Los Sussex vs grupo de prensa.

Cualquiera que haya sido, para mí tenían autorización de MeMa para dar información, pregunta; cómo demonios los mentados amigos tenían acceso a una carta que se supone mandó a su padre???
No nos hagamos, esa carta fue escrita para que todo mundo la viera.


Es que contar las penas a un par de amigas(os) y que a uno se le ocurriera la idea de defenderla en la prensa, aun seria creíble, pero a 5?
Llamó a todos los contactos que tenia en el móvil?

Tengo buenos amig@s, tengo algun@s intim@s y desde hace muchísimos años y si me contaran que sus padre (madre) , se comporta mal con ellos y la pelea fuera en publico y en primera pagina, lo ultimo que se me ocurriría es salir yo a envenenar mas la situación, criticando al padre(madre) sin que me lo pidiera mi amig@.
Por una razón muy simple: es SU PADRE y a mi, me encontró en la calle, como suele decirse. Y otra cosa que me enseñaron en mi casa es que los trapos sucios se lavan en la intimidad. Y tenían razón, a la vista esta , el resultado.

Voy a creerme un día las tragedias de M? lo veo difícil.
Una hija que no presenta a su futuro marido a su padre ... ni supongo que al resto de su familia tampoco ... que no invita a la boda ni al tío que la enchufo en la embajada argentina ...

Si a esto le sumo, no ya los cotilleos de los tabloides british, sino lo que veo con mis propios ojos y que nos enseña ella misma, pues me reafirmo cada vez mas en lo que pienso de ella. YO MI ME. NARCISO.
 
Ellos quieren seguir siendo populares, salir en tv y diarios porque son lo duques, que controversiales son. Si no quieren trato con los diarios, no quieren publicidad que se aparten a una vida privada, a un lugar lejano, cero fundaciones, cero aparecer en tv, cero vida publica y muy pronto serán olvidados.

Si la prensa del chisme sigue la vida de l@s ex de los famos@s, convertid@s en celebridades, si crees que olvidarían al principe Harry, hijo de Lady Di e hijo y hermano de reyes de Inglaterra, esta controvertida mujer estás soñando. Sí que fuesen santos, siempre tendrán, juntos o separados ,a los paparazzi a encima.
Me pregunto cuando enviaran la carta a los tabloides australianos y norteamericanos.

https://www.newidea.com.au/prince-harry-and-meghan-markle-want-to-leave-us-after-54-days

Choque real: Harry y Meghan quieren irse de EE. UU. Después de 54 días
¡Problemas en el paraiso! - por New Idea

Se rumorea que hay problemas en el paraíso para el Príncipe Harry y Meghan Markle, ya que las fuentes afirman que su nueva vida en Los Ángeles se está desmoronando.

Después de renunciar a la familia real a fines de marzo, la pareja real esperaba comenzar de nuevo en Hollywood.

Pero, según los informes, un experto afirmó en la publicación estadounidense Star, que las grandes esperanzas de Harry de vivir una vida increíble y glamorosa en Los Ángeles aparentemente se han aplacado.

"Todos se han destrozado mientras él y Meghan luchan por adaptarse al mundo real. Pensaron que vivirían el sueño, pero se convirtió en una pesadilla ", dijo la fuente.

Según la fuente, el plan era conseguir trabajo de inmediato y comenzar a financiar el efectivo, pero con la pandemia de coronavirus, sus grandes planes quedaron en suspenso.

Con el mundo ahora encerrado, Harry y Meghan parecen tener dificultades para poner en marcha nuevos acuerdos, afirmó la fuente.

Aparentemente, Harry está aburrido y se siente atrapado y se dice que la soledad de estar encerrado en su casa lo está volviendo loco y extraña su antigua vida.

“No poder ver a nadie ni hacer nada está poniendo tensión en su relación. Están discutiendo más de lo habitual ", agregó la fuente.

Lo que es más, la pareja también está bajo presión financiera con el presunto problema de dinero de Harry, que supuestamente tiene que recurrir a su padre para pagar las cuentas.

Como tal, se rumorea que la pareja está considerando regresar a casa, donde al menos se encargarían de sus gastos de alojamiento.

La Reina apoya su decisión y "quiere ver a [Harry] volver a casa", pero tendrían que regresar a algún tipo de deberes reales que Meghan supuestamente no desea.

