Juan Carlos I abandona España. Zarzuela emite un comunicado escueto sobre su destino. El Gobierno no le retirará el título de rey

En realidad poco importa quien lo diga e incluso dónde esté, importa el ninguneo que nos hacen a quienes pagamos su buena vida.
Y creo que este silencio no beneficia en nada a la pareja real, por mucho esfuerzo que hagan en pasar página.
creo que tienes mucha razon en eso de qeu lo fundamental es el ninguneo al ciudadano
se rien, se mean en nosotros y nos dicen qeu llueve
cierto

pero creo qeu es importante resaltar que el responsable es felipe, como jefe de la casa real

es un asunto qeu concierne a la casa real, sobre la qeu el gobierno no puede meterse demasiado, puede sugerir, pedir incluso, pero si felipe dice no, entonces es no

y el resrto a callar, qeu diria la tia pilar, como ejemplo de como funcionan las monarquias, orden y mandato

 
Venía a ver las novedades del tema, pero por lo que veo despiertan más interés Enrique Ponce y su nueva novia que las aventuras de Juan Carlos.
cuando salgan fotos de juan carlos sobre una colchoneta de cocodrilo abrazado a su amante, veras si pilla interes esto...

lo que no hay son noticias nuevas, no falta de interes creo yo
 


No es mal día para recordar que en España hay gente como Hasel que va a cumplir penas de prisión por decir estas cosas sobre el rey emérito ? Mientras tanto el rey emérito huye del país... País de pandereta al 1000% ?
 
Pilar Eyre, periodista especializada en la Familia Real, ha acudido al programa de Antena 3 ‘Espejo Público’, donde ha hecho público con quién ha huido de España el rey emérito Juan Carlos I.


Eyre asegura que viaja con una “fiel amiga” que lleva junto al exmonarca “cuarenta años”. Una mujer que “todo se lo perdona, la que no le falla nunca, lo acompaña, lo reconforta, lo escucha, lo consuela…”.



Asimismo, ha explicado que el Borbón, que se encontraría en Abu Dabi, “cada mañana le lee lo que dicen los periódicos y ella vierte en su oído el dulce bálsamo de sus sinceras palabras de consuelo…”.



La mujer que acompañaría a Juan Carlos es un misterio, aunque Corinna no es, desde luego. “En unos países donde los jeques mantienen un harén todavía numeroso, muchas personas creían que era ‘la segunda esposa’ de nuestro rey y así aparecía en la prensa árabe“, asegura la periodista.


 
Pilar Eyre, periodista especializada en la Familia Real, ha acudido al programa de Antena 3 ‘Espejo Público’, donde ha hecho público con quién ha huido de España el rey emérito Juan Carlos I.


Eyre asegura que viaja con una “fiel amiga” que lleva junto al exmonarca “cuarenta años”. Una mujer que “todo se lo perdona, la que no le falla nunca, lo acompaña, lo reconforta, lo escucha, lo consuela…”.



Asimismo, ha explicado que el Borbón, que se encontraría en Abu Dabi, “cada mañana le lee lo que dicen los periódicos y ella vierte en su oído el dulce bálsamo de sus sinceras palabras de consuelo…”.



La mujer que acompañaría a Juan Carlos es un misterio, aunque Corinna no es, desde luego. “En unos países donde los jeques mantienen un harén todavía numeroso, muchas personas creían que era ‘la segunda esposa’ de nuestro rey y así aparecía en la prensa árabe“, asegura la periodista.


Será Marta Gaya? Aunque a Pilar a veces le fallan sus vaticinios...
 
