Ponce es un hombre sencillo. Sus amigos millonarios de toda la vida, sus portadas de Hola (ay, no, eso, no, que Paloma le ponía un trabuco del abuelo comisario en la espalda), sus dúos con Antonio Banderas... vamos, lo normal en gente sencilla y campera, lo que hace hasta el mozo de espadas.
Estaban los dos en lo mismo, a ver a qué árbol se arrimaban.
Estaban los dos en lo mismo, a ver a qué árbol se arrimaban.