La España de Franco

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Y teniendo en cuenta el ajuste de cuentas y represión brutal, que acabo con las colectividades a base de tiros en Aragón, por parte de Enrique Lister hacia los milicianos de CNT(inclso alguna cnt-ugt y brigadistas internaciones anarquistas) y POUM, por no estar de acuerdo con el modelo comunista libertario y pedir la integración de las milicias en el ejército, ¿me puedes informar si este señor fue uno de los tantos fusilados por el comunismo estalinista(fuego amigo)?.
Tendría muy en cuenta esto, porque todas sabemos que en la guerra civil hubo otras dos dentro, entre comunistas y anarquistas y una muy significativa denominada como el corto verano de la anarquía de 1937.
 
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LOS ASESINATOS DE ENRIQUE LÍSTER (Jesús Liste Forján)
Cuando califiqué de asesino al comunista Enrique Líster, comandante de la XI División del Frente Popular: El chantaje de la izquierda. Las falsedades de la Guerra Civil española. Madrid, 2004, p. 44, algunos se indignaron y se indignan ante esa afirmación; pero fue el mismo Líster quien hasta el último día de su vida se ufanó y justificó sus asesinatos como la cosa más normal del mundo.
Lo primero que hay que recordar es que Líster tenía su cuartel general en Madrid en la calle Lista números 25 y 29, y su checa Lista 29, en donde se interrogó, torturó y se llevó a cabo más de 70 asesinatos registrados por la Causa General: Causa General, Madrid, 1943, p. 86.
Entre los muchos asesinatos de Líster están los ocurridos el 19 de mayo de 1937 en Mora de Toledo, cuando asumiendo el mando sin orden de sus superiores se tomó la justicia por su mano.
Los anarquistas le acusarían de asesinar a “más de sesenta trabajadores”: CNT, 29 de mayo de 1937, p. 4; pero sólo se conoce con nombres y apellidos el de 21 personas asesinadas por motivos políticos y religiosos, y también la ejecución de unos milicianos cuyo número se desconoce.
Dice Líster: “El 19 llegamos a Mora de vuelta del frente y acantonamos las fuerzas en los alrededores, controlando así las salidas o entradas en el pueblo”, y después publicó “un Bando por el que se ordenaba a todos los militares presentarse en la Comandancia en un plazo de varias horas. Una parte se presentó y fueron enviados a sus unidades en primera línea, otros por el contrario, intentaron escapar (…) pero todos ellos fueron detenidos”: Enrique Líster. Nuestra guerra. París, 1966, p. 126. Esos milicianos que intentaron escapar junto con otros detenidos pertenecían a la XLVI Brigada Mixta y se cree que fueron ejecutados. También ordenó el asesinato de 20 personas, y el día 25 antes de su partida fusiló al ex comunista y militante anarquista Francisco González Moreno.
“Pasaremos, órgano de la 11ª división. Num. 28 de 5 de junio de 1937”, hace una relación de los 21 asesinados a los que denomina “desaparecidos”, y del anarquista Francisco González Moreno, otro “desaparecido”, afirma que era un “chulo y matón, dicho elemento le detuvieron en el pueblo unos milicianos que se desconoce a qué Brigada pertenecían, y desde entonces se ignora su paradero, 29 de mayo de 1937”
De entre esos 21 “desaparecidos” que Líster ordenó asesinar y cuyos delitos según él “eran numerosos, graves, y en algunos casos monstruosos”: Nuestra lucha, p. 126, figuraban cinco mujeres, las hermanas María de los Dolores y María del Carmen Cano Sobreroca, “propagandistas descaradas y activas de Acción Católica”, así sentenciaba Pasaremos (5-6-1937). Otras tres hermanas más, Cándida, Carmen y Edmunda López-Romero Gómez del Pulgar, y que según Pasaremos (5-6-1937), estaban “afiliadas a Acción Católica y Acción Popular. Eran las tres las cabezas dirigentes de la reacción”. En realidad Cándida no era de Acción Católica sino monja teresiana, que se hizo pasar por su hermana casada que tenía hijos pequeños.
