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Fechas y horarios de todas las misas que se van a celebrar en recuerdo de los asesinados en el “Gran Holocausto de Paracuellos del Jarama” (84 aniversario) #MemoriaHistórica​


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Tengo libros de rojos que explican esa corrupción del Franquismoy es de risa, de mucha risa en comparación lo que hay ahora, es como comparar a Dios con un gitano.
Por otro lado quiero señalar la infiltración masonica en los últimos 10 años del franquismo en el gobierno. El mismo Fraga fue un masón grado 33 que estuvo conspirando contra Franco. Así que y sabes a culpar a la judeo-masoneria...
 
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Operación Termópilas: la emboscada del Partido Comunista para matar a Franco en Galicia que se frustró en el último momento​

  • El último libro de Suso de Toro, dedicado al cirujano compostelano Ramón Baltar, arroja luz sobre un episodio desconocido de la resistencia antifascista gallega en la inmediata posguerra
Daniel Salgado
13 de noviembre de 2020 22:29h
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@DanielSalgadoGa
Siete guerrilleros se apostarían entre los kilómetros 23 y 24 de la carretera que une Santiago de Compostela y A Coruña, más o menos en territorio del municipio de Ordes. Al paso de una caravana de seis automóviles, uno de ellos emitiría la señal de aviso con una bengala. A continuación, estallarían dos explosivos, uno delante de la comitiva, otro detrás. Desde sendos altos a cada costado de la vía, seis miembros del operativo acribillarían sobre todo el tercer vehículo. En él viajaba Francisco Franco, de regreso al Pazo de Meirás. Había asistido a misa en la catedral de Santiago, era un 25 de julio de mediados de los años 40. Esta fue la finalmente abortada Operación Termópilas, organizada por el Partido Comunista.


Apenas queda rastro de este episodio de la resistencia antifascista en Galicia. Los más eruditos conocedores del comunismo gallego no tenían constancia e incluso descendientes de algunas de las personas implicadas desconocían los hechos. Fue Suso de Toro quien, durante las pesquisas para Un señor elegante (Xerais, 2020) –su última novela, un apasionante ejercicio de no ficción que acaba de llegar a las librerías–, se encontró con el rastro de la historia. Entre los papeles que la familia del eminente cirujano Ramón Baltar Domínguez (Santiago de Compostela, 1902-1981), protagonista de la obra, había facilitado a De Toro figuraba "un plano diseñado a mano y coloreado de una emboscada a la carávana de automóviles de Franco".

Reconstrucción de la Operación Termópilas

La sorpresa del escritor fue de impresión. Se había interesado por el personaje de Baltar Domínguez, un médico republicano represaliado después del 36, atraído por la ubicuidad de su nombre en decisivos hechos históricos pero siempre en segundo plano. Vinculado a la reconstrucción del galleguismo en la posguerra, íntimo de exiliados como Rafael Dieste, valedor de artistas contrarios al régimen, en el 47 había caído detenido como miembro de la clandestina Unión de Intelectuales Libres, promovida por el PCE. Lo que no esperaba De Toro era semejante hallazago. "Cambiaba", explica en el capítulo de Un señor elegante dedicado a la Operación Termópilas, "la imagen que tanto la propia familia Baltar como su entorno social tenían de Ramón, que aparecía como un colaborador del PCE, formando parte de sus estructuras de aquellos años".

Y lo hacía de tal modo que, en un principio, los Baltar, "perturbados" por el descubrimiento, querían que quedase fuera de la novela. Pero un artículo del caricaturista Siro López en La Voz de Galicia desatascó la situación. Publicado el 17 de marzo de este año y titulado García-Sabell no franquismo, el texto de López mencionaba la Operación Termópilas. "Quieres creer que era algo que tenía que suceder porque lo necesitaba la historia", escribe De Toro. En conversación con elDiario.es, Siro López recuerda que fue Domingo García-Sabell quien, en unas entrevistas inéditas grabadas en 1993, le relató aquella peripecia en la que él mismo había estado involucrado.

García-Sabell era, en la década de los 40, un doctor aún joven –31 años– traumatizado por la Guerra Civil. Había militado en el Partido Galeguista durante la República y había sido depurado de la medicina pública por ello. Su profundo catolicismo no le impidió acercarse entonces al Partido Comunista, la luz menos tenue de las que alumbraban la lucha contra el fascismo, tal vez esperanzado por la derrota nazi y una posible intervención aliada en España. Su evolución posterior lo llevó a participar en los grupos culturalistas del nacionalismo gallego –en concreto fue uno de los artífices de la Editorial Galaxia– y, una vez muerto el dictador, a ocupar la Delegación del Gobierno en Galicia bajo los gobiernos de Felipe González. Discípulo y amigo de Ramón Baltar, también lo siguió en el intento frustrado de acabar con Franco.

