicia y educar en cómo se implantó la dictadura".

El testimonio de Román es uno de los pocos testimonios de los verdugos del bando nacional registrados hoy en día. Cuenta su historia de una manera natural, con la distancia necesaria que le ha permitido seguir viviendo. A lo largo de ella recuerda el hambre que pasó y que fue criado con la leche de una burra. "Por eso no fui listo en la vida", sentencia con humor
 
Mis palabras no desprenden odio mis palabras desprenden la realidad que quereis enterrar
Una pregunta,¿A esto le refieres tu con "libertad religiosa"?

Abusos sexuales, malos tratos y explotación: Los internados religiosos de la dictadura y el posfranquismo

Los periodistas Montse y Ricard Belis publican la obra 'Los internados del miedo', una investigación aterradora que destapa el calvario que sufrieron miles de niños en los internados religiosos y del Estado durante el franquismo y parte de la democracia.
La dictadura dispuso de una amplia red de centros destinados a los más pequeños que se prolongó durante todo el franquismo y parte de la democracia. En su interior se adoctrinaba a hijos de madres solteras, de mujeres separadas a las que se les quitaba la custodia de sus hijos, niños que tenían a sus padres en la cárcel, hijos de chicas embarazadas.La dictadura, con sus imposiciones nacionalcatólicas había creado sus propias víctimas y luego les ofrecía beneficencia a cambio de adoctrinamiento, caridad a cambio de propaganda.
Los internados del miedo presenta escalofriantes testimonios de las víctimas de estos centros que cuentan las torturas que les hicieron pasar.
La vida de estas personas ha sido borrada de la historia del país. Desaparecieron sus historiales clínicos, se manipularon expedientes académicos, sufrieron experimentos médicos y nadie les ha pedido perdón. Ni el Estado, ni la Iglesia católica, que en cualquier caso, no hizo lo suficiente para evitar los casos de pederastia que se que se iban sucediendo. Tampoco por las palizas.

Al que le interese entero,son un horror los detalles
http://m.publico.es/politica/196224...ternados-de-la-dictadura-y-el-posfranquismo/a
A los sidosos y drogadictos en los años 80 los cuidaban las monjas. No tenían dónde caerse muertos. Las cosas como son.
 
Zeltia, sigue buscando testimonios, yo te puedo poner mil que dicen lo contrario ¿Qué con la republica empezaron a despertar?, si vamos,
los republicanos fueron unos sanguinarios
 
http://todoslosrostros.blogspot.com.es/2015/07/curas-asesinos-iglesia-criminal-la.html

memoriarepressiofranquista.blogspotcom.jpg
 
es verdad y todo lo que hacen por los mas desfavorecios
Sería bueno que pagaran los impuestos correspondientes IBI y demás , para mejorar la triste vida de los desfavorecidos , solo en la comunidad de Madrid se dejan de pagar 45 millones de euros anuales .
La santa madre iglesia siempre tan ahorrativa ... :cool:
 
A los sidosos y drogadictos en los años 80 los cuidaban las monjas. No tenían dónde caerse muertos. Las cosas como son.
Hablando de drogadictos y de las miles de familias destruidas por la droga, en los años 80 el actual Presidente de la Xunta FEIJOO se paseaba en el yate del conocido Narco Marcial Dorado y forjaban una gran y duradera amistad.
Debe de ser por eso, por la gran labor de la iglesia al cuidado de los enfermos de Sida que en el 2015 Feijoo y el Gobierno Central(Rajoy) comprometieron y aprobaron darle 17 millones de euros a la Iglesia para las obras de restauracion de la catedral de Santiago( un negocio privado en donde se recaudan millones de euros que no declaran a Hacienda es decir dinero negro de las "limosnas")
17 millones de dinero publico en un Estado Aconfesional como es el estado español y recogido esto ultimo en la Constitucion española.



Esto para la derecha y los socialistas actuales

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Así fue la II República: estadísticas para refrescar la memoria

2 Junio 2014 - 16:00 - Autor: zoomboomcrash




La Segunda República, ahora de moda por la abdicación del rey, duró cinco años, tres meses y cuatro días.

