Felipe y Letizia presiden el XL aniversario de las elecciones del 15 de junio de 1977

Si ya está pido perdón, no he leido todavía todo el hilo.
¿quien será elastuto consejero de la rreina?
Juego de Tronos

Marcello | 28/06/2017
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No resisto la tentación de utilizar el título de ‘Juego de Tronos’, esa serie que el obsequioso Pablo Iglesias le regaló al Rey Felipe VI en su encuentro en Estrasburgo, porque la ausencia del Rey Juan Carlos I en el homenaje de las Cortes a quienes hace 40 años fueron los protagonistas de las primeras elecciones democráticas del 15 de Junio de 1977 ha levantado polvareda. Y parece claro que el Rey emérito está muy enfadado -y con razón- por su marginación en el evento tal y como se aprecia en la declaración que se le atribuye a don Juan Carlos I: ‘han excluido a quien condujo el camión de la transición’.

La imagen del ‘camión’ es muy propia de don Juan Carlos y no deja lugar a dudas. La cuestión está en saber quién y por qué se tomó esa decisión. Y los argumentos de la Casa Real culpando a la víctima de lo ocurrido para decir de que fue el propio Rey emérito el que decidió que ambos monarcas no aparecieran juntos en los grandes actos institucionales de las Cortes no se tiene de pie. Sobre todo cuando se trata de hacer un homenaje a los protagonistas de la Transición que pilotaron el Rey Juan Carlos I y el ya fallecido Adolfo Suárez.

Pero una vez sabido que el monarca emérito quería estar en las Cortes ¿por qué no se facilitó su presencia y la de la Reina Sofía como hubiera sido más lógico y natural? La respuesta que circula por Madrid en lenguas de doble filo es muy sencilla: ‘cherchez la femme’. O sea, la mala de esta situación podría ser la Reina Letizia, que sigue en el papel de la ‘estatua impasible’ en este tipo de actos, ni sonríe, ni mira al Rey, ni saluda a la Cámara. Hubo en la tribuna de prensa del Congreso quien dijo: ‘parece que ni siquiera respira’.

Los vientos que vienen del continente Poniente avivan el fuego y provocan el deshielo sin control de la canción de las luchas de poder en pos del Trono de Hierro y del dominio de ‘los siete reinos’. Los lugares donde juegan un papel decisivo la Reina Gorgo y su astuto consejero el enano Tyrion (siempre hay un enano infiltrado en estos menesteres) que es el mago de las intrigas de esta serie que reaparecerá en las pantallas de televisión el próximo 16 de julio con la séptima entrega de sus luchas de poder.

Lo cierto es que la divergencia entre ambos monarcas españoles deslució el rol de Don Felipe VI en el 40 aniversario electoral y en Madrid y las Redes Sociales ya no se habla de otra cosa que no sea del ‘choque de Reyes’ mientras, desde Barcelona, se insiste en provocar el ‘choque de trenes’ entre el Estado y la Generalitat que sigue buscando urnas de cartón. En cuanto al choque de egos -como el de Iglesias y Sánchez en la izquierda- tenemos que resaltar que la ambición desmedida es hija de la inseguridad.

La tormenta entre el Rey padre y el Rey hijo amainará, pero deja huella. Sin embargo sería bueno que en Zarzuela alguien que no sea ella -por mucho que presuma de experta en prensa y comunicación- debería ayudar a doña Letizia a mejorar su imagen, aparecer como más simpática, más cercana y natural, dejando de lado el rictus y la pasión por la ropa que la obsesiona y que contrasta con su empeño en tener vida privada y vacaciones alejadas, como si la corona de Reina se pudiera poner y quitar con suma facilidad.

Anoche los teléfonos del poder estaban encendidos y don Juan Carlos I recibía continuos mensajes de apoyo por doquier. Aunque la cuestión de fondo sigue siendo La Corona, de ahí que cuanto menos dure la polémica mejor para los dos. Aunque el incidente demuestra que en Zarzuela alguien no midió las posibles consecuencias de la marginación del Rey emérito en el homenaje a la Transición.

Desde luego las infantas Cristina y Elena están con su padre en esta crisis que tiene su origen en la repentina abdicación del Rey Juan Carlos I sin que nadie le ofreciera el pertinente homenaje. Y seguramente él pensó que este aniversario de las primeras elecciones democráticas era la ocasión. Pero alguien en el Palacio de la Zarzuela impuso el monosílabo de moda en la política española y respondió: ‘no’. Y, por cierto, se equivocó.
 
Última edición por un moderador:
Ahora va a resultar que Felipe nos va a hacer Juancarlistas...incluso a los republicanos!...no si este hombre tiene muchos recursos, con razon le llaman el preparao.
Paso de esta opción jajajajaja
Ni Juancarlista, ni Felipista.....ni nada..jajajajajaa
El abuelo empezo el negocio familia, ahora el tonto al sol gana las glorias.
 
Última edición:
La tormenta entre el Rey padre y el Rey hijo amainará, pero deja huella. Sin embargo sería bueno que en Zarzuela alguien que no sea ella -por mucho que presuma de experta en prensa y comunicación- debería ayudar a doña Letizia a mejorar su imagen, aparecer como más simpática, más cercana y natural, dejando de lado el rictus y la pasión por la ropa que la obsesiona y que contrasta con su empeño en tener vida privada y vacaciones alejadas, como si la corona de Reina se pudiera poner y quitar con suma facilidad.

Hay que empezar a llamar a las cosas por su nombre, al pan pan y al vino vino.

Lo que hay que decir es que esta mujer no vale en absoluto para el puesto que la han regalado. Hay que jubilarla. ¿A cuento de que hay que ayudarla a mejorar su imagen? ¿ no sabe ella a sus cuarenta y cuatro castañas y despues de tantos en el chiringuito comportarse como debe? , pues blanco y en botella, no vale, sobra, es bastante impresentable a pesar de tanto trapito de diseñador y taconazos de Prada.

Pero ella tiene un papel secundario, el que es el titular y el que lleva la voz cantante es el segundo marido .Menos aplausos ,mas exigir estar a la altura y menos escudarse el esa cosa llamada protocolo ( que habra que saber que lumbreras lo ha establecido).
 
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