De esas mujeres asesinadas Antonio Montero Moreno escribe lo siguiente: “Posteriormente, entrando ya el año 40, pudo averiguarse que todos ellos habían sido asesinados en las inmediaciones de la fábrica de harinas y sepultados en una zanja abierta al efecto en pleno campo. Lo más grave del caso es que, según acredita la exhumación de los cadáveres, las víctimas sufrieron horribles mutilaciones, probablemente antes de morir. En los restos de la madre Cándida apreciaron sus familiares que tenía el cráneo hundido, posiblemente por un golpe de hacha; la mano derecha separada del brazo y cortado uno de los pies”.
Y más adelante añade Antonio Montero Moreno: “En aquel grupo figuraban, asimismo, las hermanas Dolores y María del Carmen Cano Sobrerroca, dos jóvenes de Acción Católica, que dejaron tras sí un ejemplarísimo historial apostólico. También sobre sus cadáveres se han apreciado amputaciones de la mano derecha y señales de haber sido muertas a puñaladas” :Historia de la persecución religiosa en España 1936-1939. Madrid, 1961, pp. 524 y 525. Y también, “Cándida López Romero” y “Carmen Cano Sobreroca” en www.persecuciónreligiosa.es.
Preguntado en una entrevista en el año 1977, Enrique Líster respondió sobre aquellos asesinatos: “Luego me acusaron de que yo había fusilado y tal y cual; y yo he respondido que sí, que yo he fusilado, y que estoy dispuesto a hacerlo cuantas veces haga falta. Porque yo no hago la guerra para proteger a bandidos ni para explotar a los campesinos; yo hago la guerra para que el pueblo tenga la libertad”: Triunfo, 19 de noviembre de 1977, p. 41. Enrique Líster: las trincheras de la guerra.
El italiano de las Brigadas Internacionales Carlo Penchienati, que fue comandante de la Brigada Garibaldi y que acompañó a las tropas del Frente Popular en su retirada a la frontera francesa, acusó a Enrique Líster del asesinato de 24 personas del hospital militar de Bañolas. El hecho ocurrió en la madrugada del 7 de febrero de 1939, cuando Líster en retirada con sus tropas y heridos ordenó la evacuación del hospital de Bañolas, obligando al personal sanitario a acompañarles, y nada más pasar Figueras, en Vilasacra fueron asesinados. De esos 24 asesinados tres eran enfermeras, y una de ellas era Gerti de Gimeno ciudadana austriaca y esposa del director del hospital, asesinada por el ayudante de Líster: Carlo Penchienati. I giustiziati accusano. Brigate Internazionali in Spagna. Roma, 1965, pp. 173 y 174.
Además de este hecho también se ha constatado que en su retirada hacia la frontera francesa, las tropas de Líster muy probablemente habían cometido asesinatos en poblaciones como “Vallès, Terrassa, Palau de Plegamans, les Franqueses, Cardeden, Arbúcies, etc”: Josep M. Solè i Sabatè . Joan Villarroya i Font. La repressió a la reraguarda de Catalunya. Barcelona, 1989, vol. I, pp. 323, 330 a 332.
El periodista y comunicador Julián Lago siempre fue una persona muy singular, y creo recordar que fue a finales de los 80 o principios de los 90 cuando relató en televisión una anécdota sobre Enrique Líster, y que al final terminaba diciendo de él: “Esa era la catadura moral del personaje”. La anécdota la recogió en el libro que escribió un año antes de morir, y es como sigue:
A Julián Lago le pareció una buena idea reunir en una comida a dos personajes de la Guerra Civil, al general Prieto por parte de los nacionales y a Líster por el Frente Popular. Durante la comida Líster quiso ser gracioso y contó lo siguiente:
“- Un día unos milicianos se acercaron para decirme: “Camarada comandante, hay entre nosotros un sacerdote que quiere decirnos misa”. A lo que yo contesté a los milicianos: “Pues que la diga”.
_ ¿Y lo autorizaste, general? –Prieto de vez en cuando daba tratamiento de general a Líster, quien en aquel momento disfrutaba de una fabada que había pedido y cuyo caldo dibujaba de pimentón las comisuras de sus reventones labios.
- Claro, claro, autoricé al curilla aquel a que dijera misa.
- Y luego le mandaste fusilar.
- Por supuesto.
Se produjo entonces un cruce de miradas que hablaban sin hablar entre el general Prieto y el payaso y en medio del ruido de fondo del trasiego del mesón de Fuencarral se hizo un silencio, roto de nuevo por Líster.
- ¿Cómo iba yo a tolerar que en el Quinto Regimiento hubiera un cura que nos dijera misa?”: Julián Lago. Un hombre solo. Barcelona, 2008, p. 129.