Estas son algunas estadísticas que reflejan cómo fue aquel periodo en la historia de España que abarcó desde abril de 1931 hasta julio de 1936. Las fuentes han sido el INE y el Anuario Estadístico (Fundación BBVA). Algunas estadísticas fueron muy positivas. Otras muy negativas.


I. Elecciones municipales del 12 de abril de 1931. Concejales electos.

-Monárquicos: 30.165

-Republicanos: 8.950

La mayoría de los votos fueron para los concejales monárquicos. Pero en las grandes ciudades arrasaron los concejales republicanos (1.037 contra 552 monárquicos). La presión de la calle obligó al rey a huir del país. Muchos concejales monárquicos en los pueblos salieron elegidos porque no se presentó ningún rival. Era el caciquismo.

II. Durante esos cinco años se decretaron estados de prevención, alarma, y guerra.

Estado de prevención: 21

Estado de alarma: 23

Estado de guerra: 18

En la democracia reciente (en 33 años desde la Constitución de 1978), solo ha habido un ‘estado de alarma’ (huelga de controladores de 2010) y un ‘estado de excepción’ parcial en 1981, éste último declarado por el capitán general Miláns del Bosch en Valencia en el intento de Golpe de estado del 23-F

III. Golpes de Estado y rebeliones:

Hubo dos intentos de golpe de estado: en 1932 con el general derechista Sanjurjo, y en 1934 con el levantamiento armado promovido por UGT, el PSOE, los anarquistas de la CNT y la izquierda. Los dos intentos fracasaron. Además, hubo una declaración de independencia de una región (Cataluña, aunque dentro de un supuesto estado federal), y una rebelión militar armada que dio un golpe de estado y desató la Guerra Civil (1936). En la democracia moderna, desde 1978, ha habido un intento de golpe de Estado, el 23F de 1981, que fracasó.

IV. Número de víctimas por la violencia política: 2.225

Descripción

1931.

Asesinatos anarquistas en Barcelona 22

Quema de conventos 3

Incidentes den San Sebastián. 8

Huelga general en Sevilla: 20

Huelga general en Barcelona: 6

Castilblanco: 5

1932.

Revuelta anarquista: 30

Incidentes: 62

Pronunciamiento de Sanjurjo: 10

1933.

Revueltas anarquistas: 169

Incidentes: 27

Elecciones y huelga general en Madrid: 9

1934.

Asesinatos de falangistas: 9

Asesinatos por falangistas: 5

Huelga nacional en el campo: 15

Revolución de Asturias: 1.500

1935.

Ejecuciones: 2

Incidentes: 45

1936.

Incidentes, quema de conventos, asaltos a periódicos, violencia callejera… Incluye el asesinato del político de la oposición (conservador), José Calvo Sotelo: 270.

Nota: en 32 años desde 1968, hasta 2000, los muertos por la violencia terrorista en España de ETA, Grapo, grupos de extrema derecha y otros fueron de 1.005, es decir, menos de la mitad que la República en un periodo seis veces más largo.

V. Huelgas:

Año Número Jornadas perdidas (en millones)

1931. 734 4,6

1932. 681 5,6

1933. 1.127 15,6

1934. 594 12,1

1935. 181 N.D.

1936. 887 N.D.

Nota: hasta entonces, el año con más huelgas y jornadas perdidas fue, con diferencia, 1920, con 18,1 millones. En el siglo XX las tres fechas con mayor número de jornadas perdidas fueron 1979, 1977, 1933 y 1920 según cálculos oficiales del gobierno.

VI. Crecimiento económico anual a precios de mercado (PIB):

1930 -3,87

1931 -2,68

1932 2,67

1933 -2,04

1934 3,57

1935 2,22

1936 -22,57 (incluye la guerra)

Nota: el PIB a precios constantes, medido en pesetas de 1995, no superó en ningún año de la República al PIB de 1929 a precios de mercado, el mayor conocido hasta la fecha. En 1929 fue de 8.707 millones de pesetas. Solo se superó esta cifra en 1951, con 9.211 millones de pesetas. De todos modos, a la República le impactó la crisis mundial de 1929.