El emotivo editorial de 'Point de Vue' sobre Juan Carlos I: "La Historia recordará"

Bajo el titular 'La elección de Juan Carlos', Nathalie Lourau ensalza la figura del monarca y se pregunta qué llevó a un monarca ejemplar a convertirse "en un hombre corruptible"

Siempre se dice que la revista 'Point de Vue' es el verdadero termómetro del estado de las monarquías europeas. La publicación francesa es el boletín oficial del Gotha, con el que no siempre es complaciente. En el caso del rey Juan Carlos, fue muy sonora su portada de hace unas semanas, cuando rompía de una vez por todas con la melindrez de la prensa y calificaba la relación del antiguo monarca con Corinna Larsen de "historia de amor". En su portada y en páginas interiores, la publicación abundaba en el origen de la crisis que hoy asola la monarquía española, e identificaba el gérmen, que es el más antiguo de todos: el amor.

La revista ha seguido muy de cerca los pasos de don Juan Carlos en su camino fuera de España, ha señalado el valor que para la monarquía española tiene la figura de la reina Sofía y de la reina Letizia, y ha bendecido las bondades del rey Felipe como respuesta a esta crisis de reputación de la Corona española. Ahora, su directora delegada, Nathalie Lourau, firma a modo de editorial una opinión ciertamente emotiva en la que trata de hacer justicia con el rey emigrado: "Podemos apostar a que la Historia recordará el trabajo que realizó".


El rey Juan Carlos. (Getty)

El rey Juan Carlos. (Getty)

La publicación glosa la figura del rey, "uno de los gobernantes más valientes del siglo XX", dice, "que al final de su vida no ha dejado de avergonzar a su familia". "¿Qué resortes secretos de su personalidad le llevaron a revelar, detrás del monarca ejemplar, a un marido voluble y un hombre corruptible?", reflexionan. "Anteayer, sin embargo, era el verdadero héroe de la democracia española, el que supo asumir el desafío de la era posfranquista para frustrar el golpe militar del 23-F, un buen estratega, un hombre providencial. Entró en la leyenda del siglo XX... ¡en la época de la Movida! ¿Este soplo de libertad le habrá mareado hasta el punto de confundir poder, seducción e impunidad?"

'Point de Vue' echa de menos en la carta que escribe Juan Carlos I a su hijo Felipe para comunicarle su decisión de abandonar España unas palabras para la reina Sofía. "No hay palabras para quien, fiel a su lado, lo ha conocido desde siempre, desde su matrimonio en 1962. ¡Sofía, reina emérita si la hay, permanecerá en esta tierra donde dio a luz al futuro de la monarquía española!"


La reina Sofía y el rey Juan Carlos, en Mallorca. (Getty)

La reina Sofía y el rey Juan Carlos, en Mallorca. (Getty)

En páginas interiores, la revista se ocupa de los últimos movimientos del antiguo monarca, que se sigue encontrando en paradero desconocido. La publicación francesa, por cierto, no tiene pudor en hablar abiertamente de exilio: "Juan Carlos nació lejos de su país antes de reinar brillantemente allí. ¡Ay, el exilio parece ahora su reino definitivo!", culmina.

 
Juan Carlos, según un familiar: "Al que me acuse de corrupto le doy dos hostias"

¿Dónde está Juan Carlos? Mientras la fiscalía de la Audiencia Nacional le investiga por si las cintas de Corinna y el sumario abierto en Suiza permiten imputarlo por algún delito económico, él vive la dolce far niente con millones opacos. Según La Vanguardia está en Nueva Zelanda. Tras 40 años engañados, los españoles se preguntan cómo es el rey emérito. En Blau busca al único pariente del rey que ha reventado toda la intimidad familiar: el primo de Letizia, David Rocasolano. No hay que ir a Auckland para saber cómo es el rey.

joan carles nueva zelanda GTRES


Juan Carlos en Nueva Zelanda haciendo el saludo típico, GTRES

El libro Adiós Princesa del primo de Letizia dedica al emérito el capítulo octavo: El verdadero rostro de Juan Carlos. Su valor radica en que no son meras especulaciones sino información de de primera mano. Durante el cortejo de Felipe y Letizia y los años posteriores a la boda, David Rocasolano frecuentó la Zarzuela. Narra un episodio que hoy cobra vigencia: en una comida el padre de Letizia, Jesús Ortiz, le pregunta a Juan Carlos si ha leído un libro. El negocio de la libertad, donde el autor acusa al rey de cobrar 100 millones desaparecidos de KIO y que, según Javier de Rosa, fueron a parar al bolsillo real.