Ángel Manuel González Fernández, diciembre de 2009.
https://angelmanuel-gonzalezfernand...6/los-asesinatos-de-enrique-lister-jesus.html
 
Memoria historica: el PSOE fue el culpable. “El chantaje de la izquierda. Las falsedades de la Guerra Civil española”

Ver el archivo adjunto 1609870

.1ª. El 9 de noviembre de 1933, el líder socialista Francisco Largo Caballero afirmó públicamente: “Estamos en plena guerra civil. No nos ceguemos. Lo que pasa es que esta guerra no ha tomado aún los caracteres cruentos que, por fortuna o desgracia, tendrá inexorablemente que tomar”. Discurso a los trabajadores. Madrid (marzo) 1934. p. 121.


2ª. El 20 de diciembre de 1933, el socialista y portavoz del partido Indalencio Prieto Tuero proclama en el Congreso de los Diputados: “Decimos, Sr. Lerroux y Sres. Diputados, desde aquí, al país entero, que públicamente contrae el partido socialista el compromiso de desencadenar, en ese caso, la revolución”. Diario de Sesiones de Cortes. Congreso de los Diputados, 20 de diciembre de 1933. p. 25.

3ª. El máximo líder y responsable del Partido Socialista, Francisco Largo Caballero, escribe el 27 de enero de 1934: “La suerte está echada. El Partido y la Unión General ya están de acuerdo para organizar un movimiento revolucionario con un programa concreto al objeto de salir al frente de los manejos reaccionarios. Ahora lo que hace falta es intensificar los trabajos de preparación”. Notas históricas de la guerra en España. Madrid, 1985. p. 84.

4ª. Diario El Socialista, portavoz de la Ejecutiva, 9 de febrero de 1934. p. 3: “La revolución es inevitable. La fuerza moral y la fuerza numérica están de acuerdo con la actitud socialista: adueñarse del Poder. ¿Cómo ha de hacerse esto? ¿Cómo va a ser ese movimiento inevitable? ¿Cruento o incruento? ¿Sin resistencia del enemigo o teniendo que recurrir a todo? Eso ya no preocupa ni a quienes hasta ayer eran más inclinados a la templanza. Sea como sea, la revolución será”.
Ver el archivo adjunto 1609872
5ª. En febrero de 1934 quedó formado el Comité Nacional Revolucionario que estaba integrado por el Partido Socialista, la Unión General de Trabajadores y las Juventudes Socialistas, representados por Francisco Largo Caballero, Juan Simeón Vidarte, Enrique de Francisco, Pascual Tomás, José Díaz Alor, Carlos Hernández Zancajo, Santiago Carrillo Solares e Indalencio Prieto Tuero, que se incorporaría poco después.

El Comité Nacional Revolucionario remitió las Instrucciones bajo contraseña a los 61 Comités revolucionarios provinciales, y en abril responden informando de la organización: militantes comprometidos, armas que disponen, fondos para la compra de armamento, etc.,. Francisco Largo Caballero. Notas históricas de la guerra en España. pp. 85 a 156.

6ª. El Socialista, 21 de abril de 1934, portada. Mensaje de Francisco Largo Caballero a los jóvenes socialistas: “En España van a ocurrir hechos de tal naturaleza, que es preciso que la clase trabajadora haga más manifestaciones que justifiquen su actuación en el porvenir. Aprovechando la circunstancia de estar representados aquí los delegados de las Juventudes Socialistas para decir que yo, que mantengo el criterio que hay que apoderarse del Poder político revolucionariamente, y que es tonto hacerse la ilusión de que vamos a poder adueñarnos de él de otra forma, tengo que manifestar que la revolución no se hace con gritos de viva el Socialismo, viva el comunismo y viva el anarquismo. Se hace violentamente, luchando en la calle con el enemigo. Hay que crear un ejército revolucionario (…). Y es preciso organizarlo militarmente. Yo no tengo escrúpulos de decir ante vosotros que hay que organizar nuestro ejército (…) vamos a la conquista del Poder como sea. ¡Camaradas! Organizad la lucha final. La batalla será cruel y larga”.