VII. El consumo real privado por habitante (en pesetas de 1958) nunca superó las 12.160 pesetas a que llegó España en 1929. La media de 1931 a 1935 fue de unas 11.600 pesetas por habitante.

VIII. Reforma Agraria.

Avances: se prohibió a los propietarios de tierras la expulsión de campesinos arrendatarios. Se estableció jornada de ocho horas. Se obligó a los terratenientes a cultivar las tierras, y no dejarlas baldías. Se estableció un Seguro de Accidentes para los campesinos. Se llevaron a cabo expropiaciones de latifundios para entregar tierras a los campesinos. A la nobleza no se le indemnizó. Se concedieron créditos a los campesinos para la explotación de tierras. Resultados hasta 1934. A pesar de ello, como se ve en el punto IX, no mejoró la producción.

Fincas Hectáreas Nº Asentados

expropiadas 468 89.133 8.698

ocupadas 61 27.704 3.651

IX. Producción agrícola. (En millones de quintales métricos)

Trigo

1930 39.926

1935 41.897

Cebada

1930 22.627

1935 19.827

Centeno

1930 5.472

1935 4.856

Avena

1930 7.257

1935 5.400

Maíz

1930 7.237

1935 7.226

Arroz

1930 3.126

1935 2.953

Garbanzos

1930 829

1935 1.433

Uvas

1930 30.266

1935 29.305

En año 1932 fue extraordinario en cosechas, y se superó a los años anteriores en casi todos los productos. Pero en el resto, decayó.

X. Cambio de la peseta con el dólar:

1930 9,629

1931 10,548

1932 12,450

1933 9,707

1934 7,390

1935 7,351

Tras la depreciación de los primeros años, la política monetaria de la República consistió en reforzar la moneda. Ello supuso un grave error que castigó a las exportaciones españolas. (INE)

XI. Exportaciones españolas en millones de pesetas/oro (INE)

1930 2.457,0

1931 990,3

1932 742,3

1933 673,0

1934 612,5

1935 588,2

En cinco años, el valor de las exportaciones cayó un 76%.

XII. Tipos de interés de créditos personales.

1930 6,5

1931 7,0

1932 7,0

1933 7,0

1934 6,0

1935 6,0

En los años de la República, el tipo de interés en créditos personales subió muy poco en comparación con los diez años anteriores. En cambio, en el periodo democrático moderno, los tipos de interés de préstamos personales en España pasaron del 8,5% (1975) a casi el 20% (1990), es decir, triplicaron los tipos en la República.

XIII. Escolarización:

La República consiguió cifras record de escolarización (de 5 a 14 años, ambos sexos, en porcentaje sobre la población de esa edad)

1930 55,8

1931 58,8

1932 62,0

1933 65,6

1934 69,0

1935 N.D.

1936 N.D.

Logró además la tasa más alta de escolarización femenina: en 1930, solo el 53,1% de las mujeres entre 5 y 14 años estaba escolarizada. Cuatro años después, subió a 66,4% de las mujeres, cifra que no se superó hasta 1948.

Institutos Nacionales de Segunda Enseñanza.

Año Nº Profesores Alumnos

1931 80 1.722 105.649

1934 111 2.739 130.752

Institutos Elementales de Segunda Enseñanza

Año Nº Profesores Matriculados

1931 21 177 6.980

1934 56 701 14.255

Tanto en los Institutos Nacionales de Segunda Enseñanza como en los Elementales, la República incrementó prodigiosamente el número de profesores en muy pocos años. Más profesores por alumno significa menos masificación y más calidad. Por ejemplo, en tres años se duplicó el número de alumnos en los Elementales de Segunda Enseñanza, pero el número de profesores se multiplicó por cuatro.

