Incomodan a muchos con sus preguntas y el gobierno no está acostumbrado a contestarlas. Es lo que ocurre, pues nada, que se vayan acostumbrando a esas "moscas cojoneras" porque han venido para quedarse.
El bipartidismo en que estaban instalados unos y otros resultaba demasiado placentero y confortable como para admitir de buenas a primeras preguntas incómodas que evidencian sus vergüenzas. Hay que entenderles.