7ª. El Socialista, 1 de agosto de 1934, portada: “Contra el régimen de terror blanco como el actual no sirven protestas platónicas. Por ello, el Comité nacional de la Unión General de Trabajadores de España se limita a declarar estar dispuesto a procurar que la clase trabajadora organizada que representa realice el supremo esfuerzo para dar término con el régimen de excepción que vive la clase obrera, y recomienda a ésta la más estrecha unión para fines concretos y definitivos”.

8ª. El Socialista, 25 de septiembre de 1934, portada: “Renuncie todo el mundo a la revolución pacífica, que es una utopía. Bendita la guerra contra los causantes de la ruina de España”.


9ª. El Socialista, 27 de septiembre de 1934, portada: “La consigna de hoy. Organización de todos los frentes. Las nubes van cargadas camino de octubre. Repetimos lo que dijimos hace unos meses: ¡atención al disco rojo! El mes próximo puede ser nuestro octubre. Tomar toda suerte de medidas, atar cabos sueltos, laborar para la causa son labores urgentes en estos momentos. El ejército obrero de las ciudades y los campos ha de considerarse movilizado, de manera que ante la ocasión de peligro cada cual conozca su puesto y su misión y lo ocupe y la desarrolle sin titubeos ni dudas.
Nos aguardan días de prueba, jornadas duras. El trance histórico que se avecina nos convertirá en eje de las circunstancias. La responsabilidad del proletariado español y sus cabezas directoras es enorme”.
Ver el archivo adjunto 1609873

10ª. A las doce de la madrugada del día 4 de octubre de 1934, el socialista Francisco Largo Caballero da la orden de lanzar la Guerra Civil. Síntesis y composición literal de las Instrucciones del Comité Nacional Revolucionario elaboradas en febrero de 1934:
“Cada pueblo tiene que hacerse a la idea de que tiene que ser un firme sostén de la insurrección. El triunfo del movimiento descansará en la extensión que alcance y en la violencia con que se produzca, más el tesón con que se defienda. En esta acción nos lo jugamos todo y debemos hallarnos dispuestos a vencer o morir. Una vez empezada la insurrección no es posible retroceder.
Cuando una ciudad caiga en manos de los revolucionarios, nada debe justificar su abandono. Aunque la lucha se prolongue no debe desmayarse. Cada día que pase aumentará el número de rebeldes. En cambio la moral del enemigo irá decayendo. Nadie espere triunfar en un día en un movimiento que tiene todos los caracteres de una guerra civil.
Los grupos de acción han de convertirse en guerrillas dispuestas a desarrollar la máxima potencia. Haciendo una buena distribución deberá hacerse una guerra de guerrillas. Nunca deben presentar grandes masas a la fuerza pública, procurando así que toda sea distribuida y hostilizándola sin cesar hasta rendirla por agotamiento. Atacar siempre desde lugares seguros.
Precisa conocer la fuerza pública que exista en cada localidad. Militares, Guardia Civil, Asalto, Seguridad. Armamento que disponen. Condiciones defensivas de sus cuarteles. Conocer los depósitos de armas, dinamita, y medios de apoderarse de ellos. Apoderarse de los establecimientos donde se vendan armas, municiones y explosivos. Las casas cuarteles de la Guardia Civil deben incendiarse si previamente no se entregan. Imposibilitar que los jefes de las fuerzas puedan incorporarse a sus puestos, deteniéndoles a la salida de sus domicilios y atacándoles si se resisten. Utilizar uniformes del ejército, para dar la impresión de insubordinación militar.
Levantar barricadas que oculten aparatos explosivos. Volar puentes. Cortar carreteras y líneas de ferrocarril. Donde haya estación de radio, si no puede incautarse, incendiarla o volarla.
El movimiento debe afectar a todos los servicios, principalmente a los de vital importancia (alimentación, transportes, agua, gas, etc.,.), y los grupos de acción cuidarán de anular a los que se presten a evitarlo.
Asaltar centros oficiales y políticos, incautarse de ficheros y archivos. Los Bancos y Archivos se vigilarán estrechamente.
Rápidamente apoderarse de las autoridades y personas de más importancia y guardarlas en rehenes. Nombres y domicilio de las personas que más se han significado como enemigos de nuestra causa o que puedan ser más temibles como elemento contrarrevolucionario. Estas personas deben ser tomadas en rehenes al producirse el movimiento, o suprimidas si se resisten.
Toda la energía y todos los medios serán pocos para asegurarse el triunfo. Triunfante el movimiento revolucionario, lo primero que debe asegurarse es el dominio absoluto de la población, perfeccionando las milicias armadas, ocupando los sitios estratégicos, desarmando totalmente a las fuerzas contrarias y ocupando los edificios públicos.
Se prohíbe sacar copias de estas instrucciones. Quemad estas instrucciones tan pronto os hayáis enterado”
. Francisco Largo Caballero. Notas históricas de la guerra en España. pp. 92 a 102.


