Y al final, por miedo a perder el trabajo, a represalias, etc. no se denuncia tampoco.... Así nos va.Y, si le obligan a obedecer demasiadas órdenes que sean ilegales, o que atenten contra una persona, que se cambie de empleo.
Igual que a otros funcionarios que trabajan en asuntos sociales. Están incurriendo, contínuamente, contra la integridad y la dignidad de la persona, bajo las órdenes impuestas desde arriba y el pretexto de que, por el bien de todos, hay que utilizar un duro control.
Es que al final, con la excusa de que hay que conservar el empleo, se hacen todos cómplices y ejecutores del maltrato a las personas.