De Benito no se mete en honduras, es verdad. Al principio no me gustaba su tibieza, ese “nadar y guardar la ropa” y luego comprendí mejor. En su día debió decidir hablar de lo que veía en su entorno hospitalario, e ir por libre. Para mi, es un aporte complementario.
Con todo con y con eso, con su cuidado en no meterse en líos, a veces dice más de lo que parece. Por ejemplo el día que habló de cómo los “vacunados” no responden a tratamientos sencillos, para cosas sencillas, como algunas consultas en dermatología. No funciona lo de siempre. Ante eso, muchos de los especialistas médicos están desconcertados. Un porcentaje no pequeño se dan de baja. Creo que escribí por aquí que habló de la necesidad de hacer un nuevo “atlas de patología”, porque con los vacunados no vale lo que hay ahora. Ya solo escuchar eso, se te ponen los pelos como escarpias.
Para mi es un pequeño complemento. Tiene días más potables y otros menos. Con todo respeto, sus idas y venidas con el presidente del colegio de médicos me da igual. Detalles como ese, que “vacunados” no responden a tratamientos eso sí es importante.
Lo del GO, efectivamente, a muchos les explota la cabeza. El personal está con lo del virus supercontagioso, y de ahí muy difícil sacarles. Creo que una de las claves es que esa mayoría no es capaz de establecer relaciones entre hechos. Aunque sean médicos buenos en lo suyo. Ayer me pasó. La especialista que me atendió no cree en estas vacunas pero porque “ya ha mutado el virus”, y “la eficacia es muy baja ya”.
Esto es lo que hay
Volviendo a De Benito, siempre dice responder lo mismo al ofrecimiento de vacunarse: ¿Qué me aporta esta vacuna que yo no tenga ya?
Sigue otros caminos, ya digo
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