rey joan carles mayor|grande GTRES


Con anillo en el dedo pequeño, signo que no es de fiar, GTRES

"El rey tardó en reaccionar y regaló a su consuegro una mueca despectiva. 'Si, sí, el libro de Jesús Cacho. Menudas dos hostias le daba yo al Jesús Cacho ese si se me pusiera delante'". El monarca haciéndose el milhombres con los pocos periodistas que osaron denunciar sus negocios en negro. El primo de Letizia revela: "Era silencioso y huraño. En los cumpleaños aparecía para las fotos y se iba sin despedirse (...) El rey es un maleducado. No es una persona brillante, nunca habla en profundidad de ningún tema. Se limita al chascarrillo, a la ocurrencia banal". Su sobrevalorado instinto oculta su ignorancia: "Jamás he visto a ningún miembro de la familia real con un libro".

joan carles leticia gtres


El rey detesta a Letizia, GTRES

"No me gusta como persona, no me parece un tío fiable". Y el mejor resumen: "El rey pasa de todo". El primo de Letizia mantiene que suegro y nuera no se llevan bien."El trato que el rey le dispensa a Letizia es parecido al que le ofrece a Sofía,a sus hijos o sus nietos. Jamás le vi uno gesto de afecto. Trata en todo el mundo con indiferencia y desdén, como una deidad a un insecto. Se cree un ser superior que merece vasallaje. Solo le interesa él".

 
Opinión
COMENTARIO
El rey iba desnudo y España miró a otro lado
Una cultura de pleitesía desfasada, pero todavía vigente, permitió a Juan Carlos I convertirse en el millonario lobista de las dictaduras árabes y ocultar su fortuna durante décadas. Solo una reforma profunda puede rescatar a la monarquía de su peor crisis.

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El rey Juan Carlos I de España, a la derecha, conversa con el rey Abdullah de Arabia Saudí en 2008.Credit...Pierre-Philippe Marcou/Agence France-Presse — Getty Images
Por David Jiménez
Es periodista y colaborador regular de The New York Times.

13 de agosto de 2020

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MADRID — Uno de los primeros encargos que recibí como reportero, en 1996, fue entrevistar a una supuesta amante del rey de España, Juan Carlos de Borbón y Borbón. Mis editores en El Mundo investigaban si la actriz de cine y televisión Barbara Rey estaba exigiendo al Estado dinero a cambio de no revelar su relación con el rey. No conseguí la entrevista, la amiga del monarca guardó silencio tras denunciar presiones y las dos grandes debilidades de nuestro rey —mujeres y dinero— continuaron siendo el secreto peor guardado del país otras dos décadas.
Admitámoslo: los españoles siempre supimos que el rey iba desnudo, pero decidimos mirar a otro lado.
Una desfasada cultura de pleitesía, la opacidad que rodea a la monarquía española y una Constitución que excluye a nuestros reyes de cualquier responsabilidad penal enviaron al monarca el mensaje de que estaba por encima de la ley. Sus privilegios, como la inmunidad judicial, diseñados para dar estabilidad a la institución, fueron aprovechados para amasar una fortuna cuyo principal origen fueron las millonarias donaciones de dictadores árabes. Las cantidades eran lo suficientemente importantes como para que en 2012, en mitad de la gran recesión y con una cuarta parte de los españoles sin empleo, el rey emérito transfiriera 65 millones de euros a otra de sus amantes, la empresaria alemana Corinna Larsen.
La revelación de ese “regalo” real, que Larsen atribuye al “amor y la gratitud” y los investigadores a un intento de ocultar dinero ilícito, es solo la punta del iceberg de un escándalo que ha forzado el exilio del monarca. Los españoles desconocemos el paradero de Juan Carlos I desde que la semana pasada se anunció su salida del país. La estrategia de alejarlo de los focos, adoptada tras una negociación secreta entre la Casa Real y el gobierno, demuestra que no hemos aprendido nada.