1ª. Testimonio del arzobispo de Tarragona, el cardenal Francisco Vidal i Barraquer:
“El Llorá, 8 de Octubre de 1934.


A Su Eminencia Reverendísima el Señor Cardenal Eugenio Pacelli, Secretario de Estado de Su Santidad. Buenos Aires.
El alzamiento armado ha sido realmente formidable en toda España, con especial intensidad en Asturias, Galicia y Cataluña, sin que se haya librado la propia capital de la República. No es dable en este momento tener exacta visión de los estragos producidos; puédese, sin embargo, apreciar el gran volumen y extensión de las organizaciones en armas, que de muchos meses veníanse preparando para el momento propicio en que pudieran apoderarse del poder a fin de restablecer el más extremo radicalismo político-social-antirreligioso, y aun la dictadura del proletariado.
El movimiento revolucionario extendido a toda España tiene características bien definidas por su origen y por sus objetivos. Procede de todos los grupos izquierdistas que monopolizaron el poder durante el bienio nefasto y desviaron la República con una legislación sectaria y antisocial. Ensoberbecidos por su hegemonía durante las Cortes Constituyentes, no supieron resignarse al resultado adverso de las elecciones de Noviembre, que les echó del poder y expresó la voluntad nacional de rectificar sus tendencias y conductas adversas a la justicia y a la libre convivencia y amparo de todos los ciudadanos. Desde entonces han conspirado contra la más alta magistratura de la Nación y el Parlamento actual, y se han propuesto conquistar por la violencia el puesto que los partidos de centro y de derecha han alcanzado legítimamente por las vías legales. Tan tenaz y encendida ha sido su voluntad subversiva, que en el orden político no vacilan en sacrificar el propio régimen, cuya instauración por medios democráticos proclamaban como su mejor gloria, y en el orden social no han desdeñado la participación de los comunistas, aunque fuera llegando a la dictadura del proletariado. El estallido, pues, ha sido formidable e intensísimo, y todos los medios han sido utilizados para triunfar del Gobierno legítimo e impedir la incorporación de la derecha al poder”
.


Miguel Batllori. Arxiu Vidal i Barraquer. Església i Estat durant la segona República Espanyola. 1931/1936. IV 10 d’ octubre de 1933. Barcelona, 1986. pp. 559 a 563


12ª. A principios de 1935 escriben y editan un folleto clandestino el presidente de las Juventudes Socialistas, Carlos Hernández Zancajo y el secretario Santiago Carrillo Solares, confesando:


No eran escaramuzas contra el frente armado del Estado. Era una batalla a fondo, en toda línea. Se trataba de un combate general dirigido por las Alianzas Obreras en cada provincia. Fuerzas de choque delante, y detrás el empuje armado de la organización. La unanimidad del proletariado para esta batalla tenía aterrada a las fuerzas mercenarias del Estado. Que en Valencia patrullasen las fuerzas de Seguridad por las calles con más miedo que vergüenza; el paseo militar de los mineros de la Arboleda hasta Bilbao; la concentración de la Guardia civil de los pueblos, en repliegue hasta las capitales de provincias; el miedo del Gobierno a declarar el estado de guerra hasta dos días después de la insurrección, y la furia represiva declarada a última hora, no son otra cosa que la exacerbación del pánico elevado a su última potencia. No se trataba de una conspiración de tipo blanquista. Se trataba solamente de un acto de presencia del proletariado, que, con las armas en la mano, desalojaría del Poder a un régimen tambaleante, convencido de su propia caducidad.
La experiencia ha demostrado muy ampliamente que si en octubre hubieran intervenido todas las fuerzas malgastadas inútilmente durante las diversas batallas de 1934, hubieran sobrado energías para levantar de un lado a otro de España la roja bandera del socialismo.
Las AA.OO. han dado su resultado donde se les ha sabido usar. Quiere decir que si en todas partes se hubiese hecho el mismo uso que en Asturias, otro hubiese sido el resultado del octubre rojo español”.



