Bueno.. en extricto pensamiento: una es HEREDERA y la otra es la Suplente, a ninguna de las dos se les permite correr el riesgo de que las tiren "juguetonamente" en el agua,porque... y si algo les pasara????
Verano de la Familia Real en Palma 2016. Todo aquí. Gracias
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Bueno.. en extricto pensamiento: una es HEREDERA y la otra es la Suplente, a ninguna de las dos se les permite correr el riesgo de que las tiren "juguetonamente" en el agua,porque... y si algo les pasara????
Esa foto ya es vieja me parece. ella no era reina todavia
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¿A qué se puede referir? A mí no me parece extraño lo que al parecer tiene: una esposa y dos hijas. ¿Qué puede tener de extraño? La esposa es desagradable e inapropiada, pero eso no es extraño cuando el esposo tiene mal gusto y no piensa con la neurona número 1 sino con la número 2; pero eso no es extraño; por el contrario, es bastante común. ¿Habrá cosas bajo el sol que no vemos?
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Bueno, pues entonces que tampoco coman porque se pueden atorar con la comida mientras lo hacen
Ahí tienes la clave que les pasa para que no puedan acudir o quien evita sea como sea que se muestren en actitudes normales ir en bici correr jugar ,para que esconder ....
Son un misterio...
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Pero, es que ella ha dicho semejante cosa?
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La forma en que la tripulación mira al preparado refleja que no les simpatiza y que no lo consideran un rey carismático y con personalidad, vamos, no les inspira respeto. Con Juan Carlos era todo muy distinto.
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TESTIGO IMPERTINENTE
CARMEN RIGALT
07/08/2016
EL REY MÁS REAL: «HOLA Y ADIÓS»
Felipe VI renunció a navegar en día laborable por razones estéticas
Ayer apareció por las regatas a la caña del ‘Aifos’, que está un poco cascado
La Infanta Elena fue a los toros con sus hijos; Froilán iba a regañadientes
Sin embargo, el viento típico de la bahía de Palma en verano es el embat, un vientecillo fresco y muy familiar. Hablando de vientos, el viernes por la mañana el gregal bloqueó la salida de los barcos y el club se convirtió en refugio de los regatistas que esperaban para hacerse a la mar. De pronto, entró un golpe de aire fresco y los corrillos de gente se abrieron para dejar paso a un hombre hacia el que se dirigieron todas las miradas. Era el Rey de España.
Vestía pantalón largo y llegaba de visita al Club Náutico. Según pudimos saber luego, había renunciado a navegar por razones estéticas (no quedaba bonito jugar a los barquitos en día laborable), así que tomó un café de 40 minutos y aplazó al sábado su participación en la Copa Mapfre. Luego saludó a Casiraghi y regresó a Marivent acompañado de sus hombres de confianza.
Y llegó el sábado, el día previsto para la navegación real. Desde hace unos años, Felipe va a la caña del Aifos, el barco de la Armada. No es que una pretenda opinar de barcos, pero el Aifos (Sofía, leído al revés) está un poco cascado y necesita una renovación. No todos los armadores son Cusí, que a la primera avería encargaba un Bribón nuevo. Por cierto, en la historia de la navegación española ha habido 15 bribones, uno detrás de otro. Supongo.
La actuación de Felipe VI fue el clásico «Hola y adiós». Se estrenó el Soberano después de desayunar y aguantó hasta las tres de la tarde, hora prevista para la despedida y cierre. El último día de regatas es el más corto. A la caída de la tarde, el Rey suele presidir la entrega de premios. Cuando escribo estas líneas, todavía no se ha producido el acto de clausura, con lo cual no sé si asistirá la Reina o preferirá ir al cine.
Atrás quedaban las largas jornadas de navegación, las paellas vespertinas y el compañerismo de los regatistas. Que no se me olvide: también la tradicional cena de armadores, una velada blanca en la que no faltan famosos (dejémoslo en famosillos), música, atracciones y caldos de la tierra.
La noche del jueves también tuvo lugar otro evento que lleva camino de convertirse en tradicional: me refiero a la cena de los convocados por Tomeu Ferragut, que premia a los mallorquines del verano. Este año el elegido ha sido Fernando Romay, y no sólo por llevar 32 veranos consecutivos en Mallorca, sino por su implicación en Proyecto Hombre y en la Fundación Nazaret, dedicada a los niños maltratados o que han sido objeto de abusos.
No me parecería justo ignorar un acto que, en plena semana de regatas, adquirió una importancia capital: una corrida de toros. En Mallorca apenas existe afición a los toros, pero la poca gente que hay aprovecha las oportunidades para dar la cara. El tripartito balear emprende iniciativas encaminadas a prohibir la fiesta, pero taurinos y antitaurinos se miden en la calle con toda la efusividad que son capaces de acumular.