Gran parte de ese mérito se debe al ministro de Instrucción Pública y Bellas Artes, Marcelino Domingo Sanjuán. Creó un cuerpo docente muy parecido al modelo moderno finlandés, hoy tan admirado: tenían que realizar formación universitaria, y además, prácticas en escuelas durante un año con métodos innovadores. El sueldo anual era de 4.000 pesetas, bastante alto para la época.

Fuente: INE Anuario Estadístico de España. 1931-1936. Se puede consultar aquí.

Asimismo, la otra fuente ha sido “Estadísticas Históricas de España: siglos XIX-XX”. Carlos Barciela López,Albert Carreras,Xavier Tafunell, Fundación BBVA. (Se puede consultar toda la obra el GoogleBooks).

Esta noticia se publicó el 14 de abril de 2011 y ha sido actualizada.
 
El nombre de Paracuellos del Jarama (en realidad, Paracuellos de Jarama) ha quedado ligado para siempre a la mayor matanza perpetrada en la guerra civil española. En las inmediaciones de esta pequeña población de la provincia de Madrid los revolucionarios asesinaron a sangre fría a varios miles de españoles inocentes. Militares que no habían tenido oportunidad de participar en la guerra, religiosos que, por supuesto, nunca tuvieron ninguna participación, políticos que no ostentaban ningún poder, intelectuales alejados de los asuntos políticos… Eran los enemigos de la revolución, personas que estorbaban en el camino al objetivo último de los autores de estas masacres: la dictadura del proletariado.

El nombre de Paracuellos de Jarama ha quedado ligado para siempre a un nombre, Santiago Carrillo Solares. Es, sin duda, el más famoso de los responsables de aquellos horribles crímenes, pero ni mucho menos el único. Nombres como Manuel Muñoz Martínez, Segundo Serrano Poncela o Mihail Koltsov merecen una cuota de protagonismo próxima a la de Carrillo. Asesinatos en masa como los que nos ocupan no pueden ser obra de un solo hombre, y el «genocidio» (como tal lo califican César Vidal y otros historiadores) de Paracuellos tuvo una indiscutible inspiración comunista, procedente de la Rusia soviética de Iosif Stalin e importada a Madrid a través del Partido Comunista de España (PCE).

Noviembre de 1936. Quinto mes de la guerra civil. Las tropas del general Francisco Franco avanzan a paso seguro de sur a norte. La liberación de El Alcázar de Toledo demoró el cerco del bando sublevado a la capital de España. A primeros de noviembre ya estaban a las puertas de Madrid, donde el golpe de Estado, dirigido por el general Joaquín Fanjul, había fracasado (para desgracia de quienes se atrincheraron en el Cuartel de la Montaña, pues casi todos ellos fueron linchados por milicias obreras y fuerzas republicanas el 20 de julio). El día 2 de noviembre cayeron en poder de los nacionales Fuenlabrada y Villaviciosa de Odón. El 4, Getafe. La caída de Madrid, que sin duda hubiera acelerado el fin de la guerra, parecía inminente y eran pocos los que no la daban por hecha.

La huida del Gobierno

El 6 de noviembre el Gobierno republicano cogió las maletas y se marchó por la carretera de Valencia. A la sazón lo presidía Francisco Largo Caballero (PSOE), apodado por partidarios y detractores el «Lenin español». Dos días antes acababa de formar Largo su segundo gobierno, integrado por seis socialistas (además de él, Ángel Galarza Gago, ministro de Gobernación, Juan Negrín López, Julio Álvarez del Vayo, Indalecio Prieto Tuero y Anastasio de Gracia), dos comunistas del PCE, tres miembros de Izquierda Republicana (entre ellos, José Giral Pereira, quien desde la presidencia del gobierno había entregado armas a los partidos y sindicatos afines), uno de Unión Republicana, otro del PNV, otro de ERC y, lo más curioso, cuatro anarcosindicalistas de la Confederación Nacional del Trabajo (CNT). Fue la primera vez en la historia universal que cuatro anarquistas («anarquía» significa «sin gobierno») alcanzaron rango de ministros: Juan García Oliver (expistolero que tomó la cartera de Justicia), Juan Peiró Belis, Juan López Sánchez y Federica Montseny Mañé. El presidente de lo que quedaba de II República era Manuel Azaña Díaz.

