Quién mató a Lady Di ?

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El Mundo Orbyt.

03/06/2017


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DIANA DE GALES MURIÓ A LAS 4 DE LA madrugada del 1 de septiembre de 1997. Casi 20 años después, sólo quedan dos incógnitas menores en torno a un accidente que conmovió al mundo. La primera, la identidad de un motorista que cruzaba el túnel de Alma en el momento del choque y nunca pudo ser localizado. La segunda, el paradero del presidente Jacques Chirac aquella noche: durmió con alguien en algún sitio y no se presentó en palacio hasta la mañana siguiente. Fueron su mujer, Bernadette, y el primer ministro, Lionel Jospin, quienes tuvieron que acudir al hospital donde Diana agonizaba. Todo lo demás se sabe. La última revelación está relacionada con el coche: Henri Paul conducía borracho un Mercedes que había sido destruido, vendido como chatarra y reconstruido, daba bandazos imprevisibles y tenía mucho de ataúd sobre ruedas.

Esta semana se ha publicado en Francia el libro Qui a tué Lady Di, firmado por el veterano reportero Jean-Michel Caradec’h, quien se apoya en una investigación de dos periodistas, Pascal Rostain y Bruno Mouron, y en el expediente policial, hasta ahora secreto, para reconstruir de forma más o menos definitiva los acontecimientos. ¿La conclusión? Si alguien debe sentirse responsable del accidente en el que murieron Diana, su acompañante Dodi Al-Fayed y el conductor Henri Paul, ese es Mohamed Al-Fayed. El padre de Dodi Al-Fayed había organizado semanas antes el encuentro entre su hijo y la princesa y había hecho todo lo posible para convertirles en pareja. Era dueño del Hotel Ritz y, por tanto, jefe de Henri Paul, un alcohólico en tratamiento contra la depresión que jamás habría debido ponerse al volante. Como dueño del Ritz, era también responsable último de que el hotel mantuviera en servicio un coche que debió ser destruido años antes.

Mohamed Al-Fayed, un vendedor callejero egipcio que llegó a ser una de las mayores fortunas del Reino Unido, gastó millones intentando demostrar que no hubo accidente, sino asesinato, y que la familia real británica estaba tras él. Pero en 2011, siempre en busca de respetabilidad, hizo un nuevo intento por aproximarse a los Windsor: una de sus hijas, Camilla, empezó a vestir a Kate Middleton, esposa del príncipe Guillermo. Para su desgracia, la firma de moda de Camilla, Issa, quebró dos años después. A los 85 años, Mohamed Al-Fayed vive retirado y amargado por lo ocurrido aquella noche de verano de 1997.

Henri Paul no debía estar trabajando. En realidad, tampoco debía ser adjunto al jefe de seguridad del Hotel Ritz. A él le gustaba la aviación, había sido durante años vendedor de yates y no sabía nada de seguridad. Pero en 1986, gracias a un par de amigos, obtuvo el empleo. En 1997, tras una separación sentimental, era un hombre con problemas. Intentaba curarse el alcoholismo y se trataba contra la depresión. El 31 de agosto por la noche no tenía nada que hacer en el hotel; se había quedado porque estaba presente Dodi, el hijo del dueño, y le acompañaba Diana de Gales, celebridad planetaria. Cenó con el chófer y el guardaespaldas Trevor Rees-Jones (que luego sobreviviría al choque). Como pagaba el jefe, ambos pidieron langosta. Paul se limitó a beber dos copas de anisado Ricard. No esperaba que a Dodi se le ocurriera una maniobra para despistar a los paparazzi que esperaban a las puertas del Ritz. Dodi Al-Fayed decidió que el chófer partiría con su Mercedes, seguido por el Range-Rover de escolta, y él, con Diana, saldría a bordo de otro coche por la puerta trasera. Le ordenó a Henri Paul que condujera. Y él accedió. No se atrevió a ponerle objeciones al hijo del dueño.

