Aunque estoy de acuerdo en algunas cosas que dices, no hay que olvidar que como en todo, en asuntos legales, también se aplica el sentido común y la razón. El estándar para declarar a una persona culpable es “ más allá de una duda razonable “ o sea que entra en juego la razón o el sentido común. No se pueden evaluar los hechos en un vacío sino en contexto de lo que una persona “normal” haría o dejaría de hacer.Además de que casualmente era una opción muy conveniente para asesinar y descuartizar a alguien, el bungalow se puede defender por ser una sorpresa romántica. Me lo imagino recogiendo al pobre Edwin y diciéndole: Vamos a un sitio que no te esperas, ya verás qué sorpresón. Te va a encantar, chiqui.
Si lo haces pasar por sorpresa romántica, no necesitas tener nada allí, ni ropa ni nada, porque es para hacer sus labores de chapero un par de días y poco más.
Los útiles "de cocina" los dejó en el bungalow por comodidad, pero ya luego se los llevaría en días posteriores al hotel para su gran obra video-culinaria.
Que sí, que es absurdo, pero que si se quiere defender así, se defiende, y a ver cómo pruebas tú que no fue esta la intención.
Que usara los útiles "de cocina" para descuartizar al cadáver, no prueba que los compró pensando en descuartizar un cadáver humano, pudo comprarlos pensando en descuartizar una vaca, que también hubiese manchado mucho, de ahí los productos de limpieza, etc. No es como si se hubiera comprado un hacha de treinta centímetros de hoja o una escopeta de cañones recortados.
Ya le podéis dar las vueltas que queráis, pero demostrar la premeditación a mí me parece complicado. Salvo que los thais tiren por el camino recto y les importe un comino todo, que me parecería estupendo. Desde el derecho romano, el nuestro, yo creo que no sería tan fácil.
Y podría tener cero videos en youtube y de repente decidir que se va a poner como loco a subir videos de cocina tailandesa, para reavivar su canal. Y que los iba a grabar a mano alzada con su móvil, para añadirles naturalidad y esa frescura tan suya.
Y así sucesivamente.
Demostrar la culpabilidad de alguien es dificilísimo. En este caso lo único claro es lo que él ha confesado que hizo, todo lo demás lo veo muy en el aire, a poco que la defensa se lo proponga.