Perros.

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Teresa Romero y su marido vuelven a tener perro La pareja decide adoptar a una perra en Alcorcón
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Qué buena noticia verla bien y además dando el ejemplo adoptando a esta perrita.
Seguramente llevaran el dolor de Excalibur en el corazón pero esta nueva integrante les dará mucha amor y felicidad. Y gratitud por supuesto. Afortunadas ambas partes.


Que tiren hacia adelante. El otro día oí comentar que parte del personal médico que la atendió no tiene plaza fija en el hospital. Es una vergüenza como tratan a los sanitarios.

Que intenten ser felices el tiempo que Dios les de de vida y que espero sea largo.
 
Un perro capaz de oler las bajadas y subidas de azúcar
yolanda aznar / zaragoza
Día 25/01/2015 - 14.07h

Cini se ha convertido en el seguro de vida de su dueña Lidia, una joven de 19 años que sufre diabetes tipo 1

fabián simón
Lidia Nicuesa enferma de diabetes de Canem con su perra Cini, primera perra de asistencia médica de diabetes

Cini -Azucarada, en el idioma hindi- es un jack russell terrier que se ha convertido en el seguro de vida de su dueña Lidia, una joven de 19 años que sufre diabetes tipo 1 desde pequeña. Con unos 20 minutos de antelación y gracias a su olfato, esta perra es capaz de detectar si Lidia va a sufrir un bajón o una subida de azúcar. En estos dos años que llevan juntas, Cini la ha salvado en más de una ocasión.

Esta zaragozana tiene diabetes desde los cinco años. En su caso el páncreas dejó de producir insulina de forma natural después de que Lidia sufriera escarlatina, una enfermedad infecciosa que suele darse en niños y que presenta síntomas similares a la varicela. En ese momento su vida cambió para siempre.

«En un principio lloraba porque no lo comprendía. Cuando llegó la adolescencia lloraba por rebeldía, poco a poco fui conociendo cómo había que actuar, qué riesgos tenía pasarse y las consecuencias a la larga que podía ocasionarme. Se podría decir que le tenía miedo», explica esta joven, estudiante de Magisterio.

«Asumí que iba a ser mi compañera de viaje definitiva, que siempre iba a estar ahí y que lo mejor era aprender a vivir con ella», asegura. Y así ha conseguido hacer una vida completamente normal. Sale con sus amigos, acude a clases a la Universidad de Zaragoza, se va de vacaciones... Todo como cualquier joven de 19 años, pero, eso sí, siempre pendiente de los niveles de azúcar.

Avisa en el momento exacto
En su caso, y para evitar los pinchazos constantes, lleva una bomba de insulina que le proporciona a lo largo del día la glucosa necesaria. Ella es quien fija las dosis, dependiendo de factores como la alimentación. Lidia fue la primera persona a la que se colocó una bomba de estas características en Aragón. Solo tenía nueve años.

Y así poco a poco la diabetes, una de las enfermedades más extendidas del siglo XXI, ha pasado a formar parte de su día a día.
Con unos 20 minutos de antelación, un perro puede detectar bajadas y subidas de azúcar
«Ahora, la conozco, conozco sus riesgos, sus picos, la imposibilidad de controlarla en muchas situaciones... Ya no le tengo miedo, porque sé actuar incluso cuando es incontrolable y, sobre todo, porque gracias a Cini las situaciones incontrolables cada vez son menos».
Cini es su perro de alerta médica. Su función es «chivarse»: «Ella avisa en ese momento exacto en el que la glucemia es necesaria, y yo me miro el azúcar para tomar las medidas. Por eso es fiable, porque no me dice qué tengo que hacer, sino cuándo lo tengo que hacer», explica Lidia.

Está adiestrada para ello. Su perra fue la primera en España en ser capaz de marcar tanto hipoglucemias como hiperglucemias, es decir, bajadas o subidas de azúcar respectivamente. Aprendió a hacerlo en «Canem», un centro de asistencia, terapia y educación donde los adiestran para cuidar de personas.

Y no solo de diabéticos. En este centro de la capital aragonesa enseñan a perros guía, para personas con discapacidad visual; perros de servicio, para personas con movilidad reducida, o perros especialmente preparados para cuidar de autistas. Su dueño, Paco Martín, y un equipo de profesionales se encargan de ello. En el caso de la alerta médica para diabetes tipo 1 es el único que hay en estos momentos en España.

El adiestramiento
El adiestramiento de un perro como Cini suele prolongarse durante un año, aunque a los cuatro meses ya suelen ser capaces de marcar hipoglucemias -bajadas de azúcar-. A pesar de que les es más difícil detectar los bajones que las subidas, se les enseña primero porque son más peligrosos para los dueños. Pero no solo son capaces de oler las de sus dueños, sino las de cualquier persona que las padezca.

El proceso comienza seleccionando al animal. Se les escoge genéticamente, con una serie de aptitudes y sobre todo con capacidad de aprender. Aunque puede servir cualquier perro, desde Canem sugieren decantarse por razas como las de Cini, un jack
En España hay 14 perros adiestrados para ello
russell terrier. «No aconsejamos comprar cualquier perro y traerlo para adiestrarlo. Es mejor acudir al centro, dejarse aconsejar y ver qué animal es mejor para cada caso», explica Lidia, que ahora trabaja en «Canem» para ayudar a familias que se encuentran en su misma situación.
De momento no hay una explicación científica, pero en este centro han comprobado que, en el caso de los diabéticos, cuando sufren subidas o bajadas de azúcar su cuerpo segrega una sustancia que estos perros son capaces de detectar. «No sabemos qué huelen exactamente, pero lo que está claro es que algo huelen y entonces nos avisan». ¿Cómo lo hacen? Ladrando. Y es que Cini solo ladra cuando Lidia va a tener una bajada o una subida de azúcar.

