Es que es normal, porque, con todos mis respetos (que conste que no lo digo peyorativamente) , somos un país de camareros.
Quiero decir que escasean los puestos de trabajo muy cualificados (no abundan), ni tenemos tejido industrial ni empresarial que genere valor añadido... Estamos volcados en sector servicios, la mayoría centrado al turismo, y los trabajos son bastante precarios y mal pagados.
Otra cosa es que muchísima gente tenga una formación buena y debiera poder acceder a otros puestos. Pero como no los hay, pues aquí está el drama, al final no queda otra que aceptar lo que se encuentra, aunque sea mal pagado.
Personalmente lo que me molesta es que la gente en vez de luchar contra la precariedad y por conseguir un mercado más justo, lejos de eso, se alegra cuando putean a los funcionarios. Aún me acuerdo la última crisis que les quitaron pagas extras, congelaron sueldos y les quitaron días de asuntos propios. Todo junto sumado, a nivel del país, era una puñetera mierda de ahorro, con perdón. Pues toda la gente contenta, oye. Ahora, los políticos no se vayan a recortar en sueldos, dietas, prebendas y gastos chorras. Venga a tirar dinero a espuertas en tonterías (visto con mis ojos en esa época, el dineral que manejaba la diputación provincial para imbecilidades súper necesarias, vamos... Ahí no recortaron, no).
No sé, yo es que me acuerdo de mis 5 años de opositora, que al final quedaron en nada y, la verdad, ahora mismo, no sé si llega a compensar. Imagino que si consigues la plaza soñada pues sí, pero vamos, con lo chunguisimo que es y el esfuerzo mental, económico y personal que requiere y viendo además casos de familiares y amigos que son funcionarios, pues la verdad, no lo veo yo como la panacea.
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