"Hay mucho de ida y vuelta con la reina en este momento. Están tratando de llegar a un punto medio donde todos puedan ser felices ", agregó la fuente.

Problemas de dinero? Harry es millonario, probablemente con inversiones que le generen buenos elucumentos, en cualquier caso, tiene para aguantar la mala racha del confinamiento, que coincidiendo con su cambio de vida, normal que lo lleve mal. Pero siempre apelando a fuentes anonimas, que gracia...
 
Por una razón muy simple: es SU PADRE y a mi, me encontró en la calle, como suele decirse.

Qué fuerte! Cuando eres adulto y escoges una pareja, en caso de conflicto con tus padres has de hacer entender a estos que tu prioridad ahora es tu pareja, que sigues queriendolos y apoyándoles en lo que puedas, pero que has formado una familia propia con esa persona y, habiendo sido la persona escogida para compartir la vida y responsabilidades, tienes un compromiso prioritario con tu pareja. Quien no tiene claro eso y no ha roto el cordon umbilical a nivel emocional está abocando a su pareja al fracaso. Los padres pasan a segundo plano tras la pareja y los hijos, es ley de vida una vez que los hijos vuelan del nido, es algo que todo padre tiene que tener claro.

Eso de tener que oír de la pareja "a ti te encontré en la calle" da ganas de coger la puerta y desearle un feliz matrimonio con su madre o padre.

Cuántos padres e hijos que no han tenido claro esto han provocado la separación de la pareja, también al reves, cuando Los hijos de niegan a aceptar la nueva pareja de sus padres y estos les priorizan a ellos.

Es un tema complicado con niños - en este caso los niños son prioritarios para un buen padre, pero sin permitirles chantajes emocionales-, pero, entre adultos, las cosas están claras respecto a que debes lealtad a la pareja con quién has construido tu vida aunque quieras mucho a tus padres y les cuides en lo que necesiten, pero teniendo claro todos que los padres te lo dieron todo porque era su deber de padres hacerlo, sin derecho a condicionar por eso la vida de los hijos ni obligarles a elegir tensando la cuerda a su favor.
 
Última edición:
Qué fuerte! Cuando eres adulto y escoges una pareja, en caso de conflicto con tus padres has de hacer entender a estos que tu prioridad ahora es tu pareja, que sigues queriendolos y apoyándoles en lo que puedas, pero que has formado una familia propia con esa persona y, habiendo sido la persona escogida para compartir la vida y responsabilidades, tienes un compromiso prioritario con tu pareja. Quien no tiene claro eso y no ha roto el cordon umbilical a nivel emocional está abocando a su pareja al fracaso. Los padres pasan a segundo plano tras la pareja y los hijos, es ley de vida una vez que los hijos vuelan del nido, es algo que todo padre tiene que tener claro.

Eso de tener que oír de la pareja "a ti te encontré en la calle" da ganas de coger la puerta y desearle un feliz matrimonio con su madre o padre.

Cuántos padres e hijos que no han tenido claro esto han provocado la separación de la pareja, también al reves, cuando Los hijos de niegan a aceptar la nueva pareja de sus padres y estos les priorizan a ellos.

Es un tema complicado con niños - en este caso los niños son prioritarios para un buen padre, pero sin permitirles chantajes emocionales-, pero, entre adultos, las cosas están claras respecto a que debes lealtad a la pareja con quién has construido tu vida aunque quieras mucho a tus padres y les cuides en lo que necesiten, pero teniendo claro todos que los padres te lo dieron todo porque era su deber de padres hacerlo, sin derecho a condicionar por eso la vida de los hijos ni obligarles a elegir tensando la cuerda a su favor.


Lee bien, hablo de los amigos.
Jajajejejiji. Sin acritud.
 