Horas después, cuando se analizó la sangre del cadáver, se descubrió que contenía 1,7 gramos de alcohol por litro. El máximo legal en Francia era 0,5. Superar 0,7 implicaba la retirada del carné. Paul, que carecía de licencia para conducir limusinas, había consumido también Prozac (antidepresivo), Tiapridal (neuroléptico) y Aotal 333 (contra la dependencia del alcohol).

Henri Paul, pues, iba a ponerse al volante. Faltaba el coche. La dirección del Ritz telefoneó a Jean-François Musa, dueño de la compañía de alquiler de limusinas Étoile, que trabajaba en exclusiva para el hotel. A Musa solamente le quedaba un coche libre y estaba aparcado junto al Ritz. Era un Mercedes S280 negro de aspecto impresionante. Lo que Musa se calló fue que nadie en su empresa quería conducir ese coche porque tenía reacciones imprevisibles. Veinte años después, ya jubilado, Musa explica que ofreció el Mercedes a Dodi Al-Fayed, pese a conocer su estado mecánico, y no contó nada después a la policía, porque no quería problemas y temía que le acusaran de algo.

Era un coche maldito. Había sido adquirido en septiembre de 1994 por un alto ejecutivo publicitario, Éric Bousquet. Tres meses después se lo robaron a su chófer. El Mercedes fue descubierto en enero cerca del aeropuerto parisino de Roissy. Había sufrido un accidente, con varias vueltas de campana, y su estado era lamentable. Bousquet cobró el seguro y el Mercedes fue vendido como chatarra.

Pero el coche reapareció en 1996, con nueva matrícula, en el concesionario Mercedes del bulevar Saint-Marcel. Allí lo adquirió, en septiembre, Jean-François Musa. Le dijeron que era una ganga, que no había recorrido más que 11.000 kilómetros y había recibido un cuidado excelente, porque su anterior usuario era nada menos que el presidente de Mercedes Benz en Francia. Musa notó enseguida que le habían engañado. Un mes después, en octubre, llevó el coche al concesionario para que lo revisaran: se desviaba, daba coletazos y los conductores se quejaban. Se lo devolvieron supuestamente arreglado. En mayo de 1997, Musa y el Mercedes volvieron al taller. Seguía dando problemas. Le cambiaron la amortiguación y otras piezas importantes sin resultado: en cuanto superaba los 40 kilómetros por hora, el coche se volvía peligroso.

Musa sabe que debió desprenderse del maldito Mercedes. Lo ha reconocido ante los autores de Qui a tué Lady Di? No lo hizo porque habría perdido dinero.

Los elementos esenciales de la tragedia ya están reunidos: un conductor borracho y drogado, un coche peligroso. A ambos factores se unen otros. Los paparazzi descubren la estratagema ideada por Dodi Al-Fayed y se lanzan en persecución del Mercedes negro. A bordo de la limusina, nadie lleva puesto el cinturón de seguridad. Cuando enfila la entrada del túnel de Alma, junto al Sena, a poca distancia de la torre Eiffel, Henri Paul pisa el acelerador y alcanza los 150 kilómetros por hora. El vehículo derrapa, avanza de costado y acaba incrustándose contra el pilar número 13 del túnel, tras golpear un Fiat Uno blanco que le precedía.

[El Fiat Uno es oficialmente un misterio, pero en realidad fue identificado por la policía francesa: lo conducía un guardia de seguridad que había cambiado su turno de forma antirreglamentaria y se había procurado una coartada en colaboración con un compañero de trabajo; no tuvo ninguna responsabilidad en el accidente].

Tras el choque, la danza macabra de los paparazzi: sólo uno de ellos intentó ayudar a Diana, aún viva, y al guardaespaldas Rees-Jones. Los demás, una veintena, tomaron fotos y, en algún caso, se quejaron de que los servicios de emergencias les estorbaban.

Diana de Gales, 36 años, murió a las 4 de la madrugada en el hospital de la Pitié-Salpetrière, a causa de una masiva hemorragia interna. Nadie ha olvidado las jornadas posteriores.