Como decimos, el gobierno del Frente Popular prefirió tomar la radial 3 y delegar en otros la enojosa defensa de Madrid. Para ello, Largo Caballero dejó dos mensajes en sendos sobres: uno dirigido al general Miaja y otro para el general Pozas. Con mucho misterio el presidente les ordenaba no abrir sus respectivos sobres hasta la madrugada del 7 de noviembre. Los generales no pudieron resistir la tentación de desobedecerle y lo primero que comprobaron es que el mensaje para Miaja estaba en el sobre de Pozas y viceversa. Una vez deshecho el equívoco, a José Miaja Menant se le encomendaba organizar y presidir una Junta de Defensa de Madrid, y a Sebastián Pozas liderar el Ejército del Centro desde Tarancón (Cuenca). La carta a Miaja empezaba así:

«El Gobierno ha resuelto, para poder continuar cumpliendo su primordial cometido de defensa de la causa republicana, trasladarse fuera de Madrid, y encarga a V.E. de la defensa de la Capital a toda costa. A fin de que lo auxilien en tan trascendental cometido, aparte de los organismos administrativos que seguirán actuando como hasta ahora, se constituye en Madrid una Junta de Defensa de Madrid, con representaciones de todos los partidos políticos que forman parte del Gobierno y en la misma proporcionalidad que en éste tienen dichos partidos. Junta cuya presidencia ostentará V.E. Esta Junta tendrá facultades delegadas del Gobierno para la coordinación de todos los medios necesarios para la defensa de Madrid, que deberá ser llevada al límite…»

La Junta se pone en marcha

La Junta de Defensa de Madrid se reúne por primera vez a las 18 horas del 7 de noviembre. El veterano general Miaja la preside y la distribución de consejerías queda de esta guisa: Secretariado – Fernando Frade (PSOE), Guerra – Antonio Mije (PCE), Orden Público – Santiago Carrillo (Juventudes Socialistas Unificadas, PCE), Industrias de Guerra – Amor Nuño (CNT), Abastecimientos – Pablo Yagüe (UGT), Comunicaciones – José Carreño (Izquierda Republicana), Finanzas – Enrique Jiménez (Unión Republicana), Información y Enlace – Mariano García (Juventudes Libertarias), Evacuación – Francisco Caminero (Partido Sindicalista). A este grupo de consejeros se le conoció popularmente como los «chicos de Miaja» porque casi ninguno llegaba a los 30 años. Santiago Carrillo, consejero de Orden Público que acababa de formalizar su ingreso en el PCE, tenía 21 años.

El primer número del Boletín Oficial de la Junta de Defensa de Madrid, fechado el 13 de noviembre de 1936, contiene varias disposiciones firmadas por Carrillo entre los días 8 y 11. Algunas de estas dicen: «Se concede un plazo de veinticuatro horas para que todos los ciudadanos de esta capital hagan entrega en las Comisarías de la Dirección General de Seguridad, donde se les extenderá el correspondiente recibo, de todas las armas de fuego que posean». «A partir de la fecha de publicación de esta disposición, la vigilancia del interior de la capital y sus accesos estará exclusivamente a cargo de las fuerzas organizadas que a tal efecto disponga esta Consejería». «Se organizarán los Servicios de Investigación y Vigilancia. Los Servicios de Investigación estarán a cargo del Cuerpo de Policía…» Asimismo, Carrillo nombra el día 8 a los cargos dependientes de su consejería: Luis Rodríguez Cuesta - secretario, Segundo Serrano Poncela – delegado en la Dirección General de Seguridad, Fernando Claudín Pontes – delegado del Gabinete de Prensa, Alfredo Cabello – delegado en la Emisión Radiofónica, Federico Melchor – delegado para las fuerzas de Seguridad, Asalto y Guardia Nacional Republicana.