La bendita carta es una banderita que esgrimen para seguir dando la nota. Es IMPOSIBLE controlar a los medios, y es IMPOSIBLE que escapen a la atención de esos medios.
1- Harry es famoso por ser quien es, y ambos son y serán noticias por ese motivo (MM va asociada). Miremos a Pablo y Marie Chantal. No hacen absolutamente nada más que vivir su vida; sin embargo son noticia en muchas oportunidades, solo por ser quienes son; si hasta hay un hilo por acá sobre MC, para bien o para mal. Con H&M pasará exactamente lo mismo en lo sucesivo, más aún si lo promueven y revuelven las aguas cuando están más o menos quietas.
2- Viven en Los Angeles. A lo largo y ancho de EEUU, no podían encontrar un lugar donde la privacidad esté más expuesta y se pague mejor... Y eligieron vivir en esa ciudad, donde hasta un barrendero puede robar una foto sabiendo muy bien adonde dirigirse para venderla con provecho. De los paparazzi profesionales que pululan ni hablemos... Esto, sin duda, no escapaba a su conocimiento... ni por asomo son tan ingenuos.
3- Continuamente están dando la nota, buscando que se hable de ellos; su vida es cualquier cosa menos privada, y a ellos les gusta así. En esto muestran una hipocresía tremenda. Comenzando cuando, aún viviendo MM en Toronto, Harry lanzó el comunicado pidiendo que "dejaran en paz a su novia". Todo a raíz de un solo fotógrafo que estaba en la acera de su edificio... Siguiendo con las fotos de compromiso con el carísimo vestido de R&R... eran más fotos publicitarias que del evento en sí. La noticia en ese momento no fue tanto el compromiso, sino el precio del vestido. Ahí para muchos se encendieron luces rojas... más que fotos de una pareja feliz por el paso que acababan de dar, eran fotos de un par de modelos publicitarios. Y a partir de ahí...
4- Su misma incoherencia genera cobertura. El ex soldado Harry, diciendo que los clicks y los flashes le hacen estremecer...claro, si vienen de una cámara, si vienen de un teatro de batalla está todo bien (porque se imagina en un videojuego, como él mismo dijo). El barefoot speech, las diatribas contra la huella de carbono (las ajenas, claro) y hacer cuatro viajes en jet privado en pocos días. MM diciendo que en EEUU no hay tabloides... La primera presentación pública del niño, en el extranjero. El anuncio de que van a usar su posición y su renombre para beneficencia, premios y movimientos en pro de los desfavorecidos...el asunto es cómo pretenden hacerlo sin que se hable de esa posición y renombre. Sin contar la sospechosa radicación de la fundación en el estado de Delaware... La que se definió caucásica, hizo gala de ser una "hermana de color" en Africa...bueno, y la permanente comparación con el acoso que sufrió Diana...esto es más que risible.

La raíz de todo es su negativa a reconocer y aceptar críticas, fundadas o no. Quieren ser reconocidos, alabados y promovidos, hagan lo que hagan, lo merezcan o no lo merezcan. Y si no lo son, pues hala, la victim card. Que lo de race card funciona sólo para ella...
 
RICHARD KAY: Oh Harry... how Diana would have despaired: Their cold dismissal of ex-confidants makes them so alike. But, argues the royal journalist who knew the Princess best, Harry's destructive attitude towards the Press would have left her aghast

The scene is a residential road in an affluent suburb. A young woman approaches her parked car and, before she can open the door, a blizzard of flashlights transfixes her.

The men wielding the cameras are so close she can smell their breath and hear their contemptuous jibes: ‘Just because you’re f*****g royal,’ swears one.

Soon the tears start to come, first in gulps, then in great sobs as a photographer slithers Hollywood-style over the bonnet, desperate to get that lucrative close-up of their quarry’s shocked face.

This was almost exactly 24 years ago and the target of the paparazzi that day in Hampstead, North-West London — as it was most days then — was Princess Diana. Soon enough, pictures of the episode were appearing in the tabloids under headlines such as ‘Diana Weeps’.
What readers were not told was that the reason for her tears was the confrontation with the photographers.

So how did she handle this unsavoury and shocking intrusion into her privacy? She composed herself and, within a few short hours, picked up the reins of her official duties to pay a private visit to a homeless charity in Westminster — accompanied, incidentally, by her sons William and Harry. The latter was then a bright and inquisitive ten-year-old.
What she didn’t do was announce that because of such treatment she would never again co-operate with the media.

I was reminded of that day in Hampstead as Harry and his wife, the Duchess of Sussex, issued their self-serving pronouncement from faraway Los Angeles that they would boycott sections of the British Press in protest at the way they claim their lives are covered.

Not only did they make their complaint at a time of worldwide dread over the coronavirus, but within 24 hours the privacy-obsessed couple were instructing flunkeys to share their congratulations to the Queen on her 94th birthday with a selection of hand-picked publications.

