Un niño destruye mas de 1.000 € en maquillaje en una tienda de Sephora

No hemos de criticar a las pobres dependientas, son los padres de esos angelitos quienes han de
llevar la culpa.
Existe ( en la ciudad donde yo vivo) una tienda:" ROSS " y un dia, viendo el desparpajo en el suelo
que unos chiquillos estaban abriendo juguetes, le dije a la dependienta si no habia manera de evitarlo y
me dijo que: ella le dijo a la madre que por favor no permitiera a los ninios ese reguero, y dice que la
madre le contesto: " Recogelo TU, que para eso te pagan"
( asi que...con ese tipo de madres ( y padres) con razon tenemos chicos problemas !

Si, hay padres que son unos caraduras y un desastre. Tengo una amiga que tiene una boutique para bebés muy elegante. Hace tiempo me contó que un niño estaba tocando vestiditos muy delicados de los que están colgados en una barra mientras ella atendía a la madre. Cuando no pudo más le dijo al niño: los vestiditos no se pueden tocar, ven a sentarte aquí que te doy un chupachups. El niño no hizo caso y la madre tampoco lo llamó ni lo riñó. El angelito siguió tocando los trajes y cuando el primero cayó al suelo la dueña de la tienda fue hacia el niño, lo tomó en brazos y lo sentó en la silla de al lado de su madre a la vez que le decía, sonriendo y disimulando su malestar: tú eres un diablito. La madre se puso furiosa. Le dijo cosas horribles y que quien era ella para corregir a su hijo y que además le había insultado comparándolo con el demonio. Todo un espectáculo vergonzoso.

Y yo no le doy la culpa a los dependientes. Sólo digo que por su propio bien, deben cuidar su tienda.
 
De padres irrespetuosos y mal educados, hijos ídem. Y también ocurre mucho que los padres esperan a que los hijos se mal comporten y en ese momento intentan frenarlos cuando debieran de hacerlo desde siempre y sobretodo desde antes de salir de casa.
 
El otro día veníamos de viaje en el autobús, despues de coger un taxi desde casa de mi suegra a la estación, luego un talgo durante tres horas y media, luego otro tren de una hora y veinte y finalmente un autobús para llegar a casa, veníamos con las maletas, con los regalos del papa noel y la ropa que me da mi cuñada. Como burros.
Mi hija tiene cuatro años y la pobre demasiado bien se portó. Justo cuando íbamos en el bus,nosotos 3 y una señora al fondo, despues de casi 6 horas de aquí para allá yo me senté porque me llamó mi madre para preguntarnos cuándo llegábamos.
Mi marido dejó moverse a la cría, pobrecica, yo hablando por teléfono, no nos dimos cuenta de que el llamador para parar el autobus y bajar la rampa de minusválidos estaba al lado y la cría le dio sin querer, una vez, ni cuenta nos dimos, una segunda vez.
Llega el autobusero, para, se levanta y nos echó un pedazo de bronca, ¡Qué vergüenza! Ahora en frío lo pienso, tenía razón, pero los modos de decirlo tampoco eran los correctos, siendo que el minusválido que sube avisa de dónde se va a bajar y casi nunca le da al botoncito.
Un crío en un momento, te hace lo que menos te puedas esperar.
Así que éste, el pintor, no sería un segundo, pero seguro de que fue menos tiempo del que nos imaginamos.
También diré que hay cada progenitor, que tela marinera, eso de las tiendas, me suena, le llamamos la atención a un niño en una mercería grande que estaba sacando todos los hilos y la madre encima se nos mosqueó. Encima.
 

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