Secuestro de dos niñas en Canarias. UH: Han encontrado el cadáver de Olivia.

No decía la vecina del secador que las escucho, eso sería después de venir de los abuelos, eso situó a las niñas en la casa del padre...
Ese testimonio yo lo pondría muy cogido con pinzas.
Pero bueno, doy por hecho que la vecina los escuchó.
Qué fue de las niñas en menos de dos horas?
 
Tomás Antonio Gimeno, de 37 años y natural de Tenerife, pertenece a una conocida familia de la isla. De clase alta, con varias fincas agrícolas y propietaria de un campo de golf. Pero Tomás no tenía una buena relación con ellos, incluso habría tenido altercados por robos a su propia familia.
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Algunos conocidos aseguran que “ha dado problemas desde joven”. Fuentes cercanas a la investigación lo califican de un hombre problemático, violento y con problemas con las drogas y que habría sido denunciado en varias ocasiones por robos y peleas, algunas protagonizadas en bares de la isla. Numerosas multas de tráfico, e intentos de estafa a seguros de barcos y vehículos estarían en su historial.



Mala relación con su propia familia, con la familia política, y también con Beatriz, la madre de las niñas. La pareja se separó el pasado verano, él se quedó en la casa de alquiler que ambos compartían en el municipio de Candelaria y ella se marchó a vivir a Radazul, en Santa Cruz de Tenerife.
En diciembre, Beatriz puso en conocimiento de la Guardia Civil que había recibido amenazas e insultos por parte de Tomás, pero finalmente no quiso denunciar por miedo a que lo detuvieran. Altercados también con la nueva pareja de Beatriz, a la que al parecer agredió en alguna ocasión.
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La desaparición​

El martes, la noche de la desaparición, Beatriz y Tomás hablaron varias veces por teléfono. “No vas a volver a ver a las niñas jamás. Tampoco a mí”, le dijo en una de las ocasiones. Varias llamadas con el mismo mensaje: “Me voy a ir lejos y no vas a volver a ver a las niñas”, fue lo último que escuchó Beatriz antes de que le colgara por última vez pasada la 1.30 de la madrugada.
Pero según los diferentes testimonios, parece que Tomás tenía una doble cara. Por un lado esa faceta violenta, machista y conflictiva; por otro, amigos y vecinos que aseguran que era un hombre sonriente, amable, y un “padrazo”.

pues ya podría ese periódico haberse informado mejor, porque si ya se equivoca con los municipios que ponen ("A Tomás, de 38 años, le conocen en su barrio de Candelaria, en La Laguna (Tenerife)") imagínate cuanta información sin contrastarde mas estarán dando.
 
Última hora: a día de hoy no hay ninguna pista concluyente, ni en la casa, ni en el barco.
La madre está convencida que las niñas van a volver.
Tomas tenía contactos en Chile, Panama...
 

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