And then there were the words they used in their statement — ‘distorted’, ‘false’ and ‘invasive beyond reason’ — that seemed so jarring. Jarring because there is absolutely no comparison between the treatment they complain of and that which was handed out to Harry’s mother on an almost daily basis.

RICHARD KAY: Oh Harry ... cómo Diana se habría desesperado: su fría despedida de ex confidentes los hace tan parecidos. Pero, argumenta el periodista real que mejor conocía a la princesa, la actitud destructiva de Harry hacia la prensa la habría dejado horrorizada.

La escena es una calle residencial en un suburbio acomodado. Una joven se acerca a su automóvil estacionado y, antes de que pueda abrir la puerta, una tormenta de linternas la atraviesa.

Los hombres que empuñan las cámaras están tan cerca que puede oler su aliento y escuchar sus burlas despectivas: "Solo porque eres jodidamente real", jura uno.

Pronto las lágrimas comienzan a aparecer, primero en tragos, luego en grandes sollozos mientras un fotógrafo se desliza al estilo Hollywood sobre el capó, desesperado por obtener ese lucrativo primer plano de la cara sorprendida de su cantera.

Esto fue hace casi exactamente 24 años y el objetivo de los paparazzi ese día en Hampstead, al noroeste de Londres, como lo era la mayoría de los días, era la princesa Diana. Muy pronto, las imágenes del episodio aparecieron en los tabloides bajo titulares como "Diana Weeps".
Lo que no se les dijo a los lectores fue que la razón de sus lágrimas fue la confrontación con los fotógrafos.

Entonces, ¿cómo manejó esta intromisión desagradable y sorprendente en su privacidad? Se compuso y, en pocas horas, tomó las riendas de sus deberes oficiales para hacer una visita privada a una organización benéfica para personas sin hogar en Westminster, acompañada, por cierto, de sus hijos William y Harry. Este último era entonces un brillante e inquisitivo niño de diez años.
Lo que no hizo fue anunciar que debido a ese trato nunca más volvería a cooperar con los medios.

Me acordé de ese día en Hampstead cuando Harry y su esposa, la duquesa de Sussex, emitieron su propio comunicado desde la lejana ciudad de Los Ángeles de que boicotearían secciones de la prensa británica en protesta por la forma en que afirman que sus vidas están cubiertas.

No solo presentaron su queja en un momento de temor mundial por el coronavirus, sino que dentro de las 24 horas, la pareja obsesionada con la privacidad estaba instruyendo a los flunkeys para que compartieran sus felicitaciones a la Reina en su 94 cumpleaños con una selección de publicaciones cuidadosamente seleccionadas.

Y luego estaban las palabras que usaron en su declaración: "distorsionadas", "falsas" e "invasivas más allá de la razón", que parecían muy discordantes. Peleador porque no hay absolutamente ninguna comparación entre el tratamiento del que se quejan y el que se entregaba a la madre de Harry casi a diario.
What she didn’t do was announce that because of such treatment she would never again co-operate with the media.

I was reminded of that day in Hampstead as Harry and his wife, the Duchess of Sussex, issued their self-serving pronouncement from faraway Los Angeles that they would boycott sections of the British Press in protest at the way they claim their lives are covered.

Not only did they make their complaint at a time of worldwide dread over the coronavirus, but within 24 hours the privacy-obsessed couple were instructing flunkeys to share their congratulations to the Queen on her 94th birthday with a selection of hand-picked publications.

And then there were the words they used in their statement — ‘distorted’, ‘false’ and ‘invasive beyond reason’ — that seemed so jarring. Jarring because there is absolutely no comparison between the treatment they complain of and that which was handed out to Harry’s mother on an almost daily basis.

What she didn’t do was announce that because of such treatment she would never again co-operate with the media.

I was reminded of that day in Hampstead as Harry and his wife, the Duchess of Sussex, issued their self-serving pronouncement from faraway Los Angeles that they would boycott sections of the British Press in protest at the way they claim their lives are covered.

Not only did they make their complaint at a time of worldwide dread over the coronavirus, but within 24 hours the privacy-obsessed couple were instructing flunkeys to share their congratulations to the Queen on her 94th birthday with a selection of hand-picked publications.

And then there were the words they used in their statement — ‘distorted’, ‘false’ and ‘invasive beyond reason’ — that seemed so jarring. Jarring because there is absolutely no comparison between the treatment they complain of and that which was handed out to Harry’s mother on an almost daily basis.


