Un perro llamado Toby se escapó de la perrera municipal porque echaba de menos a su dueño, un vagabundo que vivía en un barrio pobre y que tocaba la guitarra para ganarse unas monedas y poder comer él y su perrito. Llego al barrio y no lo encontró por ninguna parte. Se dirigió a un lugar donde lo llevaba a jugar y encontró a una persona desconocida hablando con su dueño. Al acercarse a su dueño, él se volvió y sonriendo cogió a su perro en brazos y le dijo al oído que nunca más lo perdería y que iban...