No conocía a este primer novio de Bea. Bajito pero rico.
https://www.mujerhoy.com/celebritie...buti-bancarrota-carcel-20220726132106-nt.html
Beatrice Borormeo y su ex novio, el polémico playboy Tommaso Buti. / GETTY IMAGES
SILVIA VIVASMartes, 26 julio 2022, 14:03
Mucho antes de que Beatrice Borromeo se transformara en un trasunto de Grace Kelly en virtud de su extraña boda con Pierre Casiraghi, una jovencísima Beatrice, veinteañera y modelo, acabó en los brazos del novio más inapropiado: el playboy italiano Tommaso Buti. Una elección amorosa que la compara, una vez más, con su suegra Carolina de Mónaco.
Como le sucedió a la jovencísima Carolina de Mónaco con el seductor Philippe Junot en su etapa de estudiante en la Sorbona, Beatrice Borromeo debutó en las páginas del gossip junto a Tommaso Buti, alias Tommy, un empresario con fama de playboy, 20 años mayor que ella y que acabaría teniendo problemas con la ley.
Para entender qué pintaba Beatrice Borromeo, muy rubia y poco vestida (para lo que nos tiene acostumbrados) del brazo de un señor ultra bronceado en el photocall del 20 aniversario de Dolce & Gabbana hay que retrotraerse a la gran bronca con su madre que marcó el abandono de Beatrice de la casa familiar.
La infancia y adolescencia de Beatrice Borromeo solo se puede definir como complicada. Su madre, Paola Marzotto, hija de condesa y mujer de fuerte carácter, convivió con soltura con los cinco hermanos de Beatrice, tanto los que había parido ella misma como los que no.
Todos los hijos de Carlo Ferdinando Borromeo se criaron juntos, pero fue la madre de Beatrice Borromeo la que marcó su destino. La propia Beatrice Borromeo ha confesado cómo fue una gran bronca con Paola Marzotto la que la «obligó» a irse de casa con tan solo 17 años.
Madre e hija estarían sin hablarse durante un año y medio iniciando la etapa oficialmente rebelde de Beatrice Borromeo que buscó refugio, curiosamente, en el mismo lugar donde su madre había desarrollado su carrera profesional: el mundo de la moda.
Beatrice Borromeo comenzó a trabajar como modelo con todo lo bueno y todo lo malo que tiene el debutar en las pasarelas siendo extremadamente joven. Allí fue donde conoció a Tommaso Buti, un auténtico especialista en ligar con modelos.
Buti había nacido en Florencia, Italia, pero el grueso de sus negocios y su fama le llegó gracias a que se instaló en Estados Unidos y supo hacer negocios en el mundo de la hostelería. Invirtió 2000 dólares en el primero de ellos y acabó vendiendo bocadillos a Donna Karan y media cúpula directiva de Wall Street.
Pero el espaldarazo definitivo (y la fama) lo recibiría cuando en 1995 fusionó las dos cosas que más le gustaba al mundo en los 90, la comida rápida y las top models, y fundó junto a su hermano el Fashion Cafe del Rockefeller Center de Nueva York.
En aquel momento Tommaso Buti posaba en las inauguraciones junto a otra modelo: su esposa, la chica de portada de Sport Illustrated y ex Miss Universo Daniela Pestova. Pero los días de vino y rosas le durarían poco a la pareja capaz de gastar hasta 20.000 dólares en una fiesta de cumpleaños.
En 1998 Daniela y Tommaso Buti firmarían el divorcio. El mismo año en el que el Fashion Cafe quebró y la agencia tributaria y los inversores reclamaron a Buti la friolera de 15 millones de dólares. Los cargos irían creciendo con el tiempo, la Fiscalía estadounidense llegó a acusar a Buti hasta de blanqueo de capitales y en el año 2000 le arrestarían en Milán, pero nunca fue deportado.