As a close friend of the Princess for the last five years of her life, I was witness to many of those meltdown moments when the ruthlessness of the paparazzi who followed her day and night reduced her to tears of frustration and despair.
Como amigo íntima de la princesa durante los últimos cinco años de su vida, fui testigo de muchos de esos momentos de crisis cuando la crueldad de los paparazzi que la seguían día y noche la redujeron a lágrimas de frustración y desesperación.
They tracked her from her home to her gym, to restaurants, medical appointments, shops and, on the rare occasions she sought the company of friends, to their houses too.

On occasions, I was also photographed with her. It was a paradox that Kensington Palace, which she often complained was a gilded prison, was also her only refuge.

Of course, she was exasperated by media coverage, too, some of it staggeringly unfair. But her complaints were by no means confined to the excitable tabloid newspapers — Harry and Meghan’s focus.

Some of the cruellest coverage came from the broadsheets, with their often lofty, patronising and sneering disapproval of her.

In the very last weeks of her life, she was driven to distraction by a French newspaper, noted for its sober and serious reporting, which she felt had wilfully misinterpreted her stance on landmines.

La rastrearon desde su casa hasta su gimnasio, restaurantes, citas médicas, tiendas y, en las raras ocasiones en que buscaba la compañía de amigos, también a sus casas.

En ocasiones, también me fotografiaron con ella. Era una paradoja que el Palacio de Kensington, del que a menudo se quejaba de ser una prisión dorada, era también su único refugio.

Por supuesto, ella también estaba exasperada por la cobertura de los medios, algunos de ellos asombrosamente injustos. Pero sus quejas no se limitaron de ninguna manera a los excitantes periódicos sensacionalistas: el enfoque de Harry y Meghan.

Algunas de las coberturas más crueles vinieron de los folletos, con su desaprobación a menudo alta, condescendiente y burlona.

En las últimas semanas de su vida, un periódico francés la condujo a la distracción, destacada por sus informes serios y serios, que sintió que había malinterpretado deliberadamente su postura sobre las minas terrestres.

At times — and those were extraordinary times, when for several years barely a day went by when she wasn’t front-page news — she gave up fending off the criticism, choosing to put the whole thing down to experience and moving on to the next challenge.

So much about Harry is reminiscent of Diana. The palpable way he connects with people is uncannily like that of his mother. But there are other characteristics, too — his impulsiveness, his emotional openness and, yes, that short fuse and sense she had that the world was against her.

Diana always said that while William, with that wide, handsome face, physically most resembled her, he was internally more like a Windsor. She put that down to the obligations of duty and responsibility that came with being heir in line to the throne.

Harry, free from such burdens and expectations, was, she reasoned, much more like her.

Never has his character been more significant than now. Cut off from his friends and family and far from home, the cheerful, curious prince who loved to act as chaperone to his mother, as he did that day in 1996, has retreated behind a scowl.

Glimpses of the old Harry, the one who dazzled on those Commonwealth tours, joshing with Usain Bolt, the one glowing with pride and happiness when he was first showing off Meghan to the people of Britain, are still there but they are increasingly rare.

A veces, y esos fueron tiempos extraordinarios, cuando durante varios años apenas pasó un día en que no era noticia de primera plana, renunció a rechazar las críticas, eligiendo dejar todo a la experiencia y pasar a la siguiente reto.

Mucho de Harry recuerda a Diana. La forma palpable en que se conecta con las personas es asombrosamente similar a la de su madre. Pero también hay otras características: su impulsividad, su apertura emocional y, sí, esa corta fusión y la sensación que tenía de que el mundo estaba en su contra.

Diana siempre decía que mientras William, con esa cara ancha y hermosa, físicamente se parecía más a ella, era internamente más como un Windsor. Ella atribuyó eso a las obligaciones del deber y la responsabilidad que conllevaba ser heredera en la línea del trono.

Harry, libre de tales cargas y expectativas, era, razonó, mucho más como ella.

Nunca su personaje ha sido más significativo que ahora. Separado de sus amigos y familiares y lejos de casa, el príncipe alegre y curioso al que le encantaba actuar como acompañante de su madre, como lo hizo ese día en 1996, se ha retirado con el ceño fruncido.