Para enseñarles solo utilizan técnicas en positivo. Es decir, se les premia cuando lo hacen bien. Durante los primeros meses, les van dando a olfatear diferentes muestras para que sean capaces de detectar las hipo y las hiperglucemias. Y con mucha «paciencia y cariño» se les recompensa cuando son capaces de reconocerlas.

Y así estos perros evitan que sus dueños sufran picos, subidas o bajadas extremas. Algo «fundamental», asegura Lidia, ya que esos picos constantes a la larga pueden provocar problemas de riñones o enfermedades como la ceguera. «Ella se adelanta a lo que va a pasar y yo me evito llegar a 300 de azúcar o que me baje a 50», explica.

En este centro de Zaragoza han adiestrado ya a 14 perros de alerta médica. Uno para Barcelona, cinco para Madrid y el resto para Aragón. El «dueño» más joven, un bebé de dos años del que su perro no se separa y que ayuda a los padres a controlar mejor una enfermedad que varía constantemente. El calor, los nervios, la comida..., un mínimo cambio y el azúcar se descompensa.

«Es mi seguro de vida», dice orgullosa Lidia. «Con ella he ganado en autonomía y tranquilidad». «Antes me daba miedo quedarme sola en casa por lo que pudiera pasar, no dormía tranquila por si me daba un bajón o una subida y no me despertaba a tiempo...». «Ahora eso ha cambiado. Tengo a Cini y sé que ella cuida de mí».
 
Los perros, «doctores» de cuatro patas que detectan el cáncer y la epilepsia
e. armora / madrid
Día 25/01/2015 - 02.00h

Gracias a su potente olfato, los perros saben cómo huelen algunas enfermedades

efe
Un collie olfatea distintas muestras en un experimiento sobre la detección de cáncer en Hungría

Hay personas que tardan años en saber que están marcadas por el cáncer. «Black», un perro adiestrado en el centro «Argus Dog» de Barcelona, dedicado al adiestramiento de canes para la detección de enfermedades, es capaz de tener esta información en solo minutos.

Con un olfato hasta diez mil veces superior al de los humanos, los perros pueden descubrir si una persona padece un tumor maligno, si va a sufrir un brote epiléptico, migrañas o algún episodio de alergia. Saben perfectamente cómo huelen estas enfermedades.

Diversas investigaciones, entre ellas un estudio de «The Lancet» de 1989, han confirmado que estos animales, considerados los mejores amigos del hombre, pueden identificar a personas afectadas por tumores en la vejiga, ovarios, piel y pulmón. Revelan, asimismo, que las células cancerígenas producen una basura metabólica diferente a la de las células sanas. Entre esos marcadores hay algunos compuestos volátiles que los animales pueden detectar con precisión en las heces, la orina o el aliento del enfermo.

Eficaces detectores de patologías
Desde el centro «Argus Dog» de Barcelona, que dirige Ingrid Ramon, se adiestra a canes para convertirlos en eficaces detectores de patologías. «Los preparamos para que sean una alerta ambulante, que acompañen a las personas para que puedan advertirles de un posible brote de epilepsia, de una bajada de azúcar...», explica Ramón, que ha colaborado con el cuerpo policial de Estados Unidos formando a perros para la detección de explosivos. Después de seis meses de entrenamiento, sus perros están capacitados para saber si una persona padece un cáncer, sufrirá un brote epiléptico o tendrá una bajada de azúcar. «Formamos a perros para que se anticipen y avisen de la aparición de un episodio médico», explica Ingrid Ramón.

Actualmente, «Argus Dog» trabaja en un proyecto de educación de perros para la detección de hipoglucemias de diabetes tipo 1. El proyecto, denominado «Amicus Canis», consta de dos fases. Una científica, liderada por el doctor Ramón Gomis, y otra que dirige Ingrid Ramón desde la Universidad Autónoma de Barcelona.

Esta última fase, de adiestramiento de canes, está en marcha, aunque la primera, dirigida a crear una nariz artificial capaz de detectar las sustancias volátiles que emiten los pacientes cuando van a sufrir hipoglucemia, se ha paralizado por falta de financiación.

Las aplicaciones de un detector infalible
e. a. barcelona
Embarazo. No hay evidencia científica que explique por qué los perros pueden percibir de antemano un embarazo. No obstante, hay gran cantidad de casos que prueban que es así. Se ha sugerido que podría ser porque su privilegiado olfato percibe los cambios en las hormonas y feromonas de las mujeres embarazadas.
Cáncer de próstata. Los perros poseen un avanzado olfato que les permite identificar los compuestos orgánicos volátiles asociados a ciertos tipos de cáncer cuando se les expone a muestras de aliento, sudor u orina. Uno de los cánceres que se ha demostrado que son capaces de detectar con más exactitud es el de próstata. Lo detectan con casi un 99% de precisión. Numerosas investigaciones lo evidencian. La última la publicó en 2014 el doctor Gian Luigi Taverna del hospital de Investigación de Milán.
La muerte. Son varios los casos conocidos de gatos y perros que han mostrado su capacidad de predecir la muerte. El primero y más conocido es el de Óscar, el gato de un geriátrico de Rhode Island ( EE.UU.) que se recostaba junto a los ancianos del centro el mismo día en que fallecían. Se le conoció como «el ángel de la muerte». Más tarde aparecieron otros casos.
 
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