Ay amiga, yo en la obra me transformaba por obra y gracia del Espíritu Santo. La primera vez que monté en cólera fue porque perdí por completo los nervios. No fue como herramienta de trabajo. Ese primer día perdí los estribos totalmente (me liaron una muy parda) y empecé a lanzar improperios y a gritar que terminé abroncándoles en gallego y todo. Luego, me fui muy digna, pero al entrar en mi caseta rompí a llorar de desesperación y de frustración.Es total.
Yo tampoco es que vaya corriendo hacia el con los ojos inyectados en sangre
Es que tranquilamente le pregunto si me ha tomado por gilipollas, o le digo que no he oído mentira más ridícula en mi vida, o algo así, muy fuerte pero con la cara y el tono inexpresivos.
Si se avergüenza y calla le mando a la mi sin estridencias. Pero al que intenta decirme que "eso no es así ", o que la culpa es mía, se la lío pero muy parda.
Justo es decir que en mi vida personal sólo he montado un pollo sonado, pero en la obra, pufff, ....los que han hecho falta.
Luego desarrollé el "cabreo preventivo" con arte alambicado y, gracias a Dios, ya no necesité muchas broncas más.