Vislumbres del viejo Harry, el que deslumbró en esas giras de la Commonwealth, discutiendo con Usain Bolt, el que brillaba con orgullo y felicidad cuando mostraba por primera vez a Meghan a la gente de Gran Bretaña, todavía están allí, pero son cada vez más raros.

The signs of change have been there for some time. Always thin-skinned, he bridled at even constructive criticism.

But the real shocks came after he and Meghan were married. The first was the announcement that the Sussexes were quitting Kensington Palace, where they lived next door to William and Kate, for Windsor.

The next was that the two brothers, whose public lives had been so entwined, were splitting their joint household and their charity work.

And while these were the public examples of Harry’s march towards princely independence, there were other, equally significant moves behind the scenes.

Throughout his troubled 20s, Harry had a close network of reliable friends.

Many of them are no longer part of his magic circle. They include those from his schooldays who provided vital support after Princess Diana’s death but whose services are no longer required. Many have been left hurt and baffled. How familiar that will sound to those who were once in Diana’s circle, only to find themselves suddenly excluded.

The father of one of the Duke of Sussex’s friends told me: ‘Harry has stayed in our house several times over the years; he got drunk here and played the fool but he was always very welcome.’ Then one day phone calls went unanswered and there were no more visits.

‘He was the one who usually got in touch but there was no explanation, just silence.’

Of course, he won’t be the first married man to find new companions after taking a wife. But last year I revealed how Harry had left his own family members puzzled after changing telephone numbers without immediately telling them.

It had a bigger impact on those friends of the old Harry — the nightclub-going, carousing prince — who were once so close to him but have now apparently been jettisoned.

If this sounds familiar, it is because we have been here before — with Princess Diana. She, too, regularly changed mobile numbers. It was an effective way of dumping friends she no longer wanted, or no longer trusted.

Even persistent callers to the Kensington Palace switchboard eventually got the message when told repeatedly that the Princess was unavailable.

Sometimes it happened for the most baffling of reasons. After Andrew Morton’s explosive book came out in 1992, she dropped a number of the very friends she had encouraged to speak to the author in the first place.

She broke with some of her oldest friends, confidantes since her days at West Heath school in Kent and those who had been with her every step of her royal life. Many were hurt because they were never reconciled but others remained steadfastly loyal.

One friend told me he had not spoken to her for years when her car pulled up alongside him in Knightsbridge and the Princess jumped out, kissed him on each cheek and asked how he was. ‘It was as though we hadn’t spoken since last week,’ he told me. ‘There was no explanation, she just picked up from where she left off.’

For Diana, this scouring of friends was a way of insulating herself from bad news — but it meant she became reliant on an ever-narrowing band of trustworthy voices.

Take her decision to do that BBC Panorama interview in 1995.

She sought the views of several influential broadcasters with whom she often lunched: those who advised against it found that when they next tried to book lunch, her diary was inexplicably full for the foreseeable future.

Diana’s most troubling shattered relationships were with her own family. As a child she adored her older sisters, the sophisticated Sarah — who once dated Prince Charles — and the dependable Jane, closer to her in age and through her marriage to the Queen’s private secretary Lord (Robert) Fellowes, a neighbour at Kensington Palace.

Yet their relationship was affected by Jane’s spouse, who found himself in an impossible position over the Morton book, which in his view embarrassed and endangered the monarchy.

Las señales de cambio han estado allí por algún tiempo. Siempre de piel delgada, se reprimía incluso con las críticas constructivas.

Pero las verdaderas conmociones llegaron después de que él y Meghan se casaran. El primero fue el anuncio de que los Sussex estaban abandonando el Palacio de Kensington, donde vivían al lado de William y Kate, por Windsor.

El siguiente fue que los dos hermanos, cuyas vidas públicas habían estado tan entrelazadas, estaban dividiendo su hogar conjunto y su trabajo de caridad.

Y si bien estos fueron los ejemplos públicos de la marcha de Harry hacia la independencia principesca, hubo otros movimientos igualmente significativos detrás de escena.

A lo largo de sus problemáticos 20 años, Harry tuvo una estrecha red de amigos confiables.

Muchos de ellos ya no son parte de su círculo mágico. Incluyen aquellos de sus días de escuela que brindaron apoyo vital después de la muerte de la princesa Diana, pero cuyos servicios ya no son necesarios. Muchos han quedado heridos y desconcertados. Qué familiar les parecerá a aquellos que alguna vez estuvieron en el círculo de Diana, solo para encontrarse repentinamente excluidos.

