los 63 años, Sarah, duquesa de York,parece estar entrando en un nuevo capítulo en su vida.
Entre Royal Lodge en Windsor y una casa en Londres, entre dos bestsellers que le han devuelto la confianza, Sarah ha encontrado algo de paz.
En los últimos años, el matrimonio de su hijaEugeniay el deBeatricehan permitido aSarahvolver al frente del escenario y si su exmarido es ahora persona non grata, escándalo al que Epstein obliga, ella se ha mantenido digna, casi ejemplar en cierto modo.
El hecho de que lareina Isabel IIhaya decidido confiarle sus dos últimos corgis casi anuncia un retorno de la gracia.