En sus actos Charlene ha mostrado muy poca madurez y muy poca inteligencia. No ha sabido hacerse querer en Mónaco, empezando por el idioma, que aunque lo hemos repetido innumerables veces no deja de ser asombroso que no lo hable.
No ha sabido acercarse a la familia de Albert, rodeándose siempre de su propia familia; favoreciendo actos que benefician a Sudáfrica por encima de Mónaco, país del que es princesa y donde vive rodeada de lujos; dejándose ver de la manos de otros hombres que no son su esposo; poniendo expresiones de disgusto o mujer sufrida en los pocos actos en los que participa; etc, etc, etc,...
Así que era de esperarse que no supiera manejar la relación con los anteriores hijos de su esposo.
Entre ella y Nicole cuesta mucho elegir, pero le diría a Albert que no tiene que ser así, no tiene que elegir entre ellas dos. Bien puede quedarse solo, como lo estuvo su padre desde que enviudó y quien tuvo sus relaciones, pero ninguna se acercó a algo serio, ni siquiera con Ira Von Furstenberg.
Y por favor Albert, si te vas a embarcar en una nueva relación, por favor...no sigas tus instintos, que parecen no funcionar bien.