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03/06/2017


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La muerte de Diana fue lo que le faltaba a Buckingham después de una etapa llena de escándalos destapados por la prensa amarilla. Les costó salir del bache, ya que las teorías conspiranoicas infundadas por Al-Fayed padre, que culpaba a la casa real británica de asesinato, hizo perder a los Windsor bastante popularidad. Si bien, una vez superada la tragedia que dejó huérfanos de madre a Guillermo y Enrique, todo ha ido a mejor. La memoria de Diana, al igual que la propia Diana, descansa en paz. Carlos rehizo su vida y se casó al fin con Camilla Parker Bowles. Guillermo se casó bien con Catalina y ya ha procurado herederos a la Corona. Harry es el que queda por colocar, pero ya tiene novia oficial: la actriz americana Meghan Markle. Charles Spencer, hermano de Diana acusado de lucrarse con su muerte, ha desaparecido del mapa. Hoy, la historia de amor entre la bella princesa divorciada y el heredero de Harrod’s es toda una leyenda.

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Lo nuevo que se sabe es que el coche fue comprado de segunda mano, tras haber sido robado a su propietario cuando era nuevo los ladrones tuvieron un accidente y el coche fue declarado siniestro total y no apto a reparar, en aquella época las leyes francesas no controlaban y el coche se reparo y puso a la venta, lo compro la sociedad de los choferes del Ritz.
Con las primeras investigaciones se centraron en buscar culpables, el coche blanco que se demostró fue golpeado por Paul, los periodistas y mil otras posibilidades, pero nadie penso en seguir el rastro de vida de ese coche, junto con un conductor que había bebido, una velocidad alta, que le coche tenia problemas, que chocaron con el coche blanco, Diana sin cinturón, no había otro final que su muerte.
 
yo creo que si el chófer no hubiera ido como loco para evitar a los paparazzi no habrían tenido el accidente, que hubiesen dejado que les hiciesen fotos y se ahorrarían la tragedia (total, ya se sabía que Diana y Dodi Al Fayed estaban liados) (y)(y)(y)(y)
 
El Mundo Orbyt.

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La muerte de Diana fue lo que le faltaba a Buckingham después de una etapa llena de escándalos destapados por la prensa amarilla. Les costó salir del bache, ya que las teorías conspiranoicas infundadas por Al-Fayed padre, que culpaba a la casa real británica de asesinato, hizo perder a los Windsor bastante popularidad. Si bien, una vez superada la tragedia que dejó huérfanos de madre a Guillermo y Enrique, todo ha ido a mejor. La memoria de Diana, al igual que la propia Diana, descansa en paz. Carlos rehizo su vida y se casó al fin con Camilla Parker Bowles. Guillermo se casó bien con Catalina y ya ha procurado herederos a la Corona. Harry es el que queda por colocar, pero ya tiene novia oficial: la actriz americana Meghan Markle. Charles Spencer, hermano de Diana acusado de lucrarse con su muerte, ha desaparecido del mapa. Hoy, la historia de amor entre la bella princesa divorciada y el heredero de Harrod’s es toda una leyenda.

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No sé... a parte de las suposiciones del padre de Al-Fayed a cerca de si fue un asesinato de Buckingham, se comentó, también, que los habrían mandado asesinar porque la relación de la madre del heredero al trono con una persona de origen árabe suponía un grave problema de Estado.

De hecho, cuando se produjo el accidente y la muerte de ambos, hacía pocos días que Dodi le había pedido matrimonio con anillo incluído.
 
Si bueno. Yo me imagino siendo el dueño del hotel y que cuando pida un coche me pongan el de segunda mano difícil de manejar y conducido por un borracho. Pues sigo sin creérmelo. Yo me imagino la escena asi: Hora del the en Buckingham: HH The Queen ha invitado al responsable de Scotland Yard y al Ministro de defensa, amén de algún otro mandamas bien racista: " Dears" la familia real esta de enhorabuena, va à crecer; mi nuera esta embarazada de un musulmán y encima para celebrarlo se va à convertir ella misma al islam; no espero el momento de darle tremenda alegría al príncipe heredero y al pueblo britanico. Ya con estas palabras no tuvo que decir más porque se accidentó la otra
 
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