EL CONFIDENCIAL.
Los guardias civiles de Casa Real denuncian las malas condiciones de trabajo en Zarzuela
Denuncian amiguismo en los viajes con los Reyes a Mallorca en verano, turnos "maratonianos" que impiden la conciliación y "servicios nocturnos" que no permiten ni ir a hacer sus necesidades
ROBERTO R. BALLESTEROSTWITTERCONTACT
31/01/2020 05:00
Los guardias civiles que trabajan para Casa Real están incómodos en sus puestos de trabajo. Así lo han denunciado tres asociaciones conformadas por agentes del instituto armado, que han emitido una nota conjunta para quejarse por este extremo. Los representantes de los agentes protestan porque los compañeros que desempeñan su labor en Zarzuela están visiblemente molestos con decisiones que toma la superioridad que afectan a su vida familiar, a su bolsillo, a su salud mental y a su privacidad.
Aseguran que no tienen relevos para los "largos servicios nocturnos" y que esto imposibilita satisfacer sus "necesidades más básicas", que llevan a cabo turnos "maratonianos" que les impiden conciliar, que sufren "frecuentes modificaciones" de la planificación laboral que también perjudican su organización familiar, que tan solo descansan un día a la semana o que sus jefes deciden a dedo a quién mandan de comisión de servicio en verano a Mallorca a acompañar a la familia real en lugar de seguir los trámites establecidos con "criterios objetivos".
Marlaska promete "reubicar" a los guardia civiles de Navarra
Europa Press
A través de un comunicado, las tres organizaciones con más afiliados del cuerpo en las distintas escalas —la Asociación Unificada de Guardias Civiles, la Asociación de Suboficiales y la Unión de Oficiales— denuncian también que sus superiores utilizan cuadrantes "de papel y lápiz" para organizar sus horarios en lugar de volcarlos directamente en el programa informático, lo que a su juicio resta "seguridad jurídica" a los funcionarios, ya que hacerlo a mano elude la auditoría que automáticamente hace el sistema. Asimismo, revelan que mientras trabajan son "continuamente grabados en vídeo y en audio", lo que entienden que "supone una presión añadida" para ellos, que no añade nada a la seguridad y que a su parecer podría incluso "vulnerar la normativa de protección de datos e intimidad de los guardias civiles".
Consideran que el control que mantienen los máximos responsables de la Casa Real sobre ellos es de tal calibre que hasta les obligan a comunicar si han pedido cambio de destino o no, extremo que forma parte de su vida privada, ya que la aplicación informática a través de la que se hacen estas solicitudes está hecha "precisamente para garantizar la confidencialidad". Esto último "demuestra el control absoluto al que es sometido el personal y la invasión de la propia intimidad", censuran.
Estas actitudes por parte de los superiores jerárquicos de Zarzuela están degenerando, según valoran las tres asociaciones, "en un muy mal ambiente de trabajo". "Nadie puede quejarse por temor a las posibles represalias", aseguran. En concreto, denuncian que las protestas pueden provocar una bajada en el informe personal o incluso la expulsión de la unidad motivada por una supuesta pérdida de confianza.
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Roberto R. Ballesteros
A los guardias que trabajan para Casa Real, añaden las asociaciones, "incluso se les obliga a decir de puertas afuera que la unidad en la que trabajan es excelente" y cuenta con unas "condiciones de trabajo óptimas", una actitud que AUGC, ASESGC y UOGC califican de "paranoide". "Por desgracia, la realidad golpea fuertemente a los nuevos componentes de la unidad cuando llegan destinados, que no ven otra salida que contar los días que les quedan para abandonarla, ya que el curso de especialización que realizan conlleva una servidumbre que les imposibilita pedir otro destino", afirman las asociaciones, que piden una solución inmediata a estos "incumplimientos de la legalidad".
Las tres organizaciones aseguran que trataron de ponerse en contacto con el teniente coronel jefe de la Unidad de Seguridad de Zarzuela, pero que este rehusó recibirles. Recuerdan que todas las vacantes del departamento se cubren por el sistema de libre designación, que ser cesado por "pérdida de confianza" puede implicar que el funcionario se quede sin destino y que esta situación lleva aparejadas "graves consecuencias" en términos económicos, personales, profesionales e incluso familiares. Los agentes "ven lesionados frecuentemente sus derechos laborales, pero no se atreven a denunciar por miedo a ser cesados".
