Desde luego que no todos somos iguales ni tenemos las mismas capacidades y eso no es malo. Lo que el sistema tiene que hacer es ayudar a que cada uno saque lo mejor de sí mismo dentro de sus posibilidades. La impresión que tengo es que se está intentando igualar todo desde abajo. Que tienes poco, pues vamos a intentar que tengas todavía menos para que dependas de la limosna que queramos darte, que eres autónomo, empresario o quieres emprender para buscarte la vida y tener éxito, pues no te preocupes que ya te freiremos a impuestos y responsabilidades para que no tengas tanto y de paso puedas mantener al resto. Que destacas en los estudios más que tus compañeros, pues quietecito ahí, vamos a bajar el nivel no vaya a ser que tus compañeros menos aventajados se acomplejen y traumaticen.Es que vivimos unos tiempos donde lo importante es:
1.- ser vitima de algo, y chantajear a la gente emocionalmente
2.- ser un mediocre resentido y quejarte a quien no lo es porque con su eruditez te hace sentir mal y te discrimina
Tengo ya más de 40 palos. Aún más cerca de los 40 que de los 50, y en mi vida he visto una sociedad tan sumamente secuestrada y dominada por los bajunos como ahora. No se puede abrir la boca.
A la gente no le gustará, pero la realidad es que NO todos somos iguales. Hay gente con buena salud, y gente con mala salud. Hay gente lista, hay gente tonta. Hay gente guapa y gente fea. Y está claro que el sano, listo y guapo lo tienen más fácil que los demás. Pero los demás, en vez de quejarse de lo que tiene el otro, podían intentar avanzar en lo que pueden conseguir con su esfuerzo y sin reconres.
Es normal que se fomente la mediocridad porque quienes nos gobiernan son incluso menos que mediocres. ¿Qué podemos esperar de políticos que plagian sus tesis doctorales, que compran sus títulos y másteres o se los regalan o que llegan a su puesto sin haber dado un palo al agua en su vida? Pues nada. Obviamente tener un buen currículum tampoco es garantía de nada, pero creo que debería haber un mínimo de exigencia del que partir, menos de eso, pues a dedicarse a otra cosa, pero a dirigir un país o aspirar a ello, pues no.