Bingo, Me gusta y De acuerdo.Hasta donde conozco, el último organillero que cautivaba a los niños dándole cuerda al organito fue un señor que recorría la peatonal Florida hasta la década del 80.
Ni yo, que soy hija de Matusalén, llegué a conocerlo.
Lo sé by the book, porque en la UBA te obligan a recurrir a los libros. El Hola totalmente descartado, serán desgraciados...
Y las cotorritas de los organilleros eran de plumaje VERDE, lo mismo que las actuales que cotorrean por toda la provincia de Buenos Aires y son consideradas plaga.
Ráfagas de viento las trajeron a CABA desde su hábitat natural, la Mesopotamia, y se han reproducido exponencialmente.
Y sin organilleros.
"El último organito irá de puerta en puerta
hasta tocar en la casa de la vecina muerta,
de la vecina aquella que se murió de amor..."
Muy poético todo.
Menos las cotorras, que son plaga.
PS: hoy la vi nuevamente a Inés all in Black entrando al chino, jaja