Comienzan las sacas

El mismo 7 de noviembre que se constituye la Junta de Defensa de Madrid, arrancan los asesinatos de Paracuellos. Desde esa madrugada una barricada de losas rodea la entrada de la cárcel Modelo, custodiada por milicianos. Dentro de la barricada, aparcados, aguardan entre siete y nueve autobuses de dos pisos, pertenecientes al servicio público urbano, más dos autobuses grandes de turismo. En seguida (a las 4 de la madrugada según César Vidal, por la tarde según Ian Gibson) empiezan las temidas «sacas» de presos.

El ordenanza conmina a los reclusos a asomarse a las balconadas para que todos escuchen la retahíla de nombres que van a pronunciar a continuación. Un pelotón de milicianos encañona a los expectantes a la vez que rodea a los dos «jefecillos» que leen las listas. Bajo pena de disparar al primero que hable o se mueva, exigen a los nombrados que bajen «con todo» lo que posean al centro de la galería y se coloquen en orden de llamada. «En un silencio sepulcral pasan instantes indescriptibles; es decir, no pasan, porque el tiempo se detiene en el abismo y la tragedia, cabalgando en el caos, nos suspende sobre el vértigo…» (Emocionario íntimo de un cautivo. Los cuatro meses de la Modelo, de El Duende Azul, seudónimo de Antonio Cobanela Caamaño, 1939).

Los autobuses, con unos sesenta detenidos y una decena de milicianos cada uno, son conducidos a las inmediaciones de Paracuellos de Jarama. Allí han cavado, con ayuda de lugareños, unas zanjas a modo de fosas donde caerán los asesinados. Maniatados con bramante de dos en dos o con las manos a la espalda, los dividen en grupos de entre diez y veintincinco. Les obligan a caminar hacia las fosas comunes y, una vez situados al borde de los agujeros, un pelotón de entre treinta y cuarenta milicianos les ametralla. Muchos caen aún con vida a las fosas. Algunos de estos reciben el tiro de gracia, mientras que otros tienen que esperar a morir aplastados o enterrados. Muchas de las últimas palabras de los caídos fueron para perdonar a sus verdugos, para honrar a Cristo Rey o a España, o para orar a Dios.

Sólo el 7 de noviembre fueron ametrallados en Paracuellos alrededor de un millar de presos «sacados» de la Modelo. Esta era una cárcel diseñada para albergar precisamente a mil presos, pero en aquellos días de la guerra civil se hacinaban en ella 5.000 hombres. Ni fue esta la única cárcel de la que se produjeron «sacas malas» ni fue el 7 de noviembre el único día en que se produjeron ametrallamientos en masa. Nada más lejos, por desgracia, de la realidad. De las cárceles de Ventas, Porlier y San Antón también se «sacaron» a decenas, a veces centenares de presos, para llevar a término su «evacuación… definitiva» (Segundo Serrano Poncela dixit) a Paracuellos del Jarama o a Torrejón de Ardoz (junto al caz de Soto de Aldovea). Y el terror en las cárceles se prolongó hasta que el 4 de diciembre tomó posesión como director general de prisiones una persona digna de tal cargo, el anarquista sevillano Melchor Rodríguez García, apodado el «Ángel Rojo», que con su actuación protectora salvó miles de vidas.

Cifras discutidas

Las cifras de la matanza de Paracuellos aún hoy no son unánimes entre los historiadores. César Vidal, en su ensayo Paracuellos – Katyn, ofrece una relación de 4.021 asesinados en la Guerra Civil en Paracuellos, con sus nombres y sus dos apellidos (salvo contadas excepciones en que da el nombre y el primer apellido) y señala de ellos los que eran religiosos.

El propio Vidal estima el número total de fusilados en Paracuellos en unas 5.000 personas y el del total de «las víctimas del Terror frentepopulista en Madrid» durante la guerra en torno a las 16.000 personas. El también prestigioso historiador Ricardo de la Cierva, que con diez años sufrió el asesinato de su padre en Paracuellos, señalaba una cantidad global de 10.000 asesinados en esta población. Algo menos apuntaban Antonio de Izaga (8.354) y Ramón Salas Larrazábal (8.300). Ian Gibson tomó a inicios de los 80 la cifra de 2.750 víctimas «perfectamente identificadas», recabada por Ricardo de la Cierva de los archivos de la Asociación de Familiares de los Mártires. En la edición de 2005 de Paracuellos. Cómo fue rebaja esta cifra y propone una cantidad aproximada de 2.400 víctimas. Si tomamos la cifra total de 300.000 víctimas de la Guerra Civil (que señala el historiador Juan Pablo Fusi), los muertos en Paracuellos suponen en torno al 1 por ciento de este total.