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Denuncian amiguismo en los viajes con los Reyes a Mallorca en verano, turnos "maratonianos" que impiden la conciliación y "servicios nocturnos" que no permiten ni ir a hacer sus necesidades
ROBERTO R. BALLESTEROSTWITTERCONTACT
31/01/2020 05:00
Los guardias civiles que trabajan para Casa Real están incómodos en sus puestos de trabajo. Así lo han denunciado tres asociaciones conformadas por agentes del instituto armado, que han emitido una nota conjunta para quejarse por este extremo. Los representantes de los agentes protestan porque los compañeros que desempeñan su labor en Zarzuela están visiblemente molestos con decisiones que toma la superioridad que afectan a su vida familiar, a su bolsillo, a su salud mental y a su privacidad.
Aseguran que no tienen relevos para los "largos servicios nocturnos" y que esto imposibilita satisfacer sus "necesidades más básicas", que llevan a cabo turnos "maratonianos" que les impiden conciliar, que sufren "frecuentes modificaciones" de la planificación laboral que también perjudican su organización familiar, que tan solo descansan un día a la semana o que sus jefes deciden a dedo a quién mandan de comisión de servicio en verano a Mallorca a acompañar a la familia real en lugar de seguir los trámites establecidos con "criterios objetivos".
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A través de un comunicado, las tres organizaciones con más afiliados del cuerpo en las distintas escalas —la Asociación Unificada de Guardias Civiles, la Asociación de Suboficiales y la Unión de Oficiales— denuncian también que sus superiores utilizan cuadrantes "de papel y lápiz" para organizar sus horarios en lugar de volcarlos directamente en el programa informático, lo que a su juicio resta "seguridad jurídica" a los funcionarios, ya que hacerlo a mano elude la auditoría que automáticamente hace el sistema. Asimismo, revelan que mientras trabajan son "continuamente grabados en vídeo y en audio", lo que entienden que "supone una presión añadida" para ellos, que no añade nada a la seguridad y que a su parecer podría incluso "vulnerar la normativa de protección de datos e intimidad de los guardias civiles".
Consideran que el control que mantienen los máximos responsables de la Casa Real sobre ellos es de tal calibre que hasta les obligan a comunicar si han pedido cambio de destino o no, extremo que forma parte de su vida privada, ya que la aplicación informática a través de la que se hacen estas solicitudes está hecha "precisamente para garantizar la confidencialidad". Esto último "demuestra el control absoluto al que es sometido el personal y la invasión de la propia intimidad", censuran.
Estas actitudes por parte de los superiores jerárquicos de Zarzuela están degenerando, según valoran las tres asociaciones, "en un muy mal ambiente de trabajo". "Nadie puede quejarse por temor a las posibles represalias", aseguran. En concreto, denuncian que las protestas pueden provocar una bajada en el informe personal o incluso la expulsión de la unidad motivada por una supuesta pérdida de confianza.
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Roberto R. Ballesteros
A los guardias que trabajan para Casa Real, añaden las asociaciones, "incluso se les obliga a decir de puertas afuera que la unidad en la que trabajan es excelente" y cuenta con unas "condiciones de trabajo óptimas", una actitud que AUGC, ASESGC y UOGC califican de "paranoide". "Por desgracia, la realidad golpea fuertemente a los nuevos componentes de la unidad cuando llegan destinados, que no ven otra salida que contar los días que les quedan para abandonarla, ya que el curso de especialización que realizan conlleva una servidumbre que les imposibilita pedir otro destino", afirman las asociaciones, que piden una solución inmediata a estos "incumplimientos de la legalidad".
Las tres organizaciones aseguran que trataron de ponerse en contacto con el teniente coronel jefe de la Unidad de Seguridad de Zarzuela, pero que este rehusó recibirles. Recuerdan que todas las vacantes del departamento se cubren por el sistema de libre designación, que ser cesado por "pérdida de confianza" puede implicar que el funcionario se quede sin destino y que esta situación lleva aparejadas "graves consecuencias" en términos económicos, personales, profesionales e incluso familiares. Los agentes "ven lesionados frecuentemente sus derechos laborales, pero no se atreven a denunciar por miedo a ser cesados".