Tras el matrimonio Tommaso Buti siguió protagonizando fotografías con las mujeres más guapas del momento: Tommaso y Linda Evangelista, Tommaso en el yate de Flavio Briatore con Kate Moss… eso sin despreciar a sus múltiples idilios italianos (Rita Rusic, Manuela Arcuri, Martina Stella, Anna Falchi, Luisa Corna…).
Cuesta creer que con semejante currículum llamara la atención de Beatrice Borromeo. La misma mujer que se negó en la boda de su hermana a estrecharle la mano a Berlusconi por no comulgar con sus ideas políticas estuvo saliendo con el hombre de confianza de Donald Trump.
Tommaso Buti fue la persona al frente de Trump Management Group, la agencia de modelos de Trump (cargo que Trump le dio porque «Tommaso ama a las mujeres y las mujeres aman a Tommaso»).
Su relación duró solo dos años, de 2005 a 2007, pero seguro que bastaron para sacar aún más de quicio a la madre de Beatrice Borromeo. Si el objetivo es que Paola Marzotto pusiera los ojos en blanco como Rainiero en la boda de Carolina de Mónaco con Philippe Junot, seguro que la italiana lo consiguió con creces.
Finalmente Borromeo decidió decirle adiós al playboy y a la dolce vita (la única vez que habló de él afirmó «tenía tendencia a dejarme y volver. Un día le dije, tú por tu camino, yo por el mío»). Con la ruptura decidió dedicarse a asuntos más elevados: firmar la paz con su familia, intimar con Pierre Casiraghi y forjarse una carrera como periodista comprometida.
Mientras, Tommaso Buti continuó acumulando problemas financieros, negocios ruinosos, juicios y novias. Eso sí, de sus asuntos pendientes en Estados Unidos le libró su amigo Donald Trump que firmó un indulto total para el italiano horas antes de abandonar la Casa Blanca.
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Quién es Tommaso Buti, el ex novio playboy del que Beatrice Borromeo se arrepiente (y que se parece demasiado al primer ex de Carolina de Mónaco, Philippe Junot)
Carolina de Mónaco con Philippe Junot y Beatrice Borromeo con Tommaso Buti son la prueba de que las mujeres del principado tienen el don de escoger mal a su primer amor.
Beatrice Borormeo y su ex novio, el polémico playboy Tommaso Buti. / GETTY IMAGES
SILVIA VIVASMartes, 26 julio 2022, 14:03
Mucho antes de que Beatrice Borromeo se transformara en un trasunto de Grace Kelly en virtud de su extraña boda con Pierre Casiraghi, una jovencísima Beatrice, veinteañera y modelo, acabó en los brazos del novio más inapropiado: el playboy italiano Tommaso Buti. Una elección amorosa que la compara, una vez más, con su suegra Carolina de Mónaco.
Como le sucedió a la jovencísima Carolina de Mónaco con el seductor Philippe Junot en su etapa de estudiante en la Sorbona, Beatrice Borromeo debutó en las páginas del gossip junto a Tommaso Buti, alias Tommy, un empresario con fama de playboy, 20 años mayor que ella y que acabaría teniendo problemas con la ley.
Para entender qué pintaba Beatrice Borromeo, muy rubia y poco vestida (para lo que nos tiene acostumbrados) del brazo de un señor ultra bronceado en el photocall del 20 aniversario de Dolce & Gabbana hay que retrotraerse a la gran bronca con su madre que marcó el abandono de Beatrice de la casa familiar.
La infancia y adolescencia de Beatrice Borromeo solo se puede definir como complicada. Su madre, Paola Marzotto, hija de condesa y mujer de fuerte carácter, convivió con soltura con los cinco hermanos de Beatrice, tanto los que había parido ella misma como los que no.
Todos los hijos de Carlo Ferdinando Borromeo se criaron juntos, pero fue la madre de Beatrice Borromeo la que marcó su destino. La propia Beatrice Borromeo ha confesado cómo fue una gran bronca con Paola Marzotto la que la «obligó» a irse de casa con tan solo 17 años.