"Él me contó que daba cobertura a elementos del PCE, pero el partido en quien confiaba era en Baltar Domínguez", señala López, "García-Sabell era su amigo y por eso ayuda". Ambos médicos, en todo caso, prestaron servicio al maquis y asistieron, en la clandestinidad de la noche y en sus propias consultas, a algunos guerrilleros de mítica estatura como Foucellas o Manuel Ponte.
El cirujano gallego Ramón Baltar

La prima roja​

Con estos escasos mimbres, Suso de Toro teje el cesto de lo que fuera la Operación Termópilas. Descubre que el enlace de Baltar en el Partido Comunista de la posguerra eran su prima carnal Carmiña Sierra Domínguez, "Carmiña la Roja en la familia", y su marido, el profesor de matemáticas Carlos Díaz. Los dos cayeron presos en 1944, él en Madrid y ella en Pontecesures (Pontevedra), donde residían. "Ellos eran los militantes del partido y Ramón, primo de Carmiña, el siguiente eslabón de la cadena", escribe De Toro, que llegó a contactar con una de las nietas de la mujer. Quien, por supuesto, tampoco sabía de la Termópilas. Sí de que sus abuelos "organizaban una guerrilla, y armaban campesinos".

El escritor llega a la conclusión de que detrás del pseudónimo Pedro del Rincón, un personaje de Rinconete y Cortadillo de Cervantes, estaba precisamente Carlos Díaz. Y esas iniciales, P. Del R., firmaban el plano de la emboscada y diversos documentos de la Unión de Intelectuales Libres que Ramón Baltar conservó durante toda su vida. De Toro también concluye que fueron Sierra y Díaz los "dos militantes expertos" que habían contactado con los médicos y que después anularon el plan. Lo que no ha conseguido aclarar es de dónde procedían las ordenes: "¿El proyecto nació en la red de militantes aquí o fue encargado desde la dirección en el exilio?".

En el archivo del Partido Comunista no consta la Operación Termópilas, cuyo nombre hace referencia a una batalla de las polis griegas contra el imperio persa en un estrecho paso del mismo nombre en el siglo V a.C. Tampoco aparece en la minuciosa Historia do PCE en Galicia (1920-1968) –Ediciós do Castro, 2002–, de Víctor Santidrián. De Toro solo halló una referencia en Los años de plomo. La reconstrucción del PCE bajo el primer franquismo (1939-1953) –Crítica, 2015–, de Fernando Hernández. Pero nada más. El escritor especula sobre la relación del plan con la Operación Reconquista de España, aquella avanzada guerrillera que en 1944 ocupó el Valle de Arán con unos 8.000 efectivos y la expectativa de que las potencias aliadas extendiesen a España la victoria sobre el fascismo.

"Si alguna de estas u otras operaciones lograsen desestabilizar el régimen militar de un modo u otro, el desenlace final de la guerra europea condicionaría la situación en España y nuestras vidas serían muy distintas", reflexiona De Toro al final del capítulo, pero "no hubo magnicidio y Franco fue dueño de las vidas o muertes de millones de personas bajo su mando absoluto".

 
Bueno, los muertos de ETA son al menos 1200, la inmensa mayoría en democracia. Hay que sumar los muertos de ETA Politico militar. comandos autónomos anticapistalistas, o el joven de jarrai Mikel otegui, que no esta en tu lista y mato a policias.
Me apena ver personas como tú, pro-etarras y anti españolas por unos tios que hablaban de "politica" o de que subía o bajaba en pan a escondidas
Sobre los 140.000 del Franquismo baile de cifras, cada año sacan una cifra nueva y cada fosa que abren resulta que salen nacionales en lugar de republicanos o anarquistas asesinados por fuego amigo comunista y cosas por el estilo. No sois serios.
Gracias por poner bulos, así podemos desmentir tus memes y poner algo de verdad en el asunto
 
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FRANQUISMO EN CÓRDOBAMenores fusiladas y ancianas que morían de hambre en prisión: la represión franquista contra las mujeres en Córdoba​

Consejos de guerra en clave de género en Córdoba y su provincia. Así fue la represión franquista en esta provincia andaluza.​



Miliciana armada (Jaén), juzgada en consejo de guerra y condenada a 12 años de prisión.
Miliciana armada, juzgada en consejo de guerra y condenada a 12 años de prisión.