En lo que sí coinciden los historiadores es en que tanto Santiago Carrillo como José Miaja sabían lo que estaba pasando y no hicieron nada para impedirlo. A estas dos supuestas autoridades se suman otras de la Junta de Defensa de Madrid como de la zozobrante República que conocieron y consintieron lo que estaba pasando, cuando no lo favorecieron. Antes del 7 de noviembre las fuerzas de la República ya habían asesinado a miles de enemigos a través del sistema de checas. Las checas eran centros de detención, tortura y condenación importados de la Rusia revolucionaria. En Madrid llegaron a existir al menos 226 checas, controladas por los partidos y sindicatos que encarnaban el Frente Popular. La más temida de todas estas checas era el llamado Comité Provincial de Investigación Pública (CPIP), también conocido como la checa de Bellas Artes y luego de Fomento. Esta checa fue creada en agosto por el Director General de Seguridad, Manuel Muñoz Martínez, y asumió la tarea de coordinar todas las demás. Muñoz huyó a Valencia con el gobierno y gran parte de las fuerzas represivas de las checas se integraron en el sistema de represión de Carrillo, el discípulo de Stalin.

Otro personaje siniestro, el hombre de los nombres falsos, reconoce en su Diario de la guerra española haber instigado continuamente el exterminio de los presos de Madrid, con el pretexto de su posible liberación por Franco y la unión a su causa. Para ello tuvo que convencer (con gran éxito, a la vista de los resultados) a los comunistas del PCE (que entonces lideraba José Díaz) de lo conveniente de sus diabólicos planes. Se trata de Mihail Koltsov (su nombre verdadero, según Ian Gibson, era Mihail Fridliand y su segundo nombre falso era Miguel Martínez). Este comunista nacido en Kiev en el año del desastre de España (1898) aterriza en El Prat de Barcelona el 8 de agosto de 1936, teóricamente como corresponsal del periódico Pravda, publicación oficial del Partido Comunista ruso. Los historiadores coinciden en señalar que, además, debía ser un influyente jerarca de la maquinaria soviética y un agente en nuestro país del monstruo Stalin.

Las matanzas de Paracuellos y Torrejón tampoco fueron, en su conjunto, hechos aislados ni excepciones dentro de una realidad mucho más amable. Aparte de la actividad frenética de las checas, César Vidal recoge en su ensayo como precedentes al capítulo de Paracuellos el ya mencionado asalto al Cuartel de la Montaña, las matanzas de los trenes de Jaén, la matanza de la cárcel Modelo del 22 de agosto, las sacas de Ventas, los fusilamientos de Boadilla del Monte y las matanzas de Aravaca. No hay que olvidar nunca que durante la guerra civil los creyentes españoles padecieron la peor persecución religiosa de nuestra historia, con al menos 6.832 sacerdotes y religiosos asesinados. Este tipo de crímenes se sucedieron a lo largo de toda la guerra y hasta su final.

Para aquellos que siguen pensando que la guerra civil fue una contienda de buenos contra malos… Para aquellos que siguen pensando que todos los que luchaban con la República defendían la libertad y la democracia… Para aquellos que siguen pensando que el comunismo es una esperanza para la humanidad… Todas estas son las mejores pruebas de que están equivocados.

En el Cementerio de los Mártires de Paracuellos se puede visitar, en los horarios oportunos, a los grandes castigados por este despropósito criminal, brutalmente silenciosos bajo un mar de cruces, y encomendados por la gigantesca cruz blanca que mira al Cielo desde el cerro de San Miguel.









 
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