Madre e hija estarían sin hablarse durante un año y medio iniciando la etapa oficialmente rebelde de Beatrice Borromeo que buscó refugio, curiosamente, en el mismo lugar donde su madre había desarrollado su carrera profesional: el mundo de la moda.
Beatrice Borromeo comenzó a trabajar como modelo con todo lo bueno y todo lo malo que tiene el debutar en las pasarelas siendo extremadamente joven. Allí fue donde conoció a Tommaso Buti, un auténtico especialista en ligar con modelos.
Buti había nacido en Florencia, Italia, pero el grueso de sus negocios y su fama le llegó gracias a que se instaló en Estados Unidos y supo hacer negocios en el mundo de la hostelería. Invirtió 2000 dólares en el primero de ellos y acabó vendiendo bocadillos a Donna Karan y media cúpula directiva de Wall Street.
Pero el espaldarazo definitivo (y la fama) lo recibiría cuando en 1995 fusionó las dos cosas que más le gustaba al mundo en los 90, la comida rápida y las top models, y fundó junto a su hermano el Fashion Cafe del Rockefeller Center de Nueva York.
En aquel momento Tommaso Buti posaba en las inauguraciones junto a otra modelo: su esposa, la chica de portada de Sport Illustrated y ex Miss Universo Daniela Pestova. Pero los días de vino y rosas le durarían poco a la pareja capaz de gastar hasta 20.000 dólares en una fiesta de cumpleaños.
En 1998 Daniela y Tommaso Buti firmarían el divorcio. El mismo año en el que el Fashion Cafe quebró y la agencia tributaria y los inversores reclamaron a Buti la friolera de 15 millones de dólares. Los cargos irían creciendo con el tiempo, la Fiscalía estadounidense llegó a acusar a Buti hasta de blanqueo de capitales y en el año 2000 le arrestarían en Milán, pero nunca fue deportado.
Tras el matrimonio Tommaso Buti siguió protagonizando fotografías con las mujeres más guapas del momento: Tommaso y Linda Evangelista, Tommaso en el yate de Flavio Briatore con Kate Moss… eso sin despreciar a sus múltiples idilios italianos (Rita Rusic, Manuela Arcuri, Martina Stella, Anna Falchi, Luisa Corna…).
Cuesta creer que con semejante currículum llamara la atención de Beatrice Borromeo. La misma mujer que se negó en la boda de su hermana a estrecharle la mano a Berlusconi por no comulgar con sus ideas políticas estuvo saliendo con el hombre de confianza de Donald Trump.
Tommaso Buti fue la persona al frente de Trump Management Group, la agencia de modelos de Trump (cargo que Trump le dio porque «Tommaso ama a las mujeres y las mujeres aman a Tommaso»).
Su relación duró solo dos años, de 2005 a 2007, pero seguro que bastaron para sacar aún más de quicio a la madre de Beatrice Borromeo. Si el objetivo es que Paola Marzotto pusiera los ojos en blanco como Rainiero en la boda de Carolina de Mónaco con Philippe Junot, seguro que la italiana lo consiguió con creces.
Finalmente Borromeo decidió decirle adiós al playboy y a la dolce vita (la única vez que habló de él afirmó «tenía tendencia a dejarme y volver. Un día le dije, tú por tu camino, yo por el mío»). Con la ruptura decidió dedicarse a asuntos más elevados: firmar la paz con su familia, intimar con Pierre Casiraghi y forjarse una carrera como periodista comprometida.
Mientras, Tommaso Buti continuó acumulando problemas financieros, negocios ruinosos, juicios y novias. Eso sí, de sus asuntos pendientes en Estados Unidos le libró su amigo Donald Trump que firmó un indulto total para el italiano horas antes de abandonar la Casa Blanca.