14/11/2020 22:51
MARÍA SERRANO
La represión franquista contra las mujeres no tuvo medida, ni en Córdoba ni en su provincia. Se habla de genocidio, con más de diez mil fusilados. Pero en clave de género la cifra también estremece. Más de 1.400 mujeres, de las 15.000 personas asesinadas que el investigador Julio Guijarro recopila desde hace ocho años de los fondos de archivos militares.

El papel destacado de las mujeres como protagonistas del cambio en los años 30 trajo en Córdoba una verdadera revolución social. "El régimen franquista pretendía ocultarlo, aquel tiempo donde las mujeres fueron protagonistas, y contra ellas se ejerció la misma represión que contra los hombres, a la que habrá que sumar otra causa específica de género".

Condenadas a prisión o a muerte, detenidas, ejecutadas por ser mujeres y madres, esposas o compañeras, hijas o hermanas de militantes perseguidos o por el simple hecho de haber acudido a una manifestación. Los delitos sexuales también quedaron latentes, casos de abusos contra menores que han sido localizados en el Archivo del Tribunal Militar Territorial Segundo de Sevilla.

Guijarro señala a Público que el contexto no es casual: "La represión fue más elevada en aquellas provincias que se resistieron al golpe de Estado y se enfrentaron a las tropas franquistas, manteniendo un frente de guerra estable, como sería el caso de Jaén o el norte de Córdoba", asegura. El régimen intentó silenciar a toda costa la represión contra mujeres de todas las edades, aunque a partir de las investigaciones publicadas es posible confirmar que Córdoba y Jaén serían las regiones con más casos de mujeres represaliadas de toda Andalucía. Guijarro, en una compleja tarea de búsqueda, ha podido rescatar casos. Se habla de mujeres, hermanas que fueron rapadas, vejadas, fallecidas en prisión. Algunas eran menores de edad, como Carmen y María Pedrajas, otras como Martina y Dionisia son condenadas a muerte por ajuste de cuentas a los 53 y 60 años de edad. Ancianas como Bibiana Romero mueren de hambre o falta de higiene en prisión. Los casos de abusos a menores por parte de militares y guardias civiles fueron sobreseídos.

Pedrajas y Carmen Luna, menores fusiladas sin juicio​

El caso de las hermanas María y Carmen Pedrajas Sánchez, de 17 y 18 años, resulta espeluznante. Vecinas de Hornachuelos, las dos ingresan en la Prisión Provincial de Córdoba el 18 de septiembre de 1936. Carmen sale de prisión para ser ejecutada sin juicio el 2 de octubre. Su hermana María tuvo el mismo destino dos días después. A pesar de ser menores de edad y no constar ningún procedimiento judicial en su contra, el jefe de Orden Público Bruno Ibáñez las manda fusilar por Bando de Guerra. Sus familias nunca supieron dónde se produjo la ejecución ni dónde están sus cuerpos.

Carmen Luna fue apodada por los fascistas de forma despectiva "la cateta". Trabajaba en la casa de unos señoritos del pueblo como sirvienta y es ejecutada en Córdoba el 29 de diciembre a los 18 años por el simple hecho de haber acudido a una manifestación.

Martina y Dionisia eran vecinas del pueblo minero de Peñarroya Pueblonuevo. Las hermanas Alcántara Calvo son sometidas al código de justicia militar y a su pompa judicial en diciembre de 1939. "El sumario muestra el ajuste de cuentas que vivieron estas mujeres, ya de avanzada edad, con graves acusaciones por parte de los vencedores". En el consejo de guerra, al que ha tenido acceso Público, como en "la instrucción el juez no se muestra imparcial y las dos mujeres fueron condenadas a muerte por su papel destacado en la retaguardia".
Interrogatorio de Isidora Márquez Herrador, que sería condenada a cadena perpetua con 97 años.
Interrogatorio de Isidora Márquez Herrador, que sería condenada a cadena perpetua con 97 años.

Martina sería fusilada el 11 de diciembre a los 53 años de edad. A Dionisia se le conmutaría la pena de muerte por cadena perpetua., aunque no resistiría la terrible noticia del fusilamiento de su hermana. El parte médico muestra que fallece por "colapso cardiaco", un argumento por el que cabe pensar que "fueron sometidas a malos tratos en la prisión de Pueblonuevo". Dionisia tenía 60 años de edad.

"Quedaría desposeída de su cabellera"​

"La represión fue la misma para todos los que apoyaron al maquis, sin distinción de género", concluye Guijarro. El caso de Encarna Vega es uno de los ejemplos más claros de cómo la justicia franquista condenaba a las mujeres por el simple hecho de tener a su marido huido en Francia. "En los los sumarios no aparecen testimonios tan claros de mujeres rapadas por los franquistas", sostiene el investigador.