El padre de uno de los amigos del duque de Sussex me dijo: ‘Harry se ha quedado en nuestra casa varias veces a lo largo de los años; se emborrachó aquí y se hizo el tonto, pero siempre fue muy bienvenido ". Luego, un día las llamadas telefónicas quedaron sin respuesta y no hubo más visitas.

"Él era el que generalmente se ponía en contacto, pero no había explicación, solo silencio".

Por supuesto, no será el primer hombre casado en encontrar nuevos compañeros después de tomar una esposa. Pero el año pasado revelé cómo Harry había dejado perplejos a los miembros de su familia después de cambiar los números de teléfono sin decirles de inmediato.

Tuvo un mayor impacto en los amigos del viejo Harry, el príncipe que se movía en una discoteca, que alguna vez estuvieron tan cerca de él, pero ahora aparentemente han sido despedidos.

Si esto suena familiar, es porque hemos estado aquí antes, con la princesa Diana. Ella también cambiaba regularmente los números móviles. Era una forma efectiva de deshacerse de amigos que ya no quería o en los que ya no confiaba.

Incluso las personas que llamaron persistentemente a la centralita del Palacio de Kensington finalmente recibieron el mensaje cuando se les dijo repetidamente que la Princesa no estaba disponible.

A veces sucedió por las razones más desconcertantes. Después de que el libro explosivo de Andrew Morton salió en 1992, dejó caer a varios de los amigos que había alentado a hablar con el autor en primer lugar.

Rompió con algunos de sus amigos más antiguos, confidentes desde sus días en la escuela West Heath en Kent y aquellos que habían estado con ella en cada paso de su vida real. Muchos resultaron heridos porque nunca se reconciliaron, pero otros permanecieron firmemente leales.

Un amigo me dijo que no había hablado con ella en años cuando su auto se detuvo junto a él en Knightsbridge y la princesa saltó, lo besó en cada mejilla y le preguntó cómo estaba. "Era como si no hubiéramos hablado desde la semana pasada", me dijo. "No hubo explicación, ella simplemente retomó desde donde lo dejó".

Para Diana, esta búsqueda de amigos era una forma de aislarse de las malas noticias, pero significaba que dependía de una banda cada vez más estrecha de voces confiables.

Tome su decisión de hacer esa entrevista de BBC Panorama en 1995.

Ella buscó las opiniones de varios locutores influyentes con quienes solía almorzar: aquellos que desaconsejaron descubrieron que la próxima vez que intentaron reservar el almuerzo, su diario estaba inexplicablemente lleno en el futuro previsible.

Las relaciones destrozadas más problemáticas de Diana fueron con su propia familia. De niña adoraba a sus hermanas mayores, la sofisticada Sarah, que una vez salió con el príncipe Carlos, y la confiable Jane, más cercana a su edad y a través de su matrimonio con el secretario privado de la reina Lord (Robert) Fellowes, un vecino del Palacio de Kensington.

Sin embargo, su relación se vio afectada por el cónyuge de Jane, quien se encontró en una posición imposible sobre el libro de Morton, que en su opinión avergonzó y puso en peligro a la monarquía.
Then there was the row with her brother Charles, Lord Spencer, over the use of a cottage as a bolthole on the estate at Althorp, near Northampton, where she had been brought up. It ended with an unopened letter from him being returned and a long period of silence, though the two were reconciled before her death.
Unlike Diana and her mother, Frances Shand Kydd. A silly quarrel over a magazine interview given by Mrs Shand Kydd escalated into a bitter war of words between the two, with the older woman castigating her daughter over the friendships she had been pursuing as a single woman.
But for the Princess’s death and subsequent inquest, some of these deeply personal and private rifts might never have been made public.
Harry has not — so far — split from his family. But he has come perilously close.
The once-unbreakable bond with William has loosened considerably; his father Prince Charles is at a loss; and for the Queen and Prince Philip there is desperate sadness for a much-loved grandson who appears to be turning his back on all they have worked so hard to uphold: family, duty, country.
So much of Harry’s life has been shaped by the loss of his mother. Blame and guilt for her death he understandably places squarely on the media, especially those who, by buying their pictures, paid the wages of the paparazzi who pursued Diana’s car into the Pont de l’Alma tunnel in Paris on that August night in 1997.
But it is also a misunderstanding. For in all her desperation the Princess of Wales never turned against the media, perhaps because she needed them.
At times she tried courting them, at others she tried to reason with them and sometimes she just ignored them. But she never tried to exclude them. More than anything, she understood that the paparazzi were not the Press.
Now Harry and Meghan are in Los Angeles, home to the most pernicious photographers in the world. How desperate it will be if he finds that, by exiling himself, his wife and son Archie from everything he knows, he has ended up exchanging what he considers a disrespectful Press for the presence of an unregulated paparazzi.

