Estoy en la otra parte del mundo y también lo he sentido. Era un ídolo, un mito argentino, junto con Gardel, el mate o el tango. Ya no era la persona, era el rol de esa persona en un momento concreto que sirvió para dar fuerzas a todo un pueblo. Por eso entiendo el duelo nacional y auguro un entierro multitudinario. QEPD y muchos ánimos a los argentin@s que tanto lo querian.