Juan Carlos, quien abdicó al trono a favor de su hijo Felipe VI en 2014, debería haber permanecido en el país que reinó durante casi cuatro décadas hasta que se aclaren las causas por las que está siendo investigado en Suiza y España, incluida la entrega de 100 millones de dólares por parte de Arabia Saudí en 2008. El botín real bajo sospecha, acumulado durante décadas, incluye coches Ferrari, un yate, viajes de lujo, tierras en Marruecos o un piso londinense valorado en más 62 millones de euros, obsequio del sultán de Omán. Solo alguien que crea ciegamente en los cuentos de hadas puede pensar que tanta generosidad no tuvo un precio.
El Tribunal Supremo español investiga si el presunto pago de los 100 millones de dólares de los saudíes fueron una comisión pagada a Juan Carlos I por conseguir que empresas españolas construyeran el tren de alta velocidad entre Medina y La Meca por un valor de 6700 millones de euros. Ahora sabemos que durante años el jefe del Estado mantuvo una doble vida como lobista y que sus benefactores obtuvieron a cambio una influencia decisiva en España. ¿Cuánta influencia? El interés de las autoridades por mirar bajo de esa alfombra es mínimo.

El parlamento ha bloqueado la creación de una comisión de investigación que podría haber servido para desvelar las implicaciones geopolíticas del comportamiento del rey emérito. Los ciudadanos se pierden así la oportunidad de que se pregunte a los cuatro últimos presidentes del gobierno español qué sabían de los negocios del rey y cómo estos influyeron en la política exterior española. El conocido empresario, Javier de la Rosa, reveló ya en 1995 al entonces director de El Mundo, Pedro J. Ramírez, que Kuwait pagó 100 millones de dólares como recompensa por el apoyo del rey para que el gobierno español apoyara la coalición contra Sadam Hussein en la primera Guerra del Golfo.
España ha sido durante décadas uno de los principales valedores de las dictaduras árabes, que han encontrado en nuestra monarquía una manera de legitimarse internacionalmente. En noviembre de 2018, en mitad de la indignación por el descuartizamiento del periodista Jamal Khashoggi, el gobierno saudí distribuyó la fotografía de un amigable saludo entre Juan Carlos I y el hombre que algunos acusan de ordenar el asesinato, el príncipe heredero Mohamed bin Salmán.

Tampoco la represión de manifestantes que pedían democracia en Baréin impidió los constantes viajes del rey emérito a otra de las “monarquías hermanas” que engordaron sus cuentas bancarias. Uno de los gestores del patrimonio de Juan Carlos I reveló a la fiscalía suiza que el exjefe del Estado español volvió de un viaje a Manama con un maletín con 1,9 millones de dólares.


Una manifestación en Madrid contra la monarquía por un caso de corrupción que está siendo investigado.

Una manifestación en Madrid contra la monarquía por un caso de corrupción que está siendo investigado.Credit...Oscar Gonzalez/NurPhoto vía Getty Images

A la espera de las decisiones que tomen los jueces en Suiza y España, nadie puede dudar de la inmoralidad del comportamiento del que durante décadas fuera el hombre más admirado de España. Pero no importa el cúmulo de evidencias o el avance de las investigaciones: el mismo poder establecido que extendió un manto de impunidad sobre el rey, incluida una clase política, un empresariado y una prensa cortesanas, ha acudido a su rescate. Lo que debería ser una cuestión de decencia y rendición de cuentas ha degenerado en un polarizado debate entre favorables y contrarios a la monarquía.
Los defensores de Juan Carlos I aseguran que, más allá de sus faltas, su legado como padre de la democracia española es imborrable. Consideran la protección de la institución clave en un momento de gran fractura política y tensiones territoriales, incluido el desafío independentista del gobierno de Cataluña. El argumento es legítimo, pero pierde su sentido cuando se adorna de teorías conspiranoicas sobre un ataque coordinado de los enemigos del país para tumbar la monarquía. Nadie ha hecho más por sabotearla que el propio rey emérito.