El otro día toreaban en Palma Manzanares, Talavante y Ponce (él toreó de novillero, pero desde entonces no había vuelto a pisar el coso balear). La plaza estaba a reventar. Entre los aficionados, como dándose a conocer, la Infanta Elena y sus dos hijos, Froilán y Victoria Federica. Me dio la impresión de que Froilán iba un poco a regañadientes. Seguro que él habría preferido ir a la discoteca Tito’s a venerar a un DJ.
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TESTIGO IMPERTINENTE
CARMEN RIGALT
07/08/2016
EL REY MÁS REAL: «HOLA Y ADIÓS»
Felipe VI renunció a navegar en día laborable por razones estéticas
Ayer apareció por las regatas a la caña del ‘Aifos’, que está un poco cascado
La Infanta Elena fue a los toros con sus hijos; Froilán iba a regañadientes
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Sin embargo, el viento típico de la bahía de Palma en verano es el embat, un vientecillo fresco y muy familiar. Hablando de vientos, el viernes por la mañana el gregal bloqueó la salida de los barcos y el club se convirtió en refugio de los regatistas que esperaban para hacerse a la mar. De pronto, entró un golpe de aire fresco y los corrillos de gente se abrieron para dejar paso a un hombre hacia el que se dirigieron todas las miradas. Era el Rey de España.
Vestía pantalón largo y llegaba de visita al Club Náutico. Según pudimos saber luego, había renunciado a navegar por razones estéticas (no quedaba bonito jugar a los barquitos en día laborable), así que tomó un café de 40 minutos y aplazó al sábado su participación en la Copa Mapfre. Luego saludó a Casiraghi y regresó a Marivent acompañado de sus hombres de confianza.
Y llegó el sábado, el día previsto para la navegación real. Desde hace unos años, Felipe va a la caña del Aifos, el barco de la Armada. No es que una pretenda opinar de barcos, pero el Aifos (Sofía, leído al revés) está un poco cascado y necesita una renovación. No todos los armadores son Cusí, que a la primera avería encargaba un Bribón nuevo. Por cierto, en la historia de la navegación española ha habido 15 bribones, uno detrás de otro. Supongo.
La actuación de Felipe VI fue el clásico «Hola y adiós». Se estrenó el Soberano después de desayunar y aguantó hasta las tres de la tarde, hora prevista para la despedida y cierre. El último día de regatas es el más corto. A la caída de la tarde, el Rey suele presidir la entrega de premios. Cuando escribo estas líneas, todavía no se ha producido el acto de clausura, con lo cual no sé si asistirá la Reina o preferirá ir al cine.
Atrás quedaban las largas jornadas de navegación, las paellas vespertinas y el compañerismo de los regatistas. Que no se me olvide: también la tradicional cena de armadores, una velada blanca en la que no faltan famosos (dejémoslo en famosillos), música, atracciones y caldos de la tierra.
La noche del jueves también tuvo lugar otro evento que lleva camino de convertirse en tradicional: me refiero a la cena de los convocados por Tomeu Ferragut, que premia a los mallorquines del verano. Este año el elegido ha sido Fernando Romay, y no sólo por llevar 32 veranos consecutivos en Mallorca, sino por su implicación en Proyecto Hombre y en la Fundación Nazaret, dedicada a los niños maltratados o que han sido objeto de abusos.
No me parecería justo ignorar un acto que, en plena semana de regatas, adquirió una importancia capital: una corrida de toros. En Mallorca apenas existe afición a los toros, pero la poca gente que hay aprovecha las oportunidades para dar la cara. El tripartito balear emprende iniciativas encaminadas a prohibir la fiesta, pero taurinos y antitaurinos se miden en la calle con toda la efusividad que son capaces de acumular.
El otro día toreaban en Palma Manzanares, Talavante y Ponce (él toreó de novillero, pero desde entonces no había vuelto a pisar el coso balear). La plaza estaba a reventar. Entre los aficionados, como dándose a conocer, la Infanta Elena y sus dos hijos, Froilán y Victoria Federica. Me dio la impresión de que Froilán iba un poco a regañadientes. Seguro que él habría preferido ir a la discoteca Tito’s a venerar a un DJ.
La última foto, la chica de pantalón beig, es Cristina? Si es ella no debe ser actual, no?
La cagadita de,,,,,¿que mas quereis que hagamos nos subimos al banco?. Tiene lo suyo. Demuetra muy mala leche, esta muy contariada por estar ahi. Es muy grosera. Esta que muerde.
No es para tanto joder.
Lleva un cabreo de dos pares.
Las cotillas queremos saber, queremos saber,,,,
Ahi hay tomate.
Queremos saber,,,,,
No es para tanto joder.
Lleva un cabreo de dos pares.
Las cotillas queremos saber, queremos saber,,,,
Ahi hay tomate.
Queremos saber,,,,,
De la promocion., estoy de acuerdo contigo, pero en cuanto a la preferencia Santos Inocentes !! NOOO~ninguno !
Si tanto le molesta ,ya tiene buen cojín de dinero guardado,puerta y a vivir..
Siempre la gente suele ser más educada que la grosera esta, pero es para decirle alguna muy gorda..
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