Encarnación Vega tenía 29 años y era vecina de Villanueva del Duque. Debido a la ausencia de su marido tuvo que sobrevivir con el estraperlo "siendo al terminar la guerra desposeída de su cabellera y paseada por las calles por Fuerzas Nacionales para que sirviera de escarnio". La justicia militar la condenó en 1946 a 12 años en consejo de guerra por apoyo a la resistencia guerrillera.

La Guardia Civil falsificaba las declaraciones de estas mujeres

La Guardia Civil falsificaba las declaraciones de estas mujeres, que les arrancan a base de malos tratos que podían durar una semana. Las amenazas de palizas a sus hijas, o vejaciones (peladas). El trámite siempre era el mismo. Pasan a prisión, y meses después, ya ante el juez militar, esas mujeres niegan que sean ciertas aquellas declaraciones porque fueron maltratadas. En la imagen se muestra cómo esta joven cordobesa, Carmen, de 25 años, niega ante juez militar en 1947 su declaración anterior "por los malos tratos a que la sometieron hasta el extremo de cortarle el pelo, por no quererle decir lo que ellos querían".

Bibiana fue detenida por asuntos relacionados con la resistencia guerrillera, su caso fue sobreseído por fallecimiento, no llegó a ser condenada. Muere en la Prisión Provincial de Córdoba con 75 años el 24 de noviembre de 1941. Su cuerpo sigue en las fosas comunes de Córdoba, al igual que María Antonia Baena Granados. Con ocho hijos, fue condenada a 30 años y fallece en la Prisión Provincial de Córdoba con 82 años el 8 de noviembre de 1946.

El caso de Isidora Márquez, sin duda puede ser el más estremecedor. Condenada a cadena perpetua con 97 años en Hinojosa del Duque.

La justicia la llevó a itinerar incluso por varias cárceles. "Esta mujer pasó por la Prisión de Mujeres de Málaga y Gerona, su expediente estaba incompleto porque las dos piezas localizadas no estaban unidas; solamente se podrá completar la investigación sobre el total de la represión franquista cuando se localicen y se describan todos los sumarios abiertos contra la población". Sin embargo, Isidora tuvo la fortuna de salir con vida y regresar a su casa en prisión atenuada con 100 años.

"Abusos deshonestos” a menores por parte de militares franquistas​

En medio del entramado de casos, Guijarro encontró lo más sorprendente, casos sobreseídos de sumarios instruidos contra guardias civiles y militares franquistas por delito de "abusos deshonestos" a niñas de entre 2 y 15 años. A pesar de que no son delitos políticos, se procesa a militares en las causas por abuso de menores. "Los casos de malos tratos, abusos o violaciones fueron en general sobreseídos por la justicia militar franquista, siendo absueltos los acusados".

En los expedientes se alegaba a favor de los acusados. Eximían la culpa por "las costumbres libertinas de las mujeres, para roturas de himen, o su falta de higiene para contraer enfermedades venéreas". El informe del médico militar era determinante. "Es frecuente en ambiente de clase social inferior y por su falta de higiene". El informe por el que se sobresee el caso está fechado, en este caso concreto, en enero de 1950.

 
Como en cualquier guerra la persecución y represión contra la mujer es un hecho real, silencioso y silenciado.

El otro día ví en un programa de la EITB la persecución de una familia que se tradujo en la expulsión del pueblo de una mujer con los 5 o 6 hijos mientras el marido y padre estaba trabajando fuera del pueblo. Aprovecharon hasta el momento.

El párroco cuyo púlpito se ha utilizado muchas veces para otras cosas y no para explicar el evangelio tuvo mucho que ver. Su pensamiento y sus preferencias o antipatías por unas personas influían muchísimo.

El odio hacia la familia se llevó hasta el extremo de incendiar la cabaña en la que la madre se había refugiado con sus, hijos después de salir del pueblo, pero el tema no se quedó ahí, sino que vivos o ya muertos, ya no se sabe por el tiempo transcurrido los tiraron a una sima.

Lo que en su tiempo fue silenciado y se hizo leyenda, se ha descubierto que fue real al encontrar en la sima los huesos de la madre y de sus hijos.

Terrible. No sé que pensaron en su día tanto los vecinos como el cura de ese pueblo de Navarra.

Os pongo enlace del programa por si os interesa.

 
“¡Matadlos, que son curas!”: a la orden de Largo Caballero – José Mª García De Tuñon Aza.

Tras este grito, un grupo de jóvenes seminaristas fueron asesinados el 7 de octubre de 1934 durante la Revolución de Asturias.
 
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