La obsesión por los pechos grandes llega a límites insospechados... pero yo os digo que prefiero unos pequeños y bien puestos que no un par de pelotas ahí exageradísimas que son más grandes que mi cabeza.
y sí, prefiero naturales a operadas. mil veces antes, tanto por tacto como por todo lo demás.
y sí, prefiero naturales a operadas. mil veces antes, tanto por tacto como por todo lo demás.