Las monarquías europeas son reliquias del pasado cuyo papel se ha reducido a labores de representación diplomática, simbolismo patriótico y, por qué no, entretenimiento para las masas. La vida disoluta de sus miembros ha sido tradicionalmente aceptada, dentro de unos límites. Pero cuando los escándalos implican a una red de abusos de menores, como ocurre estos días con la conexión del príncipe Andrés de Inglaterra con Jeffrey Epstein, o sospechas de corrupción como en el caso de Juan Carlos I, ese pacto no escrito se rompe y la pregunta resurge. ¿Necesitamos la monarquía?
Una institución como la española no puede ser salvada buscando al exrey a un plácido retiro, blindándolo de las consecuencias de sus actos y manteniendo la opacidad de siempre, mientras se envía el mensaje equivocado a su hijo y actual monarca, Felipe VI, de que recibirá el mismo trato independientemente de sus actos.

Lo que se necesita es un debate abierto sobre el modelo de Estado, reformas profundas que adapten la monarquía a los tiempos, empezando por el fin de la impunidad judicial, y la instauración de una cultura de transparencia. La idea de que en pleno siglo XXI los reyes pueden mostrarse desnudos, como en el clásico cuento de Hans Christian Andersen, y esperar que sus súbditos simplemente miren a otro lado, solo puede terminar en un final infeliz.

David Jiménez (@DavidJimenezTW) es escritor y periodista. Su libro más reciente es El director.
 
Juan Carlos, según un familiar: "Al que me acuse de corrupto le doy dos hostias"

¿Dónde está Juan Carlos? Mientras la fiscalía de la Audiencia Nacional le investiga por si las cintas de Corinna y el sumario abierto en Suiza permiten imputarlo por algún delito económico, él vive la dolce far niente con millones opacos. Según La Vanguardia está en Nueva Zelanda. Tras 40 años engañados, los españoles se preguntan cómo es el rey emérito. En Blau busca al único pariente del rey que ha reventado toda la intimidad familiar: el primo de Letizia, David Rocasolano. No hay que ir a Auckland para saber cómo es el rey.

joan carles nueva zelanda GTRES


Juan Carlos en Nueva Zelanda haciendo el saludo típico, GTRES

El libro Adiós Princesa del primo de Letizia dedica al emérito el capítulo octavo: El verdadero rostro de Juan Carlos. Su valor radica en que no son meras especulaciones sino información de de primera mano. Durante el cortejo de Felipe y Letizia y los años posteriores a la boda, David Rocasolano frecuentó la Zarzuela. Narra un episodio que hoy cobra vigencia: en una comida el padre de Letizia, Jesús Ortiz, le pregunta a Juan Carlos si ha leído un libro. El negocio de la libertad, donde el autor acusa al rey de cobrar 100 millones desaparecidos de KIO y que, según Javier de Rosa, fueron a parar al bolsillo real.

rey joan carles mayor|grande GTRES


Con anillo en el dedo pequeño, signo que no es de fiar, GTRES

"El rey tardó en reaccionar y regaló a su consuegro una mueca despectiva. 'Si, sí, el libro de Jesús Cacho. Menudas dos hostias le daba yo al Jesús Cacho ese si se me pusiera delante'". El monarca haciéndose el milhombres con los pocos periodistas que osaron denunciar sus negocios en negro. El primo de Letizia revela: "Era silencioso y huraño. En los cumpleaños aparecía para las fotos y se iba sin despedirse (...) El rey es un maleducado. No es una persona brillante, nunca habla en profundidad de ningún tema. Se limita al chascarrillo, a la ocurrencia banal". Su sobrevalorado instinto oculta su ignorancia: "Jamás he visto a ningún miembro de la familia real con un libro".

joan carles leticia gtres


El rey detesta a Letizia, GTRES

"No me gusta como persona, no me parece un tío fiable". Y el mejor resumen: "El rey pasa de todo". El primo de Letizia mantiene que suegro y nuera no se llevan bien."El trato que el rey le dispensa a Letizia es parecido al que le ofrece a Sofía,a sus hijos o sus nietos. Jamás le vi uno gesto de afecto. Trata en todo el mundo con indiferencia y desdén, como una deidad a un insecto. Se cree un ser superior que merece vasallaje. Solo le interesa él".



bueno...el libro habla de tantas cosas,son todas tambien ciertas?....o solo este capitulo.
Y la soberbia tendre cuidado por que se pega,y desde bien pequeña,que cosas
 
Juan Carlos I, un capitán general del Ejército en paradero desconocido
  • El ex jefe del Estado, cuyo destino sigue siendo una incógnita desde hace más de una semana, no se ‘jubiló’ de las Fuerzas Armadas con su abdicación en 2014

Felipe VI y Juan Carlos I, durante la Pascua Militar de 2018. Pool / Gtres
Elena Herrera
13 de agosto de 2020 21:46h
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@herrera_elena
Fuera del trono desde hace más de seis años, Juan Carlos I dista mucho de ser un ciudadano de a pie. El ex jefe del Estado, cuyo destino tras marcharse de España por las polémicas sobre su patrimonio sigue siendo una incógnita más de una semana después, ostenta el título honorífico de rey con carácter vitalicio, sigue formando parte de la familia real y tampoco ha renunciado a sus derechos dinásticos sobre la Corona como sí hizo su padre con él en 1977.




Además, Juan Carlos de Borbón sigue siendo capitán general de las Fuerzas Armadas, si bien desde su abdicación se encuentra en la situación de reserva. El de capitán general y jefe de los tres Ejércitos es el máximo rango de las Fuerzas Armadas. Desde 2014 hay dos capitanes generales, Felipe VI, en activo, y Juan Carlos I, en la reserva.
Según la ley de la carrera militar vigente desde 2007, el emérito debería haber pasado directamente con su abdicación en 2014 directamente a retiro, lo que equivale a la jubilación. Pero el Gobierno de Mariano Rajoy optó entonces por aplicarle la norma que regía en 2003, cuando el monarca cumplió 65 años y hubiera debido jubilarse.
Esa ley, ya derogada, establecía que al cumplir la edad de retiro los oficiales generales pasarían “a la situación de segunda reserva”. Con esa fórmula el Ejecutivo dijo querer evitar que Juan Carlos I fuera discriminado respecto a sus compañeros de promoción.

Uniforme y actos militares

Desde el punto de vista militar, pasar a la situación de reserva permite ser activado y ocupar algún destino —algo que no está contemplado en la situación de retirado— además de seguir recibiendo el tratamiento correspondiente al cargo que desempeña en los Ejércitos. En todo caso, nunca se ha contemplado que Juan Carlos I pudiera ser movilizado, si bien este estatus le permite no ser considerado un “jubilado” a efectos castrenses.

En ambos casos está permitido utilizar el uniforme y participar en actos militares, si bien Juan Carlos I no desarrolla actividades institucionales desde hace más de un año, cuando comunicó a su hijo su voluntad de retirarse de la vida pública coincidiendo con el quinto aniversario de su abdicación de la Corona de España tras el escándalo del caso Nóos.

Consultado por elDiario.es, Jorge Bravo, presidente de la Asociación Unificada de Militares Españoles (AUME), mayoritaria en las Fuerzas Armadas, declina pronunciarse sobre si es oportuno o no que el rey emérito mantenga ese estatus de capitán general en la reserva dadas las sospechas que existen sobre el origen irregular de parte de su fortuna. No obstante, señala que en el caso de que existiera un “clamor popular y parlamentario” encaminado a cambiarlo, su organización no tendría ningún problema al respecto.

 
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