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Bingazo prima! Ahora que lo has dicho he recordado un caso ( en versión humilde) de una pareja que conocí: ella opositaba a un cargo de la Unión Europea, él opositaba a algo de Hacienda. Él decía que si ambos aprobaban, él pedía una excedencia y se iba con ella a Bruselas. Ella se supone que opositaba pero cuando empezó con él se supone que estudiaba pero no llegaba nunca a presentarse al examen.A mí me da q a él lo q le va es vivir del cuento, hace menos que ella, que ya es decir. Yo creo que cuando se conocieron se produjo una confusión mutua. Cada uno de ellos pensó que el otro era su meal ticket. Y luego descubrieron el pastel! (O mejor dicho, la tarta tatín, pronunciado Tagt Tatan)
Él confiando en que ella aprobase fue dejando la oposición.
Ella se quedó embaraza y la relación se fue deteriorando, fueron a un asesor matrimonial y al final acabaron los dos confesando que esperaban que el otro se sacará la oposición y que cuando no lo hicieron se sintieron decepcionados.
Resultado: a día de hoy separados y llevándose a morir y el niño en medio sufriendo...