Luego estaba la disputa con su hermano Charles, Lord Spencer, sobre el uso de una cabaña como un refugio en la finca de Althorp, cerca de Northampton, donde la habían criado. Terminó con una carta sin abrir de él siendo devuelta y un largo período de silencio, aunque los dos se reconciliaron antes de su muerte.

A diferencia de Diana y su madre, Frances Shand Kydd. Una pelea tonta por una entrevista en la revista dada por la Sra. Shand Kydd se convirtió en una amarga guerra de palabras entre los dos, con la mujer mayor castigando a su hija por las amistades que había estado buscando como mujer soltera.

Pero por la muerte de la princesa y su posterior investigación, algunas de estas grietas profundamente personales y privadas podrían nunca haberse hecho públicas.

Harry no se ha separado, hasta ahora, de su familia. Pero se ha acercado peligrosamente.

El vínculo una vez inquebrantable con William se ha aflojado considerablemente; su padre, el príncipe Carlos, está perdido; y para la Reina y el Príncipe Felipe hay una tristeza desesperada por un nieto muy querido que parece estar dando la espalda a todo lo que han trabajado tan duro para mantener: familia, deber, país.

Gran parte de la vida de Harry ha sido moldeada por la pérdida de su madre. Es comprensible que culpe y se sienta culpable por su muerte en los medios, especialmente aquellos que, al comprar sus fotos, pagaron el salario de los paparazzi que persiguieron el automóvil de Diana hasta el túnel del Pont de l'Alma en París esa noche de agosto de 1997.

Pero también es un malentendido. Con toda su desesperación, la Princesa de Gales nunca se volvió contra los medios, tal vez porque los necesitaba.

A veces intentaba cortejarlos, en otros intentaba razonar con ellos y a veces simplemente los ignoraba. Pero ella nunca trató de excluirlos. Más que nada, entendió que los paparazzi no eran la prensa.

Ahora Harry y Meghan están en Los Ángeles, hogar de los fotógrafos más perniciosos del mundo. Qué desesperado será si descubre que, al exiliarse a sí mismo, a su esposa e hijo Archie de todo lo que sabe, ha terminado intercambiando lo que considera una prensa irrespetuosa por la presencia de un paparazzi no regulado.
 
Este vago no ha aguantado ni un mes fuera de su ambiente!!!! Y ella no ha recibido los réditos que esperaba del negocio que hizo al casarse.
Par de ineptos.....estos son los peores, se creen muy listos pero son dos descerebrados....
 
Debería de haberle llamado y no dejar una carta escrita. Vaya que boba!.

¡Exacto! Debería haber sido una llamada si la verdadera intención era resolver los temas con su padre, pero si se ve como está escrita la carta, las florituras, etc., queda evidente que nunca hubo intención de resolver nada, la carta era para salir en prensa y ella quedar como la "víctima", la "kind".

Pero.....como todos los planes de RRPP de los Harkle, fue un plan mal diseñado. No pensaron que la carta se volvería en su contra, como los mensajes en los plátanos, como las fotos "robadas" haciendo "caridad", como el documental de los más sufridos del mundo, y como tantas estrategias desafortunadas que han tenido.
 
En una carta dirigida a los Editores de varios periódicos, The Sun, Mail, Daily Telegraph y Daily Mail, los Sasess aseguran que no volverán a trabajar con ellos , ni tampoco les facilitarán más información.

¿Pero qué información de relevancia tienen que comunicar especialmente a la prensa británica? Ella vuelve a trabajar ante los focos de una u otra forma, él ni ni se sabe cual es su papel en la vida ahora, pero no son personas relevantes. Así que lo que van a hacer de estar callados y a sus cosas es lo que tienen que hacer sin comunicado.
 
Última edición:

Temas Similares

15 16 17
Respuestas
202
Visitas
7K
Back