Carlos Hernández Zancajo y Santiago Carrillo. Octubre. Segunda etapa. Madrid, 1935. pp. 102 a 104.

Ver el archivo adjunto 1609874
13ª. Declaración de Francisco Largo Caballero ante el juez, el 15 de octubre de 1934:


“Al día siguiente de ingresar Largo Caballero en la cárcel de Madrid, el juez militar, acompañado del fiscal, le sometió a un interrogatorio. ¿Es usted el Jefe del movimiento? Contesto negativamente. Así cumplía el acuerdo adoptado en la reunión conjunta de las dos ejecutivas; además, dijo la verdad, pues él no tenía derecho a arrogarse el título de Jefe del movimiento, pues que nadie le había designado para tal cargo, y además, así libraba al Partido Socialista y a la Unión General de Trabajadores de España de la responsabilidad que no quisieron contraer en interés de la clase trabajadora.


No hay que olvidar que Largo Caballero era el presidente del Partido y el secretario de UGT, y si se declaraba, por un rasgo de romanticismo, Jefe, nadie podría creer que dichas organizaciones hubieran quedado al margen, y de ahí se habría derivado las graves consecuencias naturales.


La segunda pregunta fue: ¿Pero usted no conocía la organización del movimiento? La contestación también fue negativa. Si hubiera dicho que sí, tendría que haber expuesto detalles de la organización; pero como esto no lo habría de hacer por nada ni por nadie, contestar afirmativamente hubiera sido estúpido.


Otra pregunta: ¿Cómo cree usted que se ha producido el movimiento? Espontáneamente, contesto, como protesta contra la política que se sigue en la República. ¿Y las armas, cómo se han obtenido? Sin duda, serán las que no se usaron en la revolución de diciembre del año 30 para la proclamación de la República. ¿Está usted conforme con el movimiento? No me considero obligado a contestar esa pregunta, dijo Largo Caballero; yo respondo de mis actos, pero no admito que se quieran juzgar mis pensamientos. Así, poco más o menos, se verificaron todas las declaraciones. Le quedó tranquilidad de conciencia porque de ninguna indiscreción suya se ha podido molestar a ninguna persona. Además, se puede afirmar que en ningún caso le interrogaron sobre algún detalle concreto de la organización del movimiento, lo cual prueba claramente que no descubrieron ninguno; se puede asegurar que, dentro de lo posible, la organización se hizo con las mayores garantías del secreto.
Le defendió el jurista compañero Jiménez de Asúa; Largo Caballero se limitó a cumplir las instrucciones de su abogado defensor y salió absuelto. ¿Para qué? ¿Para marcharse a su casa a descansar? No; para continuar luchando”.



Francisco Largo Caballero. Notas históricas de la guerra en España. pp. 225 y 226.


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14ª. Del 5 al 13 de octubre de 1934 fueron asesinados en España: 12 sacerdotes, 11 religiosos, 9 seminaristas y 5 religiosos sacerdotes. Antonio Montero Moreno. Historia de la persecución religiosa en España 1936-1939. Madrid, 1961. pp. 41 a 52. Una investigación más exacta y concreta de los asesinados en Asturias: Ángel Garralda García. La persecución religiosa del clero en Asturias (1934 y 1936-37). Avilés, 1977.
Según el Gobierno de la República: “Dirección general de Seguridad. Sección Estadística. Información y Enlace. ESTADÍSTICA del movimiento revolucionario comenzado el 5 de octubre de 1934. Madrid, 3 de enero de 1935.

Ver el archivo adjunto 1609875
Edificios destruidos o deteriorados por voladura o incendio: 58 iglesias.
Albacete 1, Alicante 4, Almería 2, Barcelona 4, Cádiz 1, Ciudad Real 2, Córdoba 1, Coruña 3, Huelva 1, Huesca 1, León 4, Lérida 2, Logroño 1, Pamplona 1, Asturias 17, Pontevedra 1, Salamanca 2, Santander 5, Tarragona 1, Valladolid 3, Zamora 1”. EN SERVICIO A LA REPÚBLICA. La revolución de octubre en España. LA REBELIÓN DEL GOBIERNO DE LA GENERALIDAD. Madrid, 1935. pp. 65 y 68.

Ver el archivo adjunto 1609876
En la obra de obligada referencia de Antonio Montero citada anteriormente, el total del genocidio religioso desde octubre de 1934 hasta abril de 1939, y “a la espera de que estudios posteriores y más aquilatados puedan variar –creemos que ligeramente- la estadística de las personas consagradas a Dios, sacrificadas en la persecución religiosa, damos hoy por hoy como más exacta esta promoción: clero secular, incluidos seminaristas, 4.184, religiosos 2.365, religiosas 283. Total 6.832”. Historia de la persecución religiosa en España 1936-1939. p. 762.

En un trabajo de Vicente Cárcel Ortí, el total del genocidio religioso sería de unos 6.964 asesinados, cifra más próxima a la realidad del hecho pero no definitiva: “Tras estos añadidos podemos concluir que las víctimas eclesiásticas se aproximan a las 7.000”.

Ver el archivo adjunto 1609877
La persecución religiosa en España durante la segunda República (1931-1939). Madrid, 1990. p 242. Según una reciente investigación de Gregorio Rodríguez Fernández, el total de las religiosas asesinadas no sería de 283 sino de 296. El hábito y la cruz. Religiosas asesinadas en la Guerra Civil española. Madrid, 2006.
En definitiva, siguiendo las investigaciones de los diversos autores hasta ahora publicadas, la suma total de las víctimas religiosas sería de 6.980.
Y no sólo eso sino que todavía faltan por añadir, los incipientes trabajos de los casi 3.000 mártires laicos asesinados por mantener su fe católica.Este trabajo nos ha sido envíado para su publicación y consta de este post y de los 7 anteriores : “El presente trabajo realizado pertenece en gran parte al libro: “El chantaje de la izquierda. Las falsedades de la Guerra Civil española”. Madrid, 2004, de Ángel Manuel Gonzalez Fernández. (Libro que se puede adquirir en la Librería Histórica. c/ Lagasca 120. Madrid).”
Que "buena gente eran" .? unos "angelitos"
 
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Un poquito de respeto, Contreras.
Además no sé que tiene que ver el asesino y psicopata Queipo con lo que tu cuelgas
Si no añades las fuentes de tus tochos , no me molesto en leerlos.
Solo comentar que me parece genial que se abran todas las fosas y se entierren con dignidad todos los restos que se encuentren, independientemente de quienes sean.
Espero que en eso estemos de acuerdo. O los del bando republicano no lo merecen?
La respuesta es facil:
SÍ o NO?


Tu sabes leer? sabes lo que es un dicho? Vuelve a leer y veras las fuentes
 
Tu sabes leer? sabes lo que es un dicho? Vuelve a leer y veras las fuentes
Hold your horses darling, y no te subas a la parra , que luego hay que bajar.

Tu texto compartido del año 2009 ya lo conocía, y vuelvo a repetir que me parece muy bien que se saquen todos los restos de victimas de la guerra civil, del bando, provincia, s*x* que sean.
Ojalá todos encuentren un lugar digno para ser enterrados y sus familias sepan donde están.

Y vuelvo a preguntarte algo que no me has contestado, ni creo que lo vayas a hacer:

Los que están en las cunetas, fosas comunes, pozos, minas y demás, del bando republicano, estás de acuerdo con que sean buscados, entregados a sus descendientes( si es posible) y que sean enterrados con dignidad ?


SI ó NO
 
Hold your horses darling, y no te subas a la parra , que luego hay que bajar.

Tu texto compartido del año 2009 ya lo conocía, y vuelvo a repetir que me parece muy bien que se saquen todos los restos de victimas de la guerra civil, del bando, provincia, s*x* que sean.
Ojalá todos encuentren un lugar digno para ser enterrados y sus familias sepan donde están.

Y vuelvo a preguntarte algo que no me has contestado, ni creo que lo vayas a hacer:

Los que están en las cunetas, fosas comunes, pozos, minas y demás, del bando republicano, estás de acuerdo con que sean buscados, entregados a sus descendientes( si es posible) y que sean enterrados con dignidad ?


SI ó NO
Si.
También hay que traer a todos los caídos anticomunistas de la División 250, en Krasni Bor y en el frente ruso, que llegaron a frenar 38 batallones de la dictadura stalinista. Por ahora solo se han traído a 70 o así y en total fueron 45.500 hombres, con muchas bajas.
 
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