Tamara en su día fue a una Universidad americana a estudiar Marketing y Publicidad. No es tan básica como la gente cree.Tamara tiene un currículum escueto pero sincero. No tiene muchos estudios, y no ha tenido más «trabajo» que el que se ha fabricado fundando sus propias empresas. Tampoco es que haya ido nunca de ser una erudita ni que se haya erigido en abanderada de la clase obrera, y jamás ha ocultado ni disimulado que su presencia en medios y su fama se deben únicamente a ser «familia de».
El currículum de él es el que nos han vendido que es brillante, pero todo lo que tiene son trabajos cortos y casi todos en prácticas. Tiene un lapso sin trabajo durante tres años (de los 29 a los 32) hasta que, mira tú por donde, empieza a salir con Tamara y por arte de birlibirloque se convierte en «empresario de la noche».
Tamara no tiene la culpa de haber nacido famosa y entre algodones. Podría haber hecho más por cultivarse o por conocer la vida real, pero aunque haya tenido todas las posibilidades materiales, dudo que haya tenido los estímulos o le hayan dado las facilidades para hacerlo.
Íñigo sí podría tener la culpa de haber construido toda una vida de mentiras y engaños. Digo que «podría» porque cabe la posibilidad de que sea una patología psicológica.
Pero el caso es que Tamara, en su particular mundo piruleta y con todas las ideas extremas que pueda tener sobre determinados temas, ni ha mentido ni tampoco ha hecho daño a nadie. Él, bien por malicia, bien por cuestiones mentales, o bien por simple estupidez y prepotencia, sí ha hecho daño a la que era su prometida, y no sabemos a cuánta gente más.
La realidad es que tiene patrimonio y cash para no tener que trabajar ni formarse.
Es cierto que ha tenido una vida muy confortable y que pertenece a una clase social por encima de la de su madre y todos sus hermanastros.
Se ve a la legua que es la más aristocrática de toda la familia y ha sido objeto de burlas de todo tipo cada vez que sale por tv por su forma de expresarse y hablar.
Iñigo es un vividor y arribista que la ha cagado por ser lo que es.
Me imagino a la Preysler abriendo una botella de champán francés celebrando el haberse quitado un parásito como éste.
Tamara tiene una persona muy tóxica que la eclipsa y manipula , se llama Isabel.