Acá otra abolicionista: No se puede ser sujeto y mercancía a la vez. No creo que haya algo tan machista como la prostit*ción de la mujer ni algo tan aberrante como el hippismo metiendo la cola en el feminismo, después una termina viendo cómo reclutan chicas para prostituirlas en foros de "feminismo liberal". Asco y vergüenza.
No lo sé, Cascote. Unas páginas atrás dijiste que pasaste de ser polígama jerárquica a anárquica POR EVOLUCIÓN. ¿Se entiende que hablar de evolución en este contexto lleva a suponer por añadidura que el otro modelo relacional está involucionado? Parece como si de niveles se tratara y que llegar al último te haría la más transgresora, liberal y noséqué. Me suena a eso y no lo compro.
Lo romántico, tóxico. Los celos, tóxicos. La monogamia, falta de deconstrucción. Si es que al final, una cosa es mostrar otras posibilidades y otra muy distinta es establecer jerarquías en cuanto a los gustos de las personas...
Me encanta como evoluciona este tema... Y me da un poco de penita que esta evolución se dé en este hilo que ya está viciado desde el principio, pero bueno, es lo que hay, no le voy a estar pidiendo a Noemi y al resto de foreras que emigren de hilo para no mezclar los asuntos "serios" con la frivolidad a veces tóxica.
Yo estoy en una etapa revisionista de mi misma en cuanto a estos temas ahora mismo. Era abolicionista total y absoluta pero ahora me asaltan las dudas. Me explico: para mi uno de los pilares del feminismo, uno de los más importantes es "la mujer es dueña de su cuerpo, de su vida y de sus decisiones". Y desde esa premisa básica e irrenunciable, no sé dónde colocar la prostit*ción (o el trabajo sexual mejor dicho) voluntaria - recalco voluntaria una y mil veces- dentro de mi idea abolicionista. Porque si la mujer es dueña de su vida y de su cuerpo puede decidir, desde su libertad, dedicarse al trabajo sexual, por necesidad económica extrema o simplemente porque es su elección laboral. Y yo no soy quien para juzgar ni decirle a una mujer que lo que ella decida hacer con su vida está mal, sea realizar el trabajo sexual, abortar dentro de los plazos legales o llevar su vida sexual como decida (toxicidad es no, no puedo con ellas) . Su derecho a elegir está por encima del mío a condenarla. Otra cosa muy distinta, y sobre lo que no siento ninguna ambivalencia es sobre la trata, la extorsión sexual o el proxenetismo. Todo aquel (hombre o mujer) que explota sexualmente, obliga a una mujer a realizar un trabajo sexual o la intenta persuadir para que mantenga relaciones sexuales con él/ella debería ser metido en una tinaja de aceite templadito al que se le vaya subiendo la temperatura al punto de fritura. Sin más. Pero no sé cómo encajar el derecho irrenunciable de cada mujer a hacer lo que quiera con su cuerpo sin ser juzgada con mi sentimiento de que en el fondo para un porcentaje muy elevado de las que lo practican es algo que las degrada frente a si mismas